Capítulo 14 - Revelaciones
—Apolo se despertó al día siguiente con mucha energía, con ganas de trabajar, de aprender, y de saber. Pasó rápidamente a la Actividad, sin verificar sus parámetros de aspecto. Estaba muy interesado en averiguar cientos de cosas que le vinieron a la mente en el Descanso, puesto que durmió poco, debido a las numerosas interrogantes que surgieron en su mente. Pero antes de empezar a investigar quiso trabajar un poco en su proyecto, por si los Maestros quisieran ver los avances realizados por él. Su objetivo era conseguir una manera fácil de manejar voces para crear canciones, construyendo alguna herramienta que ayude en el proceso. Para ello, pasó varias horas clasificando voces, grabadas hace centurias, según tonalidades y frecuencias. Luego empezó a programar una herramienta con la que se pudieran editar fácilmente las voces, para adecuarlas y agregarlas a las composiciones. Cuando le pareció que ya había hecho suficiente para justificar ese día, decidió empezar a indagar algunas cosas que realmente le interesaban. Además estaba presionado por el tiempo, puesto que tenía que dar la Clase, hacia el final de la tercera región horaria, una clase que no había preparado, ni tenía intenciones de hacerlo. Obviamente, no tenía ninguna gana de pasar a la Reunión, puesto que el tiempo escaseaba y deseaba, necesitaba, saber. Interiormente se preguntaba si a todos los Maestros de Segundo Nivel les había sucedido lo mismo: Tener un hambre de conocimiento insaciable, al poder acceder a tantos datos nuevos, y querer entenderlos y saberlo todo.
—Quiero saber quién soy —se dijo Apolo—, nunca tuve derecho a conocer mis orígenes mientras fui un clon, creo que es hora de que eso cambie. Deseo saber quienes son mis padres, y si viven todavía. —Como todo clon, 230 sabía que las leyes eran muy estrictas al respecto. Para que no hubiera privilegios ni afectos, los padres no eran informados sobre sus hijos, y los clones no tenían derecho a conocer su ascendencia. De hecho, normalmente los padres ni siquiera sabían que habían engendrado nuevos vástagos, ya que la fecundación se realizaba programáticamente por el ambiente según estudios estadísticos y genéticos, y era aprobada por los Maestros, los únicos que conocían dichas relaciones.
—Información sobre Apolo, en especial los datos familiares, padres y demás datos relevantes. —Fue la solicitud.
Un cuadro lleno de datos se presentó frente a Apolo, que decía lo siguiente:
Nombre de Maestro: Apolo
Categoría: M.
Código: Y230.
Edad: 27 períodos.
Padre: Jeu Azarru (Y150/2).
Madre Generadora: X175.
Madre Portadora: X175.
Número de copias: 1.
Obras/Acciones/Responsabilidades:
Paisajes: (Aquí había una lista de todos los paisajes realizados en su vida)
Músicas: (ídem)
Aventuras Interactivas: ...
...
...
Investigaciones sobre la peste blanca.
Análisis de la interfaz gráfica mejorada.
...
...
Creador del concepto de Megademo.
Actividades Actuales:
Profesor de la clase de Historia.
Investigación sobre la creación de músicas con voces reales, y creación de nuevas herramientas para el efecto.
Apolo se quedó pasmado de la inmensa cantidad de información organizada y certera que almacenaban sobre él. Cada una de sus obras estaba registrada, así como sus investigaciones, por más pequeñas que hubieran sido. Realmente estaba bien ordenada y plasmada la vida y las acciones de cada clon; muchas cosas que él mismo había olvidado o dejado de lado hacía largo tiempo aparecían de todos modos explicadas en forma detallada en ese registro.
—¿Por qué me llaman clon Y230?, yo siempre fui AY230, bueno... no en realidad... Cuando era un Inferior me llamaban BY230... ¿Hay una explicación para los nombres? Nunca se nos ha explicado lo que significan estos códigos que nos ponen —preguntó al Ambiente.
—Sí, la hay —éste le respondió, e inmediatamente continuó con la explicación—. El nombre de un clon en realidad es una recopilación con la información más importante del mismo. Obviamente, los Maestros tienen nombres propios, y no códigos comunes, aunque ese nombre no es más que un mapeo a su código alfanumérico. Los Lamers no tienen código ni nombre, tan sólo son Lamers. Los clones Clase 0, al carecer de identidad, reciben su código recién cuando se convierten en Nuevos, aunque desde el momento del nacimiento ya está preestablecido cual será el código que se les asignará. Tomemos para la descripción como ejemplo a un clon genérico, AY730/2:
• La primera letra indica dos cosas: Su status dentro de la sociedad, así como su ubicación física. Los posibles valores son: C y F (Clase 0 o nuevo), B y E (Clon inferior), A y D (Clon Superior), M y N (Maestro de Segundo Nivel), Z (Maestro Original o de Primer Nivel).
• La segunda letra es un indicativo del sexo biológico del individuo. Y implica varón, X indica mujer (El mero cromosoma que hace la diferencia).
• Los números indican la fecha en que se realizó la fecundación de los óvulos en forma FFPP (Fase/Período). No hay repeticiones en estos números, puesto que los óvulos fecundados nunca se guardan por más de 100 Períodos. Si la fase es del 1 al 9, se omite el 0 dentro del par FF. Es de sobremanera importante notar que la fecha es la de fecundación, y no la de nacimiento. Muchos clones pueden haber nacido 50 o 70 años después de la fecundación. Esto ocurre porque hay poco espacio en el Refugio, y no siempre hay espacio o recursos disponibles para que nuevos clones se unan. Generalmente hay que esperar a alguna muerte física o ampliación de las capacidades para que los nuevos clones puedan cobrar vida.
