Capítulo #17 Paula Y Agnes
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Pocas veces había pasado por una vergüenza así, y menos causada por mi misma...
Intenté compensar a mamá por el asunto del contenedor de basura preparándole una bebida que había inventado mi abuela, así que junté todo y lo preparé con algo de prisa ya que ella se dormiría temprano esa noche. Por desgracia al tomar el refresco y añadirlo a lo que tenía se me resbaló la botella de las manos y todo se fue a tirar en la alfombra recién lavada por mamá, pudo caer en la alfombra sucia que papá lavaría mañana pero no, mi suerte se empeña en que me dejen las nalgas rojas
Al ver eso mamá se puso tan enojada que no se contuvo, en un movimiento me tomó de la muñeca, se sentó en una silla de la cocina y me acostó sobre sus piernas
Me retorcí –No no no por favor mamá, no lo hagas– Dije intentando no gritar, no quería que nadie me escuche y mucho menos Hugo que se quedó a dormir aquí –Perdóname por favor, yo solo quería..
–Pero solo lo empeoraste– Me interrumpió –Ahora mejor no digas nada y recibe tu castigo
–P-Pero dijiste que me las darías mañana
Resopló –Entonces te harás una idea de lo enojada que estoy, como para arriesgarme a llegar con sueño mañana– Y me dio una palmada
–¡Ay! Por favor mamá, Hugo está aquí
–Entonces harás lo que puedas por no gritar– Y me dio otra nalgada
Todo eso fue de mal en peor, yo me cubrí la boca y no quité las manos ni cuando mamá me bajó los pantalones y las bragas para continuar dándome las nalgadas... Pero no me esperaba que Rick y Hugo habrían bajado. Cuando escuché sus pasos le pedí que se detuviera pero fue tarde, ellos entraron a la cocina y lograron verme el trasero, me giré hacia atrás y logramos conectar miradas antes de que se fueran completamente incómodos
–¡BASTA!– Forcejeé y logré caer al suelo, me levanté en seguida –¡¿Ves lo que hiciste?! ¡Por tu culpa me vieron el trasero!– Dije subiéndome los pantalones
Ella bajó la mirada, se veía nerviosa –Ya tuviste suficiente....
Yo solo gruñí y subí las escaleras hacia mi recamara pero choqué con Hugo en el camino. Me quedé congelada y con la cara roja
–Perdóname Wendy, me terminaba de cepillar y no te vi– Dijo un poco nervioso
–N-No te preocupes, yo tampoco te vi por ir pensando en... Bueno, tú sabes
Él asintió –Si te hace sentir mejor, una vez pasé por algo similar por culpa de mamá
–¿Qué te hizo?
–Me hizo calzón chino sin darse cuenta de que justo delante pasaban un par de chicas de mi clase, además me dio la vuelta para darme una palmada en el trasero porque le grité por eso– Rió –Fue hace 6 años y no le hablé por una semana hasta que conseguí convencer a las chicas de no decir nada
Reí con empatía –Lamento escuchar eso
–Igual, sabes que no le voy a decir a nadie lo que vi ¿Verdad?
Asentí –Tal vez Rick no pueda golpearte si lo haces, pero mínimo un golpe mío si te llevarías
Rió –Buenas noches Wendy
–Buenas noches Hugo
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Esa mañana de Martes fue papá quien me despertó, comúnmente lo hacía mamá mientras él preparaba los almuerzos
–¿Cómo estás? Tu mamá me dijo lo que pasó anoche
Enterré la cara en la almohada –Fue muy humillante...
–Sabes que Hugo no se burlará de eso si se lo pides
–En realidad él no se burló ni una vez, además de que me dijo que no lo va a divulgar– Suspiré –Pero eso no le quita lo vergonzoso.. Papá, me vieron el trasero
Me acarició el cabello –Lo sé Ratoncita, y para que te sientas mejor te tengo listo un sándwich de tus favoritos para que comas camino a la escuela
Me levanté de la cama y me senté –Gracias
Besó mi frente –Lo mejor para mi Ratoncita. Ahora vístete para la escuela ¿Ok?
