Capítulo 26

Se despertaron abrazados y con la brisa marina entrado por las puertas entre abiertas del balcón. Ese día irían a Gyeongpo Provincial Park, para ello tenían que tomar un autobús interurbano, muy a su pesar ambos salieron de entre las sabanas para prepararse.

Una vez listos bajaron al bufete y tras desayunar abrieron el GPS para dirigirse a la parada correcta, el clima no les acompañaba ese día, pues estaba bastante nublado y parecía un día triste, para quedarse en casa, aunque eso no fue un impedimento para ellos.

Baek Myeon se había llevado la cámara de fotos desechable y no perdía la oportunidad para fotografiar paisajes que le llamaban la atención, así como el mar y a Young Hak, que siempre le pillaba distraído.

Al pelinegro no le gustaban las fotos, ni las que le tomaban estando distraído, pero ver a su novio tan emocionado e ilusionado le llenaba por dentro de una calidez agradable, por lo que le era imposible enfadarse con él.

Cuando se daba cuenta de que estaba haciendo de las sullas simplemente le regalaba una mueca y un golpe suave en el brazo, a lo que Baek Myeon contestaba con un beso en alguna zona de su cara, ruborizándole.

En el parque empezaron su recorrido, encontrándose con un gran campo de flores amarillas con vistas al mar y caminando por un paseo de árboles de cerezo con vistas al mar y un pueblo cercano. Por el camino se encontraron diferentes esculturas y estatuas.

Tras una parada para comer algo se dirigieron a la reserva natural, a quince minutos a pie. La reserva contaba con un gran lago lleno de carpas y flores de loto abiertas y caminos que se adentraban en un pequeño bosque, rodeados de hierba alta y flores.

- Al parecer me he quedado sin carrete. - Comento Baek Myeon algo triste al ver como parpadeaba el indicador de la cámara.

- Te ha durado bastante más de lo que pensaba.

- ¿Qué insinúas gatito? - Young Hak chasquea la lengua al escuchar el mote y empieza a caminar más rápido, aunque no llega muy lejos porque unos brazos morenos le detienen agarrándole por la cintura.

- Compórtate que estamos en la calle. - El pelinegro intenta zafarse sin éxito y Baek Myeon simplemente asegura su agarre.

- Te soltaré cuando me contestes sinceramente. - Una sonrisa se dibuja en su rostro al ver al pelinegro rendirse y darse la vuelta entre sus brazos.

- Sabes perfectamente a lo que me refiero.

- Pero quiero oírtelo decir. - Baek Myeon le deposita un beso en la frente, ruborizándolo.

- Pensaba que solo te iba a durar un día teniendo en cuenta que te gusta fotografiar cualquier cosa que te llame la atención. - Soltó el pelinegro entre dientes, ruborizándose más y enterrando la cara en el pecho de su novio al notar como la gente se les quedaba mirando al pasar.

- Quiero guardar este viaje y tener un gran recuerdo, además tú no eres cualquier cosa. - Eso último lo dijo bajando la voz y acercándose a su oído, provocándole un escalofrío.

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De camino a un restaurante que se encontraba al lado de la reserva buscaron una tienda de conveniencia para reponer el carrete de la cámara desechable, aunque no encontraron ninguno, por lo que Baek Myeon paso a sacar fotos con su móvil.

Con el estómago lleno se dirigieron a la parada de bus para volver a la zona donde está su hotel y poder ver el segundo lugar del día Gyeongpo Lake Plaza. Una vez en el autobús este fue en dirección contraria.

- Baek Myeon, creo que nos hemos equivocado de autobús. - Alarmado Young Hak busco el móvil en su mochila, Baek Myeon le detuvo. - Estás muy calmado para habernos equivocado de bus.

- No te preocupes, no nos hemos equivocado. Relájate y deja el móvil. Es una sorpresa. - Dicho eso pasó el brazo por los hombros de pelinegro y lo atrajo hacia sí, abrazándole.

