Capítulo XXIII: Enemigo mortal
Su voz tronó en sus oídos, la fuerza de su cuerpo fue una dulce distracción, pero aquellos lobos no se movieron de su lugar, ella seguía acorralada, inmovilizada por aquellas dos bestias que se rehusaban a ver el peligro a sus espaldas.
Alexei estaba hecho una furia, Ashley mantuvo sus ojos en su rostro, ignorando su desnudez su mirada estaba fija en los ojos del lobo gris, sus dientes y garras estaban afuera, el depredador en él le daba una extraña sensación de peligro y seguridad a la vez. Ella lo creía capaz de enfrentarse con ese lobo, pero le aterrorizaba la idea de que los otros dos se unieran en su contra.
De pronto un lobo rojizo apareció desde un lado de la cabaña, luego otro gris oscuro saltó de entre unos arbustos, y luego otro marrón oscuro apareció desde atrás de Alexei.
—¿Otra vez ustedes? —les gritó— ¿Qué quieren? ¡Díganlo antes de que los haga pedazos!
El lobo gris mostró sus blancos colmillos, pero no hizo nada, ninguno de los demás hizo nada. Ashley estaba segura de que ese lobo no era el líder.
—No queremos hacerte daño —dijo una voz profunda a lo lejos—. Sólo queremos a la chica, nada más.
Un hombre alto, fuerte y peligroso salió de entre las sombras del bosque hasta estar a unos metros de Alexei, tenía una cicatriz en el cuello, la piel pálida y el cabello negro. Él era el líder de los seis lobos.
—Ella pertenece a mi clan, marchaos de aquí.
La frialdad con la que Alexei habló le hizo estremecer, pero sus palabras fueron lo que la paralizaron.
¿Se había arrepentido?
—Sólo queremos a la loba y los dejaremos en paz.
¿Loba?
—¿Acaso ustedes no tienen olfato? ¡Ella es un puma!
—No, no lo es —la voz del extraño adquirió un tono peligroso—. Ella huele como un lobo, la necesito para formar mi clan.
Alexei lo enfrentó, el puma de Ashley se retorció en su interior, sentía miedo.
—No es un juguete intercambiable, ella no irá con ustedes de ninguna forma, ella es un puma no un lobo, estás equivocado bola de pelos, vete —eso último salió como un gruñido peligroso.
Los tendones de su cuello eran fácilmente visibles, el cambio de sus ojos pasó de la calma a la ira profunda, su postura se ajustó a la situación, Alexei estaba dispuesto a todo.
Las amenazas pasaron desapercibidas, el lobo se veía confiado en sus números.
—Los gatos siempre son tan obstinados... ¿No puedes ver el peligro? Si no me entregas a la chica, mis lobos te harán pedazos.
Ashley tembló, su alma cayó al piso y su corazón latía con la fuerza de la desesperación. En su interior deseaba que Alexei se salvara a si mismo en vez de arriesgarse por ella, no sabía porqué pero imaginarlo muerto le dolía, más que todo el dolor que le habían hecho durante su cautiverio.
—No le temo a la muerte —dijo, las palabras aumentaron el miedo en su interior—. Ni a un par de lobos sarnosos, no permitiré que se la lleven.
—Entonces, no me dejas otra opción.
El hombre se transformó en un segundo, un lobo blanco de espeso pelaje se abalanzó contra Alexei, pero él lo esquivó y cambió, el leopardo apareció, confiado y orgulloso de su imponente fuerza, arremetió contra el lobo y lo mordió en un omóplato, el lobo furioso intentó clavar sus fauces en su nuca, pero Alexei era más rápido y se movía constantemente manteniendo su agarre, alejándose de los peligrosos colmillos. De pronto, el lobo gris que la mantenía vigilada avanzó agazapado mientras el lobo rojizo tomaba su puesto.
De un salto hizo perder el equilibrio a Alexei, él soltó al lobo blanco pero se puso de pie, rugiendo y lanzando zarpazos veloces que los lobos esquivaban con dificultad.
"¿Dónde están sus compañeros de clan?" pensó Ashley "¿Por qué no vienen?"
De pronto obtuvo la respuesta, todo el clan de Alexei se hallaba a cuatro kilómetros de distancia, ninguno podría oírlos a menos que estuviesen patrullando, la angustia y la impotencia se unieron al miedo que la mantenía fija en su lugar, sus pies anclados al suelo, su cuerpo rígido.
