Capítulo #23 Día Normal con Algunas Sorpresas
Narra Wendy:
Luego de que papá me recogiera temprano en casa de Lucy desayuné un cereal en la cocina cuando por fin pude ver a una de nuestras visitas, que resultó ser Heather
–¡Wendy!– Me saludó con emoción y me abrazó –¿Cómo estás?
Le sonreí –Estoy bien Heather ¿Cómo han estado ustedes?
Me comenzó a platicar de sus hermanos mientras se preparaba un cereal
–¿Y qué hay de nuevo en tu vida? Yo ya de conté lo mío
Pensé todo lo que he vivido estos últimos días pero la mayoría eran cosas vergonzosas así que lo omití, sin embargo había algo bueno que contar
–Por primera vez tengo amigos
Rió un poco –Hey, somos amigas ¿No?. También eras muy amiga de Amy y Linda, era muy difícil separarte de ellas durante nuestras vacaciones, y ni hablar de Matteo, decías que algún día te ibas a casar con él ¿Recuerdas?
Reí nerviosa con las mejillas un poco rosas –Era muy pequeña cuando dije eso... Y si, siempre consideraré a tus hermanas y a ti como mis amigas, pero es distinto porque ustedes viven muy lejos y no es como que puedan venir conmigo a la escuela y defenderme de los bullys
–¿Te hacen bullying?
Negué –No.. ¿O si?... No sé la respuesta, no es algo que pase todos los días pero a veces si me levantan de las bragas o cosas así. Aunque luego de que Rick me defendió de un chico tonto todo cambió, su hermana mayor y una amiga suya se la tomaron en mi contra hasta que causé que ellas dos se pelearan
–WoW, es una buena idea hacer que tus bullys se peleen, seguro ahora se pelean tanto que no tienen tiempo para ti
–De hecho si. Susy, la amiga de la hermana del chico tonto, prometió dejarme en paz porque cree que la ayudé– Reí al recordar la trampa que le hice con Eduardo –Un día un amigo me ofreció trabajar con él de niñeros y nuestro primer trabajo resultó ser cuidar a los hermanos menores de Susy. Lo llevamos más o menos por la paz porque ella estaba castigada pero de repente Candy, la hermana del chico tonto, vino a verla
Hizo una mueca de dolor –Diablos, estando ustedes ahí sería la oportunidad perfecta para que ellas los torturen sin piedad
–Valla que si lo fue, pero por suerte Susy nos advirtió para que nos ocultemos, todo para que no le digamos a su padre que recibió visitas sin permiso.. Pero a mi amigo y a mi se nos ocurrió una idea divertida
Comencé a contarle todo lo que Eduardo y yo les hicimos a Candy y Susy, desde los somníferos en sus bebidas hasta que les hicimos calzón chino y simulamos que todo fue una pelea de ellas
–Ya comprendo entonces porqué la tal Susy prometió dejarte en paz.. ¿Pero eso no debió empeorar tu situación con la tal Candy?
