Capítulo #44 Una Idea Tonta No Tan Tonta
Narra Gosaxd:
Mez abrió los ojos pocos minutos antes de que su alarma sonara por lo que simplemente la apago, se ducho y preparo el almuerzo para sus hijos antes de enviarlos a la escuela. Su Ratoncita Wendy se veía muy contenta, tuvo una noche tranquila y disfruto del desayuno antes de salir, mientras que su hijo no tenía el mismo humor, Rick parecía avergonzado, triste y hasta adolorido por alguna razón
Él supuso que todo se debía a la reciente relación entre su mejor amigo y la chica que le gustaba. Mez casi sabía lo que se sentía, todavía recordaba aquella fiesta en épocas de la secundaria donde tenía el plan perfecto para apartar a la chica que le gustaba y confesarle sus sentimientos, él la buscó por todas partes pero solo la fue a encontrar en uno de los pasillos de la casa besándose con Valentín, no su amigo, sino su bully. No sabía cuál de las dos situaciones era peor
Cuando sus hijos salieron de casa subió las escaleras con una bandeja con el desayuno para su esposa todavía dormida
–Marce... Despierta– Le susurro al oído con voz amorosa –Los niños se fueron a la escuela y ya tengo el desayuno para los dos
Marcena no lo escucho, solo soltó un leve ronquido que lo hizo reír. Tomó la cintura del pantalón de su mujer y tiro hacia afuera para exponer sus bragas, pero descubrió que ella no llevaba nada debajo, embelesado miró por un momento el pequeño parche de bello negro y lo acaricio hasta que tuvo una idea. Metió la mano en el jugo de naranja y sacó un cubo de hielo para ponerlo sobre la intimidad de Marce
–¿Qué te pasa?– Dijo tras despertar y arrojarle el hielo al pecho
Él se rió a carcajadas –No despertabas y no tenías bragas para estirar, tuve que ser creativo. Buenos días, te traje el desayuno
La pelinegra miró la bandeja de huevos revueltos con espinacas que estaba sobre el guardarropa y decidió perdonar a su esposo
–¿Ya se fueron los chicos a la escuela?
Mez le acercó el plato y le dio un sorbo a su café –Si, les preparé el almuerzo y todo
–Bien hecho Superpapá
Rió –No olvides tu plato de fruta
Su esposa asintió y le sonrió contenta con una idea. La pijama que eligió para dormir era cómoda pero muy sexy según por el comentario de Mez la noche anterior, consistía en un pantalón de color rosa con las mangas sueltas pero la parte del trasero se le ajustaba muy bien, y si hubiera llevado ropa interior debajo estaba segura de que se le marcaría. Su bonito torso era cubierto por una blusa blanca con tirantes de espagueti, un poco delgada y perfecta para un día caluroso
–¿Qué pasa?
No le respondió, se mordió el labio y como si no se diera cuenta jugaba con uno de los tirantes hasta bajarlo un poco, exponiendo la parte de arriba de sus pechos
–¿Sabías que se me salieron anoche mientras dormía? Me moví mucho
Mez se sonrojo pero le sonrió pícaramente –Ojalá lo hubiera visto
Ella dejó caer un poco más el tirante y le enseñó todo el costado del pecho
–¿Porqué no me quitas el otro?
