Capitulo 12 "Picnic"

Al día siguiente me despierto temprano para comenzar el día, me doy una ducha rápida, me pongo un vestido blanco con un corset azul con estampado en margaritas y mangas cortas que cuelgan por debajo de mis hombros posteriormente comienzo a preparar una pequeña mochila con todo lo necesario para el pícnic, como una cobija blanca, algunos platos y cuando estoy haciendo unos sandwiches Billy entra a la cocina y él sonríe al verme.

—Buenos días, ¿Estás lista?— Me pregunta mientras se acerca a mí para besar mi cabeza de manera tierna.

—Casi, estoy haciendo los sandwiches— Le respondo mientras corto un sándwich en cuatro triángulos, él mira las uvas que se estaban secando en plato y se comió una, yo lo miro como si estuviera enojada, él me sonríe.

—Lo siento, voy a ensillar los caballos, te veo afuera— Se come otra uva, besa mi frente y sale de casa, yo sonrío feliz porque me sentía bastante bien con él, rápidamente acabo de hacer todo y los pongo en un Tupper, los guardo en mi mochila para salir, Billy tomó mi mano firme para llevarme a Spirit, pero noto como sí estuviera esperando a que me subiera.

—No puedo subirme— Le confieso, él me mira confundido.

—Pero cuando te fuiste... ¿Cómo lo montaste?— Me pregunta señalando a mi caballo para después señalarme a mí, yo comienzo a reírme.

—Ja, ja, ja, es que tuve que poner un bote para poder subirme— Billy me mira con la boca abierta. —Soy una chica lista

Digo en un tono de orgullo, él se acerca a mí, pone mis manos en sus hombros y sus manos en mi cintura, me levanta hasta estar sentada de lado en la silla de Spirit, pone mi zapato en el estribo del caballo.

—Bueno, ya sé que no sabes montar, veamos que tan bien cabalgas— Dice en tono juguetón, pero a su vez también desafiante, me acomodo mejor en el asiento de la silla a modo de estar a horcajadas y tomó las riendas del caballo.

—Puede que sea una princesa, pero sé cómo cabalgar— Digo sonriendo de lado para después darle la orden al caballo que trota, este se comienza a mover y yo hago fuerza en mis muslos para no moverme mucho en el caballo, Billy ágilmente se sube al caballo para después posicionarse al lado de mí, se quita su sombrero y me lo pone.

—No te vayas a quemar princesa— Me río, pues ahora, entiendo a lo que se refiere, bajó un poco el ala del sombrero.

—Gracias, vaquero.

Él sigue unos centímetros más al frente mientras que yo le sigo, cabalgamos solo unos minutos hasta adentrarnos a unos pequeños árboles, que hicieron sombra lo cual agradecí muchísimo, cuando mientras cabalgamos llegamos a un pequeño claro donde había un lago así que decidimos detenernos ahí para hacer el pícnic, Billy me ayudo a acomodar la cobija en el suelo mientras yo saco la comida para ponerlo en los platos de una manera muy linda, cuando estoy acomodando miro mi trabajo y sonrió satisfecha pues todo se ve muy lindo.

Escucho un ruido detrás de mí y veo a Billy con su cámara en mano, sonrió por eso, así que tomo mi celular y también le saco una foto. Nos sentamos en la cobija mientras comíamos los Sandwiches, nuestros caballos se habían metido al lago así que sonreímos al verlos.

—Cacha— Dijo lanzandole una uva, él se ríe y la agarra en la boca mientras agarra también una y me la lanza yo la atrapo en mi boca de manera hábil ambos celebramos, cuando ya nos habíamos acabado un poco la comida ambos fuimos al lago, metí mis pies en el agua disfrutando lo fría que estaba, Billy me salpico y yo hice lo mismo, al final ambos terminan casi mojados por culpa del otro, pero esta estaba siendo la mejor tarde que he pasado en mi vida.

Ambos nos sentamos en la cobija sin importar que estuviéramos mojados, miramos el cielo mientras que nos secábamos él tomó mi mano entre las suyas, le di un beso en la mejilla, pero él me tomó del cuello para acercar sus labios a los míos, suspire en el beso mientras me dejaba llevar por la sensación de sus labios sobre los míos, este era un beso diferente, pues no era tierno como los otros, este era un poco más profundo, sentí como se levantó de donde estaba sentado para ponerse levemente sobre mí, yo pongo mis manos en su cuello, eso parece hacer que le gusta, ya que se pone un poco más encima de mí, siento como una de sus manos en mi cintura que me juntaba más a su cuerpo.

