Capítulo 26: Recuerdos de Noir parte 2
Corre, huye, sus piernas casi no dan más de tanto escapar y su cuerpo no estaba en las mejores condiciones para hacerlo. Biulit lo sigue divertida, era como el juego del gato y el ratón. Obvio, ella era el depredador y él su presa.
Cuando logro salir del bosque, llego hasta el pueblo y decidió pedir ayuda. Alguien tendría que creerle.
― ¡¿Estás loco?! Aléjate de mí, esclavo... ― exclamo uno.
― Pero... ― dijo asustado.
Una se rió.
― ¿Vampiros? Solo podía ser uno de los siervos de Antuan para pensar eso, me das asco ― volvió a reír.
― Es que...
― ¡Lárgate de una vez, nadie quiere escucharte! ― se quejó uno más.
La gente no le creía y encima lo trataban mal. Noir estaba desesperado y angustiado. Se sentía solo, al menos su padre lo hubiera escuchado, pero ya había fallecido hace un tiempo, luego de que Antuan lo asesino. Otra vez, nadie le creyó, estaba perdiendo las esperanzas hasta que...
― Yo te creo, pero no le digas a nadie ― una chica rubia se le acerco a decirle.
― ¿De verdad? ― se sorprendió.
― ¡Claro! Yo creo en esas cosas ― sonrió y luego hizo un gesto de silencio ― pero nadie se puede enterar, pensaran que estoy loca, este es un secreto ¿De acuerdo? ― le guiño el ojo y él se sonrojo ― ¿Amigos? ― ofreció su mano.
Se emocionó, nunca nadie le había pedido su amistad.
― Sí... ― le dio la mano y se puso alegre.
― El año nuevo está por llegar, lo espero con ansias, dicen que habrá luna llena. He oído que los vampiros son más débiles ante la luna, ya que ella les trajo la maldición...
― ¿Y cómo lo sabes?
― Leo mucho ― dice orgullosa.
― Cuanta estupidez junta, por eso los humanos son seres inferiores ― Biulit aparece caminando con su sonrisa de superioridad.
― Oh duquesa, nos honra con su presencia, viniendo a este humilde pueblo ― exclama uno de los hombres que hace un rato había rechazado a Noir.
Ella sonríe maliciosamente y luego finge una expresión de preocupación.
― He oído que ha habido muchos asesinatos y estoy dispuesta a averiguar, para acabar con estas masacres... me angustia tanto ― sobreactúa al ella burlarse de lo que hizo el día anterior.
― Si usted se encarga, estaremos tranquilos...
― Hablare con mi hermano para que les traiga paz y seguridad ― sonríe.
― No, esperen ― interrumpe Noir ― no me escuchan, es ella quién lo ha hecho ― la señala.
― ¡Cállate esclavo! ― lo golpea el hombre y él cae al suelo.
Biulit frunce el ceño, mirando con odio al agresor.
― Me caes mal ― aparece delante de él, con su velocidad sobrenatural y le corta la cabeza. La gente se asusta y grita ― ¿Qué? ¿Nunca vieron a un vampiro? ― se ríe de forma psicópata. Sus ojos brillan y la gente comienza a tener dolor de cabeza ― ah no, nunca vieron un Ancestral ― levanta la mano y algunos empiezan a morir ― seres inferiores y patéticos ― camina hasta Noir ― ven aquí mi ratoncito ― mueve el dedo para que se acerque pero él niega con la cabeza, asustado. Luego mira a la rubia ― tú me caes peor ― dice con aire de celos y le agarra el cuello ― te voy a romper todos los huesos...
― ¡No! Déjala ¡Es mi amiga! ― Noir intenta salvarla pero Biulit termina matándola.
― ¿No puedes conseguir amigos hombres? ― se lame los dedos con la sangre de la chica.
― Maldito monstruo ― la mira con odio.
― Por favor ratoncito ― roda los ojos ― ¿Sabes toda la gente que muere todos los días? ¡No es para tanto! Mira ― señala el lugar donde todos quedaron muertos ― considérate afortunado ¡Eres el ganador! ― lo empuja contra la pared ― ahora vas a ser mío ― se acerca a su cuello ― solo una mordida y no podrás decirme que no ― se ríe.
― ¡Suéltame, estás loca!
Abre la boca pero...
― ¡Biulit! ― aparece Bast y la aparta ― ¿Se puede saber que estás haciendo? ― la mira desconcertado.