El rubio no espero que se lo dijera dos veces y tomó con la punta de los dedos el otro tirante para bajarlo
–¿No tienes calor?– Preguntó sacudiendo la mano y mirándolo seductoramente
Con un dedo movió más la blusa y por fin uno de sus pezones saltó libre y a la vista del hombre que más los amaba. Dejaron los platos a un lado y Mez la abrazo de costado mientras la besaba, teniendo ahora vía libre a su busto comenzó a amazarlo con suavidad y le dio suaves pellizcos en las puntas oscuras que coronaban esos hermosos pechos
Marce se separó y se dejó caer sobre la cama, Mez se acomodó y le sacó los pantalones rozados para arrojarlos lejos, ahora ella no usaba otra prenda más que la blusa que tenía al rededor del abdomen y por alguna razón se veía bien ahí. Separó las piernas y lo miró impaciente, él sabía bien lo que esa mirada significaba
Acercó el rostro a la entrepierna de su esposa y le dio un par de besos en la ingle, le metió dos dedos en la intimidad y con uno libre decidió acariciarle la puerta trasera. Marce lo recibió con un suave gemido que le puso la piel de gallina
–Oh Me-Mez.. Amo... Amo tus manos... Mez.. Mi amor
Él le sonrió –Yo te amo toda.. Todita. Cada parte de tu cuerpo.. Me encanta cuando saltas y tus pechos rebotan... Cuando te sientas en uno de los blanquitos de la cocina y enseñas la raya del trasero
Soltó una risilla –Pues deberías meterme algo entre ellas a ver cómo reacciono... No solo me jales las bragas– Lo miró a la cara –Me encanta tu barbilla, a veces me hace cosquillas cuando me abrazas
–Adoro tus ojos seductores, tu nariz y tus labios... Tu cuello y tus hombros
Cuando Mez estuvo satisfecho con la humedad que sintió en los dedos se acomodo los muslos de su esposa sobre sus hombros y la penetró. Ella lo sintió hasta el fondo y no logró contener un gemido que resonó por toda la casa
Sin duda disfrutaban más el sexo cuando no había nadie en casa y podían gritar cuanto quisieran
Mez jadeó de placer y movió la cintura rápidamente, entrando y saliendo varias veces. Recordaba bien la primera vez que habían intentado esa posición, su miembro se había salido y con la fuerza de la siguiente estocada fue a dar en el trasero de Marcena, haciéndola gritar de dolor. Eso no iba a volver a pasar, desde esa vez tuvo mucho cuidado con sus embestidas para dejar siempre contenta y satisfecha a la reina que tenía por esposa
Pasaron dos minutos y luego tres, cuatro.. Mez se sentía un poco cansado pero seguía embistiendo como si su vida dependiera de ellos. Marce estaba en completo éxtasis, sus paredes internas recibían al miembro de su esposo como si fueran hechas a la medida y cada vez que sentía sus pelotas golpeándole la puerta trasera le dejaba una sensación extraña pero placentera
Llegaron a un momento donde ella arqueo la espalda y chilló de placer, sus piernas templaron y se separaron dejando caer a su marido sobre ella justo después de que él la rellenase de su esencia
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–Lo tienen bien pensado ¿No creen?
Brie no despegó la vista de su reglamento –Si, categorizaron todo por niveles. Del 1 al 10.. Creo que me tranquiliza que los tres primeros niveles no traen castigos físicos
–Pero hay cláusulas, mira la página 10– Le dijo Laura –Si ya tienes un historial problemático podrían darte un castigo físico incluso por fechorías de nivel 2
Wendy no compartió su opinión en ese momento porque prefirió leerse todo el reglamento
–¿Creen que lo haya escrito la Directora? ¿O se lo mandaron de la Secretaría de Educación?– Preguntó rompiendo su silencio
–Parece que fue ella, tiene su firma al menos... Esa mujer en serio pensó en todo– Le respondió Brie
Lucy se rió –¿Creen que ella haya sufrido estás cosas en carne propia?
Al grupo de amigos les hizo gracia imaginar a su directora de joven colgando de su ropa interior
–Que raro que se rían teniendo ustedes muchas experiencias colgantes– Interrumpió Candy
Ellos se sobresaltaron
–Es un poco divertido cuando le pasa a alguien más, aunque no pienses que no sentimos empatía
Candy se sentó a su lado y se estiró –Ah.. Si, sé de lo que hablan. Hay personas que hacen expresiones muy chistosas
–Como Wendy
Todos rieron menos Wendy que le dedico una mirada asesina a su amiga pelirroja
–¿Qué piensas del reglamento?