Asentí –Si pero Rick se encargó de eso, otra larga historia jeje
–Pues me alegra que tus bragas estén a salvo por lo menos en la escuela– Dijo lentamente, poniéndose peligrosamente detrás de mi –Lástima que aquí, en este lugar y momento no lo están
Para cuando me di cuenta de lo que venía ya era muy tarde, ella metió las manos en mis shorts y se estiró mis bragas rojas con puntos negros. Tiró tanto que me sacó de la silla donde estaba desayunando para poderme rebotar
–Esto es por lo que me hiciste la última vez que fuiste a Cancún
Si no estuviera en un calzón chino me habría reído, cuando yo tenía 7 y ella 10 me alié con sus hermanos para atacarla. Le cortamos los tirantes a su overol sin que se diera cuenta, entonces cuando se puso de pie y dio unos pasos el overol le cayó a la altura de los tobillos, exponiéndole su ropa interior a todos los adultos que no pudieron evitar reír. Para finalizar saltamos sobre ella para hacerle calzón chino, arrastrándola entre los cuatro
–¡¿Qué dices de esto Wendy?! Jajaja– De repente los rebotes se detuvieron –Ho-Hola tía Marce
Me giré hacia atrás y mamá tenía una mano sobre su hombro mientras la miraba con una sonrisa maléfica. Mamá hizo que me soltara y la tomó de la nuca para llevarla hacia la mesa, empujándola sobre la madera y dejando su trasero expuesto
–Al ataque Ratoncita– Dijo mamá al bajarle los pantalones de pijama
Ella tomó sus bragas y las estiró tan alto que Heather chilló de una forma muy aguda, inmediatamente después yo tomé la tela y tiré junto con mi madre al mismo tiempo que le dimos unas palmadas en el trasero
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Los planes para Heather era ir a hacer algo con Rick y sus amigos, me invitó pero preferí negarme no solo porque tenía planes sino porque la propia experiencia me ha enseñado a no quedarme sola con tantas mentes bromistas
Salí de casa sin un rumbo hasta que me encontré con una de las hijas de mi tía Sia, la cual estaba espiando por la ventana de la casa de tía Nora
–Hola.. ¿Cira?... ¿Qué estás haciendo?
Ella sonrió –Hola Wendy, aciertas esta vez– Dijo con gracia –Tía Nora me colgó de las bragas hace un par de horas y ahora que volví al suelo busco venganza, ¿Te quieres unir?
Me encogí de hombros –Ok, ¿Tienes algún plan?
–Aún no, solo estoy mirando para ver qué hacen y eso seguro me da una idea. Por ejemplo si están apunto de comer sería una opción adulterar su comida con algo, tal vez un somnífero para hacerles calzón chino cuando queden noqueadas– Gruñó –Van hacia arriba, esta ventana ya no nos sirve
Miré hacia arriba –Vamos a lo clásico, trepemos a ese árbol y entremos por la ventana del baño
Ella subió primero y luego me ayudó a subir tras ella, yo me encargué de moverme a la rama más cercana a la ventana para abrirla y entrar. Cira se asomó al pasillo y al no verlas caminamos por la casa, mis tías estaban en su recamara acostadas y conversando
–Si tía Sara se mete a bañar o algo entre las dos podemos atacar a tía Nora– Me susurró a lo que solo asentí
Mis dos tías hablaron de cosas variadas hasta que algo llamó nuestra atención
–¿Qué día es mejor para la mudanza?
Sara guardaba ropa en un mueble –Tan pronto terminemos con la reparación, no quiero vivir ahí si la regadera te puede causar tetanos
Nora rió –Lo bueno que ya solo nos falta reparar el baño y limpiar el patio trasero, supongo que podemos dejar la decoración del sótano para después ¿No?
Su esposa asintió –Definitivamente, decorar esa sala de juegos que quieres nos va a costar así que por ahora esperemos
Por desgracia estuvimos tan concentradas en la plática que no nos dimos cuenta cuando iban a salir de la habitación
–¡AH!– Gritó Sara –¡¿Qué están haciendo aquí?!
Cira miró a Nora –Ella me colgó de las bragas y vine aquí por venganza, Wendy se unió a mi... Pero escuchamos algo interesante
Nuestras tías se miraron y decidieron decirnos la verdad, pero nos hicieron prometer guardar el secreto hasta que ellas le digan a los demás vecinos. Fuimos a la sala donde nos invitaron unas galletas y jugo de uva
–¿Comienzo ya?– Preguntó Nora a lo que Sara asintió –Compramos una casa para poder adoptar una hija, es básicamente lo que hicimos así que hagan sus preguntas
Yo fui la primera en preguntar –¿Cómo es su casa?
–Es muy bonita– Respondió Sara contenta –Es de dos pisos con dos recámaras, un patio trasero de buen tamaño y un sótano donde queremos hacer una sala de juegos. Necesitaba pocas reparaciones y ya hicimos la mayoría pero todavía nos falta el baño, también está cerca de tu escuela porque yo quiero que nuestra hija estudie con ustedes, así tendrá amigos con quien hablar cuando nosotras vengamos de visita porque les prometo que pasaremos mucho tiempo visitándolos a todos ustedes
Cira aclaró la voz –¿Cómo es su hija?
