Capítulo 13 "Princesa"
Pov. Billy
Pocos días después de que Angélica y yo fuéramos al lago, ese lugar que había encontrado hace algunos años después de la muerte de Dulcinea, algunos días en los que me sentía mal por Dulcinea iba hacia allá para poder distraerme un poco y tener la mente en calma pero ahora me sentía bastante bien como para estar con Angélica ahí, además de que sentir sus manos suaves acariciar mis mejillas o mis manos era algo a lo que me estaba volviendo adicto, ella era tan dulce y tan cálida, ella era demasiado para mi, era literalmente una princesa.
Cuando entro a su casa un miércoles por la tarde noche para avisarle que ya me voy a ir a casa noto que está dormida en el escritorio con su cuaderno debajo de su cabeza y una pluma tirada en el piso mientras ella está dormida de manera profunda que casi puedo escuchar lo pequeños ronquidos que me dejan ver que ella duerme de manera bastante cómoda así que subo las escaleras al segundo piso mientras busco su habitación y la encuentro así que levanto las cobijas para que cuando llegue a su habitación no se me dificulte al cubrirla. Bajo de nuevo y con cuidado tomó a Angélica en mis brazos de estilo princesa, noto que ella se mueve en mis brazos para acomodarse contra mi pecho sonrió y subimos las escaleras, por un momento pensé que ella sería un poco más liviana, aunque no es ningún problema aun así la podía levantar perfectamente en mis brazos, eso me trajo recuerdos cuando cargaba a Dulcinea en mis brazos en sus últimos días cuando ella estaba tan cansada como para subir las escaleras.
Muevo mi cabeza tratando de olvidar esos recuerdos, Dulcinea era mi pasado, la había amado y apoyado cuando ella estaba viva, pero Angélica ahora era mi presente que a su vez también espero que sea mi futuro, obviamente solo sí ella quiere, ella era algo diferente a otras, tenía algo ella que hacía que quisiera estar con a su lado, tomando sus manos, besando sus labios, escuchando su voz y ese acento mexicano que tiene, escucharla hablar español era algo que me estaba también volviendo loco, la forma en la que me decía "Vaquero" o como acariciaba mi cabello con sus dedos. sí tenía que estar seguro de algo sobre Angélica es que me tenía a sus pies.
Dejo a Angélica en su cama, cuando ella se queda acostada en la cama estaba apunto de irme pero ella tomó mi mano sorprendiéndome, me volteo para mirarla, tiene sus ojos casi cerrados y todavía se le nota lo adormilada que esta asi que me acerco a ella cuando noto que está queriendo hablar de algo.
—¿Qué dijiste?— Le pregunto y ella me da una sonrisa por un momento.
—Que sí te puedes quedar a dormir?— Me pregunta y ahora soy yo quien sonríe, le asiento ella se mueve por su cama para después levantar las cobijas, me acuesto junto a ella pasando mi brazo por debajo de su pequeño cuerpo para acostarla sobre mí sintiendo su cuerpo cálido contra el mío, ella apoya su cabeza en mi pecho yo tomo aire para después soltar un suspiro, la abrazo contra mi mientras tomo un gran respiro de su perfume a rosas quedando dormido con su respiración lenta
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Llego a mi casa y subo las escaleras decidido a lo que quería hacer, después de haber visto a Angélica dormida contra su cuaderno la noche anterior me había levantado super temprano para ir a mi casa, cuando llego voy a mi habitación y sacó la caja donde tenia metido los ahorros para comprar una nueva pick up pero es que ver a Angélica escribiendo y verla donde algunas veces se está masajeando la mano derecha (que es con la que escribe), además de que he notado que tiene en la palma de su mano unas medias lunas que me imagino puede ser gracias a sus uñas así que llame a Jack para ver sí él sabría arreglar una computadora, pero él dijo que no así que no me quedaba de otra que gastar mi dinero. Abro el sobre de papel viendo los 2,000$ dólares que tenía guardados, ver toda esta cantidad de dinero y recordar que como lo conseguí me dio una nostalgia.
FlashBack
Llego a la villa y el enrejado de color negro con silutas de caballos decoraban las puertas como sí estuvieran relinchando, un hombre abre el enrejado le comento que voy con el jefe, él asiente y me deja pasar asi que cuando llego a la casa, esta es impresionante; de dos pisos, un porche en la parte de alfrente y la casa tenia un estilo mediterraneo.
