capítulo 12

Narra gabriella

Al bajar del avión, todo fue bien. No nos revisaron nada, era un poco extraño. Pensé que tal vez estuvieran observándonos y que al próximo viaje nos atrapaban.

Mis sospechas se hicieron realidad cuando me dí cuenta que una cámara nos seguía y que cuando me fije en en ella se volvió.

No le di mucha importancia en ese momento, pero apenas llegué al hotel llamé a papá, quien me dijo que no pasaba nada y que seguro estaba loca, ok no lo dijo con esas palabras, fue más o menos algo así:

- mira hija de perra, nadie sospecha de tu puta vida, a nadie le importa, así que no te creas el centro del pinche universo- nótese que estaba borracho-  vete a trabajar o que! Quien carajos crees que va a mantener tu miserable vida! Más te vale que no pase nada o te vas olvidando de tu MAMITA. Ja! Pera de mier... - y le colgué.

Ya estaba decidida, me iba a escapar. Era cuestión de semanas. En ese momento sólo quería dormir y regresarme lo más pronto posible.

...

Narra Lauro

Gabriella estaba muy tensa. No me di cuenta del porqué hasta que llegamos al hotel y se fue al baño.

Desde donde yo estaba se escuchaban los gritos de su papá y el llanto desconsolado me mi compañera. Esperé a que salga y por más que se veía terrible, no hice ningún comentario. Sólo me acerqué a ella y la abracé. No dije nada. Absolutamente nada. Ella lloró en mi hombro por unos 10 minutos. Los llantos no eran constantes, iban y venían, pasaban de enojo a tristeza en milésimas de segundo, luego se reía y volvía a llorar. Cuando nos separamos la mire a los ojos, y aunque no dije nada, le transmití que tenía todo mi apoyo incondicional.

...

narra gabriella

felizmente el regreso fue tranquilo, pensé que tal vez mi papá si tenía razón y yo era una paranoica loca.

después de eso, no tuvimos grandes misiones, por lo que tuvimos tiempo para pensar en los planes de escape

esto teníamos

plan A

-en dos semanas, teníamos que viajar otra vez, ya habíamos comprado los boletos para quienes venían con nosotros. confiábamos en que no se percatarían de nuestra compañía. llegando al destino, en ves de dirigirnos al hotel, tomaríamos un bus que nos llevase a la cuidad más cercana. ahí tomaríamos un nuevo vuelo e iríamos a Centroamérica por un tiempo, ya teníamos los pasajes comprados y las identificaciones falsas totalmente creíbles (cortesía del hijo de un amigo de mi papá, con quien teníamos contacto, ya que ninguno de los dos conocíamos a más personas de nuestra edad). estábamos listos para comenzar una nueva vida.

por si ese plan fallaba:

plan B

- si o aceptaban nuestras identificaciones falsas (imposible) tomaríamos un crucero de 4 días hasta que nos puedan mandar otras identificaciones un poco más detalladas.

por último

plan C

- si nos capturaban, nuestras familias ya estarían a salvo en el siguiente vuelo. en el caso que nos quisieran hacer daños como darnos latigazos, torturarnos o darnos una muerte dolorosa y poco digna, teníamos una píldora de veneno para cada uno y así evitarnos el sufrimiento muriendo en un profundo sueño.

...

llegó el gran día. todo estaba listo, me dí cuenta que estábamos tomados de la mano cuando ya casi llegábamos, me gustaría decir que me puse roja como las chicas de lis libros, pero como ya lo dije, yo no tenía sentimientos. llegamos al aeropuerto, donde nos esperaban 2 hombres más. todos los planes se venían abajo. excepto el plan C, ese aún podía funcionar, o al menos una parte.

...

aterrizamos, me acerque a mi mamá y le dije que huyera, que teníamos un retraso pero que nos encontrábamos en el destino. lauro hizo lo propio. no podíamos ir al hotel y luego regresar, no luego de tantos planes juntos y tantas cosas que debíamos vivir.

narra lauro

nuestros planes se vinieron abajo, pero yo no iba a permitir que todo el esfuerzo y los gastos se vallan a la basura, así que encaré a los hombres:

- señores, tengo algo que comunicarles- los miré con cara de pocos amigos- hasta aquí fueron requeridos sus servicios, de ahora en adelante me encargo yo. pueden regresarse en el siguiente vuelo-

-van a escapar verdad?

narra gabriella

al escuchar eso empalidecí por completo. era la primera vez en años que tenía miedo. tomé la mano de lauro, quien por suerte se tomó todo con calma.

- disculpa pero está tomando falsos testimonios contra nosot...- no dejaron que lauro terminara su frase.

