Capítulo 20

Por la mañana se encontraron entre los brazos del otro, con las piernas entrelazadas. Young Hak respiraba suavemente, todavía dormido, contra el pecho de Baek Myeon y con los brazos al rededor de su cintura. Baek Myeon con la cabeza apoyada sobre el pelo de Young Hak y los brazos alrededor de sus hombros fue el primero en despertar, estrechando contra sí a su novio.

El pelinegro emite un sonido de protesta ante el abrazo y se estira, sin apartarse, entre los brazos de Baek Myeon que ya tiene una sonrisa en sus labios al notar el movimiento del chico.

Young Hak levanta la cabeza para encontrarse con la sonrisa y los ojos brillantes de Baek Myeon que no tarda en depositarle un beso en la punta de la nariz y, ante la mueca somnolienta del pelinegro, empieza a reír. Young Hak le golpea suavemente en el pecho con una sonrisa entre los labios.

Mientras preparaban el desayuno, más bien mientras lo preparaba Young Hak, pues Baek Myeon solo lo abrazaba por la espalda mientras le depositaba algún que otro beso por el cuello y la cara, entorpeciendo el trabajo del pelinegro, quien no se quejo.

- Me acabo de dar cuenta de algo. - Le susurro Baek Myeon, provocándole un escalofrío y girando la cabeza para mirarle parcialmente. - Hoy no te has transformado en gato, a lo mejor se ha roto la maldición. - Young Hak siguió preparando el desayuno, pensado en ello.

Cuando se sentaron a la mesa el pelinegro todavía no había dicho nada relacionado con las palabras de Baek Myeon, el cual no insistió, pero mantuvo un ojo sobre el pelinegro, atento a sus movimientos y reacciones.

- Tendremos que esperar a la próxima luna llena para confirmarlo. - Dice tras pegarle un mordisco a su tostada.

- ¿Y si te asusto o te avergüenzo lo suficiente para que te transformes?

- Eso podría empeorar las cosas, yo no lo intentaría, me gustan como están las cosas ahora. - Suelta sin prestar atención a la reacción que sus palabras han provocado en Baek Myeon.

Al levantar la mirada se encuentra con la escena más tierna del mundo y nota el corazón latirle tan rápido que juraría que se le saldría del pecho. Ante Young Hak está Baek Myeon con su camiseta de tirantes blanca, que usa para dormir, despeinado, con la cara apoyada sobre una mano, con las orejas rojas y una mezcla entre sorpresa y adoración adorna su rostro.

- ¿Estás bien? - Pregunta preocupado el pelinegro al ver que no reacciona.

- Te he dicho ya, novio mío, ¿qué me gusta demasiado y que no puedo vivir sin ti? - El pelinegro asiente mientras contiene una risa y sus orejas se empiezan a poner rojas porque todavía no está acostumbrado a esas muestras de amor tan directas por parte de Baek Myeon.

- Creo que no las suficientes.

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- ¿Por qué crees que está pasándote esto? - Young Hak se encoge de hombros.

Al terminar de desayunar y hacer las tareas de casa, se han tirado en el sofá con una serie de fondo. Young Hak contra el pecho de Baek Myeon a la altura del corazón, pudiendo captar sus latidos a la perfección si se concentra, y su brazo alrededor de los hombros del pelinegro, moviendo el pulgar de vez en cuando.

- Si te soy sincero no tengo ni idea.

Una pausa, Young Hak tiene miedo de expresar en voz alta lo que le ronda la cabeza y Baek Myeon percibe su duda, pues le toma de la barbilla con la mano libre y le obliga a mirarle a los ojos, en un apoyo silencioso.

- Tengo miedo, de lo que pueda pasar en la próxima luna llena. La última vez acabé desmayándome del dolor y Ji Jong no lo paso muy bien esa noche, aunque no quiere entrar en muchos detalles. - Su voz ha ido adquiriendo un tinte de tristeza mientras recordaba su última transformación.

