Nuevamente los días avanzaban, el mes de haber hecho las pases se cumplió y estaba feliz de tener con quién hablar, Shadow ya era más platicador, aunque seguía siendo muy misterioso y seguía ocultándose de la gente cuando ésta se aparecía en la bodega.

—Ya tenemos todo para tu cumpleaños Sonic, nos alegra que hayas aguantado aquí, ya más de un mes ¡felicidades!

El cocodrilo le felicitaba dándole esas palmadas bruscas que ponían a prueba la resistencia del erizo.

—Eh... Gracias Vector, no deberían molestarse con eso del cumpleaños.

—Aquí festejamos todos los cumpleaños, aunque al jefe no le gusta, dice que odia los cumpleaños.

—¿En serio?

—Sí, pero aun así nos deja festejarlos, así que lo hacemos felices en nuestro tiempo libre.

—Que bien.

—Bueno, entonces pasado mañana que es tu cumpleaños no hagas planes con nadie ¡eh! O... ¿Tienes novio?

La pregunta dolió en el alma, pero después de recordar a Tails, pensó en Shadow, aunque, era como pensar en nadie, aquí parecía no existir.

—No, no tengo novio.

—No me digas que...

—No quiero hablar de eso...

—Oh ok... Nos vemos entonces Sonic.

Sonic regresó a su lugar de trabajo, buscaba con la mirada a su compañero misterioso, no había rastro de él, tal vez se había ido pero, ¿A dónde?

Shadow estaba con su hermano menor, Silver, estaban en su oficina, a solas.

—Eso que me pides, no quiero cumplirtelo Shadow. —Silver miraba determinante a su hermano mayor, mostraba seriedad y nada de flaqueza para no poder ser vencido por la necedad de Shadow– No voy a buscar al ex de tu novio.

—Sonic no es mi novio, es mi amigo, y sé que lo que te conté que pasó entre nosotros la otra vez no es de amigos, tampoco lo es de un noviazgo real.

—Pero lo quieres tú, has estado perdidamente enamorado de Sonic desde la adolescencia, y ahora que lo encontraste de nuevo y es libre, debes aprovechar.

—No puedo, Sonic no ha cerrado ese capítulo en su vida, Tails sigue en su corazón y no pienso aprovecharme.

—Shadow, has cambiado tanto, de niño no te hubiera importado nada ni nadie por tus propios intereses, y es bueno, pero también no te pases de tonto, si esos dos se vuelven a ver lo más seguro en que Sonic te deje de nuevo en el olvido, como todos.

Las palabras de su hermano menor eran duras, frías, habia aprendido a ser como su madre quería, egoista.

—Silver... Eso no me importa, te tengo a ti.

—Yo no puedo hacerte feliz, soy más una sombra obligatoria en tu vida, más que un hermano, nos une una culpa.

—Ya te dije que no fue tu culpa.—Shadow se acercó rapidamente a su hermano, tocándole del brazo, tratando que ese toque transmitiera la calma que necesita Silver.

—Ni la tuya hermano, pero has sido quien a pagado todo, yo soy incapaz de salvarte, y ese erizo, Sonic, estoy seguro que él si puede, pero lo perderás si se vuelve a reencontrar con su ex.

—¿Y de qué me sirve retener un corazón que no es mío?

Ambos hermanos se miraron a los ojos, Silver se alejaba para romper aquel contacto, no podía mirarlo a los ojos, la culpa lo corroía.

—... Ahhh—Suspira —Está bien Shadow... Buscaré al ex de Sonic...

—Gracias hermano.

Shadow se marchaba esperanzado, y Silver sentía una pena tan grande

El día previsto llegó, Sonic era festejado por sus compañeros de trabajo, Shadow no habia ido, prefirió quedarse a acomodar la bodega, y Sonic sentía que, a pesar de siempre sentir un hueco en su corazón, éste se habia hecho más grande, le faltaba esa compañía que no creía necesitar, Shadow.

—La verdad que felicitaciones, y no sólo por tu cumpleaños, por soportar al fantasma de la bodega.

Uno más de sus compañeros tocaba el tema, ¿por qué llamarle así? ¿Por qué tanto trauma con él? Quería saberlo.

—¿Y por que les da miedo? —La gente se quedó callada, ambas partes no entendían la reacción del otro— Digo, es amigable.

—¡Entonces si lo has escuchado y visto! —Gritó uno ansioso, todos exclamaron asustados tras él.

—Claro, él es real.

—¿Y no te da miedo? —Preguntó otro.

—No, él es bueno, me ayuda con mi trabajo, creo deberían darle una oportunidad de integrarse con nosotros y así lo conocerán.

Las caras amigables desaparecieron, la cordura de Sonic fue puesta en tela de juicio y un ambiente tenso cortó cualquier indicio de celebración.

—Eh... ¿Chicos?

—Es un rarito—Murmuró una compañera.

—No hay otra explicación, está loco.—Respondió otro murmurando.

—Hey... amigo, yo creo deberías aclarar el mal entendido— Vector intervenía, con una risa incómoda no muy seguro de arrisgar su pellejo por ese erizo— tú hablas de la bodega, de tu trabajo como tal, no es tan malo cuando te acostumbras a la maldición del lugar, ¿cierto amigo? Y esque Sonic siempre ha sido muy valiente chicos, para él eso no es nada y hasta lo considera amigable jajaja

Lo logró, la opinión positiva volvía, dañada, pero volvía, miraban a Sonic, todos esperando que afirmase las palabras de Vector y así su cordura se salvase. Pero Sonic no acababa de entender todo esto.

—Vamos Sonic, sólo di que lo que digo es verdad y ya, o te juzgarán loco.

Le susurró al oído un desesperado Vector, el tiempo se acababa y Sonic no hablaba, se sentía como un bicho raro en medio de depredadores que esperaban tazajearlo con sus críticas extrañas, pero su absolución no era justa, no para él, él no estaba loco, los locos aquí eran todos ellos.

—¿Qué les pasa? ¿Están ciegos o qué? Shadow es una persona como todos nosotros, él no se muestra porque lo tratan así de mal, como un fastasma, como una maldición de la bodega, él es normal como nosotros, sé que es rarito en su actuar pero él es buena persona.

Nadie dijo nada más, silencio sepulcral, Sonic había cavado su propia tumba y Vector ya no podía hacer nada más por él.

—Lo siento amigo, te perdimos.

Vector se alejó de él como la lepra, los demás compañeros igual, y como si no existiese siguieron con la fiesta, ignorando al cumpleañero.

—Pero... ¿Pero que hice?

Ahora ya sentía, como era seguramente la vida de Shadow en ese lugar.

Continuará....