—William— Veo al hombre alto de complexion robusta y bigote lleno de canas junto a su cabello negro ondulado.
—Señor Gustavo— digo acercándome a él, ambos nos damos la mano en forma de saludo formal, el señor Gustavo pone su otra mano en mi hombro.
—Como has crecido muchacho— Dice él y noto un tono de orgullo en su voz al verme yo le asiento, no recordaba que este hombre fuera desde siempre tan amable, algunas de las pocas veces a las que venía cuando era pequeño (eso empezó poco después de la muerte de mi padre) es que era un hombre enorme e intimidante, tenía una voz bastante profunda que con tan solo escucharlo te ponía los pelos de punta, pero eso pareció haber cambiado, ahora parece ser un hombre más sereno y amable.
—Gracias señor, ya tengo 26 años— Le comentó con una sonrisa amable además de usar un tono apropiado para la ocasión, sí quería este trabajo tenía que actuar bien, y no perder esta oportunidad que mi madre me había conseguido.
El hombre sonrio para despues guiarme a su casa, subimos las escalera y veo una habitación con una puerta que tenía una inicial en el centro era una "A" paso de la puerta hasta llegar a una entrada que tenía dos puertas dobles, él abre las puertas dejándome entrar a una oficina que tenía un escritorio enorme en medio de la habitación, el robusto hombre se sienta en su silla con sus manos sobre su escritorio. La oficina tenia piso de madera oscura que hacia juego con su escritorio y sus librerías las cuales estaban repletas, tenia unas pocas plantas era como sí su esposa se las hubiera dado para que tuviera vida la habitacion, habia unos grandes ventanales de piso a techo detras de el hombre, pero estos eran cubiertos por unas cortinas de color guinda.
—Tu madre me dijo que buscabas un trabajo hijo, eso es cierto?— Me pregunta y yo asiento sentándome en un sillón frente a él, mis manos comenzaron a sudar de los nervios, había llegado el momento de hablar sobre los negocios. Tomó aire para después sacarlos lentamente esperando que eso me logre calmar un poco, pero mis manos están sudando demasiado.
—Sí, lamentablemente mi prometida tiene que estar en tratamiento de quimioterapias pero ya no tengo el dinero suficiente para poder pagarlas— Le explico mientras muevo mis manos contra mis muslos para así poder calmarme y quitar el sudor en ellas, hay veces que mover las así me ayudaba para poder distraerme de la cuestión que me come el cerebro.
—Lo siento muchísimo muchacho, tu madre me dijo que tienes experiencia con los caballos, es verdad?— Me pregunta mientras se recarga en su silla con lo brazos cruzados y me mira serio, el hombre que me había acogido de manera cálida se había ido y ahora solo quedaba un hombre que estaba hablando en serio sobre su territorio y quien no? pues de todos modos la villa era enorme dejarle a sus caballos en manos de un inexperto sería una idiotez, pero igualmente me tenso ante el recuerdo de donde viene mi experiencia, así que me pongo derecho sobre el sillón.
—Así es, señor... en mi anterior trabajo cuidaba caballos y era de los mejores
—Y porque ya no trabajas ahí?— Me pregunta y entiendo el porque lo hace, no quería que la persona equivocada tuviera un puesto tan importante, su preocupación estaba justificada.
—Llegué a tener un problema con mis anteriores compañeros, ellos... bueno hicieron cosas que para al menos a mi no se me hacen correctas le comente a mi jefe de ese entonces y bueno... me quede sin trabajo— Le explico tratando de no decir mucho al respecto de la situacion podria ser que el señor Gustavo no viviera aquí pero eso no me aseguraba que no estuviera al pendiente de las noticias que ocurren en OakValley de todos modo este era un pequeño pueblo y todos conocíamos a todos. El hombre pelinegro asiente, noto que escribe algo en una hoja pero no me atrevo a mirar que es con miedo de que vaya a ser algo malo o que me tome como un chismoso.