― ¡¿Justo ahora tenías que aparecer?! ― ella se queja como una niña pequeña ― ¡Era el momento más excitante! ― se sonroja y pone sus manos en las mejillas ― iba a morder ese apetitoso cuello y lamerlo de una manera lasciva... que vergüenza ― Noir intenta irse sigiloso y luego corre lejos de allí ― ¡Hey, regresa! ― lo sigue pero Bast la detiene.
― Basta Biulit, debes arreglar la catástrofe que hiciste ― señala los cuerpos, decepcionado.
― Pe... pero...
― Mínimo sepulta a esas personas, no debiste hacerlo.
― ¡Son seres inferiores y no me interesan!
― Pero yo te intereso, así que si no quieres que me enoje contigo y note hable más, haz lo que digo... ― se retira y Biulit bufa haciendo lo que le pide.
Noir vuelve con Antuan, recibe uno que otro golpe al trabajar y el tiempo continuo hasta que llega el año nuevo. 1865 el año que cambiaría todo en su vida, sin importar cual fuera su elección. Se dijo algo sobre una masacre en el pueblo, pero nada sobre vampiros, era como si nunca hubiera pasado un hecho sobrenatural, pero Noir no olvido ese día. Estaba seguro que algo de eso se repetiría, pero se equivocó, su problema no tuvo nada que ver con vampiros.
― Escúchame, la ley que salió a favor de los esclavos, me está trayendo problemas desde hace tiempo, pero ahora resulta que tengo que pagar una gran suma de dinero y no estoy dispuesto a hacerlo ― Antuan pone un fajo de billetes sobre la mesa, mientras le habla a un hombre que parece asesino serial ― espero que esto sea suficiente y te deshagas del esclavo que me falta.
Días después Noir camina a entregar unos productos a una casa, golpea la puerta pero no atiende nadie, sin embargo esta no está cerrada con llave y sin querer la abre. Duda de entrar pero sabe que si no hace la entrega recibirá una paliza, así que toma valor y pasa.
― ¿Hola? ¿Hay alguien? ― oye la puerta cerrarse y se gira ― ¡Hey! ― ve a un hombre, el mismo que estuvo visitando a Antuan seguido, pero no sabía por qué ―usted...
― Lo siento, pero Antuan te quiere muerto, adiós ― se gira y se retira de allí.
― ¿Qué? ¡Espere! ¿De qué habla? ― baja los productos al suelo e intenta abrir pero está cerrada con llave ahora. Oye un ruido detrás y se gira ― ¡Maldición! ― exclama al ver fuego en el fondo de la habitación. Forcejea la puerta pero no sirve, prueba con las ventanas pero tampoco. El fuego comienza a extenderse y empieza a toser por la cantidad de humo, siente que no puede respirar ― ¿Dónde? ― se pregunta y mira para todos lados, pero no hay salida. Las columnas comienzan a caerse y romper. Vuelve a correr hacia las ventanas ― ¡Auxilio! ― grita asustado ― ¡Alguien... por favor! Cof... cof... ― mira pero nadie viene a ayudarlo ― ¡Ayuda! ― llora y se refriega los ojos ― no quiero morir... ― busca un sitio donde resguardarse de lo que cae, pero en su intento por sobrevivir, una columna cae sobre él y se da un golpe fuerte en la cabeza.
Se oye el fuego, se nota el humo, Bast pasa caminando justo por ahí y se detiene. Escucha un corazón latir lento y mira la casa. No se lo piensa dos veces y rompe la puerta, se sorprende.
― ¿Noir? ― corre hasta él y como hizo con la puerta, con su fuerza sobrenatural se deshace de la columna ― ¡Hey, Noir! ― lo llama pero no le responde. Observa el fuego y se levanta, cierra los ojos ― invoco el poder de la luna... ― los abre y brillan, un viento extraño pasa por la habitación y el fuego comienza a desaparecer, hasta que no queda ni cenizas. Vuelve a llamarlo y acercársele ― hey Noir, despierta, ya puedes respirar...
Se ve como toma el aire que le llega al cuerpo y luego respira agitado. Bast lo mira, no le queda mucho, el golpe de su cabeza es grave, no es un simple corte en la frente.
― Noir... ― vuelve a llamarlo y este abre los ojos, uno más que otro, ya que la sangre en el izquierdo no lo deja ver.
― Ba... ― intenta decir su nombre pero no puede ni hablar.
― Escúchame, solo quiero preguntarte algo... ¿Quieres vivir? ― le cuesta respirar y escupe sangre. Bast suspira ― solo asiente... o niega... no hace falta que te muevas mucho o te sentirás peor ¿De acuerdo? ― lo mira preocupado ― puedo darte una nueva vida como vampiro, pero es tu elección ― Noir asiente levemente ― bien, no te asustes por lo que voy a hacer ¿Entendido? ― vuelve a asentir, Bast se acerca a su cuello y lo muerde por un leve instante impregnando su veneno de vampiro, para luego soltarlo rápido, entonces se muerde la muñeca y vuelve a preguntar ― esto te convertirá en vampiro ¿Estás seguro? ― Noir asiente por tercera vez y bebé la sangre de Bast.