Asentí –Ok
Ese día de escuela no nos pasó nada relevante, hicimos nuestros trabajos y nos quedamos gran parte del receso en el salón para conocernos aún más jugando Verdad o Reto, aunque todos escogimos Verdad siempre. Me enteré de experiencias interesantes de mis amigas y Eduardo como que a los 7 Eduardo se bañó sin querer con pintura y terminó con la piel morada un buen rato, o que la mayor travesura de Lucy fue cerrar la puerta de su departamento cuando Goldie salió en ropa interior al pasillo por el paquete que le dejaron enfrente de la puerta
Llegando a casa no tuve tareas que hacer además de las de mi castigo, así que ayudé a papá a limpiar las dos alfombras de la cocina y sacudí el último mueble que me faltaba, por su parte Rick lavó la ropa y preparó la comida con ayuda de Hugo, pero gracias al cielo que Vivian estaba ahí para que esos dos no quemaran la cocina
Tras darme un baño rápido salí a caminar por el barrio y me llevé una sorpresa al ver a Paula, la hermana mayor de Agnes. Ella era apenas más alta que Agnes pero tenía el cabello negro y los ojos cafés como ella, era copa C y tenía un trasero regordete, ahora tenía 32 años
–Hola Paula– La saludé
Ella me miró y me abrazó –Hola Wendy ¿Cómo estás? Tenías 10 la última vez que vine de visita ¿No?
Asentí –Creo que si. ¿Qué haces aquí? ¿Vino Jasper contigo?
Rió –No, él no vino conmigo esta vez. Como sabes hemos pospuesto nuestras visitas por su trabajo así que me cansé de eso y vine sola, aunque tal vez me alcance aquí en unas semanas
–Suena a que te tendremos aquí por un rato, me alegra
–De hecho no sé cuánto tiempo me voy a quedar, pueden ser unos días o unos meses
–Me alegra escuchar eso
Tocó la puerta de Agnes –¿Sabes si mi hermana está en casa?
–Creo que no, debe estar trabajando a esta hora. ¿No tienes llave?
Negó –No.. Pero sé que tu mamá tiene una copia de las llaves de cada casa, eso casi nunca es bueno porque sabes cómo es ella, pero ahora me puede servir
Reí –Estás en lo cierto, espérame aquí mientras voy por la llave
Conseguir la llave no me tomó más de dos minutos, abrí la puerta y al entrar nos encontramos con un poco del desorden que caracteriza a Agnes
Suspiró –No entiendo como esperaba llegar y que el lugar estuviera ordenado– Hizo a un lado una mochila y se sentó en el sofá –Estoy un poco cansada como para limpiar ahora
–¿Y porqué no vas a dormir un poco? Descansas hasta que Agnes llegue y juntas dan el anuncio de que estás de visita, estoy segura de que todos estarán felices de verte
Sonrió –Me alegra escuchar eso, la verdad es que los extrañé a todos
–Bien, y si quieres puedo limpiar un poco mientras descansas, a mi no me molesta
–Gracias Wendy, pero no– Bostezó –Limpiaré más tarde, o mejor aún, haré que Agnes limpie todo
Reí –A mi no me cuesta nada pero como prefieras, igual no tenía nada que hacer ahora
Se estiró –Supongo que podría dejar que limpies y darte algo de dinero... Así no me siento tan mal al hacerte limpiar
–Genial, las dos ganamos. Ve a dormir y yo limpio
–Solo que no sé cuál es la recamara de Agnes, ella pudo tomar la mía o la que solían usar mis padres...
La seguí y abrió la primera puerta que vio, que resulto ser la recamara de Agnes acompañada de aún más desorden
–Esto es otro nivel...
La habitación se veía aún más desordenada, el cesto de la ropa sucia estaba tirado en el suelo y a su vez la ropa sucia se regó, las sábanas estaban la mitad en la cama y la otra mitad en el suelo, en la mesita de noche había un plato de cereal sin terminar, un mueble estaba en un lugar extraño así que seguramente fue movido y tenía cosas al rededor como si alguien las hubiera tirado, cosas como un florero, una foto enmarcada y un reloj
–¿Acaso se metieron a robar?– Dijo metiendo la ropa en el cesto y acomodándolo –¡Ah!
–¿Qué pasó?
