capitulo 4

Narra Miguel

Eran las ocho de la noche cuando alejandra me habló. De hecho me escribió pidiendo disculpas (?) yo no me había molestado con ella. Bueno su después de eso le mandé unos 10 mensajes para saber si estaba bien. Pero definitivamente no estaba molesto. Ella es mi amiga. Mi única amiga, ya se nos conocíamos un día, pero ese día fue el mejor que he tenido en una escuela. Con el "trabajo" de papá, nos tenemos que mudar de casa cada año, y vivir a la sombra de todos. Nunca conseguí hacer amigos. Pero ella se acercó a mi, lo cual era nuevo y diferente

...

Hablamos hasta las 10:00 de la noche, a esa hora me di cuenta de algo... No había visto a mi hermana desde que la llevé a la primaria hoy en la mañana.

Fui a buscarla en su cuarto, su baño, la sala, el estudio, la cocina, la terraza, el comedor, le pregunté a mamá, pero ni siquiera me respondió, ya que estaba muy concentrada en algo ( en problemas probablemente) . le pregunté a mis hermanos. Nada. Decidí llamarla, pero sonó dos veces y me colgaron.

Salí a buscarla, casi corriendo fui a la casa de su mejor amiga, creó que fue una sola vez, pero no debía descartar posibilidades. Toqué la puerta desesperadamente hasta que me abrieron y me dijeron que no estaba, incluso marta me dijo que no la veía desde que salieron de clase y se despidieron para tomar diferentes caminos.

Corrí al parque, recordé que me dijonque estaba saliendo con alguien. Mayor si no me equivocó, pero no mencionó cuantos años le llevaba.

No la encontré ahí, tampoco en la plaza ni en el centro comercial al que le encantaba ir, incluso pagué la entrada a todas las películas de ese momento para revisar las salas, pero no aparecía por ninguna parte.

Empezé a caminar sin rumbo alguno por las calles, hasta que escuché que alguien gritaba en un callejón, era la voz de una chica, una niña tal vez pero no lo sabía si no iba a averiguar, no tenía oportunidad contra lo que sea que esa chica estaba luchando, por obvias razones, nadie daba un centavo por mi en una lucha, pero no podía quedarme ahí parado. Cuando me adentré al callejón, me paso lo peor por la cabeza, reconocía esa vocesita, era mi hermana, en ese momento corrí donde provenían los gritos.

Cuando llegué, le tiré un puñetazo lleno de adrenalina, que probablemente le rompió la nariz, cuando estuvo en el suelo empezé golpear todo, su cara, su estómago, y su punto débil lo pateé con más fuerza de la que nunca había tenído . Mi hermana ya no tenía su pantalón puesto, y su blusa estaba desabrochada. Ella se había arreglado para ese marrano. Agarré a mi frágil y delicada hermana por la cintura y le ayudé a vestirse. Con apenas 11 años de edad ya había sido violada. Se veía en su rostro, él ya estaba acabando con ella. Le saqué una foto al tipo y me llevé a mi hermanita a casa.

Ella lloró todo el camino. Por obvias razones razones no hablamos de eso. Pero con una sola mirada me dijo todo. Aún podía ver la cara de ese degenerado tirado en el piso. Tenía los ojos verdes y el cabello castaño.
Era musculoso, había seducido a mi hermana, ese tipo tenía por lo menos 43 años, tenía barba y una nariz larga.

Estaba muerto de rabia. No pude hacer. Nada más, nunca me caracterizé por ser fuerte ni nada parecido, esto me estaba matando. Al día siguiente iría a la comisaría a sentar la denuncia, porque a pesar que su nariz estaba sangrando, cuando tomé la foto aún no estaba totalmente hinchada, esperaba que eso fuera suficiente para que puedan reconocerlo y meterlo a la cárcel por siempre, pero en ese momento, até cabos, a ese tipo ya lo había visto, trabajaba para mi papa, si era así, no había nada por hacer, seguramente ya lo buscaban por muchos otros delitos, y denunciarlo, sólo haría que papá se enoje y me bote de la casa. Haría algo, no sabía que, pero ese idiota iba a pagar por lo que hizo.

Acosté a mi hermana en su cama, de tanto llorar, se había dormido, la tapé y me fui sin hacer ruido.

Me fui a mi cuarto y cerré la puerta, tomé un retrato mío en el que aparecía un par de años atrás ganando mi diploma de primer puesto en mi clase, lo tiré con todas las fuerzas que me quedaban contra la pared, ni siquiera había prendido la luz. Esa noche dormí nada. Esperaba que ella hubiera podido...

...
Al día siguiente me encontré con alejandra. Le conté todo lo que pasó el día anterior. Me pidió que le mostrará la foto, ya que después de haberle dicho que le rompí la nariz se mostró muy interesada. Cuando le mostré la foto, su rostro se tornó demasiado pálida, casi podía ver a través de su piel. Me empezó a preocupar.

...
Gracias por leer besos :*

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