Llegaba ese día de entrar a aquel lugar llamado "preescolar" Sonic apenas podía hablar y con la condición de no estar seguro de sí mismo de lo contrario solía hacerse bolita en un rincón y no musitar ni una palabra.
Su madre lo alentaba a que allí en ese "precioso lugar" encontraría amigos con quien jugar y aprendería a ser mas confiado en sí mismo. Pero Sonic, no pensaba lo mismo, dentro de él aquel cambio significaba un evidente abandono, su madre lo echaría a un oscuro mundo donde debería aprender a defenderse solo y a hacer lo que más miedo le da :comunicarse.
Su habilidad para relacionarse con los demás era terrible, no era ese típico niño hiperactivo que no se cansa de meterse en las conversaciones ajenas ni mucho menos en preguntar ¿Qué es esto? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué es es? Tampoco era un niño que subestimara la paciencia de sus padres desobedeciendolos en el súper mercado tomando lo que no es suyo convirtiéndose en aquel "pequeño capricho" su primer robo. No, Sonic era todo lo contrario, parecía un simple adorno de sala sentado en el suelo inmerso en su mundo y allí solo allí era posible que "Sonic hablará y jugara"

Para Shadow, otro erizo al igual que Sonic aquel mundo ya había comenzado hace un año y era él perfecto lugar para deshacerse de su hermano fastidioso que solo lloraba y lloraba y no dejaba jugar a gusto en la casa, Shadow era todo lo contrario a Sonic, él disfrutaba relacionarse con las demás personas, escuchar conversaciones adultas y opinar de una manera muy grotesca para su pequeñisima edad su punto de vista. Muchos solían decirlo "ese niño tiene la mentalidad de un adolescente" y su inteligencia abarcaba ser un gran "agente" a la hora de hurtar aquellas pistolas de juguete que había en él súper mercado o robarle a su abuelo aquella bolsa de rings dentro del ropero abriendo este con un pasador como cual llave fuese.

Para Tails se abría una ventana al mundo exterior, el zorrito era un niño muy curioso que no se cansaba de meterse a la boca cosas para "estudiarlas" y en su mentecilla clasificarlas a su manera, por esta practica muchas veces se metía en problemas o se enfermaba a menudo pero aquello no le impedía buscar él por que de cada cosa, desde bebé metía en problemas a su madre agarrando todo lo que sus ojos miraran cerca, lo tomaba y de inmediato averiguaba si era comestible o rompible, pobre madre encima debía lidiar con la extraña "gracia que tenia su bebe de poder volar con dos colas" y eso lo podía hacer desde los contados 15 días de nacido.

Y para Silver él tercer erizo, él mundo apenas comenzaba y su vida se limitaba a dormir, comer, ver, oír, sentir y llorar para todo aquello inexplicable para él, su mundo era su madre y solo así podía sentirse seguro y a gusto, nada mas existía para él, a veces aparecían otras caras, rostros nuevos o tal vez no, no tenía claro eso pero nadie mas le importaba que aquella voz dulce que le cantaba mientras aquellos pechos cálidos le amantaban y sus ojos adormilados veían una preciosa sonrisa con dos solesitos mirándole solo a él.

Esas eran las 4 vidas que comenzarían su camino en aquel periodo llamado preescolar.