4:12pm

Otro día tedioso en la universidad, solo que hubo una diferencia ya: los chicos de mi grupo no se tomaron el tiempo de molestarme. No me dirigieron palabra alguna.

Me ignoraron...genial.

En cuanto salí me topé con una grata sorpresa que me levantó los ánimos: un erizo esmeralda se tomó el tiempo de venir a por mi, como cual cría indefensa.

—Pero si Rose sigue siendo igual de pequeña, ¿eh?

E igual de estúpida, igual de ingenua, igual de tarada...¿igual de todo?

—¡No creí vinieras por mí! —Estaba sorprendida y de igual manera alegre—, Shadow dijo que irías a la casa.

—Sí, pero, ¿Qué hay de malo en hacer una parada antes?

Abracé a Scourge con nostalgia y reencuentro después de un par de años...¿Cómo le pintará la vida a él?

Volvimos a la casa y Shadow se sorprendió de vernos juntos, era como si los recuerdos le invadieran o algo así, pero no dudó en ese momento se saludar a Scourge con un abrazo sumamente nostálgico para mí; lo admito, en ese instante sentí que mi vida podía mejorar.

Pero aquí, en la tierra, nada puede mejorar para nosotros.

Comimos y platicámos un rato, Shadow invitó al erizo a quedarse un par de días y el accedió agradecido, al parecer Shadow tiene en mente algo y por ello lo ha propuesto. Suena bien, tenerlo aquí podrá ayudar a distraernos de nuestra rutina.

Una pesada rutina.

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9:29pm

—¿Sigues todavía dibujando e ilustrando?

—Sí, de vez en cuando lo hago cuando no tengo mucha tarea.

—¿Se te hacen los días difíciles por aquí?

Había estado charlando toda la tarde de esa manera con Scourge, muy amena y simplemente la tarde pintaba muy bien. Sin embargo esa ultima pregunta estuvo empapada de...no sé, algo secreto y de una insinuación extraña...pero yo...sabia qué responder... A él si podía responderle algo bien a medias.

—Sí... —Me detuve por un momento mirándolo con tranquilidad—, pero...Shadow me ha ayudado en eso. Él siempre se libra de mis molestias...

—Los humanos nunca entenderán... ¿verdad? —Bajó un poco la cabeza y todo su semblante se mostró serio y...enojado.

—Supongo que...no —balbuce, no sabia bien qué responderle.

—Amy, me quedaré también a apoyar un poco en esto, me molesta mucho la clase de cosas que veo y sé te han hecho.

Mis fachada se asombró, ¿Acaso Shadow le había dicho algo o...? No supe que decirle y me perdí en la pared, nerviosa. Cuando me di cuenta él se acercó al sofá donde me hallaba y acarició parte se mi cabello...supe que las cosas podrían ser de ahí en adelante diferentes, que quizá ahora...tendría a dos ángeles guardianes cerca de mí...

O a dos demonios.

—No es necesario Scourge... —Recobré de golpe mi postura y me aparté para mirarle de frente—, seguramente tú tienes cosas que hacer y...nosotros, ahí la llevamos...no te preocupes por mí.

—Me recuerdas a Rosy y lo sabes, ¿verdad? —No esperaba que la mencionara, pero tenía todavía agallas de responder.

—Si, lo sé pero...ya sabes que...que yo siento mucho que...

—Ni yo ni Shadow vamos a seguir permitiendo que esto a nuestro al redor marche de esta manera —Su voz me recordó a la de él... La misma voz envenenada por culpa del prójimo que nos inclinó a hacer todo esto...—, ya perdí a Rosy, por culpa de ellos. No dejaré que Shadow pierda lo que ama, lo sabes, ¿verdad?

Su voz cerca se mis labios y sus respiros frenéticos frenando esos recuerdos...duele tanto ser lo que es uno aquí...

—Sí...lo sé... —Mi voz se corta con melancolía porque los recuerdos me invaden y por un instante siento el dolor de Scourge en ese abrazo...

Duele...le duele y a pesar de creer que a él ni a Shadow les afecta, les repercute y lastima también.

Pero no tanto como a mí... Yo todavía tengo la cabeza agachada.

Pero ya no más... Prometo e intentaré que ya no sea así.