18-. Revolucion (Parte 1)
Ney se sintió extraña y le dio una fiebre al día siguiente. Mariam le revisaba y Allen le cuidaba las espaldas de que Riliane no se enterara. El pequeño descansaba en su cuna ignorante de lo que ocurría a su alrededor, ni mucho menos la pelea que estaba por aproximarse al reino.
- ¿Como fue posible que tomara el vino que tomaba papa?-le preguntó Allen confuso.
- Sabia horrible....-hablo mareada al recordar el sabor.
- No te quejes Ney, que tú decidiste tomarlo-le regaño su hermano.
Ninguno se dio cuenta de un alboroto que se formaba afuera hasta escuchar los gritos. El rubio menor fue asomarse y miró horrorizado. Luego de decirle a su hermana comenzó a correr la voz por todos los sirvientes,sin que la joven heredera se enterara al respecto. El terror se vio en la mirada de todos que habían comenzado a correr presas del pánico.
*-.-*
Fue una mañana en que se escucharon los gritos de lucha de los aldeanos que peleaban contra los soldados para llegar al castillo. Los reinos vecinos mandaron a sus mejores hombres para apoyar en lo mejor posible.
La batalla fue bastante fiera. Los sirvientes habían huido del puro terror, dejándolo solos a algunos que aún le eran fieles a la princesa. Mariam tomó a los soldados que apenas empezaban su reclutamiento y con firme voz habló.
- ¡Yo soy Mariam Futapie!, ¡una de las tres héroes, ahora, soldados de Lucifenia!, ¡demuéstrenme su lealtad!-les grito mientras los veía marcharse.
Fue cuando se encontró con un viejo amigo. Ambos se miraron un largo antes de atacar a los rebeldes revolucionarios que se acercaban a ellos.
- Aún sigues pensando en resucitar a tu hermana....-se burló ella empujando a uno.
- Cállate....mejor concéntrate en proteger el palacio
- Solo respóndeme, ¿aún sigues pensando en resucitar a tu hermana?
- Eso....eso es personal-fue su única respuesta antes de comenzar a perseguir a dos que se acercaban corriendo a las puertas del palacio. Se disponía a ir a acompañarlo, pero una silueta encapuchada la detuvo. Girándose molesta la observó detenidamente, sus pupilas se dilataron al ver que esa mujer -dedujo por el físico- usaba la misma armadura que su camarada fallecida, Evelyn.
El choque de espada y cuchillos se produjo en ambas oponentes, hasta rasgar la capa de la mujer. Mariam se giró posicionándose al ataque.
- ¿Conque este es el poder de una de los tres héroes?-la voz, esa voz le era familiar. El oponente se giró retirándose el pedazo de tela revelando a Chartette, quien tenía el ceño fruncido.
- Chartette Langley....
- Jefa de Sirvientes....-murmuro molesto desenvainando una espada gigantesca, usándola como si se tratase de una vara de madera.
- Es una espada gigante y a simple vista muy pesada....
- No aceptaré sus alago, vamos a pelear.
*-.-*
Germaine chocaba espadas con Gast, quien la mantenía al margen de todo. El enmascarado había logrado escapar hacia el castillo, pero logró ser retenido por la segunda heredera, Ney.
No se dio cuenta cuando se encontró en el suelo y a la hija del guerrero encima suyo dispuesta a darle el golpe final.
- Moriré a manos de la hija del famoso Leonarth Avadonia....es admirable. Tu padre se sentiría orgulloso al respecto-se burló.
- Cállate, tu no sabes nada al respecto de mi padre....
- Asesinó a varias personas para la mujer que el amaba. ¿Me preguntó si logró obtener el amor de ella?
- Cállate, como dije, tu no sabes nada al respecto-le bramo molesta mientras acercaba cada vez más la cuchilla.
- Seguramente no lo obtuvo y ella lo dejó....-No pudo terminar de hablar cuando la espada fue a dar a su cuello, fue retirada violentamente y recibió otra clavada en su pecho.