Un tercer lobo, el gris oscuro, se unió a la pelea, los tres rodearon a Alexei que se mantenía girando lentamente para no perder de vista sus movimientos.
"¿Por qué no haces nada?" habló el puma en su interior "Está arriesgando su vida por nosotras y tú no haces nada para ayudarlo" el sonido era fuerte y crudo, cargado de una fuerza y un poder que ella no creía capaz de tener, era algo que la dejaba desconcertada "Deja de temblar, eres un depredador, si lo quieres vivo, lucha por él"
Ashley notó el avance precavido del lobo marrón oscuro, rodeando a los tres, preparado para unirse en cualquier momento, la rabia corrió por su sangre. Pero ella no era lo suficientemente fuerte como para hacerle frente a los dos lobos que la vigilaban, mucho menos para intentar detener al otro.
"Debo buscar ayuda ¿Pero cómo?" bajó la vista y notó que la madera del porche estaba recién barnizada, una idea apareció en su mente, los lobos se resbalarían si los hacía subir, lo que le dejaría con algo de ventaja para correr y detener el avance del lobo marrón.
Debía distraerlos y llevarlos lejos de Alexei.
Se transformó en un doloroso segundo y echó a correr en dirección hacia la valla de madera del porche, tal como lo esperaba los dos lobos subieron y la siguieron trastabillando por el suelo de madera. Saltó la valla y procuró de atraer la atención del lobo marrón.
Los tres lobos la siguieron, Ashley estaba impresionada de que su plan funcionara. Pero aún debía pedir ayuda, intentó pensar cuál era la cabaña más cercana mientras se internaba en la profundidad del bosque con los tres lobos a la zaga.
La cabaña de los nuevos, pensó al saltar un troncó caído.
Cambiando de dirección giró y aceleró sus pasos, debía llegar lo más rápido posible. Sus músculos comenzaron a arder, el aire le pareció insuficiente y para cuando alcanzó la cabaña casi no tenía fuerzas para cambiar.
—¡Alexei! —gritó en un jadeo— ¡Peligro!
Uno de los lobos saltó sobre ella, el blanco de sus colmillos estaba a centímetros de su cuello, ella trató con todas sus fuerzas de empujarlo para evitar que la mordiera. Pero no tenía fuerzas, estaba desnuda, vulnerable, no sabía si alguien había oído su alerta.
El lobo fue derribado por un borrón gris y cuando ella volvió a ser apresada por el lobo negro ella pudo reaccionar dándole una patada en la garganta que lo dejo sin aliento, aclaró su vista y vio que el tercero fue derribado por otro leopardo.
Los nuevos los tenían inmovilizados.
—Alexei está en peligro.
Uno de ellos salió corriendo después de morder el cuello del lobo marrón.
Ashley notó que las dos mujeres habían salido, encontró a Tyler delante de ellas. Con una mirada el joven se transformó y ella hizo lo mismo, emprendió de nuevo la carrera de regreso con el joven detrás.
Para cuando llegaron, los tres lobos seguían acechando a Alexei, la aflicción rodeó su corazón cuando vio su pelaje manchado de tierra y sangre, tenía una de sus patas delanteras levantada y se veía agotado, pero a su lado estaba uno de los nuevos a la defensiva sobre Alexei.
Volteó a ver a Tyler, pudo ver el terror y la furia mezclada en sus ojos verdes, estaba tenso y listo para pelear, mucho más que ella.
Supuso que él estaba en mejores condiciones, así que le hizo un gesto para que atacara al lobo gris oscuro, ella tendría que lidiar con el gris claro.
Pero antes de poder siquiera avanzar, un peso se abalanzó contra ella, aplastándola contra el suelo, su estómago se contrajo cuando sintió unos dientes en su nuca, dejándola incapaz de moverse.
Logró acomodar su cabeza, Alexei estaba debajo del lobo blanco, el cual tenía sus dientes clavados en su cuello. Los otros dos lobos estaban sobre el otro leopardo mordiendo una de sus patas y el pellejo del cuello.
Todo su mundo se vino abajo mientras oía la respiración de Alexei disminuir...
"No, por favor Alexei, no me dejes"
.
.
.
.
.
🐆
.
.
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top