Young Hak se despertó varias veces antes de llegar al veterinario, todas esas veces veía y sentía lo mismo: el viento a su alrededor, el frío bajo el cuerpo que acabo calentándose, coches moviéndose velozmente a su alrededor y de vez en cuando, una mano enguantada que le acariciaba y sujetaba para que no cayera.

Baek Myeon notaba cuando el animal se removía delante de él, queriendo escapar y dolorido, cuando eso pasaba le acariciaba despacio y le sujetaba para que no cayera de la moto y así morir atropellado o sufrir más lesiones.

El gato se pegaba contra su mano en busca de más contacto y él simplemente esbozaba una triste sonrisa antes de volver a posar los ojos en la carretera y apartar con pena la mano del gato.

Al llegar al veterinario, los cuales ya estaban al tanto de su llegada, pues había llamado antes, entro con el gato en brazos que había empezado a respirar con dificultad y tras entregárselo a los encargados que esa noche estaban de guardia, tomo asiento en uno de esos bancos de plástico tan incómodos.

Tras una hora salieron con el gato en un transportín y unos papeles en los cuales aparecían los gatos y los tratamientos que había recibido el animal. Después de escuchar como estaba el animal y de lo que le habían hecho pago y les dio las gracias.

Ata el transportín encima del maletero y arranca rumbo a su casa, por suerte Baek Myeon vive solo y su padre suele pasar muy poco por casa, por lo que aquel gato ha resultado ser un buen compañero llegado del cielo.

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El gato seguía atontado por los medicamentos y no se movió en ningún momento mientras Baek Myeon lo subía en ascensor hacia su casa. Una vez dentro coloco las compras y lo que había comprado para el animal en una tienda de conveniencia al salir del veterinario, mientras el transportín estaba abierto dejando al gato espacio y tiempo para salir.

Bueno amigo, este va a ser tu nuevo hogar, espero que te guste. - Dijo al ver al gato salir despacio del transportín, observando su entorno.

Young Hak estaba confundido, aunque esa no es la palabra, más bien estaba estupefacto y perplejo ante lo que tenía ente sí. Lo último que recordaba era el viaje en lo que pensó era la moto del chico que lo recogió, después alivio y aquel nuevo lugar.

El pelinegro sabía perfectamente que estaba muy lejos de casa, pero al menos su salvador es buena persona y está haciendo todo lo posible para cuidarle. Al escuchar la voz que le sonaba tan familiar, empezó a observar su alrededor para dar con su salvador.

Tiene que ser una broma pensó el pelinegro al ver a su compañero de clase acercarse despacio con la intención de tocarle. Su primer instinto, como hubiera hecho siendo humano, fue apartarse de él y poner distancia, pero al parecer todavía estaba débil y fallo, perdiendo el equilibrio.

Baek Myeon observo el comportamiento del animal conteniendo una risa, al ver que todavía le faltaban fuerzas decidió cogerle con cuidado y el gato se dejo hacer acurrucados contra él y relajando el cuerpo.

Solo por esta vez pensó Young Hak acurrucados contra su compañero de clase, mañana te haré la vida imposible para que me sueltes, tengo que volver a ser humano de nuevo y volver a casa.

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Mientras en casa de Young Hak, sus padres estaban desesperados al enterarse de lo sucedido varias horas antes, pues no habían tenido tiempo de preocuparse por su hijo, pues estaban liados con la llegada del novio de Ryu Hyun.

Cuando se quisieron dar cuenta ya empezaba a anochecer y fue el propio Kyun Seok, que ese es su nombre, quien contó a modo de anécdota su encuentro con el gato y como intento sacarlo del piso sin hacerle daño y estornudando, pues tiene alergia al pelo de gato.

Como era normal la familia de Young Hak empezó a buscar al gato sin darle explicaciones al chico, alegando que es del hermano menor de Ryu Hyun y sin decir nada sobre la maldición, el chico no dudo en ayudar, arrepentido por sus actos y pidiendo disculpas por su comportamiento.

