Anoche regresé un poco tarde a casa por estar con .... Pero me la pasé bien, nos pusimos a la par con las cosas que habían pasado, él me dijo que esté era su último verano en Oakvalley por qué tenía que empezar a trabajar así que ahora trabajaría en Houston, bebimos en su celebración y después nos separamos, pero estuvo bien ya necesitaba sacar de mi mente a Angélica que gracias a ella terminé oliendo a café toda la tarde fue insufrible.

Veo mi celular y me sorprendo al ver un mensaje de anoche de Angélica ella me pedía disculpas por lo del café y la computadora, no sabía qué decirle, pero otra vez el sentimiento de culpa me invadió tenía que hablar con mi madre para que me diera ideas, así que me voy a al restaurante, ella estaba en la cocina y yo entré, mi madre al mirarme sonrió besó mis mejillas para después preguntarme que hacía aquí, pero tardé en contestar, no sabíacómodecirle.

—Yo... amm— Me aclaro la garganta y me apoyó en un mueble de metal, no sabíacómodecirlo, me sentía como cuándo era adolescente y le preguntaba a mi madre sobre como coquetear con una chica, los nervios me estaban comido. —Yo hace unos días le rompí a Angélica su computadora— Mi madre, jadea impresionada, le dio un plato a un mesero mientras le daba la orden a un pasante.

—¿Hay hijo... cómo se puso?

—¿Cómo loca, pero le pedí disculpas con rapidez, aunque ella no se lo tomó muy bien, pero eso no importa— «Porque me pongo tan nervioso?» Me preguntó sintiendo como mis manos sudaban.

—¿Quieres compensarlo?— Pregunta ella cruzándose de brazos y yo asiento mientras me rascó la nuca, mi madre sonríe de lado para después acercarse a mí y tomar mi brazo. —Angélica ama dos cosas, Taylor Swift y libros—. Dice ella, levantó dos dedos y los bajó mientras decía cada cosa yo asentí un poco confundido, pues no sabía que podía darle, un disco de Taylor no porque tiene muchos o los tiene todos, un libro sonaba bien, la había visto en la librería del pueblo y no era tan caro como un disco de la Taylor Swift. —¿Y eso que quieres darle algo a la señorita Angélica?— Me pregunta ella mientras me da la espalda para poder acomodar algunos platos y yo me quedó sin palabras.

—¿Yo...— Me aclaró la garganta —Sabes qué libro podría gustarle?—. Le preguntó esperando una respuesta, quería cambiar el tema.

—Tal vez puedas espiarla un poco para saber.

Miró a mi madre con el semblante fruncido, me estaba pidiendo escuchar las conversaciones de Angélica y... con lo paranoica que es. Suspiro para después asentir.

—Gracias mamá— Digo con intenciones de salir, pero mi madre me tomó del brazo deteniéndome y la miré.

—Billy sí quieres volver a hacer tu vida...

Me quedé en seco, mi cuerpo se tensó al igual que mi mandíbula.

—No es algo romántico, es amistoso— Dije serio, ella me miró por un segundo para después asentir y dejarme ir.

Fui a mi pick-up y conduje directo a la villa, puse música a todo volumen, pues lo menos que necesitaba era pensar en el pasado, no ahora, no con... ella en mente, sin haberme dado cuenta estaba llorando, limpió con rapidez mis lágrimas al darme cuenta de estas, llegó a la villa y Angélica está afuera con su caballo mientras lo peina, su cabello castaño bailaba con el ligero viento que hacía.

—Buenos días— Digo y ella me mira para después acercarse.

—Buenos días, perdoname no quise aye...

—Tranquila, todo está bien, ya lave la camisa— Digo mirando mis botas para después mirarla a ella, mis manos las pongo en mi cintura.

—Bien— Dice ellapara volver a cepillar al caballo, me acercó y tomó su mano que tiene el cepillo mientras me pongo detrás de ella.

—Se hace así— Digo moviendo su mano de arriba hacia abajo, tomó su otra mano y la pongo en el cuello del caballo. —Mientras lo cepillas le acaricias el cuello para que no se incomode por el cepillo y lo haces lento— Le doy instrucciones y su perfume a... rosas, es algo dulce, primaveral además delicado cómo ella, escuchó un suspiro de ella entonces caigo en cuenta su espalda está presionada contra mi pecho, puedo sentir su respiración contra mi mejilla, ella no parece querer separarse cómo sí no le incomodará la posición en la que estamos, ella se gira y entonces miró sus largas pestañas no eran rizadas por naturaleza, eran lacias, sus ojos castaño oscuro con cierto café claro, sus ojos era cómo una de chocolate.