–Supongo que debería alegrarme de que mis bullies podrían recibir un castigo por atacarme.. Pero todos sabemos que los Rompe Cráneos saben donde atacar
Ahí Wendy tuvo algo mejor que un comentario sobre el reglamento, tuvo una idea
–¿Y qué tal si probamos la eficiencia de este reglamento?– Con esas pocas palabras tuvo la atención de todo el grupo –Podría darle un soplo a Susy de que estás en cierto lugar para que ella vaya a atacarte pero justo aparecerá un un par de maestros para atraparla con las manos en la masa
La antigua bully no pudo ocultar su interés por la idea –¿No hay forma de que alguien más sea la carnada?
–Ella no me va a atacar a mi o a alguno de ellos por órdenes de Susy, tú eres la única opción
Laura interrumpió –Y si Susy lleva acompañantes les irá peor, hay cláusulas incluso para eso. Si vas acompañada para atacar a un compañero recibirás un peor castigo que si lo hicieras sola, también te va peor si atacas a un compañero menor que si atacas a uno de tu edad o mayor
Eduardo leyó la parte de la que hablaba y trató de imaginarse el tipo de castigo que Susy tendría si lo atacase acompañada de otras chicas, no lo creía posible pero se encontró fantaseando con que la directora le dejaba en sus manos los castigos para las bullies y vaya que lo disfrutaba. Se imagino a Susy sobre su regazo y con el trasero pálido y redondo al aire, justo como estuvo el día que fue niñero de sus hermanos. Él le daba una palmada que le dejaba la mano marcada y Susy comenzaba a llorar en poco tiempo
–¿Qué opinas del plan?– Le dijo Wendy sacándolo de sus pensamientos
Él se cubrió las piernas con la mochila –Me-Me parece bien, solo necesitaré que me expliques un poco mejor mi parte
–Es sencillo...
El resto de aquella clase libre lo dedicaron a ensayar su plan que comenzaría a la hora del almuerzo
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Cuando los dos chicos llegaron visiblemente adoloridos a la escuela ella sintió curiosidad por saber lo que les pasó, y aunque ninguno de los dos le quiso responder Vivian logró sacar la respuesta tras insistirles cien veces. Rick quiso mentirle para guardar el secreto y cortar la insistencia pero fue Hugo el que fue sincero
La chica castaña estalló a carcajadas en medio de la clase y sin poder parar siguió haciéndoles burla durante horas hasta que los jóvenes no lo soportaron más. A la hora del almuerzo tras doblar por un pasillo la empujaron dentro del baño en desuso para divertirse un poco con ella
Hugo le cubrió la boca y le mantuvo las manos quietas mientras Rick le bajaba la falda hasta los tobillos, él disfruto por unos segundos la cercanía a la entrepierna de la joven pero para no verse sospechoso se apresuró a tomar aquellas adorables bragas que Vivian escogió para el día, unas de color amarillo con pequeños dibujos de plátanos por todas partes. Las estiró con fuerza y placer haciendo que se le encajaran en la entrepierna, fue divertido mirar su rostro avergonzado durante el momento que duró el calzón chino
–¡Agh!– Se quejó Hugo por un pisotón de su novia
Con las manos libres Vivian decidió devolverle la experiencia a Rick y se encontraron en una batalla de frontales que el pobre chico no podía ganar. Más adolorido que en la mañana Rick cayó al suelo sin calzoncillos y con ambas manos en la entrepierna
–¿Qué rayos les pasa?
Rick intento levantarse pero no pudo –No dejabas de burlarte de nosotros...
–Porque fue la primera vez que ustedes sufren algo sin mi. Cada vez que a mí me arrancan las bragas o me meten la cabeza en el inodoro se ríen de mi...
