Capítulo #40 Gracias Por No Dejarme Sola...

Narra Wendy:

–Te tengo una buena noticia y una mala– Dijo Eduardo regresando de un falso viaje al baño

Mi pequeño grupo y yo estábamos reunidos fingiendo hacer la tarea que nos había puesto el Profesor de Ciencias, pero en verdad estábamos pensando en los posibles lugares donde a Brie se le pudo haber perdido su celular

–Suéltalo entonces– Lo ánimo Laura

Él se sentó junto a nosotras –Lo encontré, pero no fui el único, Núñez lo encontró antes– Hubo un pequeño silencio tras esa noticia –Le dije que era de una amiga mía, pero ella no me creyó, solo me recordó que los teléfonos deberían estar prohibidos en el código y que yo debería estar en clase

Brie dejó caer su cabeza sobre el pupitre –Mamá me va a matar...

–Tal vez no hay mucho problema como crees. ¿Porqué no solo vas a reportar tu celular como perdido? Seguro te lo dan cuando pruebes que es tuyo

Lucy negó con la cabeza –No es tan simple Lau, Núñez está loca, hace de los problemas pequeños cosas enormes.. Seguro preferirá entregárselo a tu madre personalmente con tal de hacerte sufrir

En otro momento no habría apoyado esa opinión, pero recordé la vez que terminé colgada de las bragas en una pared y esa mujer, creyendo que intentaba escapar de la escuela, intentó bajarme tirando de mis tobillos

–¿Y qué proponen?

Hubo otro silencio que esta vez rompió Eduardo

–¿Alguna sabe donde están los objetos perdidos?

–En la oficina de la Directora.. ¿Pero creen que Núñez haya dejado ahí mi celular? ¿Qué tal si lo guardó en el cajón de su escritorio para poder dárselo a mamá más tarde?

Eduardo lo consideró –Entonces tendremos dos planes. El Plan A, entramos en la Dirección para buscar tu celular, si no está en objetos perdidos, tomaremos la llave maestra de la Directora y hacemos el Plan B, entrar al salón de Núñez y buscar en el cajón de su escritorio

–No es un mal concepto, pero necesitamos más tiempo para planear algo así. Planearlo bien, quiero decir

Estuvimos pensando eso durante varias clases, lo que fueron los Planes A y B se comenzaron a ramificar con cada obstáculo que recordábamos, como la secretaria que estaba justo en la entrada del pequeño edificio que era la Dirección, por dar un ejemplo. Sin embargo al momento de ir a la hora de la comida la Dirección se veía desierta, los dos escritorios más cercanos estaban vacíos así que las distracciones que habíamos pensado no fueron necesarias

–Entremos en silencio..– Susurró Lucy

Caminamos lentamente por el pasillo, nuevamente sin toparnos con nadie, pero al pasar justo por la ventana del cuarto más grande del edificio me tumbé al suelo al ver a todo el cuerpo de profesores del colegio, Directora incluida

–Eso explica todo– Susurré –Brie, ve con Eduardo por tu celular

Ellos dos se arrastraron por debajo de la ventana hasta que pudieron llegar a la Oficina de la nueva Directora

–¿Qué estarán haciendo todos aquí?

–Vamos a escuchar..

Una vez todos los maestros estuvieron sentados, la nueva Directora tomó la palabra

–Gracias por su cálida bienvenida, de verdad me alegra venir a esta escuela.. Pero antes de celebrar y demás, quiero poner manos a la obra con mi misión. Ustedes deben de saber que me mandó directamente la Secretaria de Educación para poner orden en este lugar– Hubo un silencio –No se preocupen, ningún maestro será despedido, no es en la calidad del aprendizaje lo que me preocupa, sino la gran oleada de vandalismo y bullying que recorre la escuela

Nuevamente hubo silencio, si hay decencia seguro todos los maestros estaban avergonzados por no poder o por no hacer nada para combatir todo eso

–Mi primer movimiento es contratar más personal, gracias al presupuesto que me aprobaron podremos tener Prefectos que patrullen los pasillos y puedan dar más seguridad a los estudiantes que son víctimas, ellos son mi prioridad. Segundo, dar autoridad a cierto grupo de estudiantes ayudara a los prefectos a tener mejor controlada toda el área de la escuela, más ojos, más seguridad. Estos estudiantes no tendrán la misma autoridad que los Prefectos, claro, pero si podrán ejercer cierta autoridad sobre sus compañeros para mantener a raya a los abusones

Un Profesor pidió la palabra –¿Cómo haremos para que los abusones respeten a estos Vigilantes de Pasillo? Quiero decir, estos estudiantes seguro serán seleccionados por sus buenas notas o su comportamiento.. Características que seguramente los hacen víctimas de estos abusones ahora

–Ahí entra mi tercer movimiento.. Vamos a implementar el Castigo Físico en el Colegio...