—Gracias— Dice ella y yo aclaró mi garganta para después dar unos pasos atrás alejándome de su cálido y perfumado cuerpo, miró lejos mientras tomó un poco de aire para después asentir.

—De nada— Digo dándome medía vuelta para ir al establo, mi mano derecha hormiguea y no entiendo el porqué, me frotó las manos así que entró al establo.

El día pasa rápido, así que entró a su casa para tomar un vaso de agua y al entrar la veo escribiendo en el escritorio a mano, notó que ella parece estar incómoda por la forma en la que mueve la mano, me siento un poco culpable por eso, sí no hubiera sido por mí ella estaría más cómoda.

Tomó un vaso de agua y entonces la escuchó hablar por teléfono.

—Si... ¿Ajá... neta? ¿Sí está chida?... ¿Neta?... Aaaah.... Lo necesito.... ¿Cómo se llama?... "Deseos mágicos"... No, no, no... ya no me cuentes, no quiero spoiler... pero del 1 al 10 qué tan Spicy es?... Aaaah, sí, sí, sí, sí lo voy a leer, veré cuándo voy al Paso y lo compró al Barnes and Noble— La escuché e intento guardarme el nombré del libro del de eso me lavó la cara con el agua para quitarme la capa de sudor y salgo.

—Voy a estar lejos del pueblo— Le digo a Angélica, ella deja de lado su llamada asiente mientras me sonríe asiento, salgo de la casa para irme al pick-up e ir a El Paso, era un viaje de cuatro horas en una carretera toda derecha sin curvas así que iba a ser algo tedioso, pero eso no importaba.

Después de 4 horas llegó al Barnes and Noble cercano, nada más entrar me quedó estático por la cantidad de libros que hay en este lugar «Cómprale un libro, será un lindo detalle».

—Fuck.

Maldigo y caminó entre las estanterías buscando el libro, había una sección que dice "Libros de Booktok" no sabía que era eso, pero me acerqué a la pequeña mesa llena de libros "the love hypothesis", "Fourth Wing", "IceBreaker". ¿Dónde estaba el que Angélica quería? Miró a lo lejos a una chica más o menos más joven que Angélica y parecía trabajar aquí, así que me acercó.

—¿Hola, buenos días, necesita algo?— Pregunta ella con una sonrisa amable.

—Estoy amm... buscando un libro se llama "Deseos Mágicos" o algo así— La cara de la chica se vuelve roja cómo tomate y no entiendo el porqué, pero ella asiente y me guía hasta unas estanterías donde me muestra el libro le agradezco para después ir a la caja, el cajero miró el libró luego a mí y volvió su mirada a la caja, le pagué.

Volví a el Pick-up un poco nervioso por tener el libró además de que las miradas que me dieron los empleados me incomodaron un poco, no entendía porque tanto revuelo sí era un simple libro, vuelvo a Oakvalley cuándo el sol se está escondiendo llegó a la villa, bajó con el libró en mano, pero notó que ellaestá en una videollamada con alguien, ella parece decirle algo y Angélica se da la vuelta.

—¿Necesitas algo?— Me pregunta, pero esta vez no es grosera, si no que es un poco más dulce que antes.

—Yo amm te traje algo— Le digo a ella mientras le enseñó libro, Angélica miraél libro, sonríe le muestro la portada y su cara se pone roja cómo tomate, miro confundido el libro, ok algo tiene el libro y yo no estoy entendiendo que tiene por qué todos reaccionan igual.

—OwwBilly muchas gracias— Dice ella sonriendo y acercándose a mí mientras agarraba, me dio un pequeño abrazo.

—De nada, yo lo compré por la laptop y te vi escribiendo a mano, así que pensé que te interesaría, lo siento— Digo y ella asiente, no sabía qué decir y ella parecía querer deciralgo mientras miraba el libro con algo de admiración.

—¿Cuánto te debo?— Me pregunta, pero yo niego, ella me mira insistente. —Al menos la mitad—. Suspiró, pues sé que ella no va a permitir que le deje el libro gratis a modo de regalo.

—9 Dólares— Ella asiente, se acerca a su bolso y me da nueve dólares, yo le doy una medía sonrisa, me despido paraposteriormente, me aseguro que todo está bien en el establo paradespués cerrarlo con candado.

Vuelvo a casa sintiéndome diferente, una sensación de calor en mi pecho, pero al llegar a la cama me acosté mirando al techo de madera recordando la sonrisa y los ojos iluminados de Angélica cuándo vio el libró, negué con la cabeza tratando de olvidarme de eso y poder dormir tranquilo. 

Yo se que me tarde en traerles este capítulo pero esperó que les haya gustado bastante nos vemos la próxima semana porque no van a soportar con el 8