POV. Billy

La noche había sido larga y silenciosa pero a su vez fue cómoda, Angélica no había bajado para nada lo cual agradezco con toda el alma, y yo… no lo voy a negar me quede dormido mientras montaba guardia pero hey no fue tanto tiempo solamente fueron unas ocho horas, pero los caballos estaban bien y ella estaba bien aunque no me importaba mucho que le sucediera a ella, cuando me desperté eran las 9 de la mañana, me sentí un poco mal por el hecho de despertarme tan tarde pero disfruté bastante el no despertarme temprano, al abrir mis ojos notó que tengo una cobija sobre mi extrañado me levanto del sofá para caminar a la cocina al escuchar un ruido y entonces veo a mi madre.

—Hey— Dijo ella sonriéndome.

—Pensé que estabas en el restaurante— Me talló los ojos, ella al verme hacer eso me pega en la mano y yo la miro desconectado.

—No, todavía no hay luz así que cerramos hasta nuevo avisó, intenté llamarte pero no contestabas, fuí a tu casa y no estabas así que supuse que estarías aquí— Dijo ella acercándose a la estufa dónde estaba preparando el desayuno. —Es muy lindo de tu parte querer quedarte aquí para cuidar a Angélica es cómo en los viejos tiempos—. Yo la miré extrañado, para nada me estaba quedando para cuidar a Angélica, pero es mi madre nunca le puedo decir que no a ella y menos cuándo parece saber más de mí que yo mismo. Subo los hombros. —Recuerdo que una vez cuándo ella se cayó por jugar en el lago tu la cuidaste cómo sí fuera la gran cosa—. No podía creer lo que mi madre decía, no recuerdo haber conocido a Angélica antes y sí eso llegó a suceder estoy muy seguro que mi mente lo borró pues probablemente fueron las fechas cercanas a la muerte de mi padre.

Iba a decir algo cuándo escuchó pasos detrás de mí y miró a la nombrada, su cabello está hecho un desastre, llevaba la ropa de ayer seguramente es su pijama. Ella me mirá para después rodear los ojos y entrar a la cocina, saludó a mi madre mientras tomaba una tira de tocino de un plato, mire a mi madre sorprendido, cuando Joe y yo intentabamos hacer eso ella nos regañaba nos decía que era de mala educación, mi madre me sonrió levantando los hombros yo rodé los ojos.

—Voy al establo— Dije agarrando mi sombrero dónde lo dejé anoche.

—No vas a desayunar?— preguntó mi madre yo negué para después salir de la cocina no sin antes mirar a Angélica, ella que me miraba, me puse el sombrero.

—Señoritas— Dije bajando un poco el ala del sombrero para después salir, pero juré haber visto un ligero color rosa en sus mejillas pero probablemente sea gracias al maquillaje que ella usa.

Durante la tarde mi madre se fue y gracias a dios la luz volvió así que me fui directamente al pueblo para poder comprar algunas cosas que necesitaba para los caballos entré eso paja, Angelica también se había ido al pueblo diciendo que quería ver las librerías de aquí así que estaba de cierta manera solo en la villa, al subirme a mi pick up comenzó una canción de esa cantante que anda de moda, llamada Taylor, no era fan de ella y no me gustaban sus canciones pero me daba mucho igual.

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Estaba subiendo la paja a la parte de atras de la pick up cuándo miré a Angélica a lo lejos hablando con alguien y mi mandíbula se tensó, hice mi mano un puño molestó al ver con quién hablaba, parecía estar feliz de estar hablando con él y lo miraba cómo sí fuera una colegiala.

—Ese Jessie tiene algo con las chicas— Escuche al señor Henderson pero no desvíe mi mirada de Angélica, no era una buena idea que él estuviera hablando con ella y conociéndolo sabía que iba a sacarle información. Le pagué al señor Henderson para después cruzar la calle hasta dónde estaban ellos, tomé aire, no quería hacer esto pero tenía que hacerlo para asegurarme de no perder mi trabajo.

—Cariño— Llamé a Angélica, Jessie quién estaba dándome la espalda se giró para mirarme y noté su molestia, Angélica me miraba confundida. —Ahí estás te estuve buscando por todas partes— Digo acercándome a ella y tomando sus manos cosa que obviamente le molestó, tome la bolsa que llevaba ella, no puedo creer lo que estoy haciendo.

—Billy— Dice Jessie con molestia yo lo saludé bajando la cabeza.

—Jessie, veo que conoces a mi… — me muerdo el labio antes de decirlo. —Mi novia Angélica— Digo poniendo mi mano en la espalda de la nombrada pero ella parecía molesta y se mueve unos pasos adelante.

—Ah es tu novia— Dice él mirando a Angélica y ella le sonríe, sabía que la estaba forzando pues era exactamente la misma que me dió a mi hace días.

—Si, se está quedando en mi casa, vino a verme desdé…

—Desde México, vivo en Ciudad Juárez— Jessie levanta sus cejas sorprendido, yo iba a decir que desdé El Paso pero es cierto que a él no le agradan mucho los Mexicanos así que con eso él se alejaría de ella y de la villa.