Baek Myeon le abraza con el corazón roto, soltando un suspiro y conteniendo las lágrimas al sentirse impotente por no poder hacer nada por la persona que le ha robado el corazón y que está sufriendo sin poder hallar una cura.

Young Hak es el primero en apartarse, pero no termina de romper el abrazo. Aunque no lo reconozca ni diga en voz alta, le gusta sentirse protegido y arropado por Baek Myeon, poder aspirar su aroma.

Ambos se pierden en la cara del otro, memorizando cada detalle y cada curva, hasta acabar cruzando miradas. Todo a su alrededor se detiene y la serie pasa a un segundo plano, en esos momentos solo tiene ojos para el otro.

Baek Myeon toma con cuidado la barbilla del pelinegro para levantarle la cabeza, lo justo para que sus labios coincidan con un leve movimiento de su propia cabeza. Young Hak cierra los ojos, esperando el beso, anhelando el sabor de Baek Myeon, el cual poco a poco se va inclinando.

Pero el beso nunca llega porque una llamada les interrumpe, dejando a los dos con las orejas rojas, como si acabaran de ser pillados haciendo algo que no debían, pese a que están solos. Con un carraspeo Baek Myeon coge el móvil y tras mirar de quién se trata contesta, alejándose del sofá con una mirada culpable.

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La llamada duro más de lo previsto y al volver Baek Myeon parecía demacrado y cansado, como si en vez de haber ido a hablar por el móvil hubiese ido a correr una maratón. Se deja caer con un largo suspiro al lado del pelinegro que no ha dejado de mirarlo, atento a cada movimiento o reacción, intentando adivinar que le pasaba a su novio.

El pelinegro le toma de las manos, llamando su atención y Baek Myeon le mira esbozando una sonrisa triste que se refleja en sus ojos. Young Hak le abraza, hundiendo la cara en su cuello y su novio no tarda en apretarlo contra él.

- Ha llamado mi hermano. - Empieza Baek Myeon sin separarse. - Es para avisarme de que nuestro padre viene en camino y no está precisamente contento, últimamente han tenido varios problemas en la empresa. - Hace una pausa y Young Hak le escucha tragar saliva. - Durante ese tiempo se ha dedicado a pegar a mi madrastra todas las noches mientras que a mi hermanastro lo encerraba en el baño.

Otra pausa en la cual ambos se separan, al hacerlo Young Hak puede ver como varias lágrimas ruedan por las mejillas de su novio, Young Hak no lo duda y toma la cara de Baek Myeon entre sus manos, acunando y limpiando las lágrimas con el pulgar.

Una vez calmado, Baek Myeon retoma la explicación, no sin antes dejarle un rápido beso en los labios al pelinegro, agradeciéndole el apoyo.

- La llamada era para avisarme de que venía en camino porque necesitaba desfogarse de alguna manera y su saco de boxeo personal era la solución. Palabras textuales de él.

El silencio los envuelve mientras que el tiempo pasa, el cerebro de Young Hak está trabajando en encontrar una solución o una salida para poder librar a su novio de ese mal trago. Mientras Baek Myeon se está mentalizando para lo que le espera, sintiendo que es inevitable.

- Escapemos al algún sitio, a mi casa por ejemplo. - Suelta de pronto el pelinegro, captando toda la atención de Baek Myeon - Allí no te encontrará y estarás a salvo.

Baek Myeon asiente y se dirigen a la habitación a prepararlo todo, sin saber cuando va a llegar su padre y cuanto tiempo tiene que permanecer escondidos, pero con la certeza de que allí estarán a salvo.

El ruido de la puerta al ser desbloqueada les deja helados en el sitio, sabiendo que su tiempo se ha terminado. Baek Myeon mira al pelinegro durante unos segundos antes de depositar un beso en su frente y salir de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

Young Hak se queda petrificado unos minutos, sin saber como reaccionar, hasta que escucha un fuerte golpe y lleno de una valentía que desconocía abre la puerta dispuesto a enfrentarse al horror que le espera en el salón.

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