Capítulo 9 "Dulcinea"
Pov. Billy
3 años antes
—Posa para la foto— Digo sonriéndole, ella se ríe para después posar mostrando su mano con el anillo de oro y el diamante en el centro, tomó la foto para después tomar su mano y besarla con dulzura, ella se ríe por eso, mi mano que sostiene la cámara toma su cintura para atraerla a mi cuerpo.
—Te amo— Dice ella, sonriendo, le quitó unos mechones castaños de su rostro para después darle un rápido beso en los labios.
—Yo más— Digo y ella me abraza descansando su cabeza en mi pecho, yo la abrazo. —¿Te mareaste?— Le pregunto asiente, Dulcinea ha estado perdiendo últimamente lo que cause que ella se canse muchísimo o se maree con frecuencia, hemos ido al doctor, pero dice que es una simple infección lo que tiene.
—Pero hey, todo está bien— Dice ella, sus suaves manos se ponen en mis mejillas para que la mire, sus hermosos ojos cafés y su hermosa sonrisa hacen que me calme y aleja los pensamientos intrusivos que tengo. —Es hermoso— sabía que se refería al anillo, beso su nariz y asiento con una sonrisa.
—Es el de mi madre— Le confieso, ella sonríe con admiración.
—Eso lo hace aún más hermoso— Dice ella y le doy un beso en los labios, ella era perfecta, era mi todo, mi mundo, mi luz, mi razón de seguir adelante, por quien decidí ser una mejor persona.
—Me alegra que te guste y más que te quede perfecto— ambos nos miramos el uno al otro.
—Mi Dulcinea
—Mi Billy
6 meses después
Miró al doctor sorprendido, escuchó los sollozos de Dulcinea en el fondo, no puede ser cierto, no esto, no ella, no otra vez.
—Lo siento mucho— Dice el doctor, las lágrimas caen por mis mejillas, no ella, siento que el mundo se está cayendo a mis pies, aprieto mi mano en un puño.
Hace tres años se supone que Dulcinea se había curado de la leucemia, pero ahora había vuelto y mucho peor, siento su mano que busca mi apoyo y se la doy, estábamos a solo 6 meses de casarnos que fuéramos finalmente marido y mujer, pero ahora eso no iba a ser posible, porque la vida nos estaba poniendo estos obstáculos? ¿Por qué a mí? ¿No era suficiente con el suicidio de mi padre? ¿La muerte de mi hermano? ¿La enfermedad que casi termina con mi madre? ¿Ahora tengo que perder al amor de mi vida? ¿Dios no se había conformado con quitarme todo lo que tengo sí, no que también se tiene que llevársela a ella? ¿Por qué? ¿Qué hice yo para merecer esto?
—Sí ustedes quieren podemos empezar desde ahora con las quimios, el cáncer está muy avanzado y tenemos que frenarlo lo antes posible antes de que...
Trago en seco, sabía a lo que se refería el doctor con lo de "antes de que" no quería perderla, no a ella.
—Nosotros lo vamos a...
—Empiecen— Interrumpo a Dulcinea, ella me mira sorprendida, pero esto no era algo que pudiéramos tomarlo a la ligera, no era una decisión que se podía discutir, la respuesta era clara, si quería que mi Dulcinea sobreviva se tenía que actuar ahora o nunca.
—Billy, no tenemos el dinero para costear las quimioterapias— Dice ella y noto la preocupación en su voz, me arrodillo frente a ella, tomo sus manos para que me mire.
—Lo tenemos— Le digo, ella lo piensa por un momento, pero después niega.
—Billy es el dinero para nuestra boda— Su voz se rompe, pongo mis manos en sus mejillas para que me mire solamente a mí.
—Era, ahora será para tus quimios— Me pongo de pie y miró al doctor serio, tenía que ser fuerte por ella, demostrarle que ya pasamos por esto una vez, podríamos superar esto una segunda vez, juntos como la vez pasada.
—¿Cuándo empezamos?