—Mexicana— Dice mirándome yo asiento, Angélica parece haber entendido el porqué estaba fingiendo que ella era mi novia. —Bueno entonces te dejó en buenas manos— dice él dándose medía vuelta para irse, cuándo lo perdimos de vista ella me empujó lejos tomando de vuelta su bolso.

—No me vuelvas a tocar— Dijo ella para irse a la dirección contraria de dónde se fue Jessie. Ruedo los ojos y caminó directo a mi Pick up regresando a la hacienda, acomodé algo de paja en los corrales de los caballos mientras limpiaba el establo Angélica volvió y yo estaba montando a su caballo, ella ni siquiera me miró estaba obviamente molesta por lo de hace rato pero tenía que alejarla de Jessie. Le limpié los cascos a Spirit para después dejarlo pastar con los demás caballos.

Me acerqué a la casa y antes de que pudiera entrar ella habló.

—Estoy limpiando así que sí vas a entrar que sea sin esas sucias botas— Dijo ella molesta yo bufe para después quitarme las botas y dejarlas en la entrada de la casa, ella estaba limpiando el piso de mármol.

—Quería hablar contigo sobre lo de hace rato

—No quiero que vuelvas a tocarme y mucho menos a decir que soy tu novia— Dijo molesta sin mirarme, «me quiero matar» es tan malditamente testaruda.

—Oye lo hice para protegerte

—Protegerme? Se defenderme sola, Hola soy angélica vivo en la cuarta ciudad más peligrosa de México, la ciudad donde en los 90's y 2000's ser mujer era una sentencia de muerte, dónde llevan buscando a una chica desdé hace casi 20 años, la ciudad dónde hay más de 300 mujeres desaparecidas en el 2022 tu crees que necesito tu protección?— Me quedó callado y siento algo de pena, sabía que su ciudad era peligrosa pero pensé que era por otras cosas, entonces sí realmente sabía fingir bien el ser algo de alguien lo cuál me dejá saber que no a sido la primera vez que finge ser novia de alguien o amiga de alguien para salir de una situación incómoda.

—Escucha lo siento sí? Pero Jessie no es hombre que quieres tener a tu alrededor es peligroso, él y su banda hacen cosas horribles, algunos de ellos se aprovechan de chicas cómo tu y… ya sabes, es bien sabido que ellos entran a casas o ranchos a robar a punta de pistola y no podía dejar que él supiera que eres un pez gordo en Oak Valley— Le expliqué y su mirada pareció suavizarse, ella me miró a los ojos cómo sí buscará la mentira en mí pero lo único que ella iba a encontrar era la pura verdad. Angélica asintió.

—Agradezco la advertencia

Yo asiento y me quito el sombrero ella desvía la mirada.

—Gracias no quiero perder esté trabajó— Suelto sin más ella me mira con los ojos bien abiertos y se que le molestó mi comentario.

—Esto es por tu pinche trabajo ni siquiera lo dices desdé el corazón o porque yo te importé aaaah todos son iguales siempre fingen que les importas y al final de cuentas solo les importa el dinero— Ella levanta sus brazos.

—Hahaha no te confundas princesa, esa advertencia fue para no poner en riesgo mi trabajo, sí Jessie sabe que eres un pez gordo vendrá aquí te quitará los caballos, los venderá al mejor postor y adiós a tu computadora y tu teléfono a todo.

—Bueno de cierta forma estás cuidando de mí— Dice ella con una sonrisa orgullosa yo aprieto la mandíbula molesto, ella tenía razón, al final de cuentas me estaba preocupando por ella, quiera o no, ruedo los ojos.

—Solo ten cuidado con Jessie, sí?— la miró a los ojos serio para que pueda entender que estoy hablando enserio con ella, Angélica duda por un segundo sí hacerme caso o no pero entonces asiente.

—Esta bien te creó Billy— Escucharla decir mi nombre hizo que algo se removiera en mi pecho, cómo sí me emocionará pero reprimí ese sentimiento muy dentro de mí, asentí poniéndome el sombrero. —Tu madre nos dejó comida hecha, por sí quieres comer—. Asentí ella siguió limpiando y yo salí de la casa para volver al establo, seguí con mi trabajo hasta que el sol comenzó a ocultarse, volví a la casa pero no estaba abajo así que decidí dejarle una nota

"Sí la luz se vuelve a ir llámame, no puedes estar sola aquí"

+915 564 9125

—Billy

Y ya es Miércoles de Billy the kid, vieron que Tom Blyth tiene un tatuaje aaaaaah eso es algo que ya tengo contemplado para Billy.

Nos vemos la próxima semana porque las cosas ya se están poniendo muy buenas y me estoy emocionando mucho.

Btw ya tengo también un canal de Youtube dónde voy a estar dando reseñas de libros que lea por si quieren ir a ver el nuevo video.