Capítulo 5: "Colash"
-María, es una buena oportunidad.
-N...No...No creo que sea así... Yo no puedo...
Tikal, la equidna deseaba ayudar a su compañera de trabajo, deseaba que María pudiera ayudar a su propio alumno. Aquel erizo negro le preocupaba demasiado, no podía dejar que el tiempo pasara más, debía investigar, debía saber que pasaba con aquel niño, por esa razón Tikal ofreció un cambio de salón y de niños.
-Yo tratare con Shadow dos semanas y tu con mi erizo azul, Sonic, tu eres una eriza muy tierna y se que contigo tendrá confianza en desenvolverse y conmigo espero Shadow pueda abrir su corazón o al menos pueda abrirlo a quienes de verdad necesita hacerlo.
-Tikal... Eres muy buena, esta bien... Tratare con los tuyos.
Ese fue el trato de las educadoras y haciendo practica de su trato el día comenzaba con niños callados por el cambio drástico de la situación. Sonic quedo maravillado con aquellas púas rubias y esos ojos hermosos llenos de vida y esa sonrisa cálida tan parecida a la de su madre, la eriza le vio y sus miradas se encontraron, María sonrió para él con nerviosismo acercándose a este con sumo cuidado, sabia por manos de Tikal que aquel erizo se metía bajo la mesa y una vez allí nadie lo sacaba, pero ahí estaba temblando pero de pie tomando de la esponjosa cola a Tails, abrazaba aquellas colas como si fueran un amuleto de la buena suerte y el zorrito ni pío decía era como si le permitiese ese acercamiento, María entonces llegando frente a los dos sonrió una vez más presentándose ante ellos.
-Hola criaturas, mi nombre es María, es un gusto conocerlos, seré su maestra por dos semanas no se alarmen no les haré daño solo que su maestra Tikal me contó de un hermoso erizo azul de púas esponjosas y ojos verdes que no pude evitar venir a hacerme su amiga.
Sonic le miró bien, llevando su vista al trasero de su nueva maestra, no por malicia si no que buscaba esa colita que el tiene y la encontró.
- Je, je, claro que tengo una colita como tú Sonic.
Sonic se emocionó y sin pensarlo llevó sus guantes a esta provocándole un leve escalofrío a la dama que evitó hacer alguna expresión, pero esa parte tan sensible la había puesto roja y con cierto tartamudeo habló.
-Sso..Sonic... Es real como la tuya je, je, je.
Sonic ladeó la cabeza ahora llevando sus manos a las púas erizadas de la mujer que aliviada respiraba y se dejaba acariciar por el erizo curioso.
El azulito notaba que esas púas eran diferentes no solo en color si no su acabado, son chinas - pensó - aquellos rizos eran muy llamativos y sonriendo alegre se lanzó a abrazarla, la educadora no podía estar mas contenta, había logrado que Sonic confiara en ella.
Por otro lado, estaba Tikal, buscando con la mirada al erizo negro y sin encontrarlo fue directamente a dirección a preguntar por el niño encontrándose que definitivamente este había faltado a clase ¿Por qué? ¿Qué había pasado con él? Sin importarle opinión de la directora tomó él teléfono y llamó a la residencia The Dark contestándole el personal sin poderle dar una respuesta certera de lo que había ocurrido. Tal cosa la ponía en peores nervios. ¿Y si los padres habían decidido ya no volver? No quería eso, ella quería que ese niño sonriera...
Llegó el recreo donde Sonic rápidamente tomó a Tails del guante y corriendo a toda velocidad sin darle tiempo a su nuevo amigo de plantar tenis en el suelo prácticamente lo llevó flotando hasta el patio trasero donde estaban aquellas amapolas hermosas que tanto le gustaron.
-¡Colashh, Colashh!- Dijo el erizo tan contento que no se daba cuenta que estaba hablando, Tails se quedó boquiabierto.- ila etan hemoshas.
Tails no dijo nada, estaba impactado y Sonic se dio cuenta avergonzándose haciéndose bolita en sí mismo temblando de nervios.
-¡Podesh hablal!-Exclamó contento el zorrito moviendo las colas de esa manera que sabe Sonic y sin pensarlo las atrapó entre sus manos.- ¿oh? ¿Te guta?