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Actualidad
La noche anterior, después de decirle a Angélica "Te pones el sombrero y montas al vaquero..." sentí un rayo de culpa, había comenzado a olvidar a mi querida Dulcinea, con Angélica, estaba sintiendo cosas por una mujer que no era Dulcinea, ¿Esto acaso era posible? Todas estas dudas y sentimientos me estaban comiendo la cabeza, anoche después de mirarnos por unos segundos más en los que estoy cien porciento seguro que sí me hubiera quedado un poco más tiempo con ella la hubiera tomado del cuello y la besaría en los labios, pero el lado razonable de mi mente me decía que no era correcto lo que estaba haciendo porque prácticamente le era infiel a mi Dulcinea.
Anoche había literalmente corrido de Angélica, después de todo había sido un cobarde con ella.
Me senté en la cama, el sol ya había salido desde hace unas horas, pero después de llegar anoche a mi casa no pude conciliar el sueño, así que me termine toda la botella de Whiskey que tenía, desde hace años que no tomaba ni una gota de licor desde... Eso ya no importaba ahora, el caso es que solamente pude dormirme y alejar todos aquellos recuerdos con licor, así que ahora tenía una migraña que siento como si miles de caballos estuvieran trotando en mi cabeza. Me paso las manos por la cara tratando de quitarme todo el sentimiento de tristeza y cansancio que tengo encima.
Miro el lado derecho de mi cama encontrándolo solo, desde hace años sentía que algo dentro de mi corazón le faltaba algo, pero desde hace dos días siento como una sensación cálida en mi pecho desde que había tomado la mano de Angélica, no sabía que podría volver a sentirme así... de nuevo y más con Angélica que desde un inicio me demostró ser una persona con algunos prejuicios, pero poco a poco los ha dejado de lado, sí alguien hace un mes me hubiera dicho que esa chica malcriada que se cree una princesa de Inglaterra y que ni siquiera quiso tocar mi mano por estar llena de tierra ahora bailamos juntos mientras nos reímos y sonreímos nunca creo yo haberles creído sobre eso, habría dicho que están locos y que para nada en el mundo haría algo así con ella.
Note que tenia un mensaje de Jack
Jack
"Dude voy a tu casa, necesitamos hablar"
Lanzó el teléfono a la cama y cuando recien pongo un pie en el piso de madera de la casa escuchó como toca la puerta de la casa, bajo sin importarle que esté en calzoncillos, de todos modos Jack y yo somos amigos desde hace años y nos conocemos bien, además es un hombre, sí fuera Angélica me esforzaba un poco en al menos ponerme un pantalón pero nah. Le abro la puerta a Jack y él se sienta en un sillón frente a mí, me tomó la cabeza con ambas manos por el maldito dolor de cabeza que tengo.
—¿Vamos a hablar de lo de ayer?— preguntó Jack y noté que tenía cierto tono de curiosidad en su voz.
—¿Que hay con ayer?— Le pregunto mirándolo, Jack suspiró para después acomodarse mejor en el sillón de dos piezas.
—Tu con Angélica, en el restaurante en la mañana, ambos parecían que se querían comer toda la boca ahí luego en la noche cuando llegue ambos estaban y podía jurar a solo unos escasos segundos de besarse el uno al otro y mira no voy a...
—Jack no estoy de humor, me duele toda la fucking cabeza— Le interrumpí, él me miró como ofendido y es que no había notado que mi tono de voz había salido molesto así que vuelvo a tomar aire para intentar tranquilizarme y suspiro.
—Mira Billy yo sé que sufriste con la muerte de Dulcinea, pero te mereces volver a ser feliz y volver a sentir amor por alguien— Dice él con una voz más tranquila que la mía, no siento que lo esté diciendo en mal plan, se que lo dice en un buen plan tratando de ayudarme, pero es que esto es más complicado de lo que él cree. —No puedes decirme a mí que no sientes nada por Angélica porque vi tus ojos, eran los mismos ojos con los que mirabas a Dulcinea, pero yo podría decir que ahora tienes como más brillo en ellos, Billy está bien, sí ella te gusta es normal eso—. Suspiro con pesadez, pues parecía que Jack me conocía más que yo mismo, seguramente era por eso que mi corazón martilleaba con fuerza cuando la veía escribiendo que dios santísimo, su cabello castaño que bailaba con el viento, sus ojos cafés que me miraban con odio y desprecio, sí me gusta Angélica.
