capítulo 9
Narra Miguel
Me desperté muy temprano, obviamente no sabía que hora era, pero por la pequeña ventana, sólo se filtraban algunos tenues rayos de luz, me dirigí al pequeño baño que se encontraba arrimado en una esquina, pero estaba ocupado. Al revisar la sala, me di cuenta de que era alejandra la que faltaba, así que me fui a sentar hasta que saliera, ella estaba llorando, supuse que se levantó temprano para que nadie la escuchara, así que le di privacidad y me retiré unos metros a esperar a que salga.
Mi maraña de preguntas cada vez era más extensa y confusa, pero se aclaró minutos después, cuando la puerta se abrió una vez más y 3 chicos robustos y una chica delgada aparecieron, al escuchar el golpe, todos se despertaron, y alejandra dejó de llorar.
Los 4 individual parecía que llegaban de la guerra. A la chica no la habían tocado, realmente se había defendido. Los demás llevaban cicatrices muy antiguas al rededor de sus brazos y cara. Me pareció reconocer a uno. Lo había visto en una reunión de trabajo de papá mientras llevaba pisco cual mesero. Él estaba de guardaespaldas y en ese entonces no llevaba la cara tan adornada. Todos eran guardaespaldas de la chica. Rápidamente me di cuenta que estaban allí por traición.
Me di cuenta de algunas cosas, no era por nosotros por lo que temían, era por ellos. Hasta a mi me dieron mala espina. Fui a ayudar ala chica, mientras que los chicos ayudaban a los guardaespaldas, casi no se sostenían en pie. Vi a Alejandra salir del baño al tiempo que un costal de comida caía para nosotros. Ellos eran muy generosos. Mejor dicho ella. Le dio una mirada significativa a alguien que no logré localizar con la mirada.
Alejandra estaba pálida y enrojecida de llorar, tenía los ojos hinchados, pero nadie dijo nada, cosa que ella parecía agradecer.
Comimos lo comestible. Luego cada uno se fue por su cuenta por la sala que cada vez se volvía más estrecha. Me acerqué a alejandra y me aleje lo más que pude de los demás
Narra alejandra
Me levanté muy temprano, aún el sol no había salido, me fui derecho al baño. Cuando cerré la puerta me entraron unas ganas profundas que no pude contener de llorar. Llore toda la madrugada. Ya se me habías acabado las razones para llorar, aún así no podía parar.
Horas más tarde, escuche golpes de caídas y me calle al instante, espera un rato y me lave la cara en el mugriento lavabo. Cuando salí, me encontré con una chica y tres hombres. No eran rostros conocidos. Pero hacia falta milésimas de segundos para saber porque estaban allí. Traición. A qué, aún no lo sabía, pero pronto me enteraría, o al menos eso esperaba.
...
Después de comer. Me fuí a sentar con los nuevos, pero Miguel me sostuve del antebrazo y me guió fuera de ahí, su agarre era tímido, pero denotaba seguridad. Cuando estuvimos "alejados" de los demás, lo cual era casi imposible, Miguel me miró a los ojos por una milésima de segundo, luego miró a sus pies. Comprendía lo que sentía, yo también era tímida, apesar de eso, pensé que ya teníamos confianza.
En pocas palabras me explicó todo lo que había pasado desde su llegada, y su teoría. Estaban buscando alguien para matarnos, pero algo los detenía. Él no creía que sólo era por dinero. Había algo más. También me explicó lo que notó en los ojos de la chica una hora antes. Yo le conté todo lo que había pasado desde que día en la mañana cuando no lo encontré en la bajada del bus.
...
Luego de charlar un poco, le ofrecí una sonrisa de consuelo. Íbamos a idear un plan de escape, pero necesitábamos ayuda, así que yo me acerqué a la chica y el hizo lo propio con los hombres.
...
Gabriella tendría unos 21 años. Era pelirroja, pecosa y bastante delgada. Le conté como llegue ahí, con la esperanza que ella también lo hiciera, pero tardó un poco en abrirse, hasta que por fin lo hizo.
- los que gían Esto, son narcos, como ya sabrás- negué con la cabeza- el papá de tu amiguito es uno de los jefes querida. Mi padre también lo era, y me obligó a serlo, cuando creces en un ambiente así, te acostumbras a la idea. Hace poco, intentaron hacer que pasará droga a la ciudad de México. Como me opuse, me acusaron de traición, así que escape con mis fieles guardaespaldas. Nos encontraron ayer por la mañana, pero el viaje fue largo. No esperaba encontrarme con un campo de fuerza tan grande. Aún estamos esperando a alguien niña. No creas que ya estamos completos. Tengo mis sospechas, esperó equivocarme.- Le conté la teoría de Miguel. Ella se quedó pensando. Dijo que ya no quería escapar, prefería morir, pero que nos ayudaría en la medida de lo posible.
Como a medio día me volví a reunir con Miguel. Gabriella y yo habíamos entablado una amistad por ahora estable. Miguel se veia emocionado y con muchas ganas de contarme algo.
Hola. Que tal :) esperó que todo muy bien. Y si no, no te preocupes, después de la tormenta viene el arcoiris y sin días malos, los buenos no se disfrutarían. Cap corto, pero me esforze,de hecho pensaba ya no publicar, pero lo hice por waplla, gracias.
Bye
❤
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