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Faltaba unas pocas horas para que el alba dé inicio, hace horas que su compañera cayó dormida a su lado, pero Vi no podía pegar un solo ojo. A pesar de que llevaba años acostándose con Luna, incluso a veces hasta con Jay, siempre se quedaba mirando al techo sintiendo la terrible sensación de haber traicionado a cierta piltilla que aún rondaba por su cabeza y corazón.
-¿Cómo estarás, Cupcake?- murmuró en un hilo de voz mirando al techo y con ambas manos tras su cabeza.
La pelirroja a su lado se removió entre las sábanas que cubrían su desnudez, Vi giró su rostro temiendo haber sido descubierta, pero su amiga no dió otra señal de estar despierta, por lo que suspiró por lo bajo.
Violet decidió no dar más vueltas a sus pensamientos y dormir, después de una noche tan movida desde la pelea, necesitaba un descanso.
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Caitlyn tomó todas las balas posibles que entraan en el bolso que se llevaría, no sabía qué tan lejos iría no tenía ningún destino definido, pero no podía seguir en Piltóver y no hacer nada para salvar lo que queda de su familia y de su gente. Se aseguró que tenía las provisiones necesarias, llevaba un prudente cantidad de comida, agua y dinero.
Salió de su habitación y entró a la de su padre, le dolía tanto el pensar en dejarlo solo, pero no iba a cambiar su decisión.
-Te prometo que volveré, papá.- le susurró cerca a su cama y se inclinó para depositar un suave beso en su frente- Y necesito que tú estés bien cuando regrese, por favor.- le pidió con los ojos cristalizados, pues sabía que desde hace un buen tiempo, su padre no estaba en el mejor estado de salud.
Lo contempló unos segundos más y por fin se retiró, al cerrar la puerta con cuidado, contuvo el aire al ver a Jayce observándola desde su puerta.
-No es lo que crees.- le dijo en un vago intento de engañarlo.
-Sé exactamente lo que vas a hacer, Cait, te irás por ayuda.- respondió el científico sin dejar su relajada postura, apoyado contra el marco de su puerta- La capa negra que usas, tu rifle escondido debajo de ella, tu uniforme de Vigilante y el bolso que llevas me dicen a gritos que te vas. Y está claro que no hay nada que pueda decir o hacer para impedírtelo.- señaló en un tono de reproche.
La joven suspiró en medio de una sonrisa de lado.
-Sólo te pido que lo cuides, por favor.- le suplicó secando rápidamente la furtiva lágrima que se escapó de su ojo y se acercó a él para observarlo mejor entre la penumbra de la noche.
-Tienes mi palabra.- concedió sin descontar su mirada de la suya.
Unos segundos de un incómodo silencio se formó entre ambos, el moreno quería con todas sus fuerzas intentar que no se vaya, no quería dejarla ir; mientras que la ojiazul se debatía si debía despedirse de él adecuadamente, pero lo sucedido hace solo unas cuantas horas la dejaba nerviosa y algo renuente a acercarse.
-Tú también cuídate, Jayce.- le dijo y luego le dió un veloz abrazo, el cual pudo ser correspondido a duras penas.
El pelinegro sólo le asintió con la cabeza y dió un paso atrás hacia su habitación, clara señal para Kiramman que ya debía irse, así que le dió una última mirada y bajó las escaleras para perderse en la oscuridad, luego se escuchó la puerta abrirse y cerrarse, consiguiendo que el chico suspire para meterse una vez más a su habitación.
¿Ahora qué le diría a Tobías, Marcus y, en especial, a Silco cuando pregunten por ella?
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Unos días después...
-¿Estás completamente segura?- le cuestionó el de ojos marrones por milésima vez a su mejor amiga, quien exasperada gruñó preparándose el desayuno- Aún puedes esperar un poco más para sanar del todo, uno o dos días más no es mucho.- añadió antes de darle un mordisco a su manzana.
-Ni mi labio, ni mi ceja siguen inflamados; los moratones en el abdomen ya casi desaparecen. Estoy perfecta para volver a pelear.- anunció la pelirrosa cuando terminó su labor y volteó a verlos.
-Qué mujer tan terca eres.- comentó la ojiverde sentada sobre la pequeña isla de la pequeña cocina y sólo con un polo de Vi cubriendo su cuerpo.
-Y les gusta eso.- respondió la aludida con soberbia.
