Capítulo #9 Lucy Y La Cafetería De Los Calzones Chinos



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Narra Wendy:

Salí de bañarme y me puse una blusa azul junto con unas bragas rosas con rayas blancas cuando recibí una llamada de un número desconocido Contesté sin mucha confianza

–¿Hola?– Saludé

–Hola Wendy– Era la voz de Lucy

Sonreí –¡Lucy! Buenos días. ¿Cómo conseguiste mi número?

–Se lo pedí a Eduardo cuando me lo topé en la calle– Rió un poco –Se me ocurrió algo ya que no tuvimos mucho tiempo para conocernos, ¿Quisieras ir a una Cafetería conmigo para aprovechar el Sábado?

Me emocioné, lo admito, nunca antes algún compañero o compañera del colegio me había invitado a lugares fuera de la escuela, pero tenía que ocultar mi emoción para que no se vea tan obvia mi falta de amigos

–¡Me encantaría!– Si, fallé –Pero debería pedir permiso antes. Ya vuelvo

Corrí hacia la sala con el celular en mano y no me di cuenta que en la sala estarían Rick y sus dos mejores amigos, me sonrojé cuando me vieron en mis bragas y lo peor fue que Lucy escuchó mi chillido cuando me levantaron de las bragas

–¡Me las van a pagar!– Dije sacudiendo mi puño mientras acomodaba mis bragas

Llegué con mamá y pedí permiso para salir, cosa que le dije a Lucy inmediatamente

–Lamento la tardanza, por cierto– Dije cuando ya había regresado a mi habitación –¿A qué hora nos vemos?

Ella contuvo su risa –Ahora te paso la dirección del lugar. ¿Te parece que nos veamos a las 5:00pm?

Me puse unos jeans –Me parece perfecto, ¿Debería invitar a Eduardo?

–Por supuesto, lo iba a hacer yo pero si quieres tú llámalo

Asentí –Perfecto, ahora le llamo

Llamé a mi primer amigo y él se tardó un par de intentos en contestar, fue en el último donde contestó

–¿Hola...?– Se escuchó su voz adormilada

Reí –No me digas que sigues dormido

Lo oí bostezar –Es que hoy habrá un almuerzo familiar, esas cosas suelen terminar muy tarde y necesito dormir cuanto pueda jeje

Mi sonrisa desapareció –Diablos.. Llamaba porque Lucy nos invitó a una Cafetería

Escuché un suspiro –Rayos.. Eso suena genial pero no puedo cancelar

Sonreí amistosamente –Descuida, habrán muchas oportunidades para salir los tres juntos

–Eso me tranquiliza Wendy, gracias. Diviértanse

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Cuando se acercaba la hora tenía ya puestos unos jeans negros y una blusa morada. Papá me dio un casco y subimos a su motocicleta para ir a la Cafetería

Al llegar noté su cara sorprendida y confusa

–¿Qué ocurre?

Él me miró –¿Aquí verás a tu amiga?

Asentí –Si, ¿Qué pasa?

Me giré para ver el lugar y por fuera no noté nada extraño, tenía las ventanas polarizadas así que supuse que dentro sería un lugar fresco, las paredes estaban cubiertas con tablas de madera que le daban una apariencia rústica y arriba tenían un gran letrero que decía "Cafetería CC"

Papá negó –No, no pasa nada. Los niños también pueden entrar.. Aunque la clientela habitual son personas adultas

Apoyé las manos en mi cadera, un movimiento muy característico de mamá

–Primer punto: Ya no soy una niña. Segundo: ¿Porqué?

Él imitó mi pistura con burla –Primer punto: Lo sé. Solo decía que puede entrar cualquiera que lleve dinero aún si es menor de edad.. Segundo: Será mejor que entres y lo veas por ti misma

Reí por su imitación –Bien, te veré luego– Y me puse de puntitas para besar su mejilla

–Te veré luego Ratoncita. Pasaré más tarde

Entré y elevé la mirada lo más que pude para ubicar la mesa de mi amiga, cuando me vio movió la mano de forma animada para saludarme

–¡Hola Wendy!

