El viento frío sopló cuando caminaban rumbo a Sortilegios.

Neville se quitó el abrigo y lo puso sobre los hombros de Alba.

_ No te preocupes, si no les molesta, quisiera irme a descansar.

_ Por supuesto que no_ Bill aseguró_ nos comunicaremos contigo.

Alba sonrió y asintió_ me estoy quedando en el Caldero Chorreante.

_ Yo la acompañaré_ Neville se ofreció_ los alcanzo en la tienda.

_ Nos vemos, Teddy.

_ Alios.

_ Vamos_ Neville caminó al lado de Alba.

Ella tiritaba de frío y le recordó algo desagradable cuando era pequeña.

Era fines de Enero cuando su Madre la despertó en medio de la noche.

La cubrió con una manta y la cargó.

La casa donde vivían era una pequeña cabaña en las orillas de Londres.

Su madre corrió con ella esquivando hechizos y gritos.

La pequeña niña lloraba no entendiendo la situación.

Su madre la sacó por la ventana del baño y luego se reunió con ella para correr nuevamente por el bosque.

Llegaron a un riachuelo y su madre entró apesar del duro frío.

Una pequeña cueva fue su refugio en esa noche helada de Invierno.

Su Madre sacó una varita de un hueco y ambas desaparecieron de ahí.

El Caldero Chorreante fue solo una parada.

Ahí esperaba un Señor en su mediana edad y de aspecto preocupado.

_ Vamos, no debemos quedarnos aquí_ el señor dijo en un hilo de voz.

Las llevó a un lugar inhóspito donde esperaba un señor de aspecto dudoso.

_ ¿Que harás?_ Brinda le preguntó al Señor.

_ Trataré de retrasarlos, pero deben desaparecer, toma_ colocó una maleta llena de Galeones en la mano de su amante_ no me digas a donde van, solo cuidala_ Emilio Bulstrode besó la frente de su hija.

Brinda sollozó.

_ No trates de contactarme, lo haré yo cuando pueda.

Alba y su madre desaparecieron ese día de Londres.

Viajaron por muchos paises y ciudades.

Su madre ruvo que trabajar de muchas cosas para poder sobrevivir.

No fue hasta que Alba tuvo 10 años que Emilio Bulstrode se presentó.

Su esposa Adele había fallecido.

Pero el corazón de su madre se había enfriado.

Emilio Bulstrode reconoció públicamente a Alba como su hija y las llevó a América.

Luego de que Alba se graduara de Ivermorny, su madre falleció.

La dura vida que llevaron, las enfermedades respiratorias mal tratadas fueron su deterioro.

Alba odió los hospitales aunque su Madre murió siendo tratado por los mejores Medimagos.

Alba odió a su padre y jamás le aceptó un solo centavo, pero en cambio quiso conocer a su media hermana.

Millicent era la viva imagen de su Madre Adele, incluso en el odio.

Alba supo a temprana edad que trataron de asesinarla aquella noche de invierno.

Pero su madre la salvó de un destino cruel y de una muerte segura y lenta a manos de esa mujer que era la esposa legítima Sangre Pura de su padre.

Alba tuvo, al igual que su madre trabajar en lo que fuera para pagar sus estudios.

Incluso trabajó en una guardería del estado de Illinois.

Después un pocionista reconoció su talento y la tomó bajo su ala.

Alba estaba orgullosa de sus logros a través del duro trabajo y esfuerzo.

La dura vida la forjó no como una mártir, sino como una sobreviviente.

No pensó en que años después la vida la llevara a ese punto, al país que la vió nacer y del que tuvo que huir.

Emilio Bulstrode dejó un testamento al morir en donde la incluía a ella.

Por ello el Ministerio Inglés la reivindicó.

Aunque nunca aceptó nada que viniera del hombre que hizo sufrir a su madre.