• La barra seguida de un valor, indica el número de copia realizada. Si es la primera, se puede obviar ese parámetro. Si existe esta cifra, es porque el original fue realmente valioso para la sociedad, y los Maestros decidieron que otros como él serían útiles dentro de la comunidad. Se podría decir que dos clones con el mismo número (y diferente valor luego de la barra) son hermanos a nivel genético, aunque no necesariamente de madre portadora.
—¡Esto es fascinante!, no conocía el mecanismo complejo que existía detrás del manejo de nombres del Ambiente. Aunque sigo sin entender algunas cosas. ¿Qué quiere decir “ubicación física”?
—No tienes derecho a acceder a esa información —respondió secamente el Ambiente.
—Lo que quiero saber es a qué se refiere. Si es a una sección del Refugio, una sala, un lugar fuera de aquí...
—No tienes derecho a acceder a esa información —fue la respuesta, de nuevo.
—Aparentemente hay dos posibles lugares de ubicación física, por eso se dividen en C, B, A, M y F, E, D, N, sólo que no estoy seguro de cuáles son estos lugares, aunque en el mundo virtual estamos todos mezclados. Y los Maestros de Primer Nivel son únicamente Z... Qué extraño... —pensó Apolo para sí—. Pero si mi teoría es acertada, esto se da porque al superar la vida física los Maestros no tienen una ubicación material u otra, sino que todos habitan únicamente en la memoria... ¡Es eso, estoy seguro! También es interesante el tema de las fechas. ¡Tengo una diferencia de 6 años de fecundación con 736!.. O tal vez de más de 90 años... Dependiendo del período... Pero creo que tenemos aproximadamente la misma edad, no puede haber tanta diferencia entre nosotros... Aunque en realidad esto no es lo que más me importa saber, ¡Quiero saber todo sobre mis padres!, Jeu Azarru, un Maestro también... Qué extraño, nunca oí de su existencia, y los Maestros son eternos... ¿Será que tuvo un destino semejante al de Xor? ¿Y qué significa eso de número de copias?, son tantas cosas...
Finalmente, Apolo salió de sus pensamientos y habló al Ambiente:
—Información sobre Jeu Azarru —solicitó.
Una serie de datos semejantes a los que aparecieron cuando preguntó por sí mismo aparecieron frente a él. En resumen, los padres de Jeu Azarru eran clones comunes, y éste Maestro había realizado millares de obras, muchas de las cuales les eran conocidas a Apolo. Una parte de la información le llamó poderosamente la atención: “Muerto a los 32 años, durante la revuelta del eclipse, luego de ser enjuiciado por insurrección”. Le era extraño lo que decía, pero continuó leyendo, para sorprenderse al ver todo lo que su padre había realizado. Rápidamente, entre sus obras más destacadas, encontró las siguientes:
• “Colaboró con el desarrollo del System 3 de realidad virtual, ampliando las posibilidades del System 2, que a pesar de ser un buen paradigma, falló a la hora de administrar tareas críticas, además de sobrecargar mucho al sistema y enlentecerlo. La orientación a objetos se continuó utilizando en el System 3, pero no para las actividades de precisión. Se utilizaron poderosos y complejos algoritmos paralelos de bajo nivel, esquivando la pesada facilidad de las herramientas del System 2.
• Desarrolló el procesador óptico de 16 GHz con 8 estados, y que trabajaba en cascada.
• Desarrolló el sistema distribuido actual, basado en una arquitectura de red que interconecta a la gran cantidad de procesadores manejados por el Ambiente. Este sistema permite el manejo simultáneo y paralelo de todas las actividades de los clones.
• Realizó variados estudios de Hardware y Software para la administración del sistema actual.
• Diseñó parte de los algoritmos actualmente utilizados por el Ambiente.
• Hizo análisis y estudios incompletos de la posibilidad de fabricación de fibras electro-químicas, como sucesoras a las ópticas.
• Investigó sobre la psiquis humana y su conjunción con el Ambiente, además de la psicología del clon rodeado por un ambiente sintético.
• Mantuvo estudios sobre previsiones para la unión de clones, así como facilidades y problemas reproductivos.
• Su unión con X175 generó dos clones que aún viven: Y230 y su copia Y230/2, además de varios no natos que se conservan en criogenia.”
Apolo estaba sorprendido. Su padre había sido un genio, creador en gran medida de la actual sociedad en la que vivía y sobre todo del Ambiente tal como lo conocía. Había estudiado hasta los más recónditos aspectos de esta forma de vida. Toda la información le daba vueltas en la cabeza, tenía tantas dudas, tantas cosas que saber y entender. Estaba anonadado porque su padre murió, siendo un Maestro, en una revuelta, le era incomprensible. También se sorprendió al enterarse de la existencia de un clon llamado Y230/2, o sea una copia, un hermano suyo. Apolo no sabía cómo reaccionar, ni por dónde continuar.
—Mi madre era una clon normal, que no llegó a sobresalir. Pero creo que fui fruto de una unión, puesto que mi madre fue Generadora y Portadora al mismo tiempo, cosa que no suele suceder si no es ese el caso. Y tengo un hermano... Información sobre el clon Y230/2. - pidió.
La respuesta no se hizo esperar, y se presentó enseguida a Apolo. Luego de la cabecera y los datos organizativos vinieron las observaciones:
—...Clon Clase 0, en etapa de desarrollo, crianza y educación. Clonado luego de comprobar las capacidades y dotes del clon Y230. Se espera que sea tan capaz e inteligente como su hermano...
—Todo esto me es tan confuso... Tengo un hermano que nació luego de la muerte de mis padres, ¿O es un clon mío?.. Nunca entendí bien el proceso de clonación, las uniones, los nacimientos... Quiero información sobre el proceso de clonación —requirió al Ambiente.