—Bueno Billy te conozco desde hace años y a tu madre tambien así que te tengo completa confianza, ven— Él se pone de pie mientras me hace señas con su mano para que lo siga asi que ambos salimos de la casa y me lleva al establo, me comienza a explicar sobre lo que tengo que hacer con los caballos y sobre lo que no debo de hacer, pero es entonces que me distraifo al ver a caballo alto casi como yo; tenia el cuerpo anaranjado y su crin negro al igual que su caña, gracias a la complexion pude notar que era bastante fuerte. —Oh él es Spirit, es un corcel muy rebelde ten cuidado cuando vayas a montarlo solo se deja montar por una persona y es... oh disculpa, hablando de—. El señor Gustavo es interrumpido por su celular, él me da una sonrisa y yo asiento, él contesta de inmediato lo escucho hablar en español, parece que está hablando con una mujer y alguien a quien quiere muchísimo.
—Sí claro Angélica, no te preocupes ya encontré a alguien, le doy unas instrucciones y vuelvo a casa.
Él cuelga la llamada y me sigue dando algunas indicaciones y yo le presto atención a cada una de ellas, cuando acaba no me atrevo a decirle lo que he estado pensando durante el viaje hacia acá, pero él parece notar mi nerviosismo así que me pregunta porque tengo la cara tan pálida, yo le recuerdo la situación por la que estoy pasando esto para poder asegurar lo que tengo en mente así que le pregunto sí él me dejaría un adelanto para poder pagar las quimios que están más cercas, él se lo piensa por unos minutos más sin embargo yo siento que son años, una parte dentro de mi me dice que me va a rechazar pero eso cambia cuando me da una sonrisa de aprobación.
—Claro que sí muchacho, ven.
Ese dia vuelvo a casa con mi corazón martillando contra mi pecho por lo emocionado que estaba de tener el dinero suficiente para la siguiente quimioterapia de mi Dulcinea pero cuando llegó no era el escenario con el que me quería encontrar
Fin del Flashback
Miro la tienda, mis manos tiemblan habia muchisimas computadoras y no sabia cual de todas podría llegar a funcionarle a angélica pues no entendía muy bien de este mundo de la tecnología. Sabia que tendria que haber traído a Jack conmigo para que me ayude a elegir la computadora perfecta para ella, pues no tenía que ser cualquier computadora, tenia que ser LA computadora una que le sirviera para que ella pudiera hacer lo que ella tenia que debía hacer incluso sí necesitaba hacer más cosas, tenía que hacer de todo.
Le pido ayuda a un empleado de la sucursal para ver sí tiene alguna idea de cual es la mejor computadora, él me comienza a explicar cada una de las funciones de cada computadora portátil que se encuentra en el aparador y yo solo lo escucho con atención.
—Para que la necesitas?— Me pregunta el empleado y yo le explico lo que sucede, él asiente y me señala una de las computadoras según él se llama HP Laptop Pavilion justamente tenía el dinero necesario para esa computadora así que tomo una caja y él me acompaña para llevarme a la caja.
Una vez pagada voy a una floreria por ramo de flores y me entregan uno que tiene rosas blancas, rosas de un color rosa bajito, azules y otras plantas de color verde que hacian que el ramo se viera más grande, solamente esperaba que no se marchitaran de camino a Oakvalley así que por eso maneje lo más rapido que pude con la caja de la computadora de Angélica en el asiento del copiloto y el ramo de flores sobre ella. Al llegar a la villa del padre de ella bajo de la pick up encontrándome a Angélica sentada en el porche, al verme bajar noto que sus ojos se iluminan al verme regalándome esa hermosa sonrisa que tiene.
—Hola— Me saluda mientras se acerca a mi yo le devuelvo la sonrisa mientras tomo su mano y le dejo un beso en sus nudillos, noto que su cara se vuelve en un color rosado, me gustaba eso de ella, no solo sus mejillas se sonrojaron sino toda su cara se ponía de ese color.
—Buenas tardes, puedes hacerme un favor?— La necesitaba dentro de casa para darle sus regalos, Angélica sonrió. —¿Puedes darme un vaso con agua? voy en un minuto tuve que comprar más cosas para los caballos, las dejo en el establo y entro— Le digo mientras intento fingir mis ganas de tomar agua, ella asiente con una sonrisa para después entrar a la casa, me dirijo rápidamente a la pick up sacando su laptop, entro a su casa con ambas cosas detrás de mí.