–¿Estás loca? Siempre te apoyamos cada vez que te atacan los bullies... ¿Quién te prestó la sudadera cuando Susy te quitó el sujetador y no lo pudiste recuperar– Hizo otro intento por levantarse –¿No fuimos nosotros los que se metieron a casa de Susy para vengarnos por todas las que te hizo?
Vivian no pudo negarlo –Pe-Pero igual se burlan de cuando mi madre me castiga con nalgadas
–Porque es divertido imaginarte sobre el regazo de tu madre recibiendo palmadas a trasero desnudo– "Por no decir excitante" pensó –Pero nosotros no tardamos más de cinco minutos en dejar el tema y hasta te compramos algo para que te sientas mejor. En cambio tú llevas horas y horas sin parar de burlarte
–Tie-Tienes razón...– Lo ayudó a levantarse –Perdónenme... Es solo que fue divertido oír lo que les pasó y se sintió bien no ser la única humillada del grupo
–Si todo sale bien, no volverás a ser humillada, al menos en la escuela...
–Sería genial que los únicos tirones de bragas me los den como bromas y juegos, al menos esos me los dan gente que se los puedo devolver
–Hablando de devolver, estarás de acuerdo con que te merecías un tirón por ser molesta ¿No crees?
Vivian lo pensó y decidió dejarse castigar para cerrar el asunto –Bien, pero nada de frontales..
Acordaron que sería un tirón cada quien y primero fue Rick, la tomó por la parte trasera y tiro con una furia y fuerza extraña en alguien como él. Vivian chilló y casi se cae cuando Rick la devolvió al suelo pero su novio la atrapó
–¿Podrías salir para que le dé mi castigo? Tengo algo más excitante en mente que un solo tirón
Rick se sonrojo un poco y salió sin decir nada, pero no pudo con las ganas de escuchar a través de la puerta
–¿Q-Qué me vas a hacer?
Él la abrazo y le dio un suave beso en los labios –Con esto me basta... Desde que somos novios me siento raro dándote calzones chinos y otras bromas..
–¿Porqué?
–No quiero meterte presión por llegar a algo físico antes de tiempo.. Parecería que solo quise ser tu novio para llevarte a mi cama... Pero no es así.. Y de solo pensar en jalarte las bragas o bajarte la falda como lo hizo Rick me hace sentir como si invadiera tu espacio o te estuviera forzando a algo
La castaña se sintió enternecida por ese lado de Hugo, era un lado que no veía desde que eran más pequeños
–No creas que yo no tengo ese tipo de pensamientos... Anoche soñé con que nos dábamos un beso sobre mi cama y si no me hubiera levantado sé que habría escalado a algo más..
Hugo oculto sus mejillas rojas apoyando la cara en el hombro de Vivi –Todos tenemos un lado pervertido, supongo
–Ya sabes lo que dicen de las chicas tímidas– Soltó una risilla –Te dije que me gustabas, no solo hablaba de tu personalidad
–¿C-Crees que soy atractivo?
Ella le planto un beso y se aventuró a jugar con la lengua, se sintió ridícula intentándolo por primera vez pero no quiso detenerse
–No digas nada de mi primer beso francés, a menos que sea bueno...
Él la miró a los ojos sin perder la sonrisa y la volvió a besar
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–¿Cuando fue la ultima vez que comimos desnudos?