Sonreí y caminé hacia ella, no entiendo como no me había fijado antes de aquello que hacía esta Cafetería única en el mundo. Todas las meseras usaban un uniforme compuesto por una falda color vino y una blusa de botones blanca, normalmente pensaría que es un lindo uniforme pero el hecho de que todas y cada una tenían un calzón chino se robó mi atención por completo

Lucy sonreía con mi expresión –Sorprendida ¿Verdad?. Bienvenida a la Cafetería del Calzón Chino, ¿Qué te parece?

–Em.. Es linda la decoración, rústico, me gusta– Respondí

Ella rió –Sabes a lo que me refiero. ¿Qué te parece el inusual uniforme de las meseras? Si pagas puedes darle un calzón chino a la que quieras

Abrí los ojos con interés –¿En serio? WoW, eso suena genial..– Admití pensando cuánto estaría dispuesta a pagar por dar un calzón chino

Entonces llegó nuestra mesera, rubia y de ojos azules, baja estatura, tan baja que Lucy era ligeramente más alta que ella, copa B y un trasero regordete. Usaba unas bragas azules con dibujitos de videojuegos por todas partes y tenía los costados enganchados a los hombros

Aclaró la voz –Buenas tardes. Mi nombre es Goldie y seré su mesera– Dijo buscando su libretita sin mirarnos aún –¿Qué desea...?– No terminó en cuanto reconoció a Lucy

Mi amiga puso una mirada divertida –Sorpresa Pececito

La mesera se sonrojó –¿Q-Qué haces aquí?... Creí que estabas con tu tía

–Si pero se me apeteció un café...– Respondió alegre –¿Y qué mejor que venir a esta Cafetería donde puedo verte con las bragas metidas ya sabes donde?

Las mejillas de Goldie se coloraron mas –Como si no vieras eso en casa...– Murmuró por lo bajo

–Ja, verte así nunca dejará de divertirme

La mesera me vio y decidió cambiar el tema conmigo –En fin ¿Quién es tu amiga?

–Ella es Wendy, una amiga de la escuela. Wendy, ella es Goldie, la roomie de mi tía Scarlett

–Mucho gusto– Dije intentando no burlarme

Ella sonrió y me extendió la mano –Lo mismo te digo Wendy. ¿Qué van a querer?

–Un Cappuccino por favor– Respondí con una sonrisa

–Y yo un Cappuccino con caramelo– Añadió Lucy –Además una crepa de mermelada

La mesera asintió –¿Tú quieres una crepa Wendy?

Volví a mirar el menú –Una con chocolate por favor

–Bien, ahora se los traigo– Y se fue

Le sonreí a mi amiga –Entonces ¿Dónde vives? Parece que pasas mucho tiempo en casa de tu tía para conocer así a su roomie

–Jeje. Pues si, vivo con mi tía

–¿Cómo es ella?

No pudo contener la risa –Es muy bromista con Goldie, no hay día donde no le haga calzón chino

–Suena divertido jeje. En el barrio donde vivo abundan ese tipo de cosas

Ella sonrió aún más –Me lo esperaba con lo que oí durante mi mañana, parece que alguien te dio un muy buen calzón chino ¿Eh?– Me sonrojé –Me gustaría quedarme ahí una noche para ver qué más ocurre

Ignoré su burla –Cuando quieras te puedes quedar, yo también quisiera pasar alguna noche en tu casa

Charlamos un largo rato mientras tomábamos nuestro café, así como con Eduardo yo le hice una pregunta y tras responderla ella me hacía una a mi. Me enteré que le gusta la cocina y de grande quiere ser Chef, también que disfruta dibujar y leer

Di un sorbo –¿Porqué decidiste ayudarnos a Eduardo y a mi?

Se encogió de hombros –Solo vi que necesitaban ayuda y yo podría dársela... Aunque es una pena que aún así los apodos se hicieran populares

–No tienes que decírmelo.. Ahora todo mundo me llama Pitufa– Suspiré –Ayer incluso un maestro me dijo Pitufa sin querer

Lucy aguantó la risa –Oye se esta haciendo tarde. ¿Quieres venir a mi departamento para seguir charlando ahí? Así aprovechamos que Goldie ya casi sale y nos lleva

–Sería genial, solo déjame avisarle a mis padres

Pasaron unos minutos y todo estaba confirmado, Goldie apareció guardando sus cosas

–Bien, vámonos– Dijo con una sonrisa

Lucy la detuvo con una mano en el hombro –Alto ahí Pececito. Cobraste el calzón chino pero nunca te lo di

