23 El hilo rojo

― ¿Cómo es perder a tu destinado?

Brad volvió a verme. Se mantuvo un momento en silencio, las chicas estaban en la cocina según ellas ayudando a Will con la cena. Y Meg fue a mi casa para estar con Dawn.

―Es lo peor que le puede pasar a un lobo, supuestamente sientes que te desgarras por dentro. Cuando era niño llegó un lobo solitario, perdió a su destinada. Cuando le pregunté por la sensación que tuvo, dijo que era tan indescriptible que no me lo podía explicar.

Me quedé pensando, todavía no he sentido que me desgarró por dentro, sé que Alex sigue vivo.

―Tú no has encontrado a tu destinada.

―No todos tienen destinada, pero al menos tengo a Megan.

―Yo encontré a Alex.

―Aarón eres un cachorro―se notaba un poco de fastidio en su voz.

―Lo sé, pero Elysia juega conmigo y me dio a Alex.

―Digamos que lo que dices es verdad, Alex es tu destinado ¿Qué planeas hacer después?

―Unirme a él.

― ¿Siquiera te gustan los chicos?

―Alex me gusta.

― ¿No te ha llamado la atención alguna chica?

―No, en España era algo solitario. Después de convertirme en lobo decidí alejarme de las humanas.

Brad volvió a ver a la pared, donde se podía apreciar una pintura de Ancel cuando era más joven.

―Creo que debería volver al campamento y decirle a la madre de Marcus que su hijo fue capturado por vampiros.

―Ni siquiera sabes qué pasó, tal vez solo se fue.

―Marcus es mi mejor amigo, él no se iría así como así.

✮✮✮

― ¿Qué tengo que hacer qué?

A Delilah no le cabía que ella fuera escogida para ir al campamento.

―Necesito que vayas al campamento y le digas a la madre de Marcus que su hijo está desaparecido.

― ¿Por qué yo? Ve tú.

―No puedo, Ancel me espera y Brad cambio de opinión, no se quiere enfrentar a su padre.

― ¿Dónde está Ancel?

―Volvió a Westfield.

De se mordió los dedos, sabía que sería un riesgo, pero la madre de Marcus lo amaba y haría cualquier cosa si supiera que está desaparecido.

―La única forma de llegar a Westfield es a través de un portal.

Cuando De iba a contestar un portal se abrió, sabía que el momento llegó. Tenía que ir a Westfield. Me acerqué al portal y vi del otro lado una especie de castillo. Cruce y el aire frío me invadió. Podía ver la luna en lo alto iluminando el castillo. Escuché unos pasos detrás de mí. Beth y Brad habían cruzado el portal.

― ¿Qué hacen aquí?―la voz de Ancel salió de la izquierda, volvimos a ver y este venía con paso rápido― ¡Aarón! ¿Por qué los trajiste?

― ¡Yo no los traje! ¡Se colaron!

―No tengo tiempo para esto.

Ancel chasqueó los dedos y Brad y Beth cambiaron de atuendo.

― ¿Puedes hacer magia sin tu varita?―Beth dio una vuelta luciendo su vestido plateado.

―La varita es un catalizador, pero podemos hacer magia básica con las manos.

―Qué traje más incómodo, prefiero estar desnudo―se quejó Brad.

―A tu novia le gustaría, pero yo prefiero no verte de ese modo.

Ancel comenzó a caminar en dirección al castillo, cuando nos acercamos sentí la presencia de vampiros, muchos vampiros. Pude sentir como Brad y Beth se tensaron, nuestros instintos gritaban que cambiáramos. Cuando llegamos a la entrada Ancel tocó un par de veces.

―Brujo no eres bienvenido.

―Lastima, su majestad me iba a recibir y tengo una invitación a la fiesta.

Abrieron la puerta, cuando entramos el guardia gruño asquerosos perros. Seguimos unos cuantos pasillos hasta llegar al jardín interior donde unos vampiros se encontraban reunidos. El lobo en mi interior estaba gritando agitado.

―Son demasiados―dijo Brad.

―Mi lobo pide que cambie.

―No hagan nada estúpido―nos advirtió Ancel.

Los vampiros nos observaron en cuanto se percataron de la presencia de los tres lobos en sus tierras. Sus ojos rojos se volvieron más intensos, podía escucharlos decir que nos atacaran.

Un aplauso llamó la atención de todos. Una vampira de cabello negro entro con una cadena en sus manos, al final de la cadena estaba el dragón, su vestimenta parecía de una mascota adornado con piedras. La vampira caminó hasta la izquierda, donde estaban un par de tronos y al lado unas almohadas donde se posó el dragón.

La reina levantó la mano y Ancel camino hacia ella, nosotros lo seguimos y cuando se inclinó para saludar a la vampira, chasqueo los dedos para hacernos inclinarnos contra nuestra voluntad.

―Brujo ¿Por qué traes tres lobos a mis tierras? En especial el día de hoy.

―Su majestad, ellos son los representantes de la manada de lobos de Greenfield. Son los interesados en tener al humano de vuelta.

―Cierto, el humano ¿y por qué precisamente estos lobos? al menos les dijiste que se vistieran para la ocasión.