Seguramente no escuché bien ¿Verdad?

–No es oficial, pero vamos a comenzar una votación primero entre el cuerpo de maestros y después entre los padres de familia. Primero, levanten la mano los que estén dispuestos a castigar físicamente a un alumno o alumna que incumpla las normas

–E-Espere– Interrumpió el mismo profesor –¿Habla en serio?

La Directora se escuchó muy segura –La Secretaría lo aprobó siempre y cuando todos estén de acuerdo. Admito que debo pensar mejor cómo se llevará a cabo todo, ya que dudo mucho que los padres acepten que los profesores varones hagan algo así, por lo que seguro será algo reservado solo para las maestras– Al ver que nadie habló decidió continuar –Si, mejor lo hacemos así. Levanten la mano los que estén de acuerdo con lo poco que he avanzado con esta idea

No vimos a quienes levantaron la mano, pero podía apostar a que Núñez lo había hecho

–Ok, idea aprobada. Voy a estructurar este reglamento y a más tardar en la tarde enviaremos cartas a los padres para comenzar la segunda votación, esta vez entre ellos

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–¿Qué tipo de castigos nos darán?

Me encogí de hombros –Ni idea, pero será mejor hablarlo con los demás o nuestros problemas serán peores si nos atrapan.. ¿Se imagian que demos un espectáculo con esa banda falsa y nos atrapen?

–Seguro les acabarán dando color a nuestros traseros– Murmuró Lucy

Tras recuperar el celular de Brie, todos nos fuimos a almorzar en una parte alejada de la escuela para poder charlar sobre esto tranquilamente

–¿Crees que de verdad nos vayan a dar nalgadas? No creo que nuestros padres acepten algo así

–Ninguno de nosotros ha tenido demasiados problemas con los maestros, y menos que nuestros padres sepan.. Yo creo que mi madre firmaría ya que sabría que no tendré problemas con mi comportamiento más adelante– Dijo Eduardo

Brie asintió –Tienes razón, mi mamá seguro firmaría también si piensa que los correctivos físicos serán solo para los que lo merecen

–Suenas asustada de recibir nalgadas

–¿Y no lo estás tú?

Laura asintió –Si, pero como Eduardo dijo, ninguno de nosotros ha hecho algo tan horrible que nos haga merecer un castigo así. Además no creo que las nalgadas sea el único castigo físico que incorporen, tal vez sea el más fuerte y lo den solo en casos extremos como hacerle bullying a un alumno menor o insultar a un maestro.. Si hacemos cosas menores que cualquiera haría como no entregar una tarea seguro habrá una simple llamada de atención

–Ella tiene razón, nada tiene porque ser distinto para nosotros

Eduardo se rió –A mi me hace mucha gracia, la verdad.. ¿Se imagian a Núñez tirando de la oreja de Susy y llevándosela a alguna parte para darle sus nalgadas?

Eso también me hizo reír –Será mejor que comencemos a caminar al salón, ya casi acaba el receso

Salimos de nuestro escondite y caminamos por los pasillos rumbo a nuestra próxima clase, pero al doblar en una esquina nos topamos con dos personas listas para hacernos pasar un mal rato

–Hola ¿Cómo están?– Nos saludó Caín –Me alegra verlos, especialmente a ti.. Tenía que hablar contigo

Llevaba mucho tiempo sin sufrir un ataque de los Hell Bulls, pero sin duda preferiría no toparme con alguno de ellos si pudiera

–¿Porqué quieres hablar con ella?– Preguntó Lucy al ponerse entre Caín y yo

Ahí lo comprendí por completo, yo era el objetivo

–No es tu asunto.. ¿Porqué no se van, niños? Tenemos algo que discutir con su amiga la Pitufa

A Eduardo le tembló la voz –Lo que tengan que decirle a Wendy díganlo delante de nosotros... O sino nos vamos

Caín dio un paso adelante, acercándose más a Eduardo. Él intentaba verse amigable con esa gran sonrisa pero la verdad es que era aterrador

Ese animal perdió la sonrisa al instante que tomó a mi amigo de la camiseta y atravesó con él la puerta de los baños en desuso

–¡No! ¡Espera!

