Desperté en un lugar oscuro, lo último que recordaba era sentir el golpe de una roca contra mi cabeza mientras el río me arrastraba. Sentí algo baboso en mis manos y la habitación apestaba. Estaba apresado por los vampiros. Vanesa vino y me tiró una charola con pan y agua, creo que no se iban a esmerar con comidas decentes. La habitación era pequeña así que me costaba respirar, nunca me habían gustado los espacios cerrados. No sabía si era de día o de noche.

Al principio solo se me quedaban viendo, luego comenzaron a invitar a ciertos vampiros a verme, era como si fuera un juguete nuevo, el que más apostaba podía probarme primero. Vanesa me llamó su puta, así que eso era lo que me tocaba. Una vez soñé con Elysia y cuando le pregunté si mi destino era morir a manos de los vampiros, solo se rio y desperté.

De una cosa estaba totalmente seguro y era que Aarón estaba bien, valía la pena estar aquí en vez de a quien amas. Aarón era mi alma gemela y yo haría cualquier cosa por él. Este tiempo que hemos pasado juntos me ha demostrado ser una persona capaz de entrar en mi corazón.

Tal vez Elysia tiene un plan para mí que aún me falta por descubrir. Lucharé todo lo que pueda y aguantaré hasta que puedan rescatarme. Tengo fe en que la manada hará lo que pueda para derrotar a Vanesa.

Ni siquiera podía contar los días que habían pasado desde mi cautiverio, solo escuche el rechinar de las escaleras mientras alguien bajaba, me levanté con las pocas fuerzas que tenía para encarar al visitante, no me iba a rendir. Iba a dar pelea, lo haría por Aarón, por mi familia, por mis amigos.

―Los quiero―susurré.

Fin de la primera parte

Tranquilos tranquilos, no me persigan con antorchas.

La segunda parte no tardara en subir, solo me quiero toma unas mini vacaciones. La segunda parte ya la tengo casi por completo escrita, entonces no es mucho lo que van a esperar.