- No vuelvas....a decir eso de mis padres....-se puso de pie y se fue corriendo al palacio.
*-.-*
- Adios, Jefa de Sirvientes....no....Mariam Futapie-Chartette tenía a la dama derribada y herida, se disponía a darle el golpe final, pero los recuerdos de sus amigos le llegó. Detuvo su espada rota centímetros de la mujer.
Las palabras de Leonarth, las risas de Allen y Ney, también el carácter de Germaine. Igual recuerda cuando Mariam le perdono el hecho de haber roto un jarrón, hablándole calmada al respecto y que no se preocupara. Una lagrima escapó de su rostro, pero no se dio cuenta cuando la mujer se puso de pie y usó una bomba de humo para escapar. La ex-sirvienta se quedó sorprendida aun largo rato buscando a la mujer a su alrededor.
- ¡ESTUPIDA MARIAM, HIJA....!-maldijo a la mujer mientras golpeaba a la nada.
*-.-*
Mariam caminaba apoyada en la pared, dejando un rastro de sangre a sus espaldas. Escuchó unos pasos.
- Madame Mariam, que bien que la encuentro....-reconoció la voz de Emma.
- ¿Pensé que habías escapado?
- Vi su pelea con Chartette....me sorprendió ver la valentía de la última de los tres héroes-alago la joven mientras sacaba lentamente su cuchillo debajo de su delantal.
- Gracias....será mejor irnos de aquí.-recordó-¿Donde está Ney?, hace un rato que no la veo.
- Debió huir cuando empezó la revolución....
- ....
- La Han traicionado Jefa de Sirvientes....-la voz de la menor se tornó fría, se giró espantada, pero no pudo reaccionar a tiempo cuando un fuerte dolor en su espalda se hizo presente. Cayó al piso comenzando a desangrarse, observando a la menor quien reía victoriosa-¡No queda ninguno de los tres héroes, padre, lo e hecho bien!-grito emocionada mientras se retiraba del sitio.
Mariam miró la zona por donde se fue y solo se quedó quieta, la sangre no dejaba de salir. En esos momentos de lamentaba el hecho de jamás haberle dicho antes a Leonarth que lo amaba, por esa razón había aceptado cuidar a Ney porque ella heredó el color de los ojos y la personalidad.
- ¡¿MADAME MARIAM?!-el grito de Ney se escuchó, giró su vista y vio a la ex-sirviente arrodillarse a su lado, pudo ver de tras de ella a Allen cargando a su hijo-¿Qué....que ocurrió?-preguntó espantada mirando toda la sangre salir.
- Emma....-fue su única respuesta-¿No te dije la razón del porqué acepté adoptarte verdad?
- No hable, la curaremos en un reino, pero no muera por favor.
- Heredaste los ojos de el y su personalidad, protegiendo a aquellos que le importan....-le dijo, miró al cielo azul-Podré reunirme con tu padre, si es que el está en ese lugar....-comenzó a cerrar sus ojos lentamente
- No, Madame Mariam....abra los ojos....¡MADAME MARIAM!-grito la menor.
*-.-* Días después *-.-*
Ney ayudó a "Allen" subir al corcel de la princesa y la guiaba por el bosque. Le entrego al bebé que se removió inquieto.
- Debes ir más lejos, no mires hacia atrás por nada en el mundo-le dijo ella señalando el camino.
- ¿No vas a venir conmigo?-la voz suave del "chico" preocupada hizo a la mayor sonreírle torpemente.
- Debo quedarme a ayudar a hermana mayor....estaré bien....-le respondió.
- Okey....nos vemos, Ney-se despidió mientras tomaba las riendas del corcel.
- Nos vemos....Riliane....-se despidió cuando la vio ordenar a su corcel comenzar a correr.
La familia Real Lucifen D'Autrih quedó extinta, Lucifenia logró su independencia librándose de la tiranía.
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