De una patada Caín abrió uno de los cubículos y en segundos ya le estaba sumergiendo la cabeza en el inodoro. Detrás de ellos entramos nosotras

–¡Déjalo por favor! Ha-Hablare contigo todo lo que quieras

Él se rió –Muy tarde, tu castigo ahora lo sentirán tus amiguitas, especialmente este inútil

–Y ni piensen pelear, porque ya no nos superan en número– Añadió Alejandra abriéndole la puerta a otros tres miembros de la banda –Ahora somos 5 contra 5

Por la puerta entraron tres chicas, cada una más aterradora que la anterior

–¿Pero qué les hice para que hagan todo esto?

Alejandra caminó hacia mi –Puedes preguntarle a tu hermano y a la perra que tiene de guardaespaldas.. Diles que lo que hicieron hoy no se va a quedar así

–E-En todo caso yo no tengo nada que ver.. Mucho menos mis amigos...

–Digamos que lo que pasará ahora no es más que un daño colateral de las estupideces de tu hermanito ¿Si?– La sonrisa de la chica era casi tan aterradora como la de su novio –Pero suficiente charla, no le dejemos toda la diversión a los chicos

Le di una rápida mirada a Eduardo, cuya cabeza seguía sumergida de ratos en el inodoro. Esos pocos segundos de distracción los uso Alejandra para golpearme por sorpresa, sentí su puño chocar con mi mejilla y no pude evitar caer hacia atrás

En el suelo ella me puso bocabajo y se sentó en mi espalda baja

–¿Qué tal si vemos lo que mis amigas les hacen a las tuyas?

Las tres amigas de Alejandra fueron más creativas de lo que me imaginaba, pues decidieron recrear su propio ciempiés humano con calzón chino de por medio. Ya sin faldas o pantalones, Brie se encontró con los costados de sus bragas amarillas en los hombros de Laura y la cara hundida en su trasero, con toda esa tela estirada era imposible que se pudiera alejar un solo centímetro

Pero Laura no estaba mucho mejor, los costados de su ropa interior azul se sujetaban a los hombros de Lucy y el trasero pálido y pecoso de mi amiga le sirvió de máscara a Laura

–¿Qué hacemos con ella? No lleva bragas puestas?

Otra de las chicas lo consideró, y tras considerarlo la tomó de la cintura de la licra y se la engancho en la frente

–Menos mal que la pelirroja usa licras flexibles jajaja– Se burló dándole una palmada en el trasero –Descuiden que ella también tendrá su dosis de trasero

Tras decirlo dejo caer sus jeans ajustados y se hizo a un lado la tanga negra, Lucy intentó meter las manos pero no pudo impedir que aquella chica fuera la cabeza del ciempiés

–A veces me asusta lo creativas que pueden ser.. ¿A ti no?– Me pregunto Alejandra con tono casual

Aquellas chicas se divirtieron con mis amigas un rato más hasta que Caín las detuvo, él salió del cubículo y arrojó al cesto de basura los calzoncillos recién arrancados de Eduardo

–Seguro deben estar furiosas de que su amiga la Pitufa las metiera en estos problemas y ella no haya sufrido ni un poco– Rió –A mi me molesta y eso que yo estoy de maravilla

Lucy por fin logró respirar bien, había aguantado la respiración desde que su cara conoció al trasero de la bully

–No creas que vamos a odiar a Wendy por esto, sabemos bien que son ustedes los que nos van a deber una...

Caín la miró a los ojos contento.. Y Lucy terminó metida en el cesto de basura el resto de la hora de comer

–¡No por favor!– Suplicó antes de que la amiga de Alejandra cerrara el cesto con tapa

Caín se sentó sobre la tapa y le pidió a su novia comenzar con mi tortura. Comenzó levantándome del suelo y por más que me resistí no pude mantener mi falda puesta, acabe con el rostro y el cuerpo pegado a la pared, y con mi trasero expuesto sentí la llegada de 50 nalgadas

–Oh.. Mírenla llorar– Se burló –Mira, hagamos un trato. Toda esta tortura terminará si tú.. Metes tu cabeza en el inodoro

Gruñí –Cállate y termina con tus nalgadas

Sin embargo me salvó la campana antes de que Alejandra pudiera terminar de darme otras 50 palmadas, el lado malo fue que Brie, Laura y yo acabamos colgadas en una pared por la parte frontal de nuestras bragas

–Por favor.. No hagas esto– Escuché suplicar a Eduardo

Caín se rió –Aw.. Mírenlo chicas

–Adorable– Se burló Alejandra

Antes de que mi amigo pudiera decir algo más escuché un portazo y solo pude ver por detrás de mi la puerta de un cubículo atascada con un palo de escoba

–Menos mal que no se llevaron nuestra ropa

Brie sollozo –¿Cómo vamos a bajar de aquí?