–Es muy adorable, es un poquito tímida pero nos pudimos llevar bien. Ya la conocerán– Respondió Nora –Ella ya podrá vivir con nosotras dos semanas después de que nos mudemos, ella tiene 13 años y se llama Karina Micaela
Sonreí –Pues no puedo esperar a conocerla a ella y a su nueva casa, si necesitan ayuda con lo del baño puedo ayudar en lo que digan
–También yo– Añadió Cira
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Con la noticia Cira decidió no tomar venganza, así que luego de terminar la charla y la merienda nos fuimos. Yo caminaba a casa cuando mi tía Mina me llamó, ella tenía un cabello rojo corto muy bonito y unos ojos cafés, copa C y un trasero redondo y ejercitado como el resto de su cuerpo pues su pasatiempo siempre fue el fútbol soccer
–Hola tía
Me abrazó –Hola Wendy, te estaba buscando. ¿Quieres venir a merendar?
A pesar de que acababa de merendar en casa de mis otras tías acepté para no hacerla sentir mal, al fin y al cabo podía comer poquito. La seguí hacia su casa y cuando ella cerró la puerta detrás de mi sentí una sensación dolorosa y familiar, la sensación que da el algodón de las bragas al encajarse en tu trasero
–¡Ahie!– Chillé –¡Vamos tía! ¡¿No querías merendar conmigo?!
Ella dio otro tirón a mis bragas, las mismas que Heather estiró en la mañana –Perdóname Wendy pero tengo que hacer esto..
Grité porque me logró levantar del piso –¡¿Porqué debes hacer esto?!
–Tu mamá le hizo calzón chino a mi hijo y es lo justo que ahora yo le haga calzón chino a su hija– Me hizo rebotar –Al principio quise vengarme de ella directamente pero sabía lo que viene y se comenzó a esconder de mi. Espero que con esto tú te quieras vengar de ella
Me giró para poder meter en un movimiento una de sus manos en mi short, esta vez por la parte frontal y así levantarme por adelante y por atrás
–¡AAAGH! Vamos tía, bájame por favor... Mis bragas están muy delgadas y me duele..
Pero aparentemente no escuchaba mis súplicas, o si no no me explico porqué siguió rebotándome hasta que se rompieron mis bragas y yo terminé en el suelo sin poder caminar y con ambas manos en mi entrepierna
–Tranquila sobrina, ya mero terminamos
Intenté gatear lejos pero me tomó de los tobillos y me regresó a donde estaba, puso un pie en mi espalda y tomó la cintura de mis shorts de licra negros
–¡Espera!
Otra vez me ignoró, estiró mis shorts tanto que las propias mangas se me metieron entre las nalgas, la tortura no paró hasta que me cubrió la cara
–Es todo querida, ve a casa y dile a tu madre que mi ira pronto caerá sobre ella
Todo lo que supe es que minutos después estaba en la calle del barrio completamente cegada
–Alguien ayúdeme...– Decía por lo bajo sin poder quitarme la licra de la cara
Sentí una mano en mi hombro –¿Wendy?– Era mi tío Greg
–Me alegra oír tu voz tío.. Ayúdame por favor...
Con cuidado tomó la cintura de la licra y me la retiró de la cara, estando libre me pude sacar la tela del trasero
–Lo abracé con fuerza –Gracias tío... Es que mi tía Mina me atacó para vengarse de mamá
Asintió –¿Y te quieres vengar de ella o de tu madre?
–Creo que de ambas... ¿Me quieres ayudar?
Me sonrió y alborotó mi cabello –No tienes que pedirlo dos veces
Esa noche mi tía durmió desnuda con unas pinzas en los pezones y sus bragas de Superman estiradas tanto por delante como por detrás hasta engancharse en su cabeza, mientras que mi madre estuvo atada en nuestro garaje, con las bragas en los hombros y las nalgas rojas (Eso último también era mi venganza por el castigo que me dio delante de Rick y Hugo)
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