Un día como cualquier otro, Viva estaba organizando algunas cosas en el campamento, acomodando provisiones y revisando herramientas. Estaba absorta en su trabajo cuando, de repente, escuchó una risa. Una risa infantil, ligera y melodiosa. Al principio, no le dio importancia, pensando que era solo su imaginación. Pero entonces la risa volvió a sonar, clara y nítida.

Viva: (frunciendo el ceño) "¿Eso fue...?"

Giró la cabeza rápidamente y, para su asombro, ahí estaba ella. Poppy. Una niñita de cabellos rosados, jugando con una flor, ajena a todo lo que la rodeaba. El corazón de Viva se detuvo por un instante. No podía creerlo. ¡Era su hermana!

Viva: (jadeando) "Poppy..."

Poppy no la vio o, si lo hizo, no reaccionó. Continuó riendo, saltando de un lado a otro, moviendo la flor en sus manitas. Viva, aún incrédula, dio un paso adelante. ¡No podía perder esta oportunidad! Sin embargo, en cuanto se movió, Poppy comenzó a correr.

Viva: "¡Poppy, espera!"

Corrió tras ella, pero por más que intentaba alcanzarla, Poppy parecía alejarse cada vez más y más. Sus pequeñas risitas resonaban en el aire como un eco burlón. Viva aceleró el paso, sintiendo cómo la desesperación se apoderaba de su pecho.

Viva: "¡Poppy, por favor! ¡No te vayas!"

Pero la niña seguía corriendo, ligera como una brisa. Viva sentía que cada paso la alejaba aún más, como si fuera una sombra inalcanzable. De repente, el suelo tembló y, sin previo aviso, una avalancha de rocas cayó entre ellas. Un estruendo ensordecedor llenó el aire. La tierra tembló y el polvo se levantó, separándolas.

Viva: (gritando) "¡No! ¡No otra vez!"

Desesperada, comenzó a quitar piedras con sus manos, tratando de abrirse paso entre la barrera de rocas.

Viva: (jadeando, con lágrimas en los ojos) "¡No te irás de nuevo! ¡No te perderé otra vez!"

Las rocas eran pesadas. Por más que se esforzaba, no lograba moverlas lo suficiente. Entonces, escuchó la risita de Poppy una vez más, del otro lado de la pared de piedras. Su corazón se aceleró. Se esforzó con más fuerza, pero sus brazos comenzaban a flaquear.

Viva: (suplicando) "¡Poppy, respóndeme! ¡Estoy aquí!"

De pronto, una voz comenzó a llamar su nombre.

Viva: (confundida) "¿Eh?"

La voz se hizo más fuerte, más insistente. "Viva, Viva, Viva." Todo comenzó a desvanecerse. La imagen de Poppy se desdibujó, la avalancha de rocas desapareció. Todo se volvió oscuro. Luego, sintió una sacudida.

Clay: (preocupado) "¡Viva, despierta!"

Con un sobresalto, Viva abrió los ojos y se encontró en su cabaña. Su respiración estaba agitada, su cuerpo cubierto de sudor frío. Clay estaba a su lado, mirándola con el ceño fruncido y una expresión de preocupación genuina.

Clay: "¿Estás bien? Te estabas moviendo mucho en tu sueño. Parecías asustada."

Viva se llevó una mano al pecho, tratando de calmar los latidos desenfrenados de su corazón. Miró a Clay con los ojos vidriosos y luego bajó la mirada.

Viva: (susurrando) "Era Poppy... La vi, Clay. Estaba ahí, tan real como el día en que la perdí."

Clay la observó en silencio por un momento antes de suspirar y sentarse junto a ella.

Clay: "Fue solo un sueño, Viva. Lo sabes, ¿verdad?"

Viva: (negando con la cabeza) "No lo sé. Se sintió tan real... Como si me estuviera llamando, como si... estuviera cerca."

Clay apoyó una mano en su hombro, dándole un leve apretón.

Clay: "Tal vez solo es tu corazón extrañándola. Pero, si crees que esto significa algo, entonces tal vez es hora de empezar a buscar respuestas."

Viva se quedó en silencio, contemplando sus palabras. Tal vez Clay tenía razón. Quizás, después de tantos años, era hora de enfrentar su pasado y descubrir la verdad. Porque, si Poppy realmente estaba en algún lugar del mundo, entonces Viva no descansaría hasta encontrarla.

Mientras tanto, en otro lado del mundo, en la gran Villa Pop , una joven de 16 años rebosaba de energía y alegría. Poppy, siempre sonriente, recorría el pueblo repartiendo invitaciones con sus amigos Cooper, Biggie, DJ Suki, Satin y Chenille. Habían terminado una hermosa coreografía mientras repartían las tarjetas cuando, de repente, una serie de aplausos sarcásticos interrumpió el ambiente festivo.

Branch: (con tono burlón) "Wow, un paso más para ser comidos por los Bertenos, ¿no creen?"

Poppy giró para encontrarse con él. Ahí estaba Branch, el único troll que parecía estar completamente en contra de la felicidad y la diversión. Su actitud era reservada, siempre pesimista y desconfiado de todo lo que los rodeaba.

Poppy: (con una gran sonrisa) "¡Branch! ¡Justo a tiempo! ¡Te estaba buscando! Toma, aquí está tu invitación para la gran fiesta de esta noche. Va a ser increíble, hay luces, música, ¡y mucha diversión!"

Branch tomó la tarjeta sin ningún entusiasmo, la miró con desdén y luego, sin pensarlo dos veces, la dejó caer al suelo y la pateó lejos.

Branch: (cruzándose de brazos) "No, gracias. Prefiero seguir vivo."

Poppy suspiró, aunque no dejó que su ánimo decayera.

Poppy: "Branch, siempre dices lo mismo. Los Bertenos no nos han encontrado en años. Estamos a salvo aquí. ¡Vamos, al menos déjate llevar un poco!"

Branch: (bufando) "Sí, claro, hasta que su ruidosa fiesta nos delate. Yo prefiero estar preparado para cuando llegue el verdadero peligro."

Dicho esto, Branch recogió sus provisiones y comenzó a alejarse, dirigiéndose hacia su búnker. Poppy lo observó marcharse con una mezcla de frustración y determinación.

Poppy: (susurrando) "Algún día, Branch, te demostraré que el mundo no es tan oscuro como crees."