Capítulo XX: ¿Vínculo?

Alexei había sido llevado al borde del colapso nervioso y traído de vuelta, en una sola llamada. Además de haber interrumpido el posible beso que tanto había deseado, lo que le habían dicho lo había dejado con los nervios de punta, y la ansiedad a punto de estallar en su interior.

"—Ven a mi casa por la mañana—le había dicho Luke—. Creo que tengo una solución"

No alcanzó a contestar antes de que el puma finalizara la llamada. Sus emociones estaban provocando en él un denso torbellino, un poco más y él estaría fuera de control.

No podía saber si al dejarse controlar por la cruda y visceral necesidad animal, le haría daño a Ashley.

"No, eso nunca" ambos, hombre y animal pensaron lo mismo, nunca jamás podrían hacer algo para lastimar a Ashley, de eso estaban seguros.

Pero la necesidad de Alexei era algo muy distinto, el hambre de contacto lo tornaba posesivo, Ashley debía ser lo suficientemente fuerte como para manejar su reclamo, si es que algún día lograba hacerlo...

Alexei siempre se dio el gusto con las mujeres, humanas y cambiantes por igual, él era un amante dedicado, listo para complacer. Pero en esas noches de diversión sabía que era solo eso, una simple noche de diversión con el calor de una dama. Nunca había llegado a sentir nada lo suficientemente fuerte con una de ellas como para arriesgarse a formar una relación.

Por eso el cambio del equilibrio le estaba costando tanto, Ashley no era otra simple mujer, ella era su compañera, su fuerza, su dominio y su control podrían asustarla, haciendo pedazos el hilo fino y delicado que era su confianza.

Por esa razón se había alejado de ella, su tentación más grande, para mantenerla a salvo. Cada vez que ella volvía a estar en su línea de visión el hambre volvía a picar sus entrañas, el felino volvía a luchar contra sus cadenas. Literalmente estaba al límite.

Para tratar de enfriar un poco las cosas, la había dejado en la cabaña de Riley. Decidió ir en su motocicleta hasta la cabaña de Luke para ahorrar más tiempo, era necesario, a pesar del ruido y de los malos entendidos que podría generar.

Los pumas estaban sensibles ante los invasores, hace un mes atrás, un cambiante desconocido se había infiltrado en su territorio y casi había matado a Luke. Era razonable pensar que cada White Claw estaba alerta ante cualquier intruso.

Atravesó todo el territorio de bosques, el terreno era difícil, muchos pozos, árboles y troncos caídos, raíces sobresalientes y piedras peligrosas hacían que su manejo fuera inestable. Pero al fin, llegó a un terreno plano, señal de que estaba cerca su cabaña.

El puma, un Ice Dagger no reconocido, lo esperaba detenido en la puerta, su expresión seria como de costumbre, su mirada era tan fría como la primera vez que lo había visto. En uno de esos viajes excusas de Kaylee, cuando ella lo acechaba en silencio.

Detuvo el motor de su motocicleta.

—Creí que no vendrías.

Alexei tronó su cuello y flexionó sus hombros mientras caminaba hacia él.

—Dime lo que sabes.

Fijo su vista en sus ojos, azules como los suyos, pero un poco más claros. No le importó que él se tensara por su falta de respeto, pero en las condiciones en las que Alexei estaba, podía enfrentarse hasta con la mismísima Aria.

—Todo es obra de Kaylee, si fuera por mi ni siquiera lo habría pensado.

Él sabía eso, Luke mantenía su respeto hacia ellos solamente por ella, con todos los demás, incluyéndolo, se mantenía algo distante, casi rayando la indiferencia. Alexei sabía que Luke no era bien recibido por la mayoría de su clan, tenía un enemigo jurado, que era Hunter, y como los demás eran recelosos comprendía muy bien que el puma, para resguardarse, decidiera mantener su distancia.
Después de todo, Luke era un White Claw, su lealtad era hacia su clan, y hacia su compañera.

—Anoche se metió en la Infranet.

Eso lo sorprendió, Kaylee había usado la única oportunidad que tenía de entrar a esa red sólo para ayudarlo.

—Encontró algo que podría ser de gran ayuda.

—¿Quieres decirme de una vez?

—No eres muy paciente.

Alexei mostró sus dientes, enfrentar al compañero de Kaylee sería lo peor que podría hacer, destrozaría la débil alianza entre los dos clanes, además de meterse en un gran problema.

Pero no podía evitarlo. Estaba pulsando sus botones sin saberlo, el puma podría ser quien finalmente lo empujara por completo.

—Siéntate —le ordenó mientras se agachaba sobre el escalón del porche—. Puedo sentir tu inestabilidad desde aquí. No pretendo iniciar una pelea, lo menos que quiero es lastimar a Kaylee.

Entonces solo se detendría por ella, pensó.

