Por la mañana el pelinegro se despertó, pestañeo varias veces y se estiro, ajeno al peso extra que tenía sobre la cintura y al otro cuerpo pegado a su espalda, que al notar el movimiento lo acerco hacia sí con una protesta, sorprendiendo a Young Hak que se quedo petrificado en mitad de otro estiramiento.

Se giro entre aquellos brazos al recordar el estado en el que se encontraba su novio ayer, solo para encontrarlo dormido con la barbilla apoyada en su pelo y acercándolo más así, casi como fundiéndose en uno solo, al notar los movimientos del pelinegro.

Young Hak, lejos de alejarse o apartarlo, se quedo allí sin moverse y contemplando cada parte de Baek Myeon que tenía a la vista, principalmente su pecho al descubierto y cada curva de sus músculos y piel morena, muy diferente a la suya, blanca y pálida.

Tampoco pudo pasar por alto la escasez de lunares, casi nulo, que presentaba su cuerpo. En cambio, él, aunque en lugares inusuales, tenía varios los cuales no le gustaban nada. Aunque tenía que admitir que desde que empezó a salir con Baek Myeon, el cual tenía una fijación por estos, poco a poco los empezó a ver de otra manera.

Mientras Young Hak estaba perdido en sus pensamientos y con la vista fija en la garganta de Baek Myeon, este se había despertado, moviéndose lentamente para no molestar al pelinegro y así poderle contemplar con una sonrisa en los labios.

- Parece interesante mirar el cuello de otra persona tan fijamente mientras duerme, casi como si la quisieras matar.

Baek Myeon recibe un golpe en el pecho que le provoca una risa cuando el pelinegro reacciona tras el susto inicial al escucharle hablar, para después cubrirse con la sábana por la vergüenza de ser pillado. Baek Myeon le abraza sin intentar quitarle la sábana, con cuidado de no hacerle daño y riéndose.

- ¿Estás mejor? - Young Hak saca la cabeza de entre la sábana para encontrarse con la mirada preocupada de Baek Myeon.

El pelinegro termina de retirar la sábana y se sienta, apoyando la espalda en el cabecero, Baek Myeon imita su gesto algo curioso y preocupado por la seriedad repentina, decide no decir nada más, esperando a que su novio este preparado y dándole tiempo.

- Esa pregunta debería hacerla yo. - Dice mientras se lleva las rodillas al pecho y las abraza, Baek Myeon ladea la cabeza sin saber muy bien a que se refiere. - Has estado con fiebre alta y no te despertabas, casi te llevo al hospital. No sabes lo preocupado que estaba si te llegara a pasar algo o te perdía. - A Baek Myeon se le iluminan los ojos ante estas palabras y le deposita un beso en la sien, sorprendiendo al pelinegro que se gira a mirarlo.

- Ahora ya estoy bien, no te preocupes. - Hace una pausa para abrazar al pelinegro que no duda en devolvérselo y enterrar la cara en su cuello. - El que pesaba que te perdía era yo, no sabes lo que he sufrido viéndote y lo impotente que me he sentido al no poder hacer nada para ayudarte.

Se aparta para mirar a los ojos de Baek Myeon tras escuchar esas palabras y no puede evitar que una lágrima le resbale por la mejilla, la cual Baek Myeon le limpia delicadamente con el pulgar acompañando el gesto de una sonrisa tierna.

Young Hak no puede contenerse más y rompe a llorar, Baek Myeon lo vuelve a abrazar y le acaricia la cabeza acompañando el gesto de palabras tranquilizadores, mientras que a él también se le escapa alguna que otra lágrima, las cuales se limpia para que el pelinegro no se percate de que ha estado llorando.

- Vamos a la playa. - La voz del pelinegro suena ahuecada contra el pecho de Baek Myeon y su aliento le hace cosquillas, el pelinegro se separa lo justo para mirarlo a la cara - A Gangneung, podemos coger un tren y un hotel con vistas al mar.

- Me parece perfecto.

Baek Myeon mira al techo y parpadea varias veces para evitar las lágrimas, Young Hak al ver su reacción le vuelve a abrazar y Baek Myeon le deposita un beso en la cabeza Quedándose en esa postura largo rato, sumidos en el calor y aroma del otro, sintiendo seguridad.

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Esa misma tarde ya tenían los billetes de tren y la reserva para cinco días en el hotel en la provincia de Gyeonso-dong y con ello una lista de planes y lugares para visitar en esos cinco días, pues tomaran el primer tren de la mañana para la ida y uno de los últimos para la vuelta.

Por la noche, después de salir a dar su ya rutinario paseo por la residencia y de comprar algunas cosas en la tienda de conveniencia, enfrente la cual empezó todo ese lío y no dejaron pasar la oportunidad para recordar esa noche.

