Era otro aburrido día de clases, lo único emocionante es que llegaría un alumno nuevo ¿a quién le gusta ese horrible lugar? Además de vestir este horrible uniforme. Las personas se paseaban por el salón y algunos me saludaban, las chicas intentaban coquetear, pero no podía dejar de pensar en el chico que vi en la plaza y que cuando toque su mano sentí como una corriente eléctrica me atravesara el brazo, estábamos destinados.

Cerré los ojos y respiré profundo y un aroma dulce invadió mis fosas nasales ¿sería alguna chica con un nuevo perfume? Por alguna extraña razón no podía dejar de oler ese aroma y me levanté para descubrir de dónde venía. Comencé a caminar rápidamente por el pasillo tratando de buscar lo que sea, al doblar en la esquina impacte con alguien, diablos debía dejar de chocar con la gente ya es la segunda vez que me sucede.

El aroma dulce se hallaba frente a mí y era con quien impacté. Me levanté y el chico, porque note que era chico, se levantó.

―Creo que tienes una mala costumbre de chocar con las personas―reconocí esa voz.

― ¿Alex?―estaba verdaderamente sorprendido.

―Hola Aarón―me dio una cálida sonrisa.

― ¿Qué haces aquí?―estaba confundido.

― ¿Vengo a recibir clases? Creo que es lo normal de un colegio.

―Sé que vienes a clases, solo que no te había visto antes.

―Soy nuevo, mi mamá decidió volver al pueblo y me arrastró con ella―solo se encogió de hombros.

― ¿Quieres que te ayude? Como disculpa.

―Me conformaría con que me digas cual es el salón 5-C.

―Es fácil, es mi salón.

―Yupi―¿estaba siendo sarcástico?

Comencé a guiarlo a mi salón, dios suena como si fuera un tipo de mafioso que hubiera comprado el salón. De camino al salón de los rezagados fui inundado por pensamientos sobre Alex ¿Por qué tenía que ser mi destinado? Se que es un destinado, pero ¿Por qué? Necesitaba hablar con Will en cuanto pudiera, debía tratar de aclarar este embrollo en mi cabeza. Al llegar al salón escuche un resoplido a mi lado, como si odiara el simple hecho de respirar junto a estas personas.

― ¡Alex!―escuché la voz femenina que llamaba su nombre.

― ¡Chery!― definitivamente se percibía una falsa alegría en su tono.

Los demás volvieron a ver a la puerta y vieron a Alex, algunas chicas se acercaron a saludarlo, pero él simplemente caminó hacia los asientos de atrás donde dejó su mochila y se puso a revisar el celular, cuando la profesora Jenny entró todos fuimos a nuestros asientos.

―Veo que tenemos un nuevo integrante, ven al frente y preséntate.

Alex caminó arrastrando los pies como si le pesaran en la ardua tarea de presentarse.

―Soy Alexandr, pero prefiero que me digan Alex, no sé si saben que la enfermera Lewis volvió al pueblo y bueno yo vengo en el paquete, me gusta dormir, los videojuegos, dibujar, leer, estar soltero y ser solitario.

A alguien casi se le escapa una risa en la parte de ser soltero.

―Bueno Alex, fue una interesante presentación. Ve a tu lugar.

Alex volvió al fondo del salón, mientras la profe nos pidió que abriéramos el libro de historia en la página veintisiete.

―Disculpe profesora―era Alex.

― ¿Si Alex?

―No tengo libro.

―Cierto, puedes pedirlo con la secretaria. Por ahora trabaja con uno de tus compañeros.

Por impulso levante la mano para que viniera conmigo y por supuesto que me vio, me vio por lo que parecieron minuto, tomó su silla y caminó unos cuantos pasos hasta detenerse al lado de la chica de cabello rojo, Chery creo que se llama y perdónenme, pero soy malo son los nombres. Eso me decepcionó un poco ya que quería hablar con él.

Mientras las clases pasaban con normalidad yo podía darle algunas miradas, a medida que avanzaba la mañana veía que Alex trataba de adaptarse a sus nuevos compañeros, claro era el nuevo y seguro debía extrañar a sus antiguos amigos.

☪☪☪

Mientras veía a los chicos entrenar, caminé directamente al profesor Will, estuve necesitando hablar con él desde la mañana, pero estaba tan ocupado que no encontré un segundo para escaparme. Lo vi regañando a un par de chicos e incluso podía ver su saliva salpicar, era asqueroso. Al llegar se quedó callado y volvió a verme.

― ¿Qué quieres lobezno?―habló con tanta seriedad que sentí que me iba a gritar.

―Necesito hablar en privado con usted.

―Sabes que no puedes unirte al equipo―siguió viendo la pista de hielo.

―No es sobre eso.

Está bien voy a confesarlo, intente unirme al equipo de hockey, pero Will supo de inmediato que era yo y que mis habilidades iban a ser un gran problema para él, lo cual es un poco hipócrita de su parte ya que él jugaba el mismo deporte antes de hacerse profesor y es un brujo después de todo.

― ¡Los estoy observando enclenques! ¡Tengo ojos en todos lados!

Después se dio la vuelta y comenzó a caminar directo a la oficina. Yo solo lo seguí esperando que no me gritara por lo que le iba a decir, debo confesar que estoy loco por hacerlo y que cuando mi alfa lo sepa voy a estar en muchos problemas. Al entrar cerró la puerta, se sentó en el escritorio y yo me sentí pequeño.

―Encontré a mi destinado.

― ¿Es alguna lobita linda?―el sarcasmo en su tono era palpable.

―No...

― ¿Alguna chica linda que conociste en vacaciones?

―No, ni siquiera es una chica.

Primero me miró y después se empezó a carcajear ¿se estaba burlando de mí solo porque mi destinado es hombre?

―No sé por qué te ríes.

―Cachorro, cuando te conocí y te expliqué que era un destinado tú juraste encontrar al amor de tu vida.

Mierda, era cierto. Chasquee la lengua molesto.

―Ahora resulta que debes proteger a un chico.

―Bien... tal vez mi destinado no salió como planeaba.

―Ahora la verdadera pregunta es ¿Por qué quieres hablar conmigo?

―No sé qué hacer. Encontré a Alex y ahora se supone que debemos, no sé ¿convertirnos en mejores amigos?

―Mira cachorro, tú te tienes que arreglar el cómo acercarte al humano, yo no puedo ayudarte. Solo se amigable. Mira no pienses demasiado en que tu destinado es hombre, recuerda que a ella le encanta jugar.

―Lo sé, pero creo que se ha divertido conmigo bastante.

―Por ahora eres una especie de juguete favorito.

―Gracias por nada, después voy a ver cómo se lo toma mi alfa.

―Voy a preparar tu funeral.

Salí de la pequeñahabitación y detrás de mí escuche a Will gritar a los que estuvierondescansando, a ese brujo no se le escapa nada.