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Violet regresaba de su rutina de parkour matutina, caminaba relajada y con confianza por las temidas y peligrosas calles de Los Carriles. Debía confesar que, a pesar de que amara con locura a su familia, disfrutaba mucho pasar esos momentos a solas y sentir la adrenalina por su propia cuenta.

Sin embargo, aquella calma se disipó cuando en una esquina fue interceptada por Silco, su tío.

-Vaya, vaya, la heredera de Vander.- fueron las primeras palabras del adulto hacia ella, quien retrocedió un par de pasos a la defensiva cuando él se colocó en frente, tomándola por sorpresa- ¿Qué haces por aquí sola?- le preguntó fingiendo preocupación.

-No seas hipócrita, eso no te interesa en lo más mínimo.- arremetió la joven con firmeza y fulminándolo con la mirada.

-Esa no es una forma de tratar a un tío.- señaló él con una inquietante tranquilidad, la cual solo hacia poner a la pelirrosa más en alerta.

-"Tío" dices.- respondió sarcástica- Apenas te conozco y no tienes ningún lazo de sangre con Vander, así que tampoco tienes derecho a ganarte ese título.- refutó arrugando la nariz irritada. No le gustaba para nada aquel sujeto, su padre les había indicado que se alejen de él y no planeaba desobedecerlo.

-Es cierto, niña. Mi lazo de hermandad con él jamás volverá a ser la misma.- aceptó Silco en un tono lamentero.

-¿Y qué quieres?- gruñó Vi con hartazgo.

-Lograr que veas su equivocación.- contestó de inmediato el pelinegro, la chica bufó en respuesta e iba a pasarlo por un costado, pero él la tomó del brazo evitando que se aleje- Nuestra gente se muere a nuestro alrededor, Vi. No hay comida, no hay agua; tienes que luchar para sobrevivir y, déjame decirte, que sobrevivir no es lo mismo que vivir. Lo poco que tenemos seguimos dándoselo a Piltóver, ¿por qué? Si ellos tienen mucho con sus propios impuestos, mientras que aquí sobrevive el más fuerte.- aquel discurso la de ojos celestes se lo sabía de memoria.

-Esa mierda ya lo sé.- bramó soltándose de su agarre y tragó saliva con dureza, antes de continuar- Mi padre logró que sólo los grandes empresarios del subdistrito le paguen a los piltovianos los impuestos.- defendió la adolescente.

-¿A cambio de qué? ¿Piltóver hace algo por nosotros? ¿Nos ayuda en nuestras precarias situaciones? ¡Claro que no, les importamos un carajo, niña!- exclamó el adulto con furia acercándose más a ella para encararla, pero Vi ni se inmutó- Y la gente ya está harta de esta sumisión, hartos de pelear cada día para sobrevivir. Verás muy pronto que la gente se revelará ante Vander para exigir libertad y nuestras calles sangrarán.- le informó con desdén para luego darse media vuelta y volver por donde había aparecido.

Vi frunció el ceño pensando en sus palabras, las cuales no estaban tan lejos de ser acertadas.

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-Mylo está escondiendo dos de sus cartas, Ekko.- señaló con su característica voz neutra al entrar en La Última Gota y ver qué ambos morenos jugaban a las cartas y el mayor de ellos tenía un par de cartas escondidas en su espalda entre sus ropas.

-¡Oye, no seas una boca floja!- reclamó el pelinegro cuando Powder se acercó para coger y revelar las cartas en cuestión.

-¿Qué tal te ha ido? ¿Has tenido problemas con alguien?- le preguntó su padre una vez que se sentó en una de las sillas de la barra. Violet lo vió unos segundos, mientras dudaba en si decirle la verdad o simplemente mentirle.

-No, todo tranquilo.- aseguró con una leve sonrisa de lado, aquello convenció a Vander.

No obstante, el largo suspiro que soltó después, le erizó la piel.

-Pues aquí no todo estuvo de maravilla.- aclaró. Por una parte, la pelirrosa se alivió al ver que no sospechaba de su mentira, pero por otra parte, se preocupó al saber que algo le daba una angustia.

-¿Qué sucedió?- interrogó de inmediato.

-Sevika y algunos líderes más han venido a exigir una reunión con los líderes de grupos formalmente.- respondió con disgusto- Está claro que hay algo que estoy haciendo que no les gusta y quieren cambiarlo.- dedujo en un suspiro.

-Sólo escúchalos y después los ignoras.- intervino Claggor, quien estaba tan atento al juego de sus hermanos como a su conversación- No creo que ellos lo hagan mejor que tú en tu lugar.- añadió para consuelo del adulto.

Vi asintió con la cabeza secundando al de lentes y su padre sonrió ligeramente.

-Bueno, ya veremos qué es lo que quieren mañana.- anunció Vander empezando a sacar más licor del almacén de la barra, puesto que ya iniciaba la noche y pronto su clientela aumentaría con rapidez- Por ahora, vayan abajo que este lugar ya se va a llenar. Avisaré cuando Benzo venga por Ekko.- ordenó a sus hijos, quienes asintieron.

Vi sostuvo unos momentos más su mirada en Vander, antes de seguir a sus hermanos hacia sus habitaciones. Silco no estaba para nada erróneo.

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-¡Maldita sea!- exclamó Caitlyn al fallar otro tiro.

Ni siquiera le importaba que la gran Sheriff Grayson se encuentre a un par de metros de ella, no tenía que comportarse como la hija perfecta, no delante de ella.

Estaba frustrada y cansada, había conseguido la aprobación de sus padres para recibir entrenamiento especializado por parte de Grayson para estar preparada cuando entre a la Academia de Vigilantes, pero era su segunda clase y le había demostrado que era peor que una novata. ¡Cuando definitivamente no lo era!

Habían pasado 3 días.

Solo 3 días desde que Vi y su familia se fueron una vez más de Piltóver y no dejaba de pensar en ella y en el beso que compartieron. De todas las mujeres del todo el mundo, tuvo que enamorarse de la más complicada de todas. Era como si la pelirrosa hubiera invadido su mente para ya no salir; aquellos sentimientos y pensamientos hacia ella le estaban pasando factura.

-Creo que necesitas descansar.- habló la Sheriff con calma, mientras se posaba detrás de ella y colocaba una mano sobre su hombro. Kiramman suspiró con resignación.

-No creo que sea eso lo que necesite.- admitió entre líneas la peliazul, mientras, derrotada, le ponía el seguro a su rifle.

Sus hermosos ojos azules sólo se clavaron en el campo de tiro que tenía en frente.

-A pesar de tener la cabeza revuelta, joven Kiramman, me has demostrado poseer una extraordinaria destreza, determinación y, de cierto modo, sé que tienes también una excelente puntería.- le indicó con una sonrisa orgullosa, mientras quitaba la mano de su hombro para colocarse a su lado, sin embargo, Caitlyn no se animaba a verla- Para dejar atrás lo que te atormenta debes volver a preguntarte... ¿A qué le apuntas? ¿Por qué estás disparando?- agregó con calma y sabiduría para después alejarse y dejarla sola.

La ojiazul se quedó con sus preguntas y asintió, dispararía por quienes no podían defenderse.




















































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💕

¿Silco logrará persuadir de un modo u otro a Vi? ¿Caitlyn ya sabrá exactamente por qué dispara? Las respuestas a estas y más preguntas, vienen muy pronto, además que también se viene mucho drama e intensidad.

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 💖






















































































































A_Hiccstrid

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