Al pie del hospital estaban Sonic y Shadow, tomados de la mano, Sonic había logrado tranquilizarse gracias al agarre de su nuevamente amigo, no quería soltarle, mucho menos en un momento tan crítico como volver a ver a su gran amor, verlo, casi muerto.

En recepción pidió informes, se dirigió con nerviosismo y al doblar al pasillo donde se encontraba la sala de espera de ese sector, divisó muy cansada a la madre de Tails. La mujer miraba al suelo, perdida en sus pensamientos, y cuando sintió que alguien estaba tan cerca de ella fue cuando regresó al mundo, elevó la mirada y se encontró con quién dudo volver a ver alguna vez.

—¡S-Sonic! — Exclamó sorprendida— ¿C-cómo?... Lo sabes... Estás aquí por Tails...

La mujer no se atrevió a verlo más, escondió la mirada con sus manos y comenzó a llorar.

—Yo fui quien los apartó, le dije que le necesitaba tanto, él deseó hasta cierto punto seguir contigo, hasta que la enfermedad de verdad se le notara, pero le dije que tú nunca ibas a quedarte con él porque él sería una carga, que eran muy jovenes para iniciar una vida juntos, que se convertiría en un costal duro de cargar a conforme avanzara la enfermedad, tú no aguantarías, le dejarías y sino, arruinaría tu vida, los mejores años de tu vida anclado a un zorro enfermo, sin futuro, sin nada que ofrecerte más que dolor y penumbras. Al final... Aceptó que tenias una vida muy larga y sana, y debías ser feliz sin él, perdonanos, yo fui muy mala contigo esa vez... En mi casa... Pero sentía que todos tenían la culpa... ¿Por qué mi hijo? ¿Por qué?

Sonic la abrazó sin decir nada, sus ojos se cristalizaban amenazando con derramar muchas más lagrimas que quedaban en su cuerpo, la señora se hundió en el pecho del muchacho, llorando a mares lo que sosportaba sola diario en ese hospital, mientras su esposo trabajaba a lo que podía para financiar el hospital y todo lo necesario, era una lucha inútil, pero ¿Quién no conserva la esperanza hasta el último recurso? Esa familia había vivido todos estos años luchando contra la enfermedad, y la hora de su derrota estaba cerca.

—Tails está en las últimas... — Dijo, apartándose de Sonic, secando sus lágrimas y controlandose entre respiraciones largas— ¿Te llamó mi esposo?

—No... Un detective que mi amigo, Shadow, pudo conseguir me ayudó.

Sonic presentaba a Shadow, haciéndose a un lado, la señora Prower se quedó confundida, pero se limitó a sonreír, no quería pensar nada más, el hecho era que estaba allí aquel chico que su hijo llama siempre en sueños, sueños llenos de dolor.

—La hora de visita está por comenzar, úsala tú, sólo ve con el guardia de allí y entregale tu identificación.

—¿Está segura?

—Tails está esperando su muerte, no sabemos si esta es ls última vez que podrías hablar con él, estoy segura que le pondrá feliz verte. Usa todo el tiempo que tienes en la visita.

—Gracias señora, le agradezco.

—Es... Es lo mínimo que puedo hacer...

Ambos erizos se dirigieron al guardia, presentaron su identificación y sólo la de Sonic fue tomada.

—Cuando salgas te la devuelvo, el paciente está en la habitación 233.

—Eh... ¿Y la de mi amigo no la va a tomar?

El guardia lo miró extrañado, vio a la mesa y efectivamente estaba allí una identificación de un tal Shadow, la tomó y se la devolvió a Sonic, a quién miró con incomodidad.

—Pasa, pasa.

Ambos erizos pasaron, pero Sonic no dejaba de ver la reacción del guardia, la misma que puso la madre de Tails.

—Parece que sólo ocupamos una identificación, mejor para mi, Silver me la dio, por si la ocupaba, pero nunca la he ocupado en mi vida.

—¿Qué no fuiste tú a tramitar tu identificación?— Sonic le entregó la identificación a Shadow.

—No, ¿se tiene que ir?

—... Supongo que es cosa de ricos.

La habitación 233 estaba frente a ellos, Sonic temblaba nervioso, y las lágrimas volvían al borde de sus ojos.

—¿Quieres que entre contigo? Tal vez lo mejor sea que entres solo.

—¿No te iras verdad? —Sonic se secaba los ojos con sus propias manos enguantadas, controlando las emociones que sentía— Por favor, no te despegues de aquí.

—No lo haré, si me necesitas, sólo llámame, estaré aquí esperando por ti.

Sonic asintió abriendo lentamente el pomo de la puerta, lo primero que vio, fue la blancura del lugar, lo segundo que escuchó fueron los aparatos conectados a Tails, y por último, vio a su gran amor recostado en la cama, con la vista perdida en el techo.

