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El impacto sacudió la propiedad causando que un estremecimiento recorra los cuerpos desnudos de ambas mujeres que se sujetaron más hacia la otra como señal de protección. Ninguna movió un sólo músculo hasta que el gran estruendo terminó.
-¿Pero qué mierda ha pasado?- cuestionó Vi anonadada, mientras que la peliazul rompía el abrazo.
-¡Papá!- exclamó Caitlyn con palpable preocupación, mientras corría a su armario; sacó lo primero que encontró, lo cual fue uno de sus tantos uniformes de Vigilante, y no se molestó en amarrarse el cabello cuando ya estuvo vestida, únicamente salió a buscar a su padre. Claramente, Violet no se quedó atrás y, mientras su novia se cambiaba frenéticamente, ella también cogía su ropa amontonada sobre el escritorio de la habitación y siguió a la priltoviana hacia la habitación de su padre.
-¡Cait, estás bien!- soltó Tobías con total alivia cuando la mencionada abrió su puerta y lo encontraba amarrando sus zapatos- ¿Las dos están bien?- interrogó cuando apareció la pelirrosa detrás de su primogénita.
-Lo estamos.- confirmó la ojiazul.
-Será mejor salir de aquí, antes que haya otro ataque.- sugirió la peleadora, al mismo tiempo que colocaba una mano en las lumbares de su novia, quien asintió de inmediato, se acercó a su progenitor y lo ayudaba a salir con velocidad. Mientras bajaban; Luna, Jay, Viktor y Jayce también salían de sus habitaciones y les pisaban los talones.
-¿Es otro atentado?- preguntó Talis, mientras miraba a Caitlyn, la aludida alzó su hombros con vacilación.
-¿Cómo es que ellas salieron antes que nosotros?- le preguntó el zaunita a su amiga en un susurro- Pensé que iban a aprovechar esta noche para finalmente follarse, se supone que estaban desnudas y perder más tiempo.- argumentó cuando la pelirroja frunció el entrecejo al no entender su pregunta.
-Pues yo no escuché ningún gemido proveniente de su cuarto.- respondió ella.
-Ventajas de ser rico y construir tus habitaciones para que sean insonorizados: puedes escuchar a los de afuera, pero los de afuera no te pueden escuchar a ti.- explicó Viktor en una intervención susurrante, pues fue el único que escuchó su conversación.
La ojiverde y su amigo se vieron mutuamente y luego se dedicaron unas breves sonrisas cómplices.
Sin embargo, antes de que alguno pueda decir algo más, las puertas principales de la mansión comenzaron a ser azotadas en unos feroces intentos por entrar a la fuerza, los primeros golpes secos llamaron su atención y, por unos segundos, se quedaron congelados observando en dirección a la entrada. Vi fue la primera en moverse, se acercó a las ventanas que estaban al lado de las puertas y, con un sutil y discreto moviendo, levantó ligeramente las persianas y sus ojos casi salen de sus órbitas por la impresión.
-Oh, carajo.- murmuró alejándose y volviendo con el grupo, quienes la veían expectantes- La bomba que nos lanzaron fue para abrir las rejas del patio y han pasado alrededor de 8 personas infectadas con Brillo y vienen más.- informó mirando detenidamente a cada uno.
-Claramente, es Silco.- señaló Jayce lo que es obvio.
-Debe saber que hemos vuelto.- dedujo la menor de los Kiramman volteándose hacia su novia con rostro arrugado de preocupación- Tal vez no tenga idea de la resistencia, pero su mayor amenaza somos nosotras: las legítimas herederas del poder de nuestras ciudades.- aclaró.
-Ok, es genial que deduzcas eso con tu linda cabecita piltoviana, ¡pero en cualquier momento van a entrar para matarnos!- bramó Luna histérica.
-Tenemos las armas Hextech.- anunció el más pálido de todos, antes de ponerse en marcha hacia el sótano, siendo seguido por su socio.