—“Clonación: Proceso de copia genética y conservación de la raza pura. —Fue el inicio de la explicación, que vino a continuación—. “Luego de la unión, el óvulo fecundado de la mujer es extraído y clonado, realizándose cientos de copias genéticas del mismo. De ellos se seleccionan los más fuertes, y uno de éstos se vuelve a implantar en la madre o en otro clon femenino portador, según sea conveniente, si es que se quiere crear un nuevo habitante. El resto de los clones se guarda en criogenia para posteriores usos, puesto que es muy difícil lograr que el implante dé resultados positivos, y se tiene que repetir varias veces el proceso hasta que una de las copias empiece su segmentación y crecimiento posterior.
La madre debe ser cuidada al máximo, ya que a causa de la debilidad de los cuerpos y de la anemia producida por su estado comatoso, es muy difícil que el niño crezca sano dentro de su vientre. A los seis meses de gestación el niño es extraído de la madre, puesto que su salud se suele tornar crítica, y se lo pone en una incubadora, para su desarrollo óptimo. La madre, entretanto, no se entera de lo que está ocurriendo con su cuerpo, ella está en otra realidad, separada del aspecto físico.
El niño vive un año en la incubadora, siendo cuidado al máximo, y manteniéndolo en un estado letárgico. Luego se lo equipa con el sistema de realidad virtual y se le permite despertar a la vida. Con el tiempo se lo educa en el sistema y se lo inserta en él, convirtiéndose en un clon Nuevo, sin una identidad definida aún. Se cría junto a los demás clones y se le enseñan las reglas básicas de nuestra comunidad.”
—Entiendo todo esto, y sé que es cierto, pero nunca comprendí del todo por qué los padres no pueden saber lo que está ocurriendo con ellos, con sus vástagos —reflexionó en voz alta Apolo.
—Es conveniente que sea así —fue la inesperada respuesta del Ambiente, puesto que Apolo no había hecho una pregunta en realidad—, porque es la única forma de generar un mundo sin favoritismos, basado en la igualdad. Si se conocieran las relaciones familiares, esa igualdad se desmoronaría, y estaríamos frente a un mundo imperfecto, con preferencias entre los habitantes, en muchos casos inmerecidas.
—Pero siendo Maestro, puedo conocer esas relaciones...
—Y está terminantemente prohibido revelarlas. El que lo haga puede ser degradado a un Status inferior inmediatamente, es un crimen imperdonable. Se asume que el Maestro está por encima de los demás clones, y que sabrá como administrar la información. No tendrá favoritismos ni diferencias por el mero hecho de que haya una mera relación sanguínea.
—Todo lo que se hace aquí es inmoral, sucio —pensaba Apolo en voz alta—, se está jugando con la vida de las personas. Yo no quiero que jueguen con la vida de mis hijos... Con la de la persona que amo... Con la mía... Bueno, ¿Pero quién soy yo para decir lo que está moralmente bien o mal?, al fin y al cabo ¿Quién dicta la moral? En la antigüedad cada región, cada pueblo, tenía sus propias normas morales, sus usos y costumbres, y no había forma de decir si una era la correcta, u otra... Tal vez nadie tenía la razón, o tal vez cada uno tenía un poco de razón... Quién sabe... En esos tiempos la religión jugaba un papel muy importante a la hora de establecer las normas de comportamiento dentro de las distintas culturas. Aquí hemos llegado a un punto en el que el concepto de Dios se hace innecesario, no lo precisamos, podemos hacer todo lo que queramos, no tenemos restricciones, nada puede sorprendernos, somos los generadores de nuestros propios milagros... Los Maestros vendrían a ser los dioses modernos, capaces de todo, conociendo todo, sabiendo todo... Prefiero no pensar más en ello... Pero antes de continuar, Supervisión encendida —solicitó.
—Nadie en la línea de datos —fue la contestación, a la vez que el control verde se materializaba en su campo visual.
—Quiero toda la información disponible que haya sobre la Revuelta del Eclipse.
La respuesta no se hizo esperar... Una larga transcripción se presentó ante Apolo, con toda la historia: “La revuelta del eclipse se originó hace 20 períodos. Un grupo de clones liderados por Jeu Azarru quiso imponer al resto de la sociedad la estúpida idea de que Agnus mantenía una tiranía sobre ella. Jeu Azarru había escalado rápidamente, hasta convertirse en uno de los Maestros más reconocidos de la sociedad, prácticamente la mano derecha de Agnus, a pesar de ser de Segundo Nivel. Se le dieron derechos de Original, puesto que su obra se convirtió en una de las más extensas y útiles que cualquier clon haya creado en el pasado, y permitía el desarrollo del Ambiente llevándolo a un nuevo estado superior. Aparentemente no estaba preparado para ser un Maestro de primer Nivel, y saber y poder hacer tanto, a pesar de todo. Se produjo un gran revuelo dentro de la comunidad, puesto que los clones confiaban en Jeu Azarru tanto o más que en los demás Maestros, y muchos se les unieron en su causa.
Jeu Azarru trabajó con Agnus en el diseño y el perfeccionamiento del System 3 de realidad virtual y creía firmemente en sus ideales, pero poco a poco fue teniendo numerosos desacuerdos con Agnus, hasta llegar a rebelarse. En poco tiempo un tercio de la Sociedad se había convertido en firme seguidora de Jeu Azarru y todo lo que éste dijera se aceptaba como una verdad infalible, llegando inclusive a competir con el poder de Agnus. El Maestro llegó a afirmar que el exterior era habitable, y que los clones que lo deseasen deberían poder salir y vivir allí afuera. Agnus y los demás Maestros hicieron todo lo posible para que los partidarios de Jeu Azarru entendiesen que esas esperanzas eran falsas, pero ellos no escuchaban razones, estaban fuera de sí.