–¿Estás bien Eduardo?

Lo escuché murmurar un débil "No"

–Gracias por no dejarme sola.. De verdad lo aprecio

Un golpe nos sacó de nuestros pensamientos –¡Al fin!– Celebró Lucy tras quitar la tapa del cesto

–Menos mal no había nada desagradable

Ella se encargó de bajar a sus "Compañeras de Ciempiés" como llamó a Brie y Laura, y después me bajo a mi. Parecía que todas sabíamos la forma en la que podríamos encontrar a Eduardo si abríamos la puerta del cubículo, pero nadie tuvo una idea para ayudarle

–¿Si-Siguen ahí?

Aclare la voz –Si... Dinos qué hacer y te ayudaremos

–Si– Apoyó Lucy –¿Tienes algo de ropa extra?

–No...

–Iremos a buscar algo entonces, una de nosotras se quedará a cuidar la puerta y las demás iremos a buscarte algo de ropa ¿De acuerdo?

Brie asintió –Yo-Yo me quedaré a cuidarlo

–Muy bien, volvemos enseguida

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Estaba sola cerca de donde había comido mi almuerzo con mi pequeño grupo, caminaba tan concentrada en buscar la ropa perdida de Eduardo que solo el desagradable olor a tabaco me sacó de mis pensamientos

–Quita esa cosa de mi cara, sabes que odio el olor– Escuché decir a Susy

Normalmente me daría la vuelta y caminaría lejos, pero en ese momento me movió un sentimiento diferente al miedo

–No tenía idea de que te diera asco fumar– Dije –Hola Susy

Dejo a un lado la lata de refresco que estaba tomando y me miró

–¿Qué te trae por aquí? No creí que fueras de las que se salta las clases

–No lo soy.. Es solo que acabo de pasar un mal rato

Dio un sorbo de refresco –¿Qué tan malo?

–Digamos que tengo muy presente el sabor a algodón en la garganta..

Eso la hizo reír –Me imagino que quieres que vaya a patearle el trasero a quien sea que te lo haya recordado

–Antes te he dado dinero a cambio de ese servicio

Asintió –Si, pero antes creía que tenías potencial para ser una de nosotros. Ahora sé que solo eres alguien que se me acerca por conveniencia o peor.. Alguien que le pasa información de mi banda a Candy

–¿Y de donde sacas eso?

–Hemos visto a Candy y a tu hermano muy juntitos..

Suspiré –No eres la única que está molesta por eso

–¿De verdad?

Asentí –No creo que hayas pasado por lo mismo que yo, pero imagina tener en tu casa a aquella persona que te atormentó a ti y a tu pobre trasero desde que iniciaste la secundaria.. Por lo menos contigo pude congeniar un poco– Sorpresivamente mis mentiras fueron creíbles

–Mira, en mis manos hay dos opciones. La primera, volvemos al viejo trato donde te hago favores por dinero, pero vamos a suponer que dijiste que si a mi oferta de ser mi aprendíz... La segunda, te vas de aquí con una probada de algodón más profunda

–¿Y qué pasará si suponemos que dije que si a tu propuesta?.. ¿Me vas a dejar ser de tu banda así como así?

Negó –Tendrás que pasar unas cuantas pruebas, solo para saber que vas en serio y no solo para librarte de este calzón chino. Entre otras cosas, quiero que me des información de Candy

–¿Qué clase de información?

–Me imagino que sabes que su trasero ha probado más algodón los últimos días que el que jamás había probado antes.. Digamos que quiero ir más lejos. Necesito que uses tu cercanía a tu hermano y averigües cosas de ella, de vez en cuando me darás esa información y nosotros le haremos una visita en algún lugar vulnerable donde podré cruzar límites que aquí no puedo– Se puso de pie y me extendió una mano –¿Tenemos un trato?

Asentí –Trato

–¡Bien dicho! Ahora como acto de buena fé, iremos detrás de los que te molestaron, di nombres

Sonreí –Caín y Alejandra, también habían tres de sus amigas pero no sé sus nombres

–Hmm.. Veré quienes pudieron ser

–Una cosa más... ¿No tendrás algo de ropa por ahí escondida? Necesito un par de pantalones y una camisa de uniforme para un amigo

Ella volvió a sonreír –Estás de suerte, el otro día le quitamos el uniforme al hermano de Candy y lo hemos conservado

En un minuto recibí la ropa y la promesa de que si recuperaba la ropa original de Eduardo me la daría, mientras tanto me reuní con mis amigos y decidimos quedarnos el resto de la clase en aquel baño en desuso

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