Él comió otro bocado –Creo que en nuestro aniversario ¿No? Recuerdo que llegué de trabajar y tras cerrar la puerta saliste con nada más que un delantal cubriéndote. Me guiaste a la mesa mientras me quitabas la ropa y almorzamos antes de tener sexo sobre la mesa
–Fue divertido, no me creo que lo hayamos hecho sobre la mesa donde come nuestra familia
Mez rió –Acabo de acordarme que tu trasero estuvo justo donde tu madre se sienta cuando viene a comer
Ella le dio una palmada en la cabeza y lo besó otra vez –¿Estás listo para otro round, rubio? Porque no saldrás de esta habitación hasta que termine contigo
–Oh preciosa, cuando YO termine contigo no podrás caminar en un rato
Marce soltó una risa seductora –Veamos si puedes soportar este trasero unas cuantas veces más
–Cariño, lo he hecho antes y lo seguiré haciendo hasta que este sepultado bajo tierra. Es más, como última voluntad deseo que mi esposa se siente en mi cara antes de ser enterrado
Marce no pudo contener la carcajada y se volvieron a besar, su marido nunca tardaba mucho en soltar un chiste cada vez que ella quería actuar un rol seductor como en las novelas que leía antes de dormir, pero ese era parte del encanto de Mez Shabbir
–¿Porqué esperar tanto si mi trasero está aquí y tu cara está acá? Apuesto a que me haces cosquillas con la barba en... Ya sabes dónde
El rubio quitó los platos de la cama y se acostó bocarriba para que su esposa tomase asiento. Ella se puso de pie en la cama y poco a poco se puso de cuclillas hasta quedar sentado en la cara de Mez, tal y como supo que pasaría la corta barba rubia del hombre le causaba una sensación curiosa en sus partes íntimas. Ella soltó un bajo gemido cuando la lengua de su esposo se le metió dentro
–Siempre has sido un asiento muy cómodo mi amor... Mil veces mejor que.. Una silla.. Oh... Una silla de masajes
Su única respuesta fue llamar a sus dedos a la fiesta, Marce tuvo un dedo en el trasero y otro más tocándole el clítoris
–Oh.. Necesito algo para ocupar mis manos...
Se dejó caer hacia adelante y envolvió el miembro de su esposo con ambas manos, pasó la lengua suavemente por la cabeza y se lo llevó a la boca
–Oh mi amor... Tienes unos labios muy suaves..– Le dijo –Por favor no te detengas, usa la lengua por favor
Marce obedeció contenta y meneo las nalgas para hacer que Mez volviera al trabajo. Estaba tan excitada que con la mano que le quedaba libre comenzó a jugar con uno de sus pezones
La pareja no acostumbraba mucho a hacer un 69 pero cada que sucedía vaya que lo disfrutaban, tan solo la idea de tener la boca pegada a la vagina de su esposa y tenerla a ella dándole una felación hacia que a Mez se le pusiera la piel de gallina. Eventualmente ella gritó de placer y le bañó la cara al rubio con sus jugos celestiales y él le lleno la garganta de... Ya saben de qué
–Te... Te amo
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–¿Qué hay Pitufina?
Le hizo espacio a Susy en la banca y le ofreció de sus papas fritas –Todo va de maravilla jefa. Candy se está tragando cada cosa que le digo– Rió –Anoche la invite a una pijamada en mi casa y me contó muchos secretos vergonzosos
–Tú si que eres una caja de sorpresas
–Gracias Susy, de verdad aprecio tus cumplidos... Oye, no me lo tomes a mal, me gusta conversar contigo, pero justo ahora estaba almorzando con Candy y sería raro que estés aquí cuando ella vuelva del baño
El interés de la bully subía cada vez más –¿Fue al baño?
–Si, este de aquí es su almuerzo
Rió –Será mejor que la vayas a rescatar al baño en unos minutos
Le hizo señas a dos Rompe Cráneos que estaban más lejos y juntas corrieron al baño. Wendy las vio irse y no pudo contener los nervios, le preocupaba que Candy sufriera una tortura gratuita sin poder tener el premio de ver a sus bullies siendo castigadas
–Le llevaré un poco de crema por si acaso
Mientras tanto en el baño de mujeres Candy se aseguró de que cada inodoro estuviera bien limpio. Tuvo la suerte de elegir los baños que recién había limpiado el conserje de la escuela pero eso no le quitaba el miedo de saber que en unos minutos recibiría los famosos calzones chinos de la que solía ser su mejor amiga. Para relajarse y disimular un poco se lavo las manos y la cara, podía sentir su corazón latiendo a toda velocidad y casi le estalla cuando escucho la puerta
–Hola Candy ¿Cómo estás?