Jeu Azarru intentó sabotear las instalaciones al ver que sus pedidos de libertad para él y para sus seguidores no eran concedidos. Pero lo hizo de una manera irresponsable, intentando obligar a todos a despertar a la realidad exterior.
Al enterarse de sus planes, Agnus revocó todos los poderes concedidos a Jeu Azarru y lo pasó a la categoría de Inferior, como castigo. Pero la insatisfacción de la gente aumentaba, los rumores de que el exterior era habitable cobraban cada vez más vigor y muchos otros clones no aceptaban la opresión que, según ellos, sentían. La clon X175 empezó a ayudar a Jeu Azarru en forma activa y agresiva, adhiriendo clones a su causa. Otros dos Maestros de segundo Nivel se pasaron a su lado, Nuke y Jogeir, y habían posiciones dispares entre toda la comunidad.
Agnus, para calmar los ánimos, prometió cambios e investigar a fondo la posibilidad de la existencia de vida en el exterior, a pesar de estar seguro que los cuerpos, luego de tantas generaciones de mantenerse comatosos, ya no estaban preparados para salir a un mundo hostil, físico y primitivo. Pocos días pasaron en una gran incertidumbre, en los que no había nuevas informaciones y Agnus parecía no cumplir con lo pactado. Fue entonces que los rebeldes planearon organizar una revuelta el día del Eclipse. Pero los Maestros, vigilantes en extremo, interfirieron las líneas de datos y se enteraron de esos oscuros planes. La idea de Jeu Azarru era la siguiente: Él, mientras tuvo atribuciones de Maestro de primer Nivel, planeó una forma de recuperar el control del sistema tanto de software como de hardware si algo así pasaba, un sistema que él mismo diseñó, y cuyos detalles y debilidades conocía a la perfección, y cuya puerta trasera había dejado abierta. Por lo tanto, a pesar de ser un clon Inferior, sabía como hacer que la computadora se detuviera, con una orden de software, y cómo intervenir los circuitos de seguridad a su antojo. También sabía como controlar a algunos de los robots que trabajaban dentro del Refugio para hacer que extrajeran a los cuerpos de sus tubos y los liberasen. Una vez libre, pensaba en sabotear la computadora central, desconectándola físicamente, quitando la vida a los Maestros Originales y de Primer Nivel.
El plan era muy estúpido, puesto que los rebeldes pensaban que podrían retomar el control de sus inútiles cuerpos, y que no había normas de seguridad en el interior del Refugio que los protegieran. Además, los Maestros no pueden eliminarse por un simple corte de energía de la computadora... Pero de todos modos, una rebelión así podía poner en peligro la vida de los clones que se hallaban dentro de los tubos contenedores, por lo tanto Agnus tuvo que tomar una dolorosa decisión, pero necesaria: Suprimir de raíz el foco y origen de los problemas.
Los clones rebeldes fueron eliminados, y los Maestros borrados de los bancos de memoria, inclusive algunos clones y Maestros que participaron en forma indirecta fueron penados también. Al poco tiempo, entre el miedo y la confusión, el tema fue olvidado y todo volvió a la normalidad. Esta tragedia hizo que muchas reglas se endurezcan, especialmente las relativas a las capacidades de los clones y Maestros, y la información que se les permite manejar. Jeu Azarru fue el primer y único clon vivo que llegó a convertirse en un Maestro de Primer Nivel. Luego de esta triste experiencia, Agnus prometió nunca jamás volver a repetir semejante error. Sólo los Maestros Originales tienen la capacidad y sabiduría para manejar toda la información, y tomar las decisiones que beneficien a todos, puesto que nunca se equivocan.”
Apolo estaba asombrado, nunca pensó que algo así hubiera ocurrido. A pesar ser una información muy subjetiva, analizada desde el punto de vista de los Maestros, y con adjetivos atípicos para la forma de expresarse el Ambiente, de todos modos era muy reveladora.
—¡Que fantástico!, mi padre llegó a ser un Maestro de Primer Nivel cuando aún vivía físicamente. Todo lo sucedido debe haber sido muy doloroso... Todos eliminados... ¿A qué se refería la frase “Pensaron que no existían normas de seguridad en el interior del Refugio”?
—No tienes privilegios para acceder a esa información —respondió tajantemente el Ambiente.
—¿Y qué ocurrió luego de la Revuelta del Eclipse? —inquirió Apolo, buscando conseguir más información de alguna manera.
—Todo volvió a la normalidad. Los Maestros pusieron sus ojos en los nuevos clones, para llenar los espacios vacíos que quedaron, luego de la eliminación de los sediciosos. Se pensó inclusive en eliminar a los descendientes de los revoltosos, pero luego de largos debates se prefirió dejarlos desarrollarse, con la esperanza de que crecieran tan capaces como sus padres, pero sin ese espíritu rebelde. Las normas de seguridad se reforzaron en todo el sistema, para evitar la repetición de ataques semejantes.
Por un momento, una duda asaltó a Apolo de forma repentina, que lo llevó directamente a preguntar lo siguiente:
—¿Quiénes eran los Padres de Xor?
El Ambiente, extrañamente, tardó unos segundos en responder. Es como si tuviera que haber revisado numerosos permisos, extensas listas de privilegios... Tal vez alertando a alguien más... Pero Apolo no se mostró preocupado por ello, sabía que siendo un Maestro de Segundo Nivel, por encima de los clones, debía tener acceso a ese tipo de información, secundaria al fin y al cabo... Finalmente la respuesta llegó.