—Es que ella es tan— Lo miro con mis ojos llorosos, nublados por las lágrimas que amenazan con salir, no sabía cómo expresar mis sentimientos por la mexicana, sentía demasiada impotencia cada vez que la veía. —Ella es... tan ella, ¿Me entiendes? Es molesta y testaruda a mares, pero fuera de eso ella es...— Suspiró apoyando mi espalda en el respaldo del sofá y suelto una pequeña sonrisa.
—Vez, justo de eso hablo, mírate estás muy enamorado de ella y está bien seguir con tu vida, entiendo que Dulcinea fue muy especial para ti, pero lamentablemente ella pasó a mejor vida y no quiero ver que mi mejor amigo, no... mi hermano mayor este toda su vida triste— Lo miro, maldito Jack él de verdad sabía donde tocar, las lágrimas por fin se resbalan por mis mejillas, él tenía razón, no podía cerrarme al amor ni nada por el estilo, solo tengo 28 años, una gran vida que seguir.
—¿Crees que soy una persona horrible? ¿Por enamorarme de alguien más?— preguntó con la voz entrecortada, noto que mi mejor amigo está bastante triste por la forma en la que me mira.
—Para nada, sé que amaste a Dulcinea, pero te lo repito sí tú quieres volver a hacer tu vida amorosa hazlo de nuevo, nadie te tiene que juzgar por esto y sí alguien te insulta que venga a mi cara que se la reviento toda— Dice y me limpio las lágrimas de las mejillas mientras lo miro y le sonrió para que él sepa que sus palabras realmente me sirvieron de algo. —Te gustan las Mexicanas a ti— Se burla de mí y yo me río para después negar con la cabeza.
—Sí, me gustan Mexicanas— Le respondo, ambos hablamos de otros temas al azar como de su universidad o esas cosa, me cambié de ropa para ir al restaurante de mi madre, necesitaba también la opinión de mi madre en estos casos, después de todo ella también estuvo apoyándome ahí cuando más lo necesite.
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2 años antes
Miro las cuentas, es que era demasiado, había gastado hasta mi último ahorro para pagarle al hospital las quimios de Dulcinea, pero era demasiado dinero, lo que habíamos ahorrado para la boda se había ido en las primeras quimios, por un momento pensé en volver a retomar el viejo trabajo, ir con Jesse y decirle que necesitaba dinero, pero lo más seguro es que el maldito me haría hacer algo horrible para dejarme entrar a la banda y es algo para lo que ya no estoy, además sí mi Dulcinea se llegara a enterar de que volví a esos negocios se decepciona bastante de mí y eso le rompería por completo el corazón.
—Billy...— Escucho la dulce voz de mi madre detrás de mí y me volteo para mirarla, se veía cansada, las ojeras de bajo de sus ojos me lo dejaban demasiado claro, mi madre era la mejor, había comenzado a trabajar el doble, agarrando ambos turnos en el restaurante donde ella trabajaba tan solo para poder ayudarme a costear las quimios.
—Hola mamá— Le doy una sonrisa ladina para intentar tranquilizarla, se sienta junto a mí en la mesa mientras mira todos los recibos y las facturas.
—Deberías ir a dormir mi niño— Yo negué. —Billy, necesitas estar fuerte por ella, no vas a darle mucho apoyo si te enfermas y te sientes débil, ahora ve a dormir—.
La miro por unos segundos y es que ella tenía razón, Dulcinea ahora estaba más cansada que antes, casi no comía ni bebía, su luz se estaba apagando poco a poco.
—¿Cómo le hiciste tú para superar la muerte de papá?— Le pregunté y note que se sorprendió por mi pregunta, pero después suspiró y tomó mi mano izquierda entre las suyas.