- llévenos con usted- suplicó el más alto.- no causaremos problemas, casi no comemos y podemos dormir en el piso. mataron a nuestras familias y ya no nos queda nada. tenga piedad señor. yo sé que usted sabe lo que es ser latigado.

nos miramos completamente asombrados. no podíamos dejarlos ahí. resivirían una pena de muerte por dejarnos ir. pero o había forma de llevarlos con nosotros. no teníamos tantas identificaciones ni pasajes.

-haremos lo que podamos, pero deben estar preparados para todo.

...

pasaron 3 días desde nuestro escape y aún no llegábamos a nuestro destino para reunirnos con nuestras familias. estábamos viajando por tierra cuando fuimos intervenidos en medio de la carretera. eran policías.

volví a tener miedo. los últimos días mi corazón (si aún lo tenía) había decidido revelarse y le dio paso a cualquier emoción que tocaba su puerta.

ellos ni siquiera revisaron a los demás, fueron directo a nosotros y nos sacaron a la fuerza gritando que se nos buscaba desde por delitos imperdonables, la gente empezó a temblar y algunos a abuchear, pero mi corazón decidió cerrar sus puertas esa vez y se lo agradecí.

narra lauro 

nos encerraron en la parte de atrás de una camión cerrado. después de hablar con gabriella, decidimos no tomar las píldoras, sería injusto, solo nos ahorrariamos el sufrimiento a nosotros y todo el enojo recaería en ellos.

...

cuando llegamos, había pasado por  lo menos 12 horas y moría de hambre y sed.

- pasen siéntense caballeros, señorita.- el tipo que hablaba era gordo, tenía barba greñuda, el pelo quemado por partes, cicatrices en toda la cara y tenía un ojo blanco. estaba sacado de una película de terror. - pues entenderán que se han ganado un castigo por así llamarlo- dijo con voz melosa fingida y enojo retenido- tienen alguna idea de lo que nos ha costado su travesura!- explotó. se puso rojo y una vena saltaba en su frente, su ojo blanco se tiñó de sangre y detonaba enojo por todas partes.

nuestra sentencia fue 30 latigazos a cada diarios hasta que encontraran que hacer con nosotros. meré a gabriella, no sabía como ocultar su pánico.

- yo recibiré los latigazos de ella-

-como dijiste?

- que yo recibiré los latigazos de ella- repetí. 

gabriella volitó a mirarme con los ojos llenos de lágrimas- no dejaré que lo hagas-.

narra gabriella

no iba a permitir que lo haga, así de simple

- gabriella, jamás dejaré que te hagan daño, eres muy importante y especial para mí- lo dijo casi en susurros. en ese momento me podría haber abalanzado sobre él y haber tenido el primer beso con el que nunca había soñado, que de pronto se volvía el momento más mágico de la vida, pero fue interrumpido por el señor

-así que tenemos un heroe. odio a los héroes. no te preocupes, ella no recibirá castigo, pero tu recibirás 10 latigazos más de bono- iba a reclamar, pero no me dejaron- y sin reclamos o los dos recibirán 100 diarios.

...

todos estábamos en el mismo calabozo. esa noche yo dormí con lauro en el suelo, la primera dosis de castigos ya había acabado. y lauro tenía la espalda bañada en sangre. solo se la pude limpiar con agua. lo miré directo a los ojos y le susurré gracias. mis ojos estaban llorando. no podía contener mis emociones, no más. me acerqué a él y choqué nuestras frentes. cerré los ojos y cuando los abrí él tenía sus labios a 5 milímetros de los míos, cerré los ojos otra vez y terminé con la distancia que nos separaba.

-nunca me dejes lauro-

-nunca-

...

6 días después...

me desperté porque tenía un dolor horrible de estómago, con todo este problema había olvidado los cólicos.

-vamos a trasladarlos a la fortaleza- dijo una mujer

-eso está construida para alguien más importante que ellos, es exclusivo para la jerarquía, ellos no lo merecen (risa macabra)- hablaba un hombre

-me vale que el presidente valla a estar ahí, ya malogré tres blusas en los castigos de estos estúpidos-

...

lauro se encontraba mal, pero las heridas ya estaban cerrando y él se hacía el fuerte en todo momento. cuando llegamos a nuestra nueva prisión, nadie puedo notar su dolor y yo solo sabía que cada vez lo amaba más.

sentía que debían saber como se conocieron *-* ok hubo un poco de romance en este cap, no fue mi intención, pero cuando me di cuenta ya estaba enredada en todo esto. cap largo, espero que no les aburra. a mí me encantó. siguiente cap conoceremos a alguien muy especial en la historia. ya casi se acaba... 

besos 

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