En cuanto el paciente escuchó entrar a alguien no se tomó la energía de ver quién era, estaba seguro que era su madre, o tal vez un doctor, pero entonces aquella persona que entraba no decía nada, su madre solía saludar con un ánimo falso, y el doctor y enfermeras siempre saludaban, tampoco su padre entraba con ese silencio y la curiosidad, lo hizo pedirle a su cuerpo que se esforzace en ver quién entraba en absoluto silencio... Sus ojos debían fallarle, su corazón debía fallarle, porque un vuelco tanto en éste como en su estómago cayeron fuertemente elevando su presión arterial, frente a él estaba Sonic, su gran amor, a quién creyó nunca volver a ver.

—so... nic.. SONNIIC

—Tails... Mi amor... Mi Tails...

Sonic corrió hasta él, trató de tocarle, pero esa piel parecía tan frágil, tan golpeada, tan sangrante, que su toque quedó suspendido en el aire, Tails se intentó enderezar más, debía tocar a ese sueño tan vívido.

—¿E-e-eres...r-real?— Sus manos temblorosas buscaban con gran esfuerzo tocar la mejilla de Sonic— S-so-sonic.

—¡Soy real! ¡Soy yo Tails!

Sonic tomó esa mano vendada, la llevó a su rostro y la acarició con su mejilla húmeda por las lágrimas, lo hacía suave, cerrando los ojos, declarando todo ese amor que sentía por él en ese roce.

—Soy real Tails, ¡por fin te encontré! ¡Por fin!

Tails esbozó una sonrisa, mientras lágrimas y  lagrimas salían de sus ojos, su presión arterial se estabilizaba, y una emoción que tenia tanto de no sentir, re aparecía en su corazón, felicidad y amor.

—¡Per... doname Sonic! ¡Perdo!

Sonic le abrazó gentilmente, trataba de no lastimarle, tantos años habia odiado a ese zorro como también lo amaba, y ahora en su corazón no cabía más que el amor, y el deseo de estar con él para siempre.

—¡Tails, ya no importa el pasado! ¡Te volví a encontrar y estamos aquí juntos! ¡Nunca! ¡Nunca te he olvidado! ¡Te amo y amaré siempre! ¡TE AMO!

Tails rió con dolor, pero siguió riendo, correspondiendo el abrazo y agradeciendo a la vida que Sonic estuviese allí, que al menos la vida les dejó reecontrarse, que al menos morirá con el aroma de Sonic fresco en su memoria.

—Sonic... Yo, yo tam-también, te... amo.

Sonic se despegó de Tails para mirarle a los ojos, el zorro cerraba éstos esperando lo que ambos deseaban, un beso, los labios de Tails estaban tan maltratados, que Sonic dio ese beso con tanta delicadeza, apenas tocando esa piel descamada. Tails pidió más, empujando a Sonic para darle un beso más profundo, Sonic obedeció con miedo, sentía la sangre desprenderse de esos labios junto con pellejos de éste, no le dio asco, no, pero un fuerte dolor en el pecho le recordaba la enfermedad de Tails, aún así, siguió torpemente besándolo, hasta que Tails pidiera separarse; el zorro a pesar del dolor, siguió, siguió, se aferró a esos labios como nunca antes, y lágrimas pasaban encima de su piel para hacerle sentir un ardor doloroso, pero no importaba, debía seguir, seguir hasta tal vez no poder más, sin embargo, un coágulo espeso de su nariz interrumpió el momento, obligándo a ambos alejarse, uno asustado, otro frustrado, su cuerpo no cooperaba.

—Tails... Estás sangrando demasiado, ire a llamar a una enfermera.

—¡Espera! —Consiguió decir con algo de fuerza, la cual le costó más sangre manchando su bata y las sábanas.

—¡Pero!

—No Sonic... Es no-normal— respiró profundo, tratando de reunir todo aquel valor que significa aceptar la propia muerte sin romperse— Voy... Es-estoy mu-mur-muriendo Sonic, ya no hay, na... Nada que...

—Tails...

—¿Po... podrías, acompa-ñarme, hasta... Mi final?

—Te seguiría hasta el fin del mundo Tails, estoy aquí para seguirte hasta donde tú vayas.

El zorro comprendió esas palabras, pero negó con la cabeza mientras una sonrisa salía de su boca ensangrentada, estaba feliz de que Sonic nunca haya cambiado, que su corazón siga latiendo por él, pero robarle, además de amargos años, la vida, era muy egoísta para aceptarlo.

—No Sonic... Tú... Debes... Vi-vir...

Fuera de la habitación Shadow esperaba paciente, miraba el suelo mientras todos los demás a su alrededor pasaban apresurados por enfrente, ignorandole, otros lloraban, otros eran pacientes siendo trasladados en sillas de ruedas y otros en camillas, luciendo realmente graves, aquellos últimos le miraban con sorpresa, parpadeando los ojos, tratando de señalarlo, eso le causaba a Shadow una sensación inexplicable, seguía con la mirada a aquellos pacientes hasta que se perdían de su vista.

Continuará....

Bueno, ya de madrugada pero esque sino, no puedo traerles pronto el cap, además que estaba inspirada, no es un cap disfrutable, por eso no les puedo decir que espero que lo disfruten. Espero poder haber transmitido correctamente la situación.

Gracias por leer.