Era Susy, venía con otras dos viejas amigas, Mara y Alexa. Entre todos los Rompe Cráneos ellas no eran sus favoritas pero si se llegó a divertir con sus payasadas y su talento nato para dar calzones chinos
Pese a estar aterrada ella mostró sus agallas –Mejor ahora que te veo, moría de ganas por reírme en tu cara del ridículo que hiciste el otro día. Ustedes se lo perdieron ¿Verdad chicas?
–Escuchamos algunos rumores..– Admitió Mara –Pero esa fue una sucia trampa de la banda misteriosa, en otro momento sería imposible que le hicieran algo así a Susy
Rió –Si esas son sucias trampas ¿Cómo llamas a lo que hacen ustedes? Eso de emboscar gente inocente en los baños o lugares apartados para divertirse con ellos se está volviendo aburrido
–No quieras darnos clases de moral, perra. Que tú amabas esto antes de ser una perdedora
–Tan perdedora como tú, Susy. ¿Parte de ese rumor no era que te metieron un marcador en el ano y te escribieron cosas graciosas en tus pequeñas pompis?
–No todas queremos un trasero gordo como el tuyo, así que no me quieras hacer burla
–Si– La secundo Alexa –Podrá ser un poco pequeño pero Susy tiene un trasero hermoso
–Eso lo sabes bien, después de todo te la vives besándolo. ¿Alguna vez te dejó labial Su?
Susy se rió y Alexa se vio un poco ofendida
–Siempre disfrute tu ingenio Candy, todavía lo tienes
Candy respiro hondo, aquí venía –Si si, en fin, tengo que irme
Trato de pasar en medio del trio pero la mano de Mara en su pecho la detuvo y la empujó devuelta al lavamanos
–No te irás hasta que te disculpes con Susy y Alexa. Te mereces un castigo
Candy le devolvió el empujón a Mara y de repente se le nubló el mundo por un segundo, Alexa le soltó un puñetazo en la cara y la hizo caer
–Ya que te da tanta risa eso de besar traseros ¿Porqué no me besas el mío?– Alexa se bajó la falda y las bragas y se sentó sobre el rostro de Candy –No me voy a levantar hasta que lo beses y mas te vale que sea un beso francés
Candy batalló por moverla pero se congelo cuando sintió que alguien le bajaba la falda y se la quitaba, era su última falda del uniforme y si la perdía su madre en serio se molestaría
–¿Qué dijiste? No te escucho
Con ayuda de Susy y Mara, Alexa le subió la blusa hasta exponer sus pechos, Candy sintió un duro pellizco en uno de sus pezones
–Tal vez esto sirva para subir el volumen
Alexa le retorció el pezón hasta que se puso rojo y le dio palmadas a ambos pechos dejándole marcas rosadas. Candy no pudo soportar más y le dio una mordida
–¡Agh! ¡Perra, no me muerdas!
Alexa le dio una patada en el costado y Candy rodó con la mano sobando el golpe, intentó escapar a gatas pero fue cuando el trío de bullies la tomó de los cacheteros y la levantó. Casi no sintió nada al principio porque recibió otro golpe en la cabeza cuando su cadera se levantó y su rostro se estampó con el suelo
–¡Vamos a darle nalgadas a esta niña mala!– Ordenó Susy dándole una palmada y haciendo rebotar el trasero de Candy
No importaba cuánto se sacudía las palmadas venían y venían, acompañadas de sonoras risas de sus atacantes. En un momento sus cacheteros cómodos y sexys se habían vuelto un conjunto de hilos amarillos que le daban gran dolor entre las piernas, aquellos hilos se terminaron por romper y ella aprovecho su regreso al suelo para darse la vuelta y darle una patada a Candy justo en la entrepierna. La castaña cayó al suelo y Candy se arrastró hacia atrás soltando patadas
–¡Te tengo!– Celebró Mara sujetándole la pierna
Alexa también la agarró una pierna y la arrastraron por todo el baño hasta que la pobre Candy se fue a estampar con un tubo que le pegó en la intimidad. Intento sentarse pero una cinta de tela se le enrolló en el cuello y le corto la respiración
–¿Qué pasa? ¿No puedes respirar?