- Miedo me da lo que nos espera.

Después de una hora de viaje llegaron a su destino, nada más bajar del autobús Baek Myeon cubrió los ojos de Young Hak con un pañuelo oscuro y le guio hacia la supuesta sorpresa. El pelinegro, al verse privado de la vista, se aferro al brazo que su novio le tendía, temeroso de caer.

Le llego el sonido de los animales y después el olor y cuando Baek Myeon le quito la venda no podía creerse que estuvieran allí. La granja de animales bebes que habían visto en los letreros al ir al hotel.

Young Hak se giro de puntillas para plantar un tierno y corto beso en los labios de Baek Myeon, sorprendiéndolo, ya que el pelinegro no solía ser muy lanzado a la hora de iniciar un beso y porque le pillo desprevenido.

Dentro y como no podía ser de otra manera encontraron animales de granja, desde cerditos hasta vacas y pollitos e incluso ardillas, erizos, cobayas, conejos y periquitos. Sorprendentemente también avestruces y ciervos.

En la granja vendía carretes y cámaras desechables, Baek Myeon aprovecho para comprar tres carretes, para prevenir y estar preparados, había dicho con una sonrisa tímida ante el reproche en la mirada del pelinegro, que lo miraba con los brazos cruzados.

Por la zona solían pasearse gatos callejeros los cuales también eran alimentados tanto por los dueños del lugar como por los turistas y visitantes, a la salida de la granja se los encontraron. Los gatos se acercaron en busca de comida, especialmente a Young Hak, ronroneando y maullando cálidamente.

- ¿Por qué parece que me tratan como a uno de ellos?

- Puede ser por la maldición, a lo mejor te reconocen como uno de ellos. - El pelinegro le fulmina con la mirada mientras intenta poner tierra de por medio entre él y los gatos. - ¿Nunca te has juntado con ningún gato? - Young Hak niega con la cabeza.

Terminaron saliendo de allí milagrosamente y gracias a una idea alocada por parte de Baek Myeon, el cual lo cogió a caballito. Aprovecharon las pocas horas de luz que les quedaban para visitar Gyeongpo Lake Plaza el cual tenía un aspecto casi mágico al atardecer, el cual se había despejado.

Al ser de las pocas personas que se encontraban por la zona decidieron pasear tomados de la mano, aunque ya lo hubieran hecho estando rodeados de gente. Tomaron varias fotos y para sorpresa de ambos vieron patos y cisnes nadando tranquilamente en el lago, ajenos a la gente que pasaba.

De la zona, apare del lago también destacaba una figura de bronce cerca de una de las entradas y un Wolpajeong en cerca de una orilla, dentro del agua y lleno de patos, los cuales se preparaban para dormir al juzgar por como se colocaban y ahuecaban sus plumas.

Su viaje término cerca de un lugar histórico, iluminado por los focos que lo rodeaban y bajo el cielo estrellado, el cual se podía percibir sin la contaminación lumínica de la capital o grandes ciudades.

Baek Myeon se detuvo y Young Hak se giro al notar el tirón en el brazo, lo que vio le dejo embelesado. Su novio, con la silueta recortado por los focos y la cabeza levantada, mirando el cielo estrellado.

- Esto no lo podemos ver en Seúl. - Young Hak se acerca para quedar a su altura. - Es una vista muy bonita e infinita. Agradezco que seas tú con quien comparto esta experiencia. - En ese momento sus miradas se cuentan y aunque saben que es imposible, durante unos segundos pudieron ver el cielo estrellado atrapado en la mirada del otro.

- Yo también estoy agradecido de poder compartir todo esto contigo.

Baek Myeon le acaricia la mejilla, pasando el pulgar por cada zona hasta bajar la mano a su cuello, mientras ambos siguen atrapados en la mirada del otro. Ajenos a lo que les rodea o si les pueden ver se acercan poco a poco hasta juntar sus frentes y después unir sus labios en un lento y tierno beso.

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