—Los padres de Xor fueron Jogeir y X893, la madre portadora fue X1345.
Apolo sintió algo que no podría haber explicado jamás a nadie en esa sociedad, porque no lo hubieran entendido. Su mente se puso a divagar: “¿Será que el germen de la rebeldía es hereditario?” se preguntó, entre muchas otras cosas... “Tal vez la vida se recorra en ciclos, círculos, en los que repetimos, o intentamos mejorar, lo hecho por nuestros antepasados, por nuestra misma esencia... ¿Podrá ser eso real? Al fin y al cabo, pareciera que Xor y yo tuviéramos el mismo destino... No, no tiene el menor sentido, los genes no pueden transmitir ese tipo de información, la forma de ser de cada uno no viene predeterminada, tal vez un poco del carácter sí, pero nada más...”
—Sería demasiada casualidad que sea alguno de los arriba nombrados, pero... ¿Quiénes son los padres de AX736? —preguntó inquieto.
Hubo un corto momento de silencio, de nuevo.
—Los padres de AX736 son Jogeir y Paula, la madre portadora fue Paula.
—Creo que mis estúpidos pensamientos van cobrando forma, se van materializando en algo jamás pensado... Es increíble todo esto, formamos parte de una casta que estuvo a punto de ser eliminada antes de haber tenido oportunidad de defenderse... Y que ahora actúa exactamente de la manera que ellos temían que lo hagamos... 736 es hermana de Xor, tiene la misma semilla dentro, semilla que nuestros padres compartieron...
—¿Cómo se produce la eliminación de los miembros de la sociedad? —inquirió Apolo, buscando toda la información que pudiera recabar al respecto.
—Los Maestros de Primer Nivel deben ser borrados de la memoria principal y sus procesos dados de baja.
—¿Y los clones vivos? —preguntó, interrumpiendo al Ambiente.
—En la antigüedad simplemente se les cortaba el suministro de alimento y se los dejaba morir. Pero ahora es muy sencilla, una inyección letal hace todo el trabajo en pocos segundos.
—¿Esa inyección tiene algo que ver con la “Sonda intravenosa”? —contraatacó Apolo.
—No.
—¿En qué se diferencian?
—No tienes permiso para acceder a la información sobre la sonda intravenosa —le recordó el Ambiente.
—Sí, ya lo sé... Me intrigan los planes que Jeu Azarru urdió. Ya he visto que hay mil y un formas de abastecer de energía a la sociedad, y que ese flujo no se puede interrumpir. ¿Existe alguna manera de detener, o desconectar a la computadora?
—Solamente los Maestros de Primer Nivel pueden controlar todo, inclusive a la computadora. Pero ellos jamás la desconectarán. Además, los bancos de datos son alimentados externamente y la información resaltante se guarda en dispositivos físicos permanentes. Una interrupción, por más extraña que sea, no puede durar más que unos segundos, antes de que alguna de las fuentes alternativas de energía se active y la reemplace.
—Mmmm... Sí, eso es lo que siempre oí. ¿Hay alguna forma de recobrar la consciencia, en la realidad física? —continuó preguntando.
—No —respondió el Ambiente secamente.
—¿Por qué? —quiso averiguar con curiosidad Apolo.
—A los clones se les suministra una droga que desconecta el cuerpo de la mente y que los mantiene en el estado cataléptico en que se encuentran. Solamente el cerebro vive, y eso es lo que importa.
—¿Y que pasaría si esa droga no se administrase? —interrogó, cada vez más interesado.
—Nada en un principio. Los nervios nunca trabajaron, y por lo tanto no están acostumbrados a enviar órdenes del cerebro para mover los músculos, que tampoco han realizado ningún ejercicio jamás. Hipotéticamente, luego de mucho tiempo de no suministrarse la droga, las facultades podrían recuperarse, pero es muy dudoso que eso ocurra.
—¿El proceso de administración de esa droga puede controlarse?
—No, es un proceso automático del Ambiente —contestó el propio Ambiente.
—Pero los Maestros podrían dictar órdenes para que se modifique ese proceso —sospechó Apolo.
—No cualquier maestro, sólo los de Primer Nivel pueden hacerlo.
—De eso estoy seguro... ¿Cómo tiene la seguridad el Ambiente de quién es cada uno?, ¿Cómo se controlan esos permisos? ¿Cómo saben que yo no soy un Maestro de Primer Nivel?
—El Ambiente sabe exactamente quien es cada uno, y cuales son sus atribuciones, para eso se utiliza la primera letra adelante de cada nombre.
—Pero esa es una atribución que puede modificarse, por ejemplo, cuando se cambia de Status —siguió Apolo con el hilo del pensamiento.
—Por supuesto, pero sólo los Maestros de Primer Nivel pueden cambiar esas atribuciones en los demás miembros de la sociedad.
—¿Alguna vez alguien, aprovechando alguna debilidad del Ambiente o algún truco, logró cambiar sus propias atribuciones?
—Sí, una vez ocurrió eso.
—¿¡Sí!?, ¿Y quién fue? —preguntó, con la esperanza de aprender algo nuevo al respecto.
—Jeu Azarru.
—Volvemos a lo mismo... —se dijo Apolo, desilusionado—. ¿Cómo lo logró? —preguntó.
—No se te permite acceder a esa información —fue la respuesta.
—Por supuesto que no, puede ser peligroso que descubra alguna forma de armar un gran lío...
El Ambiente habló de nuevo, pero sobre otro tema:
—Apolo, es hora de la Clase, tus alumnos te están esperando.
