7El bestiario


Desperté en una habitación blanca, con olor a antiséptico y limpiador. Por su desagradable aroma sabía que estaba en un hospital. Me senté y vi a mi madre sentada en una silla durmiendo. Cerré los ojos y mis recuerdos invadieron mi mente, la chica, no, la vampira que me atacó. Llevé mi mano a mi cuello, pero no sentí nada, era como si la herida se hubiera esfumado por arte de magia.

― ¿Mamá?

Mi madre abrió los ojos, tenía ojeras como si hubiera pasado en vela. Me observó por un par de minutos como si su sistema estuviera iniciando sesión.

― ¡Mi bebé!

Salió disparada de la silla y me abrazó con fuerza.

―Mamá, me lastimas.

Me soltó, pero tomó mi rostro. Sus ojos comenzaron a lagrimear.

―Mi bebé al fin despiertas, estaba tan angustiada que no podía ir a casa a descansar.

― ¿Qué? ¿A qué te refieres?

―Llevas tres días inconsciente.

―¿¡Tres!?―¿Cómo que tres?

―Si, pero ya estás bien. Cielo ¿Qué fue lo que sucedió?

―No lo sé―no podía decirle a mi madre, creería que estoy loco―Lo último que recuerdo es que iba a ver a mis amigos y me desvanecí.

―El doctor que te atendió tampoco encontró nada.

―Ya veo.

―Sabes bebé, Aarón vino muchas veces, incluso se ofreció a cuidarte para que yo fuera a descansar ¿Quieres que lo llame?

―Gracias mamá, pero no quiero ver a nadie. Solo quiero ir a casa.

―Claro cariño, iré a hablar con el doctor Muresan.

Mamá salió de la habitación dejándome solo, tome mi celular de la mesa de al lado, tenía un mensaje de mi padre preguntando como estaba, al parecer mamá le contó, pero no lo considero lo suficientemente urgente como para venir. Después de varios minutos tocaron la puerta.

―Pasa, mamá.

―No soy tu mamá.

Al escuchar esa voz levanté mi cabeza como un resorte, vi a Aarón en la puerta viéndome de forma tímida.

―¿ Aarón?

―Hola, Alex.

No tenía ganas de hablarle, pero tampoco iba a ser un mal educado.

―Hola.

―Nos diste un gran susto ¿Cómo te sientes?

―Bien, puede ser anemia―me encogí de hombros como si fuera lo más común del mundo.

― ¿Anemia?―parecía confundido―¿estás seguro?

―Muy seguro.

―Mmm.

― ¿Qué pasa?

―Es que te vieron con una chica.

― ¿Una chica? No sé de qué hablas―por supuesto me iba a hacer el tonto, primero tengo que averiguar porque Aarón está conectado con la chica―Aarón ¿Puedo hacerte una pregunta?

―Claro.

― ¿De qué color son tus ojos?

Parecía extrañado con mi pregunta.

―Azules ¿Por?

― ¿Por qué son plateados ahora?

Aarón se llevó las manos al rostro.

―N-no sé de qué hablas, mis ojos son azules.

― ¿Así que vas a mentir?

―No tengo idea de que quieres saber.

Procedió a darse la vuelta y salir de la habitación.

No era posible, no, no, no.

Corrí rápidamente durante unos veinte minutos hasta llegar al vecindario donde vive Will, puedo decir que soy rápido, pero no lo suficientemente rápido como en cuatro. Cuando llegué fui directo a la casa azul al final de la calle, comencé a apretar el timbre como si mi vida dependiera de ello, iba a presionarlo por milésima vez cuando mi mano quedó paralizada a centímetros del timbre.

―Eres el ser más molesto que existe en esta tierra―la puerta se abrió dejándome ver a un Will bastante molesto― ¿Te atreves a venir a mi casa con todo lo que has provocado? Tu amiguito vino a mi casa y me dio una reprimenda por no decirles que soy brujo. Ja, un niño reprimiendo a un brujo de quinientos años.

―Perdón, pensé que ellos sabían, pero me equivoqué.

