Capítulo 4: "El problema"


Sus ojos se cerraron rápidamente pero aquel impulso no le ayudo a detener aquellos granos de arena que se metieron en sus cristalinos ojos azules haciéndolo llorar de inmediato. Arde, arde, arde tanto que lo hace retroceder hasta caer de sentón al suelo, sus lágrimas salen a borbotones mientras se refriega estos en un intento de apaciguar aquel ardor. El erizo oscuro solo ve, sin sentimiento alguno ni siquiera lo disfrutaba.

-Eles un elitso malo.- Le dijo el mismo cocodrilo que había ofendido en la mañana, ahí estaban los 3 esperando a sus padres los cuales junto con la directora y las maestras salieron alarmadas por el llanto.

Shadow no movió ni una ceja, seguía de brazos cruzados observando al zorro llorar, la tía avergonzada lo tomo por los brazos para levantarlo y seguido de ello de la mano derecha.

-Sra. Vanilla, no necesita mas pruebas para darse cuenta que este niño tiene claros problemas, ¿Su madre donde esta? Me temo que con usted no es suficiente para arreglar este problema, tenga en cuenta que los niños conviven juntos y que a pesar de que nuestro mundo es igualitario es un peligro que subestime especies como lo es un cocodrilo.

La mamá cocodrilo miró a la directora con cierta molestia ¿A caso le decía lo que ella estaba pensando?

-No me mal interpreten señoras, pero bien sabemos nuestro lugar en especie.

-Mi hijo es muy educado, y me parece que le tienen mas miedo a sus colmillos que al verdadero autor de este problema ¿No es verdad señora, su hijo no es quien mas esta sufriendo justo ahora?

La mamá cocodrilo miraba a la Mamá Zorro que apenada abrazaba muy fuerte a su bebé sin saber que decir, no quería tener problemas no deseaba que este pequeño problema se convirtiera en uno mas grande por diferencia de "especies"

-Entiendo... -Rompió el incomodo momento la tía coneja bajando los escalones junto con el erizo. - Mañana podré hablar con la madre y el padre del niño, les informare el problema recomendándoles lo mejor...

Shadow elevó su vista ¿Lo mejor? ... No otra vez...

-Sra. Vanilla- Le llamó con voz suplicante la eriza rubia que juntando sus manos suplicaba sin palabras "No lo haga"- Se que no eh sido buena educadora con mis niños, Shadow es un reto muy grande pero no imposible por favor ... Le ruego que..

-María, basta por favor.- Dijo la directora.

-Me parece que no estamos cumpliendo con nuestro verdadero deber- recalca Tikal arta de aquella pelea - Sra. Directora esta segura que es lo mas fácil deshacernos del "problema"

-Tikal, mide tus palabras.

-Sra. The Rabbit- Ignorando por completo a su superiora, prosiguió- hable con los padres pero dele una oportunidad a este plantel de poder superar este problema que viene desde nosotros como educadoras.

-Pero Tikal, el problema es para María, no es tuyo. - Interrumpió la otra coneja maestra del cocodrilo que nerviosa se frotaba las manos entre si.

-Es verdad, pero si me permite María ayudarle podemos hacerlo juntas ¿Que te parece?

-¿Ayudarme?

El sonido de un móvil sonó, era él de la coneja tutora que contestando su semblante cambió, Shadow también cambio su ánimo sabiendo que significaba.

-Lo siento mucho, tenemos que irnos, tomaré en cuenta lo que me ha dicho Srta....

-Tikal, Sra. The Rabbit, esto sólo es un percance, no se preocupe.

La coneja tomó en brazos al chiquillo que sin parpadear miraba por encima del hombro de la tía a aquellas personas que significaban nada, él era aquel "problema" del cual deseaban deshacerse.




La coneja corría por el corredor amplio y eco de aquella mansión, shadow había quedado en el lumbral de la casa esperando instrucciones de poder retirarse a su habitación, su madre había llamado con urgencia, sabia cual era el motivo de alarde, aquella coneja que tenía por tía no parecía ser más que una sirvienta más en esa casa, se le traía de allá para acá y encargada de todos los asuntos de la casa, mandando a otros pero siendo aun así la sirvienta de esos padres suyos. Odiaba verla así, dedicada a sus cuñados sólo por su bondad. La coneja había perdido a su esposo hace años, tan joven quedando a cargo de su cuñado aún soltero y criándole a él como su hijo una vez nacido y ahora con él otro bulto no era novedad que también se hiciera cargo de este.

Más había otro bulto, uno que estimaba pero que veía de vez en cuando, ¿Razón? Él mismo, él era el problema, desde aquella vez que la dejo caer en el arrollo sus padres le alejaron de ella, su tía luego hacia trampa permitiéndoles jugar pero que nadie se enterase, solo así podía ver a esa bola esponjosa de orejas largas que tenia por prima.