-Sólo no confías en mí para traer la misma cantidad de dinero que tú traes.- volvió a hablar Jay desde el otro extremo del lugar y la pelirrosa negó de inmediato con la cabeza- Claro que sí, las mejores apuestas las tienes tú. Todos apuestas a que vas a ganar, y con justa razón, porque jamás decepcionas. No es lo mismo a que pelee la invicta y favorita de muchos, a que pelee uno más de la lista.- aclaró con remordimiento alguno.
-¿Cuántas veces tengo que decirte que no te menosprecies así?- bramó Violet antes de tomar un sorbo a su café- Estos días hemos estado bien con el dinero que has ganado de tus peleas. Tal vez sea hora de que Luna vuelva también a su área.- acusó directamente mirando a la otra chica.
-¿Estás segura que quieres que vuelva a acostarme con un montón de chicas solo por dinero?- cuestionó ella en un inútil intento de ponerla celosa.
-Sabes que yo no tengo compromiso alguno, no tenemos nada serio, así que ni tengo ningún problema en que vuelvas a trabajar en el prostíbulo. Siendo sincera, nos vendría bien otro aporte, a ver si así ni llegamos a las justas a los finales de mes.- contestó con calma,
Mientras Jay se mordía el labio para no reír al ver la cara de disgusto de Luna; no importaba cuánto se esmeraba su amiga, Vi nunca podría tener algo serio con ella.
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La noche había llegado y claramente Vi volvió a las peleas obteniendo un rotundo triunfo, el cual todos los presentes celebraron. La mujer se bajó con rapidez del ring y fue a cobrar su dinero para poder marcharse.
-Buena pelea, Vi.- la felicitó el sujeto que le iba contando sus billetes.
Sin embargo, otra joven de cabello azul oscuro había entrado a aquel local pensando ingenuamente que podría encontrar a alguien que la ayudaría al terrible problema que estaba teniendo su ciudad. Ella se movía a duras penas entre la gente, todos se empujaban y gritaban con altanería, no entendía con exactitud qué pasaba, hasta que avanzó un poco más y pudo percatarse de una pelea en un ring.
Su corazón dejó de latir unos instantes cuando vió una cabellera rosa sobresalir en medio del espectáculo.
-¿Vi?- preguntó para sí misma tratando de ver su rostro, pero estaba muy alejada de la disputa y entre los saltos y manos alzadas del público estaba complicado cumplir con su objetivo.
Así que ni perdió más tiempo y empezó a colarse entre la gente para llegar lo más rápido al ring, ni siquiera sabía si era ella, ni siquiera sabía si era posible, porque para ella y seguramente para todos los que la conocieron, Violet estaba muerta. No obstante, nunca se encontró su cuerpo, como los de su familia, aún podía haber una posibilidad.
-¡No, no, no!- gritaba al ver que la pelea ya había acabado y aquella mujer bajaba del ring- ¡Vi! ¡Vi, espera! ¡Vi! ¡Por favor!- gritaba en medio del bullicio, pero no llegaba tan rápido como quería y la había perdido de vista.
-¿Una nueva retadora?- un corpulento hombre la tomó de las muñecas cuando llegó al ring.
-¿Qué?- soltó algo aturdida- ¿Qué hace?- reaccionó cuando él ya le había quitado su capa, bolso y arma.
-Si vas a pelear, tiene que ser una pelea justa.- le reclamó el sujeto, antes de empujarla dentro del ring y todos los aficionados gritaron más fuerte al darse cuenta de que otra pelea va a iniciar.
-¿Quién es esa?- escuchó Vi a una chica de su alrededor.
-Nunca la había visto por aquí, pero parece que tiene un uniforme o algo por el estilo. Se ve realmente sexy.- le contestó un chico, quien cuando dijo "uniforme" llamó la atención de la luchadora al recordar a los Vigilantes.
Con el corazón bombeando desenfrenadamente, Vi giró su rostro al ring justo cuando recibió su dinero completo y sus ojos se abrieron de golpe a ver de espaldas a una joven de cabello azul oscuro con el típico uniforme de los Vigilantes de Piltóver. Se asustó cuando un contrincante alto y fornido subió al ring e hizo que la chica voltee asustada a verlo, cuando la vió de frente no tuvo más dudas. Era ella.
-Caitlyn.- musitó preocupada y la campanilla de inicio de la pelea retumbó.
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 🖤
Y nuestras niñas ya no estarán más tiempo separadas, a partir de ahora estarán juntas, pero no necesariamente me refiera a que estén unidas. Todo a su tiempo, vamos paso a paso.
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! ✨
A_Hiccstrid
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