―He vivido en este pueblo durante mucho tiempo, me he hecho pasar por humano desde hace siglos y trabajo en una escuelucha de porquería. Cuando los lobos llegaron trate de pasar desapercibido y ya has arruinado eso.

―Will de verdad lo lamento, pero necesito tu ayuda.

― ¿De verdad crees que te voy a ayudar?

―Por favor, no sé qué hacer y la manada solo querría silenciar a Alex arrancándole la cabeza.

―Estás exagerando.

―Alex sabe que mis ojos se vuelven plateados.

―Eres un imbécil―parecía hastiado―los niños me provocan ganas de vomitar y el mío viene en camino.

― ¿Ancel viene?―no podía creerlo, se supone que está castigado en el círculo ártico.

―Ancel viene y tú me vas a ayudar, a cambio de mantener tu secretito oculto, además necesito sacarle información del ataque del vampiro a tu noviecito.

― ¡No es mi novio!

―No me importa.

―Dice que no recuerda nada, que solo es anemia.

―Te está mintiendo pedazo de estúpido.

― ¿Mintiendo?

― ¿Por qué los lobos tienen que ser tan estúpidos?―susurró.

― ¡Oye! ¡Te escuché!

―Intenta sacarle información a Alex y que te diga lo que sabe.

―No puedo, mi manada me lo prohíbe, no puedo revelarle que soy lobo.

― ¿Qué quieres? ¿Qué lo haga yo?

Se me iluminó el bombillo, Will podría decirle que es un brujo y sacarle información.

― ¡Si! Dile que eres un brujo y podrás sacarle información.

― ¡No jodas!―restregó su mano en el rostro.

―Por favor, Will, solo confió en ti.

―Veré que puedo hacer, pero no te prometo nada.

― ¡Sí!

―A cambio de que cuides a Ancel, no puedo tenerlo en casa en este momento y necesita donde quedarse un par de noches. No puedo creer que voy a hacer esto por tu amante.

― ¿Qué? ¡No! Alex no es mi amante.

―Vete a casa antes de que te convierta en cucaracha.

Mi mamá no quería que fuera a clases, pero yo me sentía bien. Además, no podía estar encerrado un día más en casa, bueno sé que exagero y solo llevo unas horas encerrado. También tenía el impulso estúpido de buscar a Vanesa y sonsacarle información sobre Aarón, cuando lo vi correr por la ventana me di cuenta de que era muy rápido, casi inhumano.

―Alex, cielo ¿quieres comer algo? ¿necesitas algo?

―No mamá, no necesito nada ¿y tú? Si quieres voy a la tienda.

―No, yo voy a la tienda. Tú tienes que quedarte en casa.

Vi a mi madre salir por la puerta y me dispuse a ir a mi habitación para jugar videojuegos, iba por la mitad de la escalera cuando alguien tocó la puerta, me di la vuelta pensando que a mi madre se le habían olvidado nuevamente las llaves.

― ¡¿Otra vez, mamá?!

Abrí la puerta y me encontré al profesor de educación física en mi puerta.

―Hola Alexandr ¿puedo pasar?

―Profesor Lowell.

―William o Will por favor, estamos fuera de clases y no soy tan viejo para que me digas señor.

―Claro, Will ¿Qué le ofrezco?

William se acomodó en mi sala de estar, pareció inspeccionar la habitación y pude ver ligeramente como su sonrisa mostraba desagrado.

―Seré directo, quiero que me digas que sabes del vampiro.

Me quedé sin palabras, no dudó en cuestionar lo que buscaba. Ni siquiera supe cómo responder, abrí y cerré la boca, pero las palabras no salían. Will chasqueó los dedos y juro que vi chispas de colores.

―Mírate al espejo, por mí nadie ha visto eso.

Tenía una marca morada en mi cuello y dos huecos donde ella clavó sus colmillos.

―Mi verdadero nombre es William Lancashire, soy un brujo de unos cuantos años y he visto muchas clases de criaturas, más de las que tu puedas imaginar.

― ¿Brujo?―Estaba anonadado.

―Hago magia.

Me pellizque y William se me quedo viendo como si fuera idiota.

― ¿Necesitas otra prueba?

―No, no gracias.