Este asintió llevándose el peluche a su pecho haciendo que Tails saltara un poco hacia él. Tails se le quedó mirando algo incomodo por la extraña posición en la que estaban pero al fin de cuentas podía ver a ese erizo feliz con una sonrisa de lado y tiernamente refregándose en su pelaje esponjoso, ambas colas atrapadas entre sus brazos y pecho sentía tanta felicidad ser acariciado por otro animal que aceptase su extraña mutación.
María busco a sus nuevos alumnos debía anotar en su bitácora escolar aquel avance repentino en Sonic y debía investigar que tal le había ido a su colega. Cuando encontró a ambos animalitos juntitos sin decirse nada pero con una sonrisa en sus labios aquello le daba gracia, Sonic era un fan de las colas, eso se notaba lo que temía era precisamente lo "antepuesto a su inocencia" y gente lo mal interpretara, pero al fin de cuentas ese erizo había hecho un amigo.
Tomo sus pasos hacia su antiguo salón donde esperaba encontrar y así era a su colega Tikal que movía los dedos en una danza impaciente sobre él escritorio y apoyada su cabeza en su otra mano mirando hacia la nada.
-Tikal... ¿Tikal?- No recibía respuesta y eso la alarmó - ¿¡Tikal!?
La equidna se sobresaltó llevando su vista perdida pero asustada a la eriza rubia de grandes y hermosos ojos.
-Oh María, que susto... disculpa... no ha sido un buen día para mi...
-¿Shadow no funcionó como esperabas?
-No es eso... Estoy frustrada por que ni siquiera pude verle, no vino y su familia no responde a las llamadas manda la madre a su personal a dar respuestas extrañas y sin sentido... No me dicen nada concreto y eso no es lo peor... Su personal responde nervioso y encima... Llamé a la oficina del padre pero este no quiere recibirme esta muy ocupado y la secretaria ya se molestó con mi insistencia.
María no supo que decir, ella de cuanta propia sabia ese "detalle" que tenia la familia, ¿Seria correcto decirle sus sospechas?
-Tikal, Sonic me ha aceptado y ahora justo esta con Tails feliz en el patio trasero.
-Oh... ¡Eso es genial! Al menos algo salio bien en todo esto...
-En un par de días aparecerá Shadow, suele faltar así... -Dijo apenas oíble la asustada y no muy convencida en hablar María.
-¿Por qué dices eso María? Dímelo mas fuerte y claro ¿Qué sabes?
-Ti... Tikal yo...
Los nuevos amiguitos se sentaron justo en la pared azul tras ellos con dibujitos del mar y una sirena con peces nadando felizmente, estos miraban el mural imaginándose a voz alta lo que su mente les decía.
-Yo teno una alea como sonera.-Dijo Sonic uniendo sus pies moviéndolos al unísono como una sirena.
-Yo shoy un pezsh de dosh colash- Tails también movía sus esponjosas colas de un lado a otro haciendo reír al erizo y tras este miro un par de hiervas con palillo rojizo y tres hojas en forma de corazón verde, un trébol.- ¡¡¡Ila!!! Tes calzones.
Tails arrancó los treboles silvestres y llevándose a la boca uno de ellos masticó desde el palillo dejando las hojas verdes, siguió degustando mientras Sonic se le quedaba mirando con curiosidad.
—¡¡Liquisimas!! ¡Ten!
Sonic probó sintiendo ese sabor agrio y jugoso y con leve mueca asintió aprobando el nuevo descubrimiento.
Los chiquillos se estaban llevando bien, Sonic detrás del zorrito siendo llevado de la mano a conocer el lodo, las hiervas, las hormigas, la comida tirada en el suelo, el ir al baño les provocaba adrenalina pues se encerraban en estos y luego salían a arrastras por debajo, como un gato, primero la cabeza luego las orejas y por arte de magia aquel bulto de pelos se hacia tan delgado como sus huesos para cruzar. Reían tan felices, comenzaban días hermosos para ellos tanto que, sin siquiera darse cuenta se habían convertido en la sombra uno del otro.
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