Su vista se nubla y vuelve a desmayarse. Rato después despierta abruptamente confundido. Mira para todos lados, se encuentra en la habitación que Bast le presto la otra vez que se quedó a dormir allí, aunque veía y sentía todo diferente, además de tener un dolor horrible en el estómago. Se tocó la frente, no tenía el agujero que le había generado el golpe, se miró las manos, ni una cicatriz de los golpes de Antuan, su piel estaba en perfectas condiciones.
― ¿Ya despertaste? ¿Cómo te encuentras? ― entra Bast por la puerta.
― No sé, es extraño ― observa con velocidad para todos lados y luego se detiene en mirar a su amo ― ¿Qué me sucede?
― Estás terminando tu transición, aun estás vacío, vas a necesitar beber sangre humana, antes de que te descontroles.
― Sangre... humana... ― queda pensativo y cae en la cuenta de que ya no es de esa especie. Una sonrisa de satisfacción surge enseguida ― así que es eso...
― Parece que ya sabes quién quieres que sea tu víctima ― deduce por su expresión ― tus emociones están aumentadas, contrólate.
― Sí... ― analiza lo que dice y luego le surge otra pregunta ― ¿Qué es esta extraña sensación de servirte? ― piensa confundido.
― No la sentirás más, dentro de unos meses, a menos que bebas más de mi sangre, que no te daré... y no te preocupes, no te ordenare nada ― refiriéndose a decir su nombre ― puedes hacer lo que quieras, yo solo te salve la vida, ahora es tuya y de nadie más.
― No sé por qué, pero quiero seguirlo a cualquier parte... pero aparte siento que le debo la vida, mi gratitud es enorme.
― Puedes seguirme, es tu elección, no la mía. Cuando dejes de sentirte así, podrás irte.
― No me iré, yo le debo la vida ― se levanta de la cama ― y no es solo ese sentimiento de servir, es la gratitud que siento ― sonríe ― créame.
― De acuerdo, te creo ― también hace una sonrisa ― en el armario tienes ropa, esa está destruida, deberías cambiártela, un vampiro debe lucir bien.
― ¿También me da ropa? Usted es un santo ― se sorprende.
― No, soy un monstruo ― se retira de la habitación sin que Noir pueda corregir lo que se dijo.
Luego de cambiarse camina hasta la casa de su mayor enemigo, su jefe, el verdadero monstruo, Antuan.
La noche es oscura, el marques tomando una pequeña taza de té en su mesa mientras lee tranquilo, parece el momento perfecto.
Un ruido se escucha y el hombre se levanta de su asiento.
― ¿Quién es? ¿Quién está ahí? ― nadie responde y se vuelve a sentar ― ha de ser el viendo... ― especula.
― No ― dice Noir apareciendo detrás de él.
Antuan se levanta de nuevo y se sorprende.
― Pero tú... ¿Tú no estabas muerto? Creí que...
― Ese hombre hizo mal su trabajo ¿Debería terminarlo? ― sonríe.
― Mucha razón ― entra en confianza ― mejor hacer el trabajo uno mismo.
El vampiro se ríe.
― Que divertido...
― ¿Qué extraña actitud es esa? ― frunce el ceño.
― Demuestro mi odio, pues parece que ha aumentado aunque... debo admitir que tengo más hambre que odio ― mueve la lengua en su boca.
― Pues aquí no hay comida para ti ¿Y de dónde sacaste esa ropa? ¿La robaste? Qué bueno que ya no eres mi empleado...
― Si ser esclavo es ser un empleado, creo que me pagabas muy mal ― comienza a sentir más hambre, escucha bombear la sangre, respira profundo y sonríe ― olvidemos el odio y pasemos a lo que mi estómago quiere ― a velocidad sobrenatural aparece delante y lo empuja contra un adorno que tiene forma puntiaguda, la cual atraviesa la espalda del hombre, por la fuerza usada.
― ¡Ag! ― grita el marques mientras sangre sale de su pecho.
― ¿Te duele? ― continúa sonriendo con malicia.
― ¡Sí, maldita sea! ¡¿Qué cosa eres?! ― respira agitado.