- Me acuerdo de cuando te encontré aquí tirado. - Señala Baek Myeon la farola donde tenía aparcada la moto esa noche. - Una pequeña bola de pelo negra golpeada y al borde de la muerte.

Young Hak le da un suave golpe en el hombro y hace una mueca actuando enfadado, lo cual no dio resultado porque Baek Myeon le miraba, entre embelesado y divertido, y se le empezaron a poner las orejas rojas ante la mirada de su novio y se adelanto un par de pasos para que este no viera sus orejas.

- No estaba al borde de la muerte, solo un poco cansado por todo lo sucedido ese día. - Dijo el pelinegro tras aclararse la garganta, lo que le dio tiempo a Baek Myeon para ponerse a su altura.

- Lo que tú digas, mi precioso gatito. - Young Hak paro en seco al escuchar estas palabras, más rojo que nunca, provocándole una carcajada a su novio y haciendo que varios transeúntes les miraran curiosos.

Dentro de la residencia y un poco avergonzado Young Hak, seguido por Baek Myeon quien portaba una gran sonrisa, después de saludar al portero y al guardia con un movimiento de cabeza, pulso el botón dela ascensor y espero.

La espera se le hizo eterna, nunca había tenido que esperar tanto por ese ascensor, que él recordase claro. Por suerte Baek Myeon se mantenía a su lado silbando una canción, seguramente de alguno de sus grupos favoritos, pues el pelinegro no reconoció la melodía.

Una vez que ya estuvieron cómodos y con toda la compra guardada y listos para salir al día siguiente, Young Hak se armo de valor y se dirigió hacia el sofá donde su novio estaba sentado distraídamente con el móvil.

Se planto delante de él con los brazos cruzados y no tuvo que esperar mucho para llamar la atención de Baek Myeon, quien dejo el móvil de lado y le miro de arriba a abajo con una sonrisa de lado. Para sorpresa de Young Hak su novio le tomo de la cintura lo acerco hacia él, haciéndolo quedar sentado sobre sus piernas.

- ¿Qué es lo que mi precioso gatito tiene que decirme? - Baek Myeon se va acercando peligrosamente hacia sus labios mientras que mete sus manos dentro de la camiseta del pelinegro, provocándole un escalofrío.

Young Hak intento hablar más de una vez, pero tener a Baek Myeon jugando y repartiendo besos por su cara y cuello no ayudaba, más bien le distraía y nublaba la mente, dejando paso a pensamientos subidos de tono y anhelando sus labios.

- ¡Para! - Logro decir, colorado y alejando lo justo a Baek Myeon. - Por favor. - Añadió más bajito al ver la sorpresa de su novio.

- Perdón, perdón. - Baek Myeon levanta las manos en son de paz, el pelinegro se relaja un poco notando la tensión en los hombros. - Me he pasado, lo sé. En mi defensa dire que estoy muy emocionado y que tenerte delante no ayuda. Eres tan... - Young Hak se abalanzo hacia delante para taparle la boca y su novio se rio contra sus manos.

- Lo que quería decir es porque me llamaste de esa manera en la calle y hace apenas unos minutos. - El pelinegro desvía la mirada avergonzado, Baek Myeon le toma de la barbilla para obligarle a mirarlo a los ojos.

- Porque es la verdad y porque te quiero. - Tras decir eso deposita un rápido beso en sus labios, sorprendiendo al pelinegro y anhelando más.

- Pero...

- No hay peros. - Le interrumpe Baek Myeon serio, el pelinegro se rinde ante él sin saber muy bien por qué.

Una vez terminada la conversación que no había llegado a nada, Young Hak intento bajarse de las piernas de Baek Myeon, pero este se lo impidió sujetándole por la cadera y acercándolo a él. Baek Myeon acorto la distancia que le separaba de los labios del pelinegro y que tantas ganas tenía de devorar.

Se fundieron en un lento y rítmico beso, el cual poco a poco se fue intensificando debido a la necesidad de ambos por sentir al otro más cerca. Young Hak no lo dudo y separo los labios para dejar paso a la lengua de Baek Myeon, mientras las manos de ambos buscaban como deshacerse de la camiseta del otro.

- Espera. - Baek Myeon detuvo al pelinegro, alejándolo un poco y tomándole de la cara para depositar un corto beso en sus labios, todo esto bajo la atenta y confusa mirada de su novio. - Quiero que nuestra primera vez sea especial, ahora no es el momento.

Dicho eso le deposito un beso en la punta de la nariz y le abrazo, apoyando la frente en su hombro. El pelinegro le correspondió y apoyo la barbilla en su hombro, esbozando una sonrisa para después susurrarle un ¨ te quiero ¨ en el oído, provocándole una sonrisa a Baek Myeon quien lo estrecho más contra sí.