La rubia suspiró –Tenía la esperanza de que lo habías olvidado... Eres mala como para ser tan pequeña

–Soy mas alta que tú, Pececito

Goldie gruñó –¿Sabías que no eres la primera en apodarme así para burlarse? No es nada original

–Desde hace rato tengo curiosidad. ¿Porqué la gente te llama así?– Pregunté

Otro suspiró vino de ella –Mi madre me puso así por mi cabello dorado... Pero no pensó que Goldie suena a nombre de pescado

–Pero yo te digo Pececito con cariño, no con burla– Dijo mi amiga al abrazarla por la cintura, lo que hizo a la rubia sonreír –Ahora quítate las bragas de los hombros y dame la espalda, Pececito

Goldie perdió la sonrisa pero terminó por obedecer. Lucy tomó sus bragas y tiró de forma suave pero también con fuerza constante, levantando a la rubia poco a poco

Ni mi amiga pelirroja ni yo pudimos contener la risa al ver la expresión de Goldie

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Llegamos al departamento y tras entrar al ascensor subimos a un piso bastante alto. Entré después de que Goldie abrió la puerta y justo alguien salía del baño envuelta en una toalla y con el cabello rojo mojado, supuse que era la tía de Lucy por el parecido. Scarlett era una señora algo joven, no más de 30 años, ojos avellana, copa D y un gran trasero ejercitado, sus facciones eran muy parecidas a las de Lucy

–Que bien que llegaron. ¿Cómo les fue?– Se dio cuenta de mi –Oh Lucy, ¿Quién es tu amiga?

Lucy sonrió –Es Wendy, una chica de la escuela. Wendy, ella es mi tía Scarlett

–Mucho gusto– Dije con una sonrisa

–El gusto es mío Wendy. Iría a abrazarte pero estoy toda mojada

Goldie regresó de la cocina con una botella de agua –Y respondiendo a tu primer pregunta. Interesante, es lo que puedo decir, tu sobrina pagó por hacerme calzón chino así como tú cada que vas– Rió ya sin vergüenza –Esa pequeña es igual a ti

Scarlett rió –Esa "Pequeña" Es mas alta que tú, Pececito

Goldie tenía razón en lo que me dijo cuando Lucy fue al baño, el parecido entre ellas sobrepasaba lo físico, también que su actitud e incluso el como suenan sus risas era idéntico

La rubia se sonrojó otra vez y decidió vengarse tomando la toalla de Scarlett para irse corriendo con ella. Me sobresalté un poco cuando pude ver sus pezones rozados

–¡Ay!– Gritó Scarlett

Se había puesto tan roja como su cabello y se tiró al suelo de rodillas mientras se cubría

–¡Será mejor que vuelvas con esa toalla Goldie o tu trasero lo pagará!

–¡Primero tendrás que alcanzarme y todas sabemos que no te vas a levantar así!– Respondió Goldie con tono burlón desde una habitación

La pelirroja gruñó –Niñas.. Cúbranse los ojos

Cubrí mis ojos con las manos y solo pudimos escuchar sus pasos apresurados por todo el lugar durante unos minutos, después alguien tocó la puerta y Goldie gritó "¡Ya voy!" Mientras corría hacia la puerta

–Hola soy..– Era la voz de papá

–¡AH!– Gritó Scarlett con vergüenza. Escuché sus pasos en dirección a su recamara

Goldie suspiró –Estuvo cerca.. Gracias Mez– Se dio cuenta de algo –Espera ¿Qué haces aquí?

–Yo-Yo vine a buscar a Wendy... No tenía idea de que vivías aquí– Respondió él

Quité mis manos y caminé hacia papá –¿De dónde se conocen?

–Él va mucho a la cafetería con su esposa, ¿Es tu papá? ¡WoW! Que pequeño es el mundo

Sacudí la cabeza –Em.. Por lo que veo me tengo que ir. ¿Podrías decirme en qué terminó esto?

–Por supuesto– Respondió Lucy

–Fue un placer conocerte Goldie, lo mismo digo de Scarlett– Me giré hacia Lucy –Ojala pueda venir otro día y conocerla mejor, parece divertida

–Lo es hasta que te levanta de las bragas– Murmuró Goldie

Reí y finalmente salimos hacia el ascensor

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