—Aquí tienes— Dijo ella empujando el vaso de cristal en la barra del centro, pero apenas entró a la cocina le extiendo el ramo de flores, entonces su rostro se ilumina de la emoción al verlas luego me mira a mi como sí no se lo creyera. —Para mi?— Pregunta mientras se acerca, asiento con la cabeza ella sonríe maravillada para tomarlas entre sus manos, las huele y es entonces que veo lágrimas bajar por mejillas.
—Hey, ¿Por qué lloras?— Le pregunto, quería hacerla feliz no hacerla llorar.
—Es que... nadie me había dado nunca flores— Dice mientras se limpia las lágrimas yo sonrío y la abrazo, ella oculta su rostro en mi pecho mientras llora, le acaricio la espalda para confrontarla, sí algo había entendido estos días es que Angélica no había recibido las muestras de amor que ella se merece, cosas tan simples como darle cumplidos, tomarla de la mano o algunas veces tomarla de la cintura hacen que se pusiera un poco sentimental, pero eso ahora cambiaría, le demostraría que ella es merecedora de todo el amor en el mundo.
—Bueno, no es el único regalo— Ella sube su mirada para mirarme, con mi mano libre le limpio las lágrimas con mis dedos.
—Billy con las flores son suficiente— Me responde pero yo niego, con ella ni el más pequeño regalo será suficiente, le extiendo la caja de la computadora pero solo esa acción hizo que ella volviera a llorar asi que esta vez dejo su regalo en la barra para esta vez abrazarla con mis dos brazos contra mi, le doy un tierno beso en la frente. Cuando ella se logra calmar por un segundo me mira. —Te pasate de lanza con esto
Suelto una risa por su comentario, le vuelvo a dar otro beso pero esta vez en la mejilla.
—Ábrelo— Le digo ella asiente, se acerca a la caja para abrirla y sacar la computadora, ella la mira para después mirarme a mí con una sonrisa.
—Muchas gracias, te debo algo?— Me pregunta y yo finjo estar pensando un momento pero le niego ella asiente, veo que la enciende mueve algunas cosas que no entiendo qué hace para después mirarme con una enorme sonrisa en su rostro, me acerco a ella para darle un rápido pero significativo beso en los labios, logrando que ella se sonroje un poco. —Te prometo que te lo voy a pagar de alguna—.Dice ella, con una voz una voz segura, se que no puedo negarme porque aunque le diga que no hay problema ella de todos modos lo hara, asi que no me queda de otra que solo darle la razón, Angélica solía ser algunas veces un poco testaruda, pero aun así ella me gustaba.
—Esta bien— La computadora se enciende en lo que creo que es la pantalla de incio, había gastado todos mis ahorros en algo que no era mío pero ver a Angélica sonriendo feliz además de estar cómoda era algo que no tenía costo de todos modo había sido culpa mía que su anterior dispositivo se rompiera perdiendo todo lo que ella tenía dentro. —Solo que no quiero que te duermas hasta tarde, ok?— Le pregunto, la castaña asiente feliz con una sonrisa de oreja a oreja.
—Definitivamente te voy a poner en mis agradecimientos—Me contesta ella y yo suelto una risa.
—De todos modo me tenias que poner, el novio de tu protagonista soy yo, sí no voy a poner una demanda en tu contra por usar mi imagen sin mi consentimiento— Le digo en un tono de broma ella abre su boca para después poner su mano en su pecho como sí le hubiera dolido mi comentario.
—Bien, dire que me serviste de inspiración— Asiento victorioso ella suelta una pequeña risita para después volver su atención a la computadora, ver la feliz me hacía feliz a mi, ademas de que ya no me sentia culpable por sentir algo por ella, mi madre y Jack estaban en lo cierto, no podía cerrarme al amor pues todavia tenia una vida por vivir, pero esperaba que esa vida fuera con la chica que está parada frente a mi que mueve la computadora como sí fuera una niña con su juguete nuevo. Después de todo
Angélica seguía siendo una princesa, mi princesa.
Dos capítulos en una semana pues sí gente Les traigo dos capítulos esta semana porque hoy me siento bien además de que pues vi el trailer de Billy de la segunda temporada la segunda parte y dios santísimo salí más enamorada de tomline así que por eso les traigo dos capítulos esta semana y además de que ya me replanteé algunos capítulos Así que muy probablemente del 14 a el número 20 se vienen cosas bastante chonchas Así que Les recomiendo abrocharse su cinturones
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