Miro a su alrededor buscando aquella colita que divisó detrás de una maceta que asomaba aquella esponjosa cosita que se agitaba emocionada esperando ser encontrada. Shadow soltó una media sonrisa fingiendo demencia, debía controlarse pero aquella niña era su única alegría de vez en cuando.

Los guardaespaldas parecían soldados de cerámica sin moverse esperando instrucciones también, veían aquel ambiente, una conejita esperando al erizo que se notaba que moría de ganas por correr hacia ella, deseaban saber quien ganaría él juego así que aclarándose la garganta uno de ellos llamo la atención del niño y el otro agito la mano indicándole que se fuera, Shadow contuvo su alegría y con lentitud camino hacia la maceta estraña para luego prácticamente desaparecer y aparecer frente a la niña que echó un gritito ahogado pues estaba prohibido el ruido, los guardias aguantaron la risa, esos niños cada "mil años" que se veían eran la alegría muda de la casa.

Por otra parte estaba el lloriqueo de una vida muy corta, contados sus días que lloraba de una manera mucho mas débil nada habitual, la llamada urgente que había recibido Vanilla se refería a ese niño plateado que sudaba y respiraba muy fuerte.

-¡Vanilla, ayudame por favor! ¡No se que hacer!- imploraba la madre realmente asustada.-¡¡ Ya llame al doctor pero no llega!! ¡Me dijo que no sacara al bebe que él venia!

Vanilla miro a la mujer eriza de cabellos lilas y ojos dorados que daba vueltas de un lado a otro con el bebe en brazos.

-Merlina-Sonrio calmada y con ternura la Coneja- Te eh dicho que esta con fiebre el pobre bebé porque sus dientes están saliendo, es algo normal con las indicaciones del doctor no pasara nada Merli.

-¡Pues no parece! ¡miralo como esta!

-Vamos a darle su medicamento y prepararle agua para quitarle la fiebre.

-¡Haaaa Vanilla, Vanilla! ¡Se me esta muriendo!

-Merli, tranquila sólo tiene sueño, sirve que se duerme con mas tranquilidad con el agua.

-Esta bien, tu sabes.


Se metieron entre aquel pequeño espacio detrás de la escalera de mármol y mosaico donde ambos se hicieron bolita para estar juntitos riendo como idiotas. Shadow le hacia cosquillas a la pachoncita y esta se retorcía intentando vengarse haciendo lo mismo pero no podía con aquel erizo negro.

-ñooooo ñooooo ñooooo jajajajajajaja ejame!!!!

-¡¡¡¡Jajaja tomaaaa!!!!

La conejilla es un año menor al erizo, 3 añitos, es la única que conoce esa sonrisa hoy en día la única que recibe amor sincero y puro de aquel niño lleno de "problemas"

Silver logro dormir, tranquilo sin problemas y con el dedillo en la boca, Merlina suspiraba aliviada y cansada se dejo caer al suelo cayendo en olánes aquel vestido azul oscuro que portaba, aquella mujer sólo podía velar por aquel niño, su mente era siempre su niño, Silver era todo su mundo, y juraba que si a este le pasaba algo moriría de tristeza. Entonces escuchó aquellas risas leves, casi como murmullos y aquella sonrisa hermosa en su rostro se marchito como una flor.
La mujer eriza llevo sus manos enguantadas y con anillos brillantes a su rostro que cambiaba de una manera fúnebre, tosca, llena de molestia y girando su vista hacia la coneja nerviosa le habló con voz elevada y fuerte.

-Vanilla, has traído a tu niña escandalosa ... ¿Verdad?- Sus ojos centelleaban pero de malicia.

-Ssi... la traje esta mañana ... Pero no la lleve al jardín de niños con Shadow...

-Pero si esta ahora molestando junto con Shadow a mi hijo, ¡¡ve y cállales la boca!!

Al decir esas palabras Silver despertó y lo primero que vieron sus ojos fue a esa mami muy molesta con el seño fruncido y de ella emanando energía negativa algo que silver podía ver claramente, veía la oscuridad de su mami y el llanto no se hizo esperar.

Su mami giro alarmada tomándolo en brazos desde la cuna, Silver pataleo luchando por no ser alcanzado por esa oscuridad, la podía sentir fluyendo en su cuerpo, los ojos de esa mami no eran los de su mami querida.

-¡Vamos Vanilla ve a callarlos!

-Pero... Pero Merlina... Apenas y se oyen, no despertaron a...

-¡¿No escuchas acaso a mi bebé llorar?! ¡Ve!

Vanilla fue, bajando las escaleras intentando no llorar, ¿Por qué Merlina había cambiado tanto? ¿Por qué para ella sólo existía Silver? ¿Por qué Shadow era una simple sombra de ese bebé?

Al llegar abajo, no pudo decirle a esos niños que callaran, deseaba escucharlos más, deseaba sentir felicidad como ya hace tanto que no, pero tras ella al pie de la escalera apareció aquella eriza de púas largas y con un grito que resonó en toda la mansión Shadow y Cream callaron sus risas.

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