Ancel se encargó del cuerpo de Alex, no sé qué hizo y no quise saber los detalles. Mi padre fue a casa de la madre de Alex, ella estaba alistándose para ir al trabajo cuando recibió la llamada y se desplomó en el suelo.

Se organizó un funeral sencillo, para familiares y amigos. En medio de la ceremonia no podía dejar de sentir que todo era mi culpa. Olivia Lewis dio un discurso y habló de sus dos hijos y como ahora estaban reunidos, ella se hacía la fuerte frente a su ex, quien estaba totalmente inexpresivo, ni siquiera una lágrima.

El fin de semana me la pasé acostado hasta que mi padre dijo que era suficiente, que tenía que hacer mi vida y que todo no podía girar en torno a Alex. Me mandó al colegio.

Todo se sentía extraño, he faltado lo suficiente como para volver a repetir el año, también me sentía nervioso, he estado evitando a la manada. No sé cómo me recibirán ahora que soy su alfa. Un par de días después a la hora del almuerzo vi a Brad, estaba en nuestra mesa habitual, pero su aura decía aléjate. Marcus y las chicas volvieron unos días después y Ancel se paseaba por los pasillos como si nunca se hubiera ido.

Cuando creí que estaba listo me senté con ellos, sabía que no podía evitarlos por siempre.

― ¿Quién va a ser tu segundo al mando?

― ¿Disculpa?

Estaba divagando en mis pensamientos que no escuche lo que me dijo.

―Tu segundo al mando, tu beta, tu lugarteniente.

― ¿Tengo que encargarme de eso? Pensé que lo harían los ancianos.

―No, eso lo hace el alfa.

Volví a ver a Brad, estaba un par de mesas lejos. Seguía deprimido. Primero su madre y ahora su padre. Lo único que le quedaba era Megan. Tampoco olvidemos a Dawn

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Cuando llegué al campamento todos me observaron, me sentía tímido con tantos ojos sobre mí. Las madres levantaron a sus hijos y caminaron mientras me dirigía a la cabaña principal.

― ¿Qué hicieron con el cuerpo de Dante?

―Brad lo enterró, no dejó que nadie lo siguiera. Quiso enterrarlo junto a su madre.

Vi la fogata frente a la cabaña principal. Todos estaban expectantes con mis siguientes palabras.

―Nunca fue mi intención ser su alfa, simplemente quería seguir con vida y vengar la muerte de mi destinado.

―Lo sabemos―Marcus posó su mano en mi hombro―Dante erro, debió esperar en vez de atacar.

―Perdí lo que más amaba y ahora estoy solo.

―No estás solo―Meg comenzó a acariciar mi cabeza―somos tu familia, somos manada, aunque tu seas adoptado.

―Eres mi hermano mayor, y quiero mucho al abuelo―Dawn me rodeó con sus pequeños brazos.

Cada uno comenzó a expresar lo que sentía por mí, eran mi familia después de todo.

―Gracias.

―Alfa ¿Quién es tu segundo al mando?―preguntó Mauro

Lo medite un momento, pero en realidad ni siquiera tenía que hacerlo. Conocía a la persona correcta para el puesto, estuvo en entrenamiento incluso desde antes de conocerme y aunque me doliera con todo el alma, Bradley no estaba en condiciones.

―Marcus, es alguien que está capacitado y ustedes lo saben.

Marcus sonrió.

―Zopenco.

― ¡Eh! Ten cuidado, que soy tu alfa.

Algunos se pusieron a reír.

―Todavía estoy en desacuerdo en que seas nuestro alfa―dijo Scott.

―No se preocupen, ustedes tendrán sus cargos como ancianos y servirán de guía hasta que cumpla la mayoría de edad y pueda asumir mis responsabilidades.

Al menos parecían satisfechos.

―La mayoría de edad en los lobos es hasta los veinte.

―Lo sé, pero para ese entonces abre entrenado lo suficiente.

―Te ayudaré a entrenar, yo me he preparado desde los ocho años―dijo Marcus.

―Mi intención no es mandarlos a mi voluntad, quiero que hagamos todo en familia.

―Hablando de eso... estaba pensando en el brujo―dijo Henry―ya tuvimos un ataque de vampiros, es mejor evitar un próximo ataque. Que el brujo haga su hechizo.

Solo asentí, cuando volviera al pueblo podría decirle que venga y vuelva a hacer su hechizo de protección.

―Bueno, vamos a prepararnos, hay que....

Todos se pusieron alerta.

El olor a lirios marchitos llegó a mi nariz.

―Lleven a los pequeños a las cabañas.

―Aarón.

―Dawn ve con Megan.

El olor a lirios se me hizo conocido, aunque estaban marchitos ¿Alex? Es imposible. Rápidamente me comencé a quitar todo y me transforme en lobo, comencé a ir detrás del olor. Llegué a donde era más intenso, al lado de un árbol y entre los arbustos. El olor comenzó a alejarse, y sin pensarlo fui detrás.

Llegué al pueblo, pero el olor iba por el bosque como si estuviera teniendo cuidado de que no lo vieran. El olor siguió el camino hasta que llegamos a la iglesia, al lado estaba el cementerio, camine con cuidado y entré al cementerio. Entre las tumbas podía ver toda la historia que había pasado en este pueblo. El olor se detuvo frente a la tumba de Alex. Sentí mi corazón latir mil por hora.

La tumba de Alex estabaabierta.