—Kaylee encontró una carta publicada hace seis años —le dijo cuando tomó su posición—. De un cambiante jaguar que al igual que Ashley fue encerrado y tratado con Amonium, por seis años.

—¿Estuvo cautivo por Paul Shubertz?

—No podría decirte, porque sé muy poco sobre ese hombre, quizás Michael sepa más sobre él.

El recuerdo del hombre llegó a su mente, había sentido un insano enfado y decepción cuando se enteró de su decisión.

—El punto es que según lo que Kaylee supo a través de Michael, este chico ya debería estar muerto por esos efectos secundarios que provoca esa droga. Pero, sigue vivo.

El felino en su interior alzó sus orejas, la esperanza de Alexei se elevó.

—En la carta explica que se ha recuperado gracias a un vínculo con una mujer de su clan. Kaylee cree que la fuerza del vínculo puede reparar las partes dañadas del cerebro, contrarrestando la degradación.

Su corazón latió con fuerza ante aquellas palabras, no podía creer la simpleza de la solución, algo que estaba ahí, a simple vista, y sin embargo nunca lo consideró.

—¿Estás seguro de que funciona?

El puma se detuvo cuando fue a girarse para mirarlo de frente, Alexei vio de reojo que el tono de sus ojos había cambiado, del azul al oro, y sus rasgos se endurecieron. Probablemente estaba conversando mentalmente con Kaylee. Alexei se sintió avergonzado al sentir una punzada de envidia por lo que ellos tenían.

Una unión de por vida.

Exactamente lo que quería con Ashley.

—Estoy seguro que funcionará —le respondió al cabo de unos minutos—. El vínculo multiplica tus habilidades y capacidades, tanto físicas como biológicas, si hay algo dañado, la capacidad de sanación lo solucionará el doble de rápido.

Alexei bajó la mirada, sus expectativas recorrieron su cuerpo revitalizando cada parte, pero luego comprendía algo que había pasado por alto, y su corazón se encogió.

Un vínculo sólo se lograba con la unión del cuerpo y el alma, y Alexei no estaba seguro si ella estaba lista y dispuesta para hacerlo.

Y lo peor de todo era que no sabía cuánto tiempo tenía, el reloj se convirtió en su peor enemigo.

—Gracias por la información — dijo levantándose—. Lamento comportarme como un idiota.

—Descuida, es comprensible. — Luke se levantó con él y puso una firme mano en su hombro mirándolo con seriedad a los ojos—. Si no puedes salvarle la vida, hazle vivir al máximo el tiempo que le quede.

Alexei asintió y con un ademán se despidió para subirse a su motocicleta y emprender el viaje de regreso a su territorio.

Cuando llegó a su cabaña el medio día había pasado, estacionó detrás y cubrió el vehículo con su manta hecha de fibra sintética que repelía el agua.

—Aquí está mi cocinero favorito —exclamó una voz masculina detrás.

—Genial me muero de hambre, no podría esperar mucho más — habló otra voz.

Alexei se giró para ver a Connor y Hunter esperando de pie.

—Oigan que yo sepa cocinar no quiere decir que esté a sus órdenes.

Hunter sonrió y le dio un codazo a su compañero el cual se echó a reír.

—¿Qué es lo gracioso?

—Ay pobre Alexei —expresó Connor con fingida aflicción—. Te han atrapado.

Frunció el ceño, a veces sus compañeros de clan podían ser unos completos desquiciados.

—¿Qué?

—Hueles a la chica puma — contestó Hunter con una sonrisa burlona—. Esto me dice que habrá romance y vínculo en cuestión de días.

—Ya dejen a Alexei en paz —otra voz surgió desde el bosque, era Liam—. Parecen dos viejas chismosas.

—¿Se puede saber qué hacen ustedes aquí? ¿De qué me he perdido?

—Creí que Tarah te había avisado —Aiden apareció por el otro lado de la cabaña sosteniendo en sus manos dos paquetes de seis cervezas—. Hoy nos reunimos a jugar póquer.

Genial, el tiempo era lo que menos tenía y estos tipos ya le habían cobrado la tarde"

Alexei contuvo su mueca de enfado y asintió, él podía mostrarse amable y sonriente la mayor parte del tiempo, pero esta vez su humor no era el mejor.

—Bien, más les vale que hayan traído abundante dinero porque pienso desquitarme con ustedes.

—¡Así se habla hermano! — vociferó Connor.

El joven de rizos oscuros lo apartó de los demás rodeándolo con un brazo por su espalda.

—Tranquilo, Ashley se quedará con Kaylee, Emma y Riley.

Alexei lo miró a los ojos, quería decirle que ese era el menor de sus problemas, nadie en su sano juicio entraría a su territorio, las fronteras estaban bien cuidadas.

—Bien, eso me alivia un poco — mintió, no estaría tranquilo hasta que no hallase la forma de vincularse con Ashley. 

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