Sonic ahora era otro "fantasma" en el trabajo, sus compañeros le rehuian y hablaban mal de él, ¿Cómo era posible que las personas podían rápidamente ser tan malas? Qué clase de corazón tenían bombeando su sangre, sangre que parecía veneno pues no paraban de burlarse día tras día de "su locura", tales críticas le afectaban más de lo que quería admitir, comenzaba a sentir que su trabajo realmente se estaba poniendo insoportable como el infierno.

Pero había un atisbo de esperanza, al menos tras las puertas de esa gran bodega podía sentirse protegido, nadie iba y los que lo hacían desaparecían rápidamente, dejando y recogiendo lo que tuvieran que dejar o recoger. Si alguno se atrevía a burlarse en "su territorio" Shadow los asustaba moviendo cosas en la oscuridad, y salían despavoridos, sólo en ese lugar podía sentir que el cielo estaba dejabo del infierno.

-Estoy pensando en asustarlos incluso en su zona de confort-Shadow aparecía tras las sombras, se le veía molesto y sopesando su plan.

-Creo que conque no vengan aquí a molestar es más que suficiente.

Sonic sonrió falsamente, claro que en el fondo le dolía todo ese maltrato psicológico.

-No debiste hablar sobre mi, aquí nadie me quiere, incluso Silver lo permite...

-¿Por qué? ¿Por qué no tomas cartas en el asunto?

-¿Cómo qué puedo hacer? Mi familia permitió todo esto, me dejó solo y lo sigue haciendo.

-¿Tienes resentimiento por Silver?

-No, porque sé que está atado de manos, él es otra victima de su madre. Aunque debo aceptar que es muy extraño, como si evitara que me relacione con el mundo, supongo que quiere protegerme.

-Tienes razón, el de hecho me dijo que... No hablara de nadie sobre ti...

Shadow lo miró extrañado, eso era muy directo para Silver.

-Eso es...

-Extraño- Dijeron ambos.

-Y si ¿Silver te esconde algo?

-¿Qué podría ser?

-Necesitamos averiguarlo.

-Si

La jornada dio paso al almuerzo, Sonic y Shadow salían como sin nada a las oficinas donde parecían simple aire fresco pasando sin que nadie los tomase en cuenta, Shadow le había contado un chiste muy infantil a Sonic, —se había quedado en esa época y era tan inocente el pobre, que eso era lo que a Sonic le daba gracia— rió a carcajadas olvidándose de todos, prestándole atención sólo a su acompañante, los demás se persignaron asustados, mirando de reojo, nerviosos y rogando que ese Sonic pronto cruzara la puerta de salida, uff—suspiraron— el satanista se había ido a almorzar.

Shadow llevó a Sonic a donde hace años comieron Chillidogs, Sonic veia el puesto y no había cambiado nada, el vendedor se alegró de verlos juntos de nuevo.

—¡Pensé que moriría sin ver a esos ericitos tragones comer de nuevo por aquí!

—Bueno, ya ve, los milagros existen. — Shadow acomodaba el banco para Sonic.

—¡Que caballerosidad! —Exclamó el vendedor feliz.

Sonic no sabía ni por dónde meter las mejillas sonrosadas, pero tomó el asiento igualmente, Shadow siguió de él acomodándose a lado suyo, Sonic le miró de reojo, el erizo era guapo, muy atractivo, sus ojos realmente hipnotizaban, su mirada tan profunda, tan misteriosa, siempre se preguntaba qué estaba pensando.

—¿Qué cuantos chillidogs vas a querer?

—¡eh!— Sonic terminó su sesión en donde quiera que estaba, menos en la realidad— ¡Perdón! Quiero muchos, pocos, digo uno, no, ¡seis!

—¿En serio?— ambos, vendedor y Shadow se quedaron mirando confundidos.

—Eh... Que sean 3...

—Ah...—Exclamaron los dos.

—Bueno, si quieres podemos encargar los otros 3 para llevar y te los comes en la bodega, ahí podemos hacer de todo y ni quien se de cuenta.

—¡¿D-de de todo?!—Un mundo de posibilidades se abrió para la muy imaginativa mente de Sonic, ¿Por qué andaba de mal pensado con él?.

—Si como lo hicimos hsce años, jugamos ennla bodega, aunque supongo wue ya estamos grandecitos para eso.

—Jugar...

Sonic recordaba como "jugaba" con Tails, era doloroso recordarlo, pero también había sentimientos de emoción, de esperanza.

—¿Has... Has sabido algo de Tails? —Preguntó temeroso.

—No, pero Silver prometió ayudarme con eso, el tiene los contactos.

Los chillidogs, estuvieron listos y servidos, Sonic tragó como si no hubiera comido en años. Shadow a lo contrario, fue decente.

—A veces tengo miedo... Miedo del resultado, que en realidad Tails decía la verdad, y sólo está muy ocupado triunfando.

—No quiero pensar en esas posibilidades, prefiero esperar a saber qué ha sucedido.

—Tienes razón.

El resto de la hors de comida fue un tema tras otro sobre el trabajo, Sonic tenía que dejar de lado sus pensamientos y olvidar aquella duda que le carcomia.

Por otro lado, Silver era visitado por el detective que habia contratado, y las noticias llegaron.

—Señor Silver, lo he encontrado, al zorro llamado Tails.

—Me da gusto— Silver recibía un folder con el informe, mientras lo hojeaba su rostro palideció.

—Así es, señor Silver, el zorro está en el mismo hospital.

Continuará....