Ancel me miró y me indico con la cabeza que avanzara a su lado. Me puse a su altura y vi a la vampira.

―Hola señora, perdón no sé cómo dirigirme a usted.

―Soy la reina Ophelia y tú me dirás su majestad.

―Su majestad, soy Aarón Castillo y soy el compañero del humano que se llevó Vanesa.

―Seneferu.

Hart se levantó y caminó hacia mí, tomó mi mano y, con su garra, me pinchó un dedo. Me queje y la sangre comenzó a brotar. El dragón se llevó la sangre a sus labios.

―Lo convirtieron―dijo viendo a su reina.

―Interesante, un lobo convertido con un compañero, debes ser muy importante para el destino.

―En realidad, soy una especie de entretenimiento.

Cuando la reina iba a contestar la puerta lateral se abrió abruptamente, la presencia de Marcus y Alex se hicieron presentes, además de un olor que se me hizo conocido. Vanesa entró con un vestido verde corto, detrás de ella venían un par de vampiros y Selene con su cabello azul y rosa.

Vi a Alex y a Marcus, ambos al final de una cadena, Selene traía una humana en sus hombros. La reina miró al grupo con interés.

― ¿Padre no ha llegado?

―Te gusta hacer una entrada dramática como a tu padre.

―Solo hablare con mi padre, además le traigo un regalo.

―Te has portado mal Vanesa, se lo que hiciste en Greenfield.

―Poco te importa, yo no respondo ante ti.

Pude sentir como el ambiente entre los vampiros se iba tensando. Vanesa olio el aire y se percató de mi presencia.

―Aarón ¿viniste a pedir ayuda a la reina? Pierdes el tiempo, yo no respondo ante ella.

Una risa invadió el aire, todos volvieron a ver hacia atrás. Un hombre rubio polvoriento apareció de la nada, ni siquiera sentí su imponente presencia, el ambiente se sentía sumamente pesado.

―Querida, veo que la fiesta empezó con un poco de drama, además veo unos cuantos invitados indeseados.

―Vaya, vaya Azazel llegaste justo a tiempo. Tu hija malcriada ha causado muchos problemas.

― ¡Problemas! Solo quiero cobrar mi venganza ¡ese lobo mató a mi marido!

Azazel levantó una mano e indicó que lo siguieran. Un par de vampiros traían cadenas, al final había un chico y una chica en notables malas condiciones. Uno de ellos vio a Hart y se tensó.

―Seneferu ¡Seneferu!

El chico trató de correr, pero la cadena se lo impidió.

―Veo que tiene un par de dragones, querido.

―Fue fácil conseguirlos, pero no es momento de historias. Nuestra hija está sufriendo por la pérdida de Lysander, al parecer un lobo lo mató.

Brad dio un paso al frente llamando la atención de los vampiros, se puso delante de mí con brazo estirado indicando que me quedara atrás.

―Aarón es un cachorro que se enfrentó a un vampiro, ese vampiro ya estaba moribundo cuando se lo encontró, su muerte no tiene nada que ver con un miembro de nuestra manada.

― ¡Mientes!―gritó Vanesa.

La reina se puso a reír llamando la atención de los espectadores.

― ¡No le vas a decir!

―No tengo nada que decirle.

― ¿Seguro? Tu fuiste el último que vio a Lys.

―Lo que haya pasado en ese lapso de tiempo es algo sin importancia ¡deja que la niña se divierta! Destruir a un cachorro no es nada.

― ¿No es nada?― la reina se levantó, iba descalza por lo que no se escuchaban sus pisadas―. Tengo a un brujo, tres lobos y un dragón que dicen lo contrario ¡dile la verdad! Tu fuiste quien dejó moribundo a Lysander.

―No te creo, padre no me haría eso, soy su favorita.

La reina le restó importancia con la mano.

―Siempre fuiste una mimada, tu padre podría decir que el causante de la muerte de Lys fui yo, tú le creerías. Pero ¿Cómo vas a explicar que un cachorro lo hizo?

― ¡Selene!

Selene fue hasta Azazel y le entregó a la chica, por primera vez pude ver su cara, era Chery, mi compañera de clase. Chery trató de alejar su cara cuando el vampiro la tomó y la vio con admiración.

― Serías una grandiosa vampira.

La mirada venenosa de Chery cambió en mi dirección, sentí como si me culpara de todo. Tenía que salvarlos. Sentí que era mi responsabilidad, salvar a Marcus, Chery y por supuesto Alex.

―Vanesa―llame la atención de todos―terminemos esto afuera, tú y yo, todo o nada.

Vi el interés de los vampiros, es como si les hubieran tirado un juguete para su entretenimiento. Todos los vampiros se comenzaron a movilizar. Detrás del castillo había una arena de combate, me preguntaba para que la habrían utilizado en el pasado.

En el lado central, seencontraban dos trono donde se sentaron la reina y Azazel, Ancel me explicó queellos eran los reyes de América del norte y que actualmente acontecía unaguerra de poder, por eso había tensión entre los soberanos. Cuando todo estuvolisto me quede impresionado ¿de verdad voy a luchar en la arena?




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Se viene maratón!!!

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