Apolo se dio cuenta de que había pasado mucho más tiempo del que él pensaba. Sin mediar palabra más, solicitó al Ambiente ser transportado a la Clase, cosa que sucedió de forma instantánea. Todos sus alumnos estaban frente a él, en silencio, esperando que empezara su disertación. Pero como él ni había preparado la Clase, no tenía la menor idea sobre qué hablar. Empezó preguntando a los Clones si es que comprendieron todo lo explicado en la clase anterior, y fue respondiendo las preguntas que surgían, ampliando los datos, y tratando de hacer pasar el tiempo...
—Bueno —hablaba Apolo a los alumnos—, la información almacenada se resguarda en grandes bases de datos, y luego éstos se ordenan, para que al accederlas, podamos contar con un panorama de otros temas relacionados que nos ayuden en la investigación. Obviamente, los datos pueden llegar a ocupar un espacio físico enorme, y por lo tanto algunas técnicas de compresión son requeridas...
—¿Acaso no es irrelevante la forma en que la información llega a nosotros y cómo está organizada o comprimida? —preguntó un clon Inferior—. Para lo que hacemos sólo necesitamos que los datos estén allí, frente nuestro, cuando los necesitemos. El mecanismo por debajo de eso no nos debería interesar.
—Eso es así para ustedes —explicó el Maestro—, usuarios finales, jóvenes que sólo pueden ver la información y las obras, consultarlas y utilizarlas. Pero para los clones Superiores y Maestros no, puesto que somos los proveedores de la información, y los encargados de archivarla y ordenarla, tarea nada fácil. Tenemos que disponer todo de una manera fácilmente accesible para ustedes, y almacenar los datos en forma física en algún lugar, y cuanto más perfectas sean las técnicas para hacerlo, todo el sistema funcionará de una manera mejor.
—Eres un tonto —reprendió un clon Clase 0 al compañero que hizo la pregunta—. ¿Acaso no te das cuenta de que en algún momento llegaremos a ser clones Superiores y tendremos que saber todo eso? No se puede dar el caso de que subamos de Nivel y recién ahí aprendamos todo.
—En eso tienes razón —apuntó Apolo.
El Maestro continuó con la Clase por un tiempo más, pero de todos modos tuvo que terminarla un poco antes de hora, cuando se le agotaron los temas que discutir. Antes de permitir que todos se marcharan, solicitó al Ambiente lo siguiente:
—¿Puedo saber quién es el clon Y230/2, y si está aquí? Es de Clase 0, y no se distingue de los demás.
—Sí, el clon CY230/2 está presente y será resaltado de entre los demás —fue la respuesta, momento en el que alrededor de uno de los clones empezó a brillar una especie de aura blanca-amarillenta, llamando la atención a Apolo. Aparentemente el brillo era sólo visible a él, porque el resto de la comunidad no se percató del hecho.
—Pueden retirarse... —dijo finalmente Apolo—. Excepto tú —continuó, señalando a su hermano con el dedo—. Quiero hablar contigo un momento.
El clon Nuevo mostró un cierto temor, temor común a todos los clones Nuevos, puesto que los Maestros no suelen entablar ningún tipo de conversación fuera de las clases con ellos, salvo para recriminarlos. A Apolo le hubiera gustado encontrar un parecido en el aspecto entre ellos, pero eso era imposible, puesto que los clones Nuevos son genéricos y no distinguibles. Luego le hizo algunas preguntas: Qué le gustaba hacer, quienes eran sus amigos, que obras había disfrutado más. Lo hizo muy feliz escuchar que la Megademo le pareció maravillosa, así como algunas otras de sus creaciones. Además, Apolo le recomendó que viera ciertas obras que el Nuevo no conocía, todo en un ambiente muy ameno. Finalmente lo dejó ir, sabía que no tenía autorización para decirle muchas cosas, menos que era su hermano, y además resultaba sospechoso que casualmente hubiera estado hablando tanto tiempo con un clon Nuevo “cualquiera”.
Agotado, Apolo se movilizó directamente junto a 736. Ella estaba en el Museo, junto a Rufi, que correteaba divertidamente a su alrededor. Todos sus amigos también estaban allí, y al verlo materializarse junto a 736 se acercaron para saludarlo.
—¿Cómo está nuestro gran Maestro? —preguntó 210.
—No muy bien, estoy preocupado, tengo tantas cosas en la cabeza... —respondió Apolo con angustia.
—¿Qué te pasa? —inquirió 736 con dulzura, mostrándose preocupada por el estado de ánimo de Apolo.
—Tengo un enredo mental, datos que no entiendo, o que tal vez no quiero entender... En esta sociedad hay demasiadas cosas que están mal, todos al fin y al cabo somos unos engañados, unos esclavos... Creo que todos los problemas que tenemos giran en torno al poder... La supremacía de los mejores, cuya aptitud me parece cada día menor. No sé si un muerto puede saber administrar todo de verdad, por más que en vida haya sido un genio. —Por un momento todos se quedaron en silencio, mirando al Maestro que profería tan duras palabras—. Lo siento —continuó Apolo—, por un momento hablé paranoicamente, como Xor lo hizo conmigo en otras ocasiones, es mejor que no me hagan caso...
—Discúlpennos un momento —pidió 736 a los demás, y separó a Apolo del grupo.
—¿Estás bien? ¿Qué te ocurre? ¡No puedes expresarte de ese modo frente a todo el mundo! —le dijo luego, ya lejos del resto.
—Necesito descargarme, hablar, sé que no me está permitido hacerlo, pero ya no puedo seguir con todas estas cosas en la cabeza sin contárselas a nadie. —Su tono reflejaba un pesar que no podía ocultar, un pesar que empezó a sentir momentos antes, y cuyo origen ni siquiera él mismo comprendía.
—Acompáñame —le pidió 736, con ternura de mujer—, vamos a otro lugar, a hablar con tranquilidad.