Fue difícil forcejear con ese agarre por lo que fue arrastrada hacia el mismo poste con el que se golpeó y la ataron ahí con la suficiente fuerza como para que no se asfixiara por completo
–¿Porqué no volvemos a los besos en el trasero?– Preguntó Susy ya recuperada y la agarró del cabello –Si me muerdes, te voy a dar la paliza de tu vida y te dejaré desnuda en algún lugar para que cualquiera que pase te vea y haga lo que quiera
Alexa le ato las manos al tubo y sonrió al ver a Susy bajándose la falda y las bragas moradas a juego con la sudadera que siempre llevaba
–Po-Por favor... No..
Candy fue silenciada por el redondo trasero de la bully, por si fuera poco la falta de aire no la dejaba aguantar la respiración por mucho tiempo por lo que todo el tiempo sintió los olores de Susy y sus dos amigas que se turnaron después de ella. Candy casi comienza a llorar, sabía que era una mala idea tender esa trampa, seguramente algo salió mal y los amigos de Wendy no pudieron traer a alguna maestra para parar el ataque
De repente la luz de la puerta abierta iluminó el baño y las cuatro adolescentes miraron hacia la puerta. Sin duda fue una vista interesante para la Maestra Núñez
La mujer tardo un momento en reaccionar –¡¿Qué rayos están haciendo?!
Por instinto las tres bullies intentaron escapar, pero Núñez demostró una velocidad de reacción fenomenal al ponerle el pie a Susy y hacerla caer, sus dos amigas cayeron al tropezar con el cuerpo de Susy y solo ahí recordaron que intentaron escapar sin ninguna prenda que les cubriera de la cintura para abajo. Humilladas se levantaron y volvieron al baño entre las risas de la gente que las pudo ver
–Déjame quitarte esto...
Candy nunca se sintió tan contenta de ver a esa odiosa mujer, todavía se acordaba del tirón de orejas que le dio hace un par de años y de las miles de detenciones que le dio pero desde ese instante se había convertido en su maestra favorita
–Gra-Gracias...
–No hables, seguro que debe dolerte... Vístete y ve a la enfermería
Asintió y lentamente comenzó a vestirse, ocultando su sonrisa en cuanto Núñez comenzó a gritarles
–¡Trío de tontas! ¡Pudieron matarla! No solo la cinta ¿También la querían ahogar con el trasero? ¡Qué asco!– Tomó a Susy de la oreja –Ustedes vendrán conmigo para su castigo, moría de ganas de atrapar a algún malhechor para demostrar lo útil que será nuestro nuevo reglamento
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Wendy escucho toda la tortura de su nueva amiga sintiendo mucha impotencia, se había arrepentido de su plan... ¿Cómo no vio la semejante tontería que se le había ocurrido? Por su culpa le debían estar dando una golpiza a Candy
–En cuanto salga Susy voy a entrar a ayudarla y... Dejaré que me haga calzón chino o que me meta la cabeza en el inodoro si quiere.. Pero tengo que compensarla– Jadeó –Soy una tonta
El caminar de la Maestra Núñez la sacó de sus pensamientos, ella estaba por entrar al baño y eso la habría alegrado de no ser porque ahora consideraba que no valía la pena la tortura de Candy con tal de ver a Susy humillada otra vez. Su mente comenzó a trabajar en imaginar lo que pasaría después pero otra vez fue interrumpida por tres cuerpos casi desnudos que salieron del baño y cayeron al suelo
–¿Su-Susy?
