Aprendiendo a usar mi poder
A la mañana siguiente, me desperté temprano. Me puse el uniforme especial que me dieron ayer y me dirigí al baño a lavarme la cara, para luego ir a la cocina, donde Konro estaba preparando el desayuno.
- Buenos días, Konro-san. - Le saludé alegre.
- Buenos días, (T/N). ¿Has dormido bien? - me preguntó amable, mientras terminaba de hacer la sopa de miso.
- Sí. Nunca he dormido en un futón, pero son bastantes cómodos.
- Me alegro. Veo que no has necesitado ayuda en colocarte bien el yukata. - Dijo al fijarse en lo bien que me había puesto mi atuendo.
- Eso es porque me fijé bien en cómo me lo pusiste ayer y, la verdad es que aprendo rápido. - Sonreí de manera tímida.
- Entonces, no tendrás problemas en tu primer día de entrenamiento. - Escuché a mi espalda la voz de Benimaru y me volteé para verle.
- ¿Entrenamiento? - pregunté, desconcertada.
- No pensarás que vas a usar tus poderes así como así sin entrenar, ¿verdad? - dijo seriamente. - Vamos. - Tras ello, se marchó al patio. Dejándome en la cocina, todavía pensando en lo que acababa de decir.
- ¿Ahora? - pregunté en alto, para que me oyese.
- ¡Ahora! - dijo molesto desde el patio.
¿Eeeeeeehhhhhhh?
No me apetece entrenar ahora, pero si le llevo la contraria, sería peor.
Me dirigí al patio con desgana, donde Benimaru me esperaba impasible. Cuando llegué, Benimaru se acercó a mí tranquilo.
- Lo primero que harás es concentrarte para invocar tus llamas.
¡Vaya! Pensé que sería el típico entrenamiento duro, pero parece ser que será del tipo meditación.
- Vamos. - Dijo serio.
- Vale. - Cerré los ojos e intenté concentrarme en mis brazos, pues me dijeron que me vieron transformada en un pájaro de fuego y supuse que mis brazos harían de alas. Sentí un flujo de energía, que circulan por mis brazos y un ligero calor en él. Entonces, abrí mis ojos y observé que mis brazos, no solo estaban en llamas sino que además, se habían transformados en unas hermosas alas llameantes.
- No esta mal, para ser tu primera vez. - No se le notaba impresionado por su expresión. ¿Qué tipo más raro? - Ahora continúa con el resto del cuerpo.
No dije nada, simplemente, seguí con el entrenamiento. Volví a cerrar los ojos, pero esta vez intenté concentrarme al resto del cuerpo, en vez de ir poco a poco. Esta vez, me resultó más difícil e incluso percibí que el flujo de mis brazos se estaba debilitando, así que decidí concentrarme en los brazos y pies, convirtiéndome en mitad humana y mitad pájaro.
(Para los que no podáis visualizarlo, básicamente mis brazos son alas llameante, mientras que mis piernas son patas de ave, un poco largas como las de las grullas).
Abrí los ojos y casi perdí el equilibrio, debido a que mis patas de ave me hacían más alta y ahora le sacaba una cabeza a Benimaru.
Él seguía tranquilo, salvo que ahora tenía que mirar hacia arriba para verme la cara.
- Intenta volar con tus alas. - No se por qué, pero la forma en cómo me lo dijo parecía más una orden, que, no sé, ¿una sugerencia? Está claro, que me va a resultar difícil lidiar con este hombre, en comparación con Konro-san o con las gemelas, a pesar de ser unas revoltosas.
- Esta bien. - Comencé a batir mis alas - "Sólo espero no partirme la crisma". - Mis pies/patas se separaron del suelo y empecé a subir al cielo, lentamente, varios metros del suelo. No pude evitar mirar el suelo y ver me encontraba muy lejos de éste. En vez de perder el control, quise continuar volando, pero esta vez por los alrededores, la cuestión es: ¿cómo? Entonces, ví una bandada de gorriones volando cerca de mí y observé cómo volaban. "Claro, eso es". Cerré los ojos y me concentré para crear una cola, que se conectaba con las alas y la parte de atrás de las patas/piernas. Abrí los ojos y comencé a volar, simulando los movimientos de los gorriones hasta sobrepasar su velocidad. Estaba sobrevolando por toda Asakusa, la sensación de volar era increíble, desde dónde me encontraba, podía ver a todos los habitantes del distrito paseando a aquella mañana. Cuando, de entre ellos avisé a un par de bomberos de otro distrito. Por alguna extraña razón, sentí un enorme escalofrío recorrer por toda la médula espinal, cómo si ya les hubiera conocido antes. Decidí regresar a la casa, donde están Benimaru y Konro-san.