—Los tenía a ti y a tu hermano, ustedes fueron mis pedestales por ustedes seguí adelante— Miro sus ojos llorosos, sabía que para ella la muerte de mi padre fue algo que le dolió bastante y después cuando mi hermano falleció fue aún peor, posiblemente ella con todo este tema de Dulcinea este teniendo demasiados flashbacks con mi padre, después de todo ambos se estaban yendo despacio y nosotros dos deberíamos aprender a vivir con eso.
—No creo poder volver a enamorarme de alguien, sí, ella se va— Le comentó, ella me miró por un segundo para después acariciar mi mejilla.
—Billy mi niño, no te cierres al amor apuesto que encontrarás a otra chica, no mejor, pero tal vez ella te haga sentir mariposas en el estómago, pero eso es muy pronto para pensar en eso— Asiento y miro las facturas preocupado. —Déjame ver sí puedo conseguirte un trabajo— Me dice ella mientras me toma del brazo de manera reconfortante yo asiento sonriéndole, me levanto de la mesa para ir directamente a mi habitación donde veo a Dulcinea acostada en la cama dormida profundamente, su cabello se había ido y ahora tenía un turbante rosa cubriendo su cabeza, estaba más delgada de lo normal, pero eso era consecuencia que dejara de comer, suspiro y me acuesto junto a ella, la tomo en mis brazos para que se duerma en mi pecho, siento su respiración más lenta que antes así que cierro mis ojos para por fin dormir después casi 48 horas.
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Actualidad
Al llegar al restaurante Jack tuvo que irse debido a que su padre le llamó así que se fue, mi madre se acercó a mí, era como si hubiéramos vuelto a aquella escena de hace unos años.
—¿Qué sucede?— Preguntó ella mirándome con un tono de preocupación.
—Yo... creó que me gusta Angélica— Le digo y ella no me dice nada por un momento para después sonreírle con dulzura cómo ella siempre lo sabe hacer.
—Ya lo sabía— Dice ella tomando mi mano entre las suyas, no me sorprendo ante sus palabras mi madre es demasiado inteligente y sabe leer muy bien, siempre ha sido así.
—Pero sucede algo...
—Tiene novio?— Pregunta ella, pero yo fruncí el ceño, no creo que Angélica se hubiera portado conmigo de esa manera si tuviera novio, ella no parece ser el tipo de chica que le sería infiel a su novio.
—No, es... Dulcinea— Apenas la nombró y mi madre parece entender a lo que me refiero, pues suspiró bajando la mirada.
—Escúchame mi niño, sabes que Dulcinea me caía muy bien y la quería mucho, pero he visto como miras a Angélica así que entenderé sí requieres rehacer tu vida que no sé por qué dudarias en eso, ella parece ser una hermosa chica y además es muy dulce, aunque no lo creas— Dice mi madre, me mira con ese amor y ese apoyó que necesito en estos momentos.
—No puedo decir más por qué sería solo repetir lo mismo y lo mismo, pero sabes que tienes mi apoyo Billy—. Mis ojos se llenan de lágrimas, por una parte, siento algo por Angélica, pero la otra no quiere dejar a Dulcinea, pero tanto Jack como mi madre tenían razón, era hora de dar un paso adelante en la vida y aunque me duela ella se había ido hace años yo tenía solo 25 años. Mi madre me abraza. —Te aseguro que Dulcinea estaría de acuerdo conmigo, mereces volver a ser feliz— Ella besó mi frente mientras peinaba mis mechones castaños ondulado, comí en el restaurante de mi madre y volví a casa, al llegar al segundo piso jalo el cordón que deja caer unas escaleras, me dan la bienvenida al ático así que subo mirando muchisimas cajas de cartón y mobiliario viejo, me acercó a unas de las cajas que están marcadas como "Dulcinea", las Abro encontrando sus pertenencias, blusas, camisas, faldas, pantalones y vestidos hay de todo en ellas, tomó una blusa de color naranja para olerla esperando que todavía haya algún rastro de su olor, pero no, ya no hay rastro de mi Dulcinea.