Se sentó en la cama pero inmediatamente se levantó incómoda, vio algo debajo de las sábanas y lo volvió a cubrir con la cara roja
–Bueno, abajo de la cama me pareció ver una cara pero solo es una máscara... Y en la cama hay algo de lo que no me atrevo a hablar
Miré en el mueble que estaba detrás de la puerta –Claramente Agnes se divirtió anoche– Dije viendo unas bragas negras junto a un paquete de condones abierto
Justo unos bóxers rojos le cayeron en la cabeza a Paula y ella se los quitó con asco
–Es otra cosa de la que tengo que hablar con Agnes....– Dijo viendo de dónde cayeron, la lámpara del techo
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Ya había oscurecido y había limpiado toda la sala de estar, además de gran parte de la cocina que estaba un poco desordenada aunque nada del otro mundo, solo unos platos fuera de su lugar y un poco de polvo. Habían dos opciones, Agnes era buena cocinando o al menos era ordenada al hacerlo, o solo no cocinaba más de lo necesario para desayunar
–¿Wendy?
Me giré y la puerta estaba abierta, ahí estaba parada Agnes –Hola
–¿Qué haces aquí?
–Solo un poco de limpieza, tu hermana me va a dar dinero jeje
Se sentó en el sofá –¿Paula está en Argentina?
Asentí –Si, llegó hoy mismo
–¿Y dónde está?
La llevé a la habitación donde Paula se durmió, Agnes caminó hacia ella y se sentó en la cama
Le dio un par de nalgadas suaves –Hola hermana
Paula abrió los ojos y se sentó lentamente –Hola Agnes– Y la abrazó –¿Cómo estás?
Se encogió de hombros –Normal, estaba un poco cansada por el trabajo pero igual tengo que limpiar mi recamara
–Cierto, vi eso... No creo que te tome mucho, ¿Quieres hacer algo después? Puedo aprovechar para darme un baño mientras tú limpias
–Desde luego, podemos ver una película las tres. ¿Qué dices Wendy?
Miré a Agnes –Por mi está bien, te puedo ayudar con lo de tu recamara si quieres
–Me gusta como suena eso, andando
Fuimos a su recamara mientras Paula se daba un baño, nuevamente miré todo ese desorden y no pude contener mi curiosidad por saber qué pasó, por lo que le pregunté a Agnes
–Anoche... Anoche vino un amigo del trabajo, pero eso no causó todo el desorden. En la mañana nos despertamos y era algo tarde para el trabajo por lo que me levanté con prisa de la cama y tropecé con mi cesto de ropa, también choqué con este mueble por la velocidad que tenía– Rió –No fue nada grave, compartimos medio plato de cereal antes de irnos solo que no me lo terminé
Eso tenía sentido así que no hice más preguntas, recogimos las cosas del piso y llevé el plato de cereal a la cocina mientras Agnes tendía la cama
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Preparé algo de botana junto con Agnes mientras que Paula escogía la película, por lo que sé no querían anunciar la llegada de Paula hasta mañana ya que querían pasar un momento juntas, por lo que les guardaría el secreto
–¿Y cómo te va en casa?– Preguntó Agnes sin dejar de mirar la televisión
Paula se estiró y suspiró –Bien dentro de lo que cabe
–Me alegra, mañana temprano debo ir a trabajar pero salgo temprano, por si quieres que vallamos juntas a beber algo o mejor, a ver a nuestros padres
La mayor asintió –Me gusta la idea
Siguieron conversando ocasionalmente mientras la película avanzaba, entonces el celular de Agnes sonó
–¿Le puedes poner pausa?
Asentí y tomé el control remoto –Claro
–Ahora vengo, debo atender
–¿Y quién es que no podemos escuchar tu conversación?– Pregunté con tono pícaro
Ella rió nerviosamente –Nada importante, es alguien del trabajo– Y se fue
–Me enteré que la persona que vino anoche era un compañero del trabajo.. ¿Será él quien llama?
Paula me miró –Puede ser, viste su cara cuando le preguntaste eso jeje... ¿Quieres escuchar?