Pero ninguna de las tres la vio por la prisa de volver al baño. Escucho gritos y se preocupo por uno en particular "¡Pudieron matarla!" Que la dejo pálida
–¿Cómo va todo?– Preguntó Eduardo
No le pudo responder por la salida de Núñez y las tres bullies que la seguían aterradas, aunque Susy la seguía más porque la tenían bien sujeta de la oreja
–Cuida que nadie entre, debo ver a Candy
Entro a paso veloz y chocó con ella, se veía un poco despeinada y golpeada de la cara, además de que tenía una fea linea roja que le rodeaba el cuello
–¿Q-Qué te hicieron?
Se le coloraron las mejillas –Ya sabes... Desnudez forzada, calzón chino... M-Me pellizcaron los pezones, de hecho eso todavía me duele... Me estrangularon con una cinta de tela y frotaron sus apestosos traseros en mi cara
Wendy soltó unas lágrimas y la abrazo –Perdóname Candy... No-No vale la pena el premio, no hay forma de que Núñez les haga algo peor que lo que te acaban de hacer
–No lo sé.. Preferiría tener el trasero de Susy en la cara antes que el de Núñez– Rió y la abrazo –Tranquila Wendy, todavía me duele todo pero estaré bien.. Mi ego ya se acostumbro a ser pisoteado y mi cuerpo no se diga
Sollozó y se dio la vuelta –Eso no me hace sentir mejor... ¿Porqué no me das uno de tus famosos calzones chinos para estar a mano?.. Eso si me haría sentir mejor. Será mi castigo por esto
–Yo acepte hacerlo
–Por favor.. Has sido buena conmigo y con mi hermano, esta Candy no se merece una tortura así
–Esta Candy solía ser el terror de tus bragas ¿Lo olvidas? Se podría decir que lo merezco
Asintió lentamente –Admito que me alegraron tus primeros castigos.. Pero ahora que eres mi amiga y has cambiado... Me siento horrible. Candy por favor
En vez de hacerle calzón chino como tanto suplicaba, Candy la abrazo y le ofreció perdonarla a cambio de que ella la perdone por lo que hizo en el pasado. Esa segunda disculpa que le daba a la hermana de Rick la sintió más sincera y profunda que la que le pidió en aquella pijamada por lo que la recordaría con más detalles en el futuro
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Brie casi gritó por el codazo que le dio Laura en las costillas
–Te dije que te metieras en el otro armario– Le reclamó en susurros
–Pe-Perdóname... Me puse nerviosa cuando las escuché
Laura gruñó –Solo cierra la boca y déjame grabar
Tal vez estaba incómoda pero era una mina de oro a fin de cuentas. Tenía el ángulo perfecto del trasero de Susy bien acomodado sobre las piernas de la Maestra Núñez mientras esta le daba unas buenas nalgadas, también podía ver a las dos amigas de Susy en los rincones del salón, tenían los traseros al descubierto y miraban sollozantes a la pared. Sin duda tuvieron un mal día y eso les daba una alegría inmensa a las dos jóvenes del armario
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–¿De verdad les metió una rama de jengibre por el ano?– Hugo no se lo podía creer –¡Ja! ¡Ustedes son increíbles! Pásenme el vídeo por favor
Wendy sonrió –Ya se los pase a cada uno de ustedes para que se rían esta noche o hagan algo más jejeje– La sugerencia y la mirada que le dio hizo sonrojar a Eduardo –Pero todo fue gracias a Candy, ella se merece todos los aplausos
A Candy se le coloraron las mejillas y se alegró por las porras de sus nuevos amigos. Aún le dolía todo el cuerpo pero se sentía muy afortunada de poder tener a cada una de esas personas en su vida
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