Dieron con el último paradero del gato al bajar a la entrada donde el de seguridad estaba preparándose para terminar su turno, amablemente les explico lo sucedido esa tarde y como saco al animal después de verle cojear hacia el ascensor.

Pasaron gran parte de la noche buscando sin éxito por la zona y resignados volvieron a casa, por la mente de todos cruzo la pregunta de porque se había transformado en gato si nada lo había desencadenado y la luna llena ya había pasado.

Esa noche una figura acompañada de un tigre visito a su madre en sueños. Resumidamente, le explico que ella había provocado la transformación de su hijo y que no se preocupara que este se hallaba en buenas manos, cuando la madre le pregunto el porqué todo eso la figura soltó una gran carcajada y antes de desaparecer le dijo que fue por puro aburrimiento.

Por la mañana siguieron con el viaje que habían planeado y en cuanto a las preguntas sobre el gato la madre simplemente comento que estaba en buenas manos que no se preocuparan.

El paradero de Young Hak lo había solucionado la noche anterior diciendo que se había ido con Ji Jong a Busan, al parecer toda la familia se conformo con esa explicación, pues no preguntaron por ninguno de los dos.

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Baek Myeon estaba preocupado, el gato no había probado bocado desde que lo había llevado a casa, solo se tumbaba en el sofá a observarle atentamente con esos ojos amarillos mientras él hacía cosas por la casa.

Young Hak mantenía las distancias con su compañero de clase, estaba agradecido pro que le había salvado la vida y pese a que tenía la pata trasera derecha vendada no daría su brazo a torcer.

El pelinegro tomo posesión de sofá y no aparto la mirada ni un momento del chico, observando como daba vueltas a su alrededor y se acercaba para acariciarle, a lo que el pelinegro respondía enseñando los dientes o lanzando un zarpazo al aire, dejando confundido al chico que se alejaba.

Llevo sin comer desde ayer por la tarde pensó Young Hak al ver el cuenco de comida para gatos en la cocina, negó con la cabeza, por nada del mundo probaría esa comida de animales, aunque en parte él en esos momentos lo era.

Baek Myeon ignoro al gato después de varios intentos para acercarse y ver como el animal le rechazaba soltando zarpazos y bufidos. Sabía que todavía le observaba mientras se movía por la casa, pero no le dio mucha importancia.

Según internet, el cual había consultado al ver los primeros indicios de rechazo, este era un comportamiento normal, pues el animal se sentía desubicado y en peligro al encontrarse en un entorno desconocido.

Sobre la hora de comer y mientras Baek Myeon tomaba asiento en a isla de la cocina, el pelinegro no aguantaba el hambre. Con cautela, cojeando, despacio y llevado por el hambre se dirigió hacia los cuencos, bajo la atenta mirada de Baek Myeon que no pudo contener una sonrisa.

Ni de coña pienso comerme esto. Young Hak paso de las bolas de pienso y bebió agua como pudo, pues nunca había durado tanto tiempo siendo gato. Cuando termino y giro la cabeza se encontró con la mirada negra de Baek Myeon, un hormigueo se le instalo en la base de la cola.

Se quedaron así un largo rato, mirándose a los ojos, el pelinegro hizo el primer movimiento y desvío la vista hacia el pienso. Qué remedio, tendré que suplicarle un poco y volverme algo cariñoso para poder comer comida normal.

Young Hak se acerco hasta los pies de su compañero de clase, se sentó y soltó un largo maullido, llamando la atención del chico que le miro antes de acariciarle la cabeza. Para sorpresa del pelinegro no le desagrado aquel contacto que empujo la cabeza contra la mano del chico.

Baek Myeon sabía de sobra, porque también lo había buscado, lo que el gato buscaba y después de aprovechar el momento para generar lazos con el animal le dio lo que buscaba, un patito con el contenido de una lata de atún que el gato devoro en cuestión de minutos.

Después de conseguir algo de comida más normal y satisfecho por tener el estómago lleno, Young Hak volvió al sofá en parte para seguir observando a aquel chico y en parte para pensar como volver a ser humano y salir de allí.