Volé, rápidamente hacia ellos y aterricé en el patio, evitando no levantar mucho el polvo con el aleteo de mis grandes alas.
- Veo que lo tienes nominado. - Dijo tranquilo con un deje de ¿alegría?
- Sí, la verdad es que me han ayudado un poco los gorriones que volaban por la zona. - Dije sinceramente.
- ¿Los gorriones? - preguntó con curiosidad.
- Sí, sólo tuve que observarles e imitar sus movimientos para poder volar. Uhm. - Me fijé en él. Lo noté pensativo, pero luego me acordé de los bomberos que ví y se lo iba a decir, pero me interrumpió.
- Demuéstrame lo que sabes. - Dijo al ponerse a la defensiva.
- ¿Qué? No le entiendo. - Vi su postura, entonces lo entendí de inmediato.
- Quiero que me muestres tu fuerza. ¡Vamos! - ¿Qué? Así, de repente. Vale, reconozco que estuve en clases de artes marciales, cuando iba al instituto. Pero, solo era para pasar el tiempo. Y, ni siquiera sé si soy buena. - ¡¿A qué estás esperando?! ¡Vamos, golpéame!
- ¡Uaaaaah! - Le asesté un puñetazo de frente, que fue bloqueado fácilmente por él. Agarró mi brazo y me lanzó al suelo a un par de metros de él. Me giré y me levanté, rápidamente, para volver a atacarle de la misma forma, pero esta vez en el momento en que bloqueó mi puñetazo, le di una patada alta, que también fue bloqueada con el otro brazo. Cuando agarró mi pierna, me giré y me puse encima de él, agarrándole el cuello con mi brazo libre, pero me tiró al suelo y ahora, él estaba encima de mí. Me agarró por los hombros, pero me lo quité de inmediato, empujándole con mis dos pies. Acto seguido, me levanté de inmediato y me puse en posición defensiva.
Ahora, el entrenamiento se había convertido en una pelea seria.
Ambos, comenzamos a atacar. Con cada ataque que lanzábamos, lo bloqueábamos o lo desviábamos. Durante en toda la pelea, pude analizar sus movimientos hasta el punto de llegar a imitarlos. Lo único que me diferenciaba de él, era su fuerza, pero yo soy mucho más ágil que él.
Estábamos tan concentrados en la pelea, que no nos dimos cuenta que teníamos espectadores hasta que en un punto de la pelea; iba a asestarle un golpe con la mano abierta a modo de corte, que no me percaté hasta después de ser bloqueado por un Benimaru, sorprendido, que aquel golpe le había añadido mi habilidad de ignición.
- Eso era. - Konro vió sorprendido aquel movimiento, pues sólo él y Benimaru lo conocían.
- ¡Oi! (T/N), ¿dónde has aprendido ese movimiento? - preguntó con tono de sorpresa.
- La verdad, es que me ha salido sobre la marcha. - Dije mientras recuperaba el aliento.
Ambos cruzaron sus miradas.
- A partir de mañana entrenaras conmigo el estilo de lucha iaido. - Dicho esto, se metió dentro de casa. Konro se me acercó, todavía sorprendido por lo que acaba de suceder.
- Konro-san, ¿qué ha pasado? - pregunté desconcertada.
- (T/N), el movimiento que acabas de usar es el estilo de lucha que Benimaru fue entrenado por el anterior capitán de la 7ª compañía, el estilo iaido. - Dijo sin dejar el asombro.
- ¡Oh, no! No era mi intención. - Intenté disculparme, pero Konro me interrumpió.
- No, no has hecho nada malo. Es solo que nos has sorprendido que lo hicieras de manera natural, pero veo que sólo ha sido una simple coincidencia.
- Ya veo. - Me tranquilicé por sus palabras.
- Por cierto, el desayuno está listo. - Al mencionarlo, automáticamente mis tripas sonaron, sin poder evitar sonrojarme de la vergüenza.
- Me había olvidado por completo del desayuno. Estaba tan absorta en la pelea, que se me había olvidado. - Tras terminar de hablar, ambos nos metimos dentro de la casa y desayunamos con las gemelas, que hace una hora se habían levantado y habían terminado de desayunar. Vamos, que no nos había esperado para desayunar juntos. ¡Qué dos!
Estábamos desayunando, cuando una de las gemelas nos avisó que habían dos hombres esperandonos en la entrada. Entonces, me acordé de aquellos dos bomberos que avisté, mientras practicaba mi vuelo.
Hasta aquí el capítulo de hoy.
Espero que estéis disfrutando de la historia.
No olvidéis dejar un like y algún comentario.
Y si queréis conocer más de mis historias, que publico, sólo tenéis que seguirme.
Nos vemos.
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