Me limpió las lágrimas para después cerrar la caja, bajo cada uno de ellas y las voy subiendo a la parte de atrás de la pick up, ya no tenía sentido que yo tuviera esta ropa sí ella no volvería además de que había personas que sí la necesitaban, antes de irme todos los cuadros dónde ambos estábamos sonriendo les quito las fotografías, pero me detengo en una, ella estaba acostada en la cama del hospital y yo acostado aún lado de ella dormido, sacó la fotografía y la guardó en un cajón cercas de un mobiliario de mi cama, las demás fotos las guardo en el ático, ya que no me siento todavía listo como para poder tirar estas fotos. Por la tarde me voy a El Paso dónde dejó las ropas en un centro comunitario de vuelta a casa hace que mis memorias regresen.
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Dos años atrás
Vuelvo a casa con una sonrisa, había conseguido un trabajo y por suerte mi nuevo jefe me había prestado algo de dinero el suficiente para pagar una quimio, necesitaba contarle esto a Dulcinea, subo las escaleras emocionado pero mi corazón se detiene al ver a mi madre con un doctor en la nuestra habitación, mi madre me miró con una cara que sabía lo que significaba, la había visto con la muerte de mi padre y la de mi hermano...
—Mamá— Digo con voz quebrada, ella se cubre la boca con su mano y sus ojos se llenan de lágrimas, me acercó a grandes zancadas a la cama mientras me desplomó aún lado de dónde yacía ella. —Dulci?— Le preguntó tomando su mano, pero está no tenía su característico calor que tanto me gustaba, su piel estaba más pálida de lo normal tenía un color grisáceo y sus labios ya no eran rosados, la había perdido, no había podido salvarla, esto era mi culpa, besó su mano mientras lloró en ella, mi amada se había ido. Me levanté y me senté en la cama mientras agarró su cuerpo tratando de aferrarme a ella, esperando sentir su corazón contra mi pecho, pero no había nada, ella se fue y no volvería. —Prometo, nunca olvidarte— Beso su frente mientras las lágrimas caen por mis mejillas.
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Actualidad
Llegó a casa, pero no siento dolor, sino nostalgia por todos los momentos tan lindos que vivimos, subo las escaleras y en vez de girar a la izquierda que es dónde ahora está mi habitación giro a la derecha abriendo una puerta, al entrar a la habitación veo la cama donde alguna vez Dulcinea dio su último respiro, no había vuelto a esta habitación en años, pero era hora de dejar esto en el pasado, abro la ventana dejando que el aire entre a la habitación para quitarle el olor a encerrado que había.
No me había dado cuenta de que ahora era la noche, así que me dirijo a mi habitación dejándome caer en la cama por el cansancio.
Angélica
"Todo bien? ¿Hice algo malo anoche?"
Sonrió al ver el mensaje así que le llamó, ella me contestó con rapidez.
A:Hola
B:Hola, lo siento por no poder ir a la villa, fue... un día cansado.
A: Aw... yo pensé que había hecho algo malo
B: Nunca harías nada malo
Las palabras salen de mi boca sin pensarlo, Angélica guarda el silencio un segundo, pero escucho una pequeña risa.
A: Bueno amm... ya es muy tarde, te veo mañana Billy
B: Te veo mañana Angélica
A: No te preocupes por lo de hoy, prometo no decirle nada a mi padre.
Me río ahora yo.
B: Gracias Angélica
A: Hasta mañana
B: Hasta mañana
Ambos nos quedamos en silencio, pero después colgamos, miro el techo dándome cuenta de que estaba sonriendo como un estúpido, realmente me gustaba Angélica.
Vaya vaya vaya QUE COSAS ESTAN PASANDOOOOOOOO NO PUEDE SER
Ya vimos el pasado de Billy y me muerdo las uñas por saber que va a pasar, ustedes que piensan que puede pasar?
De todos modos nos vemos la próxima semana con el capítulo 10
NO pago psicólogo
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