Con una orden 736 transportó a ambos al Paisaje de Apolo junto al mar, ese lugar que ya conocía todos sus secretos, y que era testigo de todas sus alegrías y tristezas. Los dos se sentaron, como siempre, en la orilla de ese eterno crepúsculo. Apolo permanecía callado, pensativo, mirando al horizonte.
—Cuéntame qué te pasa, por favor —le solicitó 736—, te noto muy extraño, preocupado.
—Es que son tantas cosas —replicó él—, no sé por dónde comenzar.
—Por el principio —le respondió ella con una sonrisa.
—Creo que va a ser lo mejor, te voy a ir contando todo según el orden en que fui aprendiendo, sabiendo, pero espera un momento... Supervisión encendida —solicitó, y ésta se activó.
—¿Qué pasa? —preguntó 736.
—Nada, sólo quiero asegurarme que no nos molesten...
—Te escucho —le dijo ella.
—Sabes que ayer empecé mis trabajos como Maestro —inició la explicación Apolo.
—Sí.
—Bueno, en realidad poco es lo que he hecho hasta ahora al respecto. En vez de trabajar en mi proyecto me he dedicado a investigar otras cosas, de todo un poco, en especial los aspectos de nuestra sociedad cuyos detalles no están al alcance de los clones, hay tanta información a la que no tenemos acceso, tanta en realidad.
—Sí, pero eso siempre lo supimos, nuestra meta siempre fue crecer, y en cada paso tener derecho a aprender algo más, que antes no nos era permitido. Esa es la esencia de nuestra forma de vida. Se lo podría llamar, en cierto modo, evolución.
—Pero estoy preocupado. Ya soy un Maestro, y sigue habiendo demasiada información a la que no puedo acceder. Información que está disponible sólo a los Maestros Originales o de primer Nivel, que sabemos que ya han fenecido. Los clones vivos nunca podrán saber todo eso, y no me gusta, no tiene sentido... Mi padre fue el único clon vivo en la historia de nuestra comunidad que fue nombrado Maestro de primer Nivel...
—¿Tu padre? - preguntó ella extrañada.
—Sí, se llamaba Jeu Azarru, y fue uno de los Maestros más capaces de todos los tiempos. Creó este entorno sintético en gran medida, e hizo mil cosas a favor de nuestra sociedad.
—Qué extraño... —dijo ella—. Nunca escuché su nombre.
—Y no lo harás, porque sufrió el mismo destino que Xor... —por un instante se quedó mudo.
—¿Fue eliminado de alguna manera?
—Sí, en una rebelión, hace muchos períodos. Mi padre aprovechó todos sus conocimientos sobre el sistema que él mismo había diseñado para intentar sabotearlo y tomar posesión de él, y luego salir al exterior, que juzgaba habitable.
—¿Sí?, ¿En ese entonces ya se pensaba que el exterior era habitable?
—En ese entonces y mucho antes, ¿O acaso no recuerdas que en los primeros períodos del Refugio ya hubo gente que escapó al exterior, entre la locura y la desesperación?
—Fue un triste episodio, lo sé... —acotó ella.
—Siempre ha existido la semilla de la insubordinación en este lugar, de la añoranza, y nosotros somos el fruto de ella, es increíble...
—Te juro que no te entiendo.
—Mira, te lo voy a explicar en pocas palabras, así va a ser mejor. Yo soy hijo de Jeu Azarru, quien se reveló hace muchos años a Agnus y al resto de los Maestros. Junto a él, una tercera parte de la sociedad también lo hizo. Sólo te puedo decir que todos fueron eliminados, sin piedad. Xor, que demostró ser rebelde como nosotros, era hijo de Jogeir, un Maestro de aquellas épocas, que también fue eliminado junto a mi padre.
—Que coincidencia.
—Esperá, eso no es nada. Los Maestros se cuestionaron el deshacerse de nosotros, los hijos de esos rebeldes, para evitar que tal vez por algún motivo quisiéramos repetir las acciones de nuestros progenitores.
—¡Eso es horrible! —protestó ella—. No tiene sentido matarlos por algo semejante.
—Matarnos... —resaltó Apolo la palabra—. A nosotros... y a ti.
—¿Qué?, ahora sí que no te entiendo.
—Vos también sos hija de uno de esos Maestros... Sos hermana de Xor.
—¡No creo lo que estás diciendo! —dijo ella, atormentada.
—Sí, eres el fruto de la unión de Jogeir con una Maestra, llamada Paula. Por los datos que conseguí, calculo que tú eres el fruto de una unión. Mientras que Xor fue una mera programación de los Maestros. Ni Jogeir ni su madre deben haberse enterado de lo que sucedía, además de que la madre portadora era otra clon a su vez. Debes tener una diferencia de varios años con Xor. Bueno, una diferencia como la que tienes conmigo. Yo soy seis años mayor que tú en cuanto a la fecha en que fue fecundado el óvulo de nuestra madre. Pero no puedo saber la diferencia de edad que tenemos respecto a los nacimientos.
—¿Cómo sabes todo eso?
—Porque estuve investigando el significado de nuestros nombres. Sabemos que el prefijo A, B o C indica nuestro nivel dentro de la sociedad. La X o la Y indica nuestro sexo, y los números detrás no son aleatorios, si no que implican la fecha en la que el óvulo del que fuimos fruto, o su clon, fue fecundado. Por lo tanto, si yo soy 230 indica que fui fecundado en la fase dos del período 30. En cambio tú fuiste fecundada la fase siete del período 36, además la barra con un número indica el número de copia realizada, por ejemplo 580/2 es la segunda copia ¿Entiendes?
—Por supuesto que sí, está muy claro... —aceptó 736.