–Andando
Fuimos en silencio hacia la recamara de Agnes y pegamos la oreja a la puerta
–No lo sé.. Mi hermana llegó de sorpresa y se va a quedar aquí... Ella no es ese tipo de persona que aprueba el sexo casual ¿Sabes?– Pausó –Si, esta es mi casa pero igual prefiero evitarme las críticas– Pausó otra vez –Estoy consiente de que esto no le incumbe pero la conozco y sé que no podrá contener sus comentarios respecto a que no es buena idea hacer lo que hacemos y en estos términos– Pausó –Con términos me refiero a que lo que hacemos no lo hacemos bajo una relación formal, nosotros solo somos amigos con beneficios ¿Entiendes?– Suspiró –En verdad quiero que vengas, sabes que en otra circunstancia en la que me preguntas si puedes venir a mi casa procedo a enviarte una foto sensual jeje, eso suele ser respuesta suficiente– Hizo una pausa un poco más larga –Bueno.. Supongo que es una buena idea, sabes que me gustan las emociones fuertes, una vez conseguí sacar a mi amigo de la secundaria de casa sin que mis padres se den cuenta, esa emoción fue excitante– Rió pícaramente –Sé que no te gusta que te hable de otras personas con las que me acosté pero también sé que cada que lo hago, el sexo contigo es más extremo porque el señorito quiere probar quién es el mejor– Hizo una pausa corta –Sabes de sobra que tú eres el mejor, no por que yo te lo diga sino por las caras que hago en el clímax jeje. En fin, ven a esa hora y avísame cuando llegues, yo te abro la puerta y pensaré en una excusa para que Paula no esté en la sala
Algo pasó y es que justo después de que cortó la llamada se dirigió a la puerta, Paula corrió antes que yo pero no contempló que estaba en su camino por lo que chocó conmigo y las dos caímos al suelo
–¿Qué rayos están haciendo?– Preguntó –¿Acaso estaban escuchando mi conversación?
Me puse de pie –Bueno... Solo queríamos saber con quién hablabas, te pusiste nerviosa cuando te pregunté quién te llamó
–¿Qué tanto escucharon?
–Casi todo, creo– Respondí
Paula se puso de pie –Escuchamos desde que le dijiste a tu invitado que yo estoy aquí.. Sonabas irritada con la idea de que yo quiera cuidarte de la gente que se pueda aprovechar de ti
Agnes suspiró –No es tanto así, solo que prefiero no llevarme un sermón hoy
–Pero esos sermones están bien fundamentados, ¿Qué tal si ese sujeto aprovecha que estás dormida para robarte?
Comenzó a caminar hacia el sofá –Trabaja conmigo Paula, no me robaría si sabe que lo veré al día siguiente
–Dudo mucho que te des cuenta de un robo pequeño, eres muy distraída
Eso se volvió incómodo muy rápido, lo que parecía ser un debate (Por llamarlo de una forma) en poco tiempo se convirtió en una discusión genuina. Ellas estaban de pie delante del sofá y yo estaba sentada en medio, pensando en una forma para escapar
–¿Podrías dejar de hacer un alboroto por esto? Yo solo estoy disfrutando de mi juventud
–Y de que forma...– Murmuró con sarcasmo
Agnes rió sin poder creer eso –Perdóname por no tener a un buen sujeto que me mantenga y me lleve a Estados Unidos solo por el bajo costo de cuidar a una anciana grosera. Perdóname por no tener tiempo para tener una relación formal porque a diferencia de ti, yo si tengo que trabajar para mantenerme, no vivo de la mejor forma pero nunca he pasado hambre
–¿Acaso crees que ser ama de casa no es un trabajo? Lo es y es hasta más cansado y difícil que ser una simple mesera
La menor resopló –Yo no digo que no sea un trabajo o que no sea difícil, pero te guste o no, es un trabajo que solo funciona si tienes a alguien que trabaje y gane dinero para mantener una casa. Piensa en tu vida y en cómo sería a partir de ahora si Jasper no existiera, eres una ama de casa que vive sola, ¿Tienes idea de en cuánto tiempo te morirías de hambre?
–No me hables así– Dijo Paula intentando mostrar autoridad
–Tengo todo el derecho de hablarte así. Tú vienes a mi casa sin siquiera avisar y no haces más que juzgarme, porque si, sé que si hiciste que Wendy limpiara, fue porque no soportas ver algo sucio aunque no sea tu casa
En ese aspecto ella tenía razón, esa casa era completamente de Agnes ya que cuando Paula se fue a Estados Unidos, ofreció venderle su mitad y Agnes la compró con un poco de ayuda
–Perdóname por no tener a alguien que me mantenga en este momento para que yo pueda ligarme a alguien que me pueda mantener en el momento en el que decida independizarme, tal y como TÚ hiciste– Continuó Agnes
Entonces Paula llegó a su límite y le dio una bofetada a Agnes. La menor se recuperó del golpe inmediatamente, sujetó a Paula del cuello de la blusa y la atrajo hacia ella
–Lo voy a dejar pasar solo porque eres mi hermana, pero si me pones una mano encima otra vez, te romperé la mano– Y la soltó para irse a su recamara –Y te informo que mi amigo igual va a venir, así que si no estás de acuerdo, sabes dónde está la puerta
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