―Las criaturas mágicas vivimos a escondidas de los humanos, si estos se llegasen a enterar de nuestra existencia desataría una guerra y muchos serían usados para experimentos.

―Entiendo―aunque realmente no lo hacía.

―Sabes, sería más fácil borrarte la memoria y evitar todo el problema, pero es magia que no practico y va en contra de mis principios.

―Por favor no lo haga.

Suspiro pesadamente, vio el viejo sofá del abuelo y se sentó. En el centro, sobre la mesita decorada con un pequeño florero, aparecieron dos tazas de café en cuento Will chasqueó los dedos con aire despreocupado. Me invitó a sentarme, creo que la conversación va a ser larga.

―Tuve el presentimiento de que algún día ibas a enterarte de lo que somos.

― ¿Somos?

―Mi hijo va a venir.

― ¿Entonces si tiene un hijo?―estaba más sorprendido por ese detalle que por el hecho de hablar con un brujo.

―Concéntrate, te voy a enseñar algo.

En su regazo apareció un libro de cuero con la tinta gastada en la tapa, comenzó a buscar entre sus páginas y llegó a una que decía la magia es gris.

―Esta sección del libro habla sobre los magos oscuros y los que practicamos magia blanca, en realidad no son los términos más adecuados para diferenciar el bien del mal. Si comienzas a involucrarte en el mundo mágico vas a tener que saber que no todo es lo que parece.

― ¿A qué se refiere?

Will puso el libro abierto en el piso y susurro unas palabras, la tinta comenzó a desvanecerse y en el aire las ilustraciones comenzaron a tomar vida. Realmente estaba viendo magia, todavía tenía una pizca de esperanza de que todo fuera un sueño.

―Vamos por partes, lo primero que nos enseñan en la academia son las distintas clases de criaturas. Hoy te voy a enseñar tres ya que esto nos tomará varios días y prefiero dejarte el libro que darte clases especiales. Vamos con la sección más fácil, los brujos ósea mi raza, somos una clase de humanos mejorados, somos los hijos de Lilith según las leyendas, otros dicen que somos hijos de otra diosa. Nosotros practicamos la magia que se divide en dos, el bien y el mal. Practicar la magia negra es peligrosa y corrompe tu mente. Mi padre fue corrompido, así que trato de educar a mi hijo para que no sea influenciado.

― ¿Y usted?

Me miró como si fuera la pregunta más tonta del mundo.

―Vampiros―los dibujos de tinta cambiaron y mostraron a una criatura con colmillos―te topaste con uno saliendo del colegio, son peligrosos y se alimentan de sangre, son los enemigos de casi todas las criaturas, pero su jerarquía se está extendiendo. Su enemigo natural son los hijos de la luna, han vivido toda su vida tratando de matarse mutuamente. Normalmente están tranquilos en estos tiempos de paz, pero un vampiro en el pueblo que atacó a un humano indica que algo debió haber pasado.

Recordé a Vanesa y llevé mi mano a mi cuello.

―Alex ¿Quién te atacó?

―Se llama Vanesa y está buscando venganza por la muerte de su esposo, lo que comprendí es que Aarón le hizo algo a su esposo. Quiso usarme para ser parte de su venganza, creo que su intención era tal vez matarme, pero me dejó un mensaje para Aarón. Incluso llamó a Aarón perro ¿Por qué llamó a Aarón perro? He intentado encontrarle algún sentido a todo lo que pasó ese día, pero sé que me faltan piezas.

―No sé qué tanto está involucrado o porque razón quiere a Aarón, pero debes saber esto, cuando lo averigüe no te lo diré.

― ¿Por qué?

―Esta última criatura que te enseñaré hace que rompa una promesa, pero tienes derecho a saber porque, aunque ninguno quiera, ya eres parte de este mundo. Los hijos de la luna.

☪☪☪

Will se fue un rato después dejándome el bestiario para que leyera lo que me acaba de enseñar, cuando lo abrí en la calma de mi habitación noté un post-it con una nota.

«Está más cerca de lo que crees» 


***

Otro capitulo, voy a admitir que ya lo tenia preparado y tengo el primer borrador terminado, solo que los hare esperar cada semana

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