—Sólo hay algo que no me queda claro a mí. Sabemos que nos categorizamos en A o D, B o E, C o F. Existe una dicotomía extraña, sin sentido. Cuando pregunté a qué se debía, el Ambiente me indicó que indicaba nuestra ubicación física...
—Tal vez haya más de un lugar dónde se pueda estar.
—Eso es lo que creo.
—Sí... pueden haber varias salas o zonas del refugio, o algo por el estilo.
—¡No!, ¿Es que no lo ves? Creo que la sociedad está partida, dividida en dos lugares geográficos muy diferentes.
—¿A qué te refieres? —preguntó ella curiosa.
—Me refiero a que haya gente perteneciente a la sociedad que no esté sólo en este Refugio, que hay algo allá afuera además de nosotros. Pero voy a investigarlo más a fondo, tengo que saber de qué se trata. Hay varias cosas que me hacen pensar en ello, por ejemplo la existencia de satélites de comunicaciones girando alrededor de la tierra y que están bajo nuestro control, y Xor mencionó algo sobre Nautilia...
—Me parece tan extraño todo lo que me decís. Me cuesta entender, saber...
—Pero continuando con mis explicaciones, como te decía, todos nosotros somos una generación que casi fue eliminada. Creo que no lo hicieron por el simple hecho de que se iban a quedar sin reservas que ocupen los altos rangos investigativos que necesitaban, luego de haber eliminado a tantos Maestros y clones superiores. Además creo que tenían la esperanza de que seamos tan creativos y capaces como nuestros padres, y personalmente creo que lo somos, pero sin esa carga rebelde que ellos tenían. Parece que éste último tema es el que les falló en sus planes.
—Con todo lo que dices, no me sorprendería que el resto de nuestros amigos estén en la misma situación que nosotros: 210, 580/2 y los demás tal vez pertenezcan a esa misma generación maldita —sugirió la mujer.
—Pienso lo mismo. Y no me he limitado a averiguar solamente eso. Hay muchas otras cosas poco claras. Hay proyectos de investigación a los que no puedo acceder, proyectos con nombres extraños, que me preocupan. Ya he escuchado que los Maestros quieren de alguna manera poder penetrar en la mente de los clones, y eso me perturba.
—Sí, sabemos que el sueño dorado de los Maestros es conseguir entender nuestro pensamiento.
—Afuera hay un satélite de investigación nuestro —continuó Apolo—, es un cacharro que está en sus últimas, pero pude recabar algunos datos importantes sobre el exterior. La atmósfera es respirable, aparentemente, además de que la radiación es escasa. Inclusive pude ver algunas fotos que tomó. Es deprimente, todo el planeta parece un gran desierto. Pero vislumbré un rayo de esperanza, hay una foto en la que parece haber un arbusto, sé que es poco y no nos sirve de consuelo, ¡Pero hay algo vivo afuera!
—Si todo eso es cierto, entonces nada tiene sentido... ¿Por qué estamos aquí?, ¿Por qué no nos dejan salir? El motivo de esta existencia es que en su momento no había otra salida, pero si ya hay otras posibilidades de formas de vida...
—Eso es lo que te digo, todo está mal. Esta sociedad perdió su significado, como dijiste. Ya cumplió su cometido, deberíamos vivir de otra forma, transmutar nuevamente. ¿Sabes que los Maestros tienen bajo su control naves voladoras armadas?, ¿Sabes que manejan robots que en los alrededores del Refugio plantan objetos, posibles minas? Creo firmemente que afuera existe vida, y no un arbusto cualquiera, sino vida inteligente, que ellos temen que se acerque hasta aquí.
—Me asusta tu relato —le respondió ella.
—Obviamente, Agnus quiso explicarme todo de una manera lógica y coherente, con engaños, ¡No va a lograr engañarme!, sé que miente, por más que sus mentiras tengan coherencia.
—¿Qué clases de mentiras te dijo? —preguntó 736.
—Muchas, sobre las naves y los robots bajo su control. Pero no importa, son meros engaños. Estoy preocupado por otra cosa...
—¿Qué cosa?
—Nuestra unión... El proceso de fecundación, la clonación, el desarrollo del niño... Son todos procesos horribles... —le explicó Apolo.
—Pero todos hemos estado sometidos a esos procesos —le respondió ella, calmada—, y hemos sobrevivido a ellos.
—Ya lo sé, pero siento que juegan con nuestros cuerpos, con el de los niños indefensos... No me gusta para nada la forma en que nos tratan, parecemos ratas de laboratorio, combinadas según el antojo de los Maestros buscando crear a los mejores de la raza... Clones implantados en madres portadoras, que son extraídos mucho antes de estar completamente desarrollados porque el cuerpo de la portadora difícilmente lo soporte, una crianza en la oscuridad, despertar dentro de este lugar ficticio, nuestro hogar...
—Te comprendo, es dura nuestra forma de vida, si es que no estás conforme con ella —afirmó 736.
—¿Sabes algo?, mi padre había planeado sabotear las instalaciones, desconectar la máquina, eliminar las fuentes de poder, para poder escapar. Todo eso parece imposible ahora, no tenemos privilegios, hay fuentes alternativas de energía que se activan instantáneamente si alguna otra cae... Pero no sé, tal vez sea un sueño... ¿Y si pudiera en realidad hacerse algo así?
—¿Qué?, ¿En verdad crees que hay alguna forma de escapar? —quiso saber la clon.
—No lo sé, pero si la encontrara... ¿Me acompañarías? —la invitó Apolo sinceramente, con inocencia.
Ella no podía evitar que el temor la dominara, pero de todos modos le respondió con seguridad:
—Te acompañaría hasta el fin del mundo mi amor... Hasta el fin del mundo.
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