Prólogo

El rubio simplemente se inclinó sobre su lugar sin cambiar su rostro sereno; sin embargo, sus ojos desprendían una chispa traviesa apenas perceptible. Sus manos apoyadas sobre sus rodillas se entrelazaron mientras continuaba analizando el lenguaje corporal de la fémina frente a él. Aclaró su garganta en espera de una respuesta sarcástica.

—Es asequible, encanto. — sus verdes oscuros y opacos la observaron con detenimiento. —Accede a ser mi mujer y yo compartiré contigo todos mis bienes. Ese era el trato. — su expresión se mantuvo a la par de su tono de voz inexpresivo y carente de emoción. El jadeo confuso no se hizo de esperar en la inquilina, su pierna se movía con rapidez en un tic nervioso tratando de ordenar sus ideas.

—Me pusieron a prueba, el contrato decía solo un año. — titubeo la peli plata frente a él, asimilando la situación en la que se encontraba atrapada. —Se supone que hoy se rompía.

—Exacto. Un año de prueba mientras el resto de tu vida estarás a mi lado, los papeles de divorcio son inexistentes en este matrimonio. Debiste leer antes firmar. — explicó con tranquilidad; la joven solo se dio un golpe mental, ¡era cierto! , no leyó todo el bendito papel ese día y nunca se preocupó por ello. —Puedes estar tranquila, no me interesa el romance y no soy un mujeriego, así que no tendrás razones para ser cariñosa conmigo por compromiso u optar una actitud celosa en caso de que te enamores de mí. — frunció el ceño, ¿cómo era posible que alguien tan serio como él sea vanidoso?

—¿Por qué lo haría?, no te conozco después de todo. — bufó arisca volteando la mirada.

—Cariño, compartirás conmigo el resto de tu vida, en un punto lo harás. — apretó sus labios alzando ambas cejas con indiferencia; poco le importaba si lo hacía o no. —Aunque es mejor a que me seas infiel. ¿Sabes?, una infidelidad arruinaría mi reputación. — ella era consciente de ello, no era conveniente para ninguno de los dos después de un año de noviazgo falso.

Sin embargo, como el primer día en esa habitación, dudas e inseguridades se le atravesaban en su mente, si se casaban era obvio que... ¿Harían cosas de casados?

—Y en caso de que... quieras eh... — se ruborizo ante sus pensamientos. —...cuando tengas ganas de desestresarte... ya sabes, nosotros no hemos llegamos a más de los roces. — este arqueo la ceja haciéndose el ignorante. —Supongo que tendrás un sin fin de mujeres para pasar la noche o conocer lugares donde... — este interrumpió rechistando.

—¿Qué parte de "no te seré infiel", es la que no comprendiste? — talló el puente de su nariz y es que, aunque no lo demostraba, esto lo había avergonzado. —Serás mi esposa, es normal que las parejas tengan encuentros íntimos; además, tienes que darme descendencia. Tendremos que hacerlo. — la albina parpadeo un par de veces. —Por otro lado, si quieres que te toque o te complazca, si lo quieres aquí y ahora, solo... dilo. No es la primera vez que estamos juntos. — dijo inclinándose hacia ella de manera atrevida posando su mano en su rodilla descubierta, olvidando su caballerosidad. —Después de todo, yo también soy humano y tengo... necesidades. — sus ojos oscuros encogieron las pupilas de la contraria, erizándose con solo su voz grave cerca de ella y su mano trazando círculos en su pierna. Este soltó un suspiro se alzándose de hombros regresando a su compostura.

Por un momento dudo de sí mismo, parte de lo que dijo era cierto, no era un casanova que pasaba de cama en cama, ni siquiera había dormido con una mujer antes, ya que ninguna lo había provocado y cautivado como la albina de hermosa figura, sus impulsos solo la habían escogido a ella por lo que no podía evitar ser atrevido a su alrededor. Sin embargo, su carácter sereno sobrepasaba su perversión interna, convenciéndose de que esto era el resultado de convivir por un largo periodo con ella.

Por otro lado, la fémina cubrió su rostro avergonzado, ¿cómo podía decir algo como eso tan tranquilo?, ¿cómo le hacía para ser tan perverso y serio en un segundo?, soltó un suspiro, no era como si le interesa ser una cualquiera con cada hombre que se le cruzaba, pero las cadenas comenzaban a pesar, no tenía alternativa, no tenía vuelta atrás.

—¿Qué hay de ti? Tú lo harás también, te enamoraras. — la desconfianza se vio reflejado en sus ojos bicolores y este lo evadió.  

—Soy un corazón estéril; este órgano solo sirve para distribuir sangre, no más que eso. Te lo dije desde un principio, jamás me enamorare. — hizo una mueca. Soltó un suspiro recargándose sobre el respaldo de la silla. —No te preocupes, prometo no ser cruel contigo, no soy ese tipo de persona. — su sinceridad flechó su corazón, no tenía escapatoria.

Sus alas fueron finalmente cortadas.

—Entonces, no tengo opción. — bajo la mirada.

—No. Mañana nos casaremos... — se levantó de su lugar para ir a su lado. La tomó por la barbilla analizando su actitud cansada. —... Y a partir de ese día serás conocida como: la Señora de Demon.

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UwU, nueva historia Melizabeth, llena de mucho drama, romance y sensualidad, inspirada por la imagen del encabezado y esta cancion.


Bueno, como ya menciones el mi libro "Diario no tan secreto de whichiii", hay unas cosas que deben tener en cuenta al leer esta historia y aqui se las explico mas a detalle:

*La pareja principal el Melizabeth, pero tambien incluire mucho a Geldris y muy poco Banelaine y de otros ships.

*Como ya vieron, la actitud de Meliodas será de un hombre muy serio y culto, y la de Elizabeth, bueno ya la irán conociendo.

*No hay nada de misterio aquí, (si acaso es conocer el pasado de la familia Demon); solo drama, pero no del drama que te deja ansioso es mas bien cómico y ridiculo.

*Habrá Lemon seguro y Lime por aqui y alla, ya les explicaré de qué trata esto mas adelante.

*Aquí no presentare a los siete pecados, si acaso solo mencionaré a uno que otro pero los que aparecen son los diez mandamientos.

*El objetivo es ver un romance lento de dos personas opuestas tratando de vivir juntas como pareja, hasta que ambos lleguen a amarse completamente. No faltarán las tristezas, celos, peleas en pareja, etcétera.

Sin mas que decir, espero que sea de su agrado y gracias por leer.

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