-Yo iré por mi rifle.- avisó Caitlyn.
No obstante, antes de que pueda subir en dirección a su habitación, los golpes secos en las puertas cesaron y, luego de un momento de completo silencio, otra explosión detonó partiendo en pedazos aquellas puertas y derrumbando un poco de las paredes a los costados.
-¡Vi!- le gritó Viktor a la pelirrosa, quien apenas giró a verlo, tuvo que coger en el aire el par de guanteles azules que le había lanzado- Me imagino que sabes cómo usarlos.- añadió el castaño dedicándole una sonrisa cómplice, la cual fue correspondida.
-Luna, quédate atrás con el señor Kiramman, nosotros nos encargamos.- le ordenó Jay a su amiga cuando vió a los científicos con sus respectivas armas, Caitlyn ahora sí subía por la suya y los primeros mounstros cubiertos de Brillo entraban a la propiedad.
-¡Yo puedo ayudar!- refutó Tobías, pero aún así se dejó llevar por la joven hasta la parte de atrás.
-Y lo harás, pero desde esa posición.- declaró su hija con total autoridad cuando bajó nuevamente y le entregó un rifle para él- Si se nos acercan demasiado, cuidas nuestros flancos.- le indicó y él le guiñó un ojo en respuesta.
Y así es como una ardiente batalla comenzó, cada vez se aproximaban más y más personas infectadas; Jay se quedaba cerca de Luna y Tobías por protección, mientras que Vi se abría paso en las pelas cuerpo contra cuerpo que disputaba y Caitlyn se mantenía cerca de ella como respaldo; mientras que Jayce y Viktor avanzaban con más lentitud debido a sus armas de larga distancia. Nuestros protagonistas iban ganando cada vez más terreno, hasta que consiguieron salir de la mansión en dónde divisaron a Marcus, Sevika y Silco. La moreno fue quien empezó a caminar hacia Vi, mientras ambas se lanzaban miradas fulimnantes y retadoras.
-Sevika es mía.- gruñó Violet a sus aliados, justo antes de empezar una candente lucha con la mujer que traicionó a su padre.
-¿Dónde te habías metido, Caitlyn Kiramman?- le cuestionó Marcus a la joven, quien le apuntaba con su rifle, mientras él parecía tranquilo al lado de su jefe- Hiciste un buen trabajo al no dejar huellas de su salida.- la felicitó, pero no había nada amigable entre las facciones de su frívolo rostro.
-Ojalá te pudras en el infierno por tus actos contra Piltóver y en contra de a quien nunca podrás superar: La Sheriff Grayson.- bramó con rabia, lista para apretar su gatillo.
El grito desgarrador de Vi logró que desviara su mirada de su objetivo y pueda ver el cuerpo de Sevika inerte sobre un charco de sangre. Vi había ganado su batalla y era una de que ella también gane la suya. Así que, sin tener espacio para ningún remordimiento, apretó el gatillo impactando su bala entre las cejas del traidor. Y justo cuando ambas iban por Silco, Los Firelights aparecieron sobre sus aerodeslizadores, regando las mismas mariposas que sólo unos días atrás habían causado estragos en su refugio. Cuando pasó al lado de su hermana mayor, Ekko le guiñó el ojo y Vi lo entendió.
-¡Abajo!- le gritó ella a sus amigos, antes de proteger consu cuerpo a su novia.
Unos segundos después, las explosiones acabaron con la vida de los infectados y de la de Silco, quien su última imagen de vida fue tener a la niña que acogió como suya hace 8 oscuros años.
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el último capítulo de esta historia, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💚
Aún nos queda el epílogo, el cual saldrá la siguiente semana, así que aún tenemos algo pendiente aquí y luego podré agradecerles como es debido por seguir el rumbo de este fanfic hasta el final.
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! 🧡
A_Hiccstrid
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