― Tengo tanta hambre... ― mira la sangre ― pero también quiero hacerte sufrir... es una lucha constante entre mis fuertes emociones de vampiro y el deseo de aliviar el maldito dolor de mi estómago, pero si lo alivio, te mataría rápido y lo mucho que me torturaste no fue rápido, fue frio y doloroso. Tu muerte tiene que ser fría y dolorosa... pero tengo tanta hambre que cambie de opinión ― le tira del pelo, le muerde el cuello cediendo a su sed, succiona de manera veloz y desgarradora, la piel se corta y Antuan se queda sin cabeza. Noir la tira y se lame los dedos ― así que eso es ser un monstruo...
― ¿Y? ¿Te gusta ser un monstruo? ― una voz femenina se escucha detrás y se da vuelta.
Frunce el ceño.
― Creo que tú y yo tenemos muy diferente el concepto de monstruo, Biulit.
Ella se ríe.
― A ver, ilústrame.
― Están los monstruos y estás tú, ósea algo peor ― sonríe pero la mira con odio.
― Que malo... ― camina levantando su vestido largo ― no sabía que existía un Noir arrogante debajo de toda esa belleza que tienes.
― Mi odio hacia ti, es más grande que mi desprecio a la vida humana... ― explica molesto.
― Mírate, ya hablas como todo un vampiro ― frunce el ceño ― ¿Por qué tanto rencor?
― Mataste a una buena persona...
― ¡Por favor! No la conociste ni cinco minutos ― se queja.
― No tienes aprecio a la vida y no respetas la de los demás, eres peor que un monstruo, me das asco.
Una punzada pasa por el pecho de Biulit.
― ¿Lo dices por qué intente obligarte a ser mi siervo? ¿Cuál es el problema? Si de todas formas tu vida de humano era patética.
― Era patética, pero era mi vida, ni tú ni nadie tiene derecho a decidir por mí, por lo único que tenía mío.
― ¿Y por qué no te enojas con Bast? ― bufa.
― Porque él no es como tú...
― Estás enojado, ya se te pasara ― roda los ojos.
― Sabes que mis emociones aumentaron Biulit, no se me va a pasar, yo ya te odiaba de antes ― se acerca a su rostro ― y ahora te odio más.
Ella se ríe con malicia.
― Me gusta este juego ― posa su dedo en la barbilla de él ― escúchame bien, tú serás mío, o por las buenas o por las malas... ― se acerca a su boca ― y debo admitir que me gustan las malas.
Le quita la mano.
― Suerte con eso, porque nunca lo vas a conseguir ― sonríe.
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Actualidad...
Noir despierta de un sueño profundo y se sienta, completamente confundido, tocándose la cabeza adolorido.
― ¿Qué paso? ― se pregunta para sí mismo.
― Te desmayaste durante días, cuando te pregunte de tu vida como humano, me asustaste, pensé que no despertarías ― le explica Natalie que estuvo sentada todo el tiempo a su lado.
Se sobresalta al oír la voz de sus recuerdos y no la mira directo a los ojos.
― Entiendo ― dice de manera seca.
― ¿Te pasa algo? ― lo observa preocupada.
― No ― se levanta de la cama.
― ¿A dónde vas? Acabas de despertar ― lo detiene por la mano y él se suelta abruptamente ― ¿Qué te pasa? ¿Por qué tan agresivo? ― queda confundida.
― No es nada ― se retira y cierra la puerta fuerte.
Natalie no entiende lo que acaba de pasar, pero él está mucho más confundido que ella.
Biulit es Natalie.
Biulit es la mujer que odia.
Natalie es la mujer que ama.
¿Quién es quién para su cerebro?
Los recuerdos pueden ser confusos y lo confunden hasta el fondo de su ser ¿Es realmente recordar buena idea? En este momento para Noir no, no es una buena idea, es una muy pero muy mala, eso es lo que es, sus pensamientos acaban de cambiar.
_____
Al fin!!! Llegó el momento esperado!!! >o<
Y un capítulo de lo más macabro...
Debo admitir cuando Noir se estaba muriendo, allí mientras la casa se quemaba, me puse de los nervios, pensaba ¡Pobre Noir!
Y Biulit muestra su lado más maligno, asesinando a tantas personas...
Bast sigue siendo tan bueno <3
No importa quién sea, él lo ayuda, tiene un corazón enorme y por eso lo amo 💓
También vemos a un Noir enojado, que hasta da miedo siendo vampiro.
Y ahora está en un problema... Recuerda quién es Biulit!!!! Ay nuestra pareja vampírica no la va a pasar bien desde ahora... Y así de mala soy 😂
Siempre complicando a las parejas yo jajajajaj
Saludos!
Di "No al fantasmismo" *-*
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