—Billy— Suspiró cuándo me separó de sus labios.

—Lo siento, no fue mi intención— Se disculpa y puedo notar un poco de arrepentimiento, se sienta sobre la cobija y yo también. Tomó su mandíbula en mi mano mientras hacía que me vea.

—Me gusto— Le digo seguro, esperando que eso lo pudiera consolar, se notaba que Billy estaba yendo a paso lento conmigo porque no quería acelerar las cosas.

—Lo sé, pero... no quiero incomodarte— Él desvía su mirada al lago y yo beso su mentón suavemente.

—Nunca podrías, pero es verdad que no me siento lista para llegar a ese paso— Le explicó, él me mira y asiente. Yo le sonrío mientras apoyo mi cabeza en su hombro. —Es que yo... yo no he tenido ese tipo de intimidad con alguien y...

Billy pone un dedo en mis labios mientras me detiene de hablar, eso detiene por completo mis nervios de tener que explicarle.

—No necesitas darme explicaciones princesa, lo entiendo y cuándo te sientas lista, aquí voy a estar— Asiento y Billy me sonríe, él toma su cámara y toma una foto del lago, los árboles, los caballos que estaban pastando a unos metros de nosotros, a nuestros pies, con sus botas negras de siempre y mis zapato negros bonitos y luego me toma una foto a mi.

—Seguramente salgo horrible— digo y él niega para enseñarme la foto, me veía bien. —Bueno nada mal— Billy me mira para después negar con la cabeza.

—Te ves linda, pareces realmente una princesa con ese vestido, ¿Cómo se llama la rubia del vestido rosa? La de las rosas— Explica él y yo pienso por un momento para después sonreír.

—Aurora, sí es mi princesa favorita después de Anastasia, obviamente— Le respondo feliz, él también sonríe.

—Y curiosamente las tres empiezan con "A" y terminan con "A" Princesa Angélica de México— Dice mientras toma mi mano izquierda en la suya llena de cayos, pero no me importa. Me suelto riendo.

—¿Sabías que en México si fueras un rey no te podrían llamar por ese título? Solo serías William Bonnye y no "El Príncipe William" hey suena genial— Le explicó y él me miró sorprendido por el dato —De hecho estoy muy segura que mis bisabuelos o tatarabuelos estarían decepcionados de mí—.

—¿Por qué?— preguntó él confundido.

—Porque me gusta un gringo y los gringos nos quitaron Texas y California— Le explicó y él se suelta riendo, extiendo su mano para comprar la mía con la suya, la de él es tan grande, mientras que la mía es muy chiquita a comparación de la suya.

—Soy irlandés— confiesa y lo miró sorprendida, por eso decía que no era gringo. —Bueno sí soy Americano pero mi abuelo era irlandés, mi padre también y mi madre, pero cuándo nací mi familia se mudó aquí y nos dieron la doble nacionalidad—

Lo miro sorprendida ahora entiendo por qué era tan guapo, era europeo.

—Ahora entiendo tú encantó— Le digo y él se suelta a reír por mi comentario, él me toma de cintura y me sienta sobre sus piernas, yo no me siento incómoda, pues solo son sus piernas.

—Y tú también, las mexicanas por defecto vuelven locos a los europeos.

—¿Entonces te vuelvo loco?— Le preguntó, él mira mis labios para después mirar mis ojos y asentir.

—Un poco sí, ¿Qué tal si me cuentas sobre lo que estás escribiendo?— Pregunta y mis ojos brillan mientras en mi rostro se dibuja una enorme sonrisa, pues no sabía que él tenía interés por lo que hago.

—Bueno, es sobré la protagonista es una estudiante de veterinaria y le dejan como tarea de vacaciones de verano ayudar a una granja así que ella va al pueblo donde sus padres se conocieron con sus abuelos y ahí conoce al chico que les ayuda a cuidar de los animales, ella se llama Elizabeth y el Thomas aunque le llaman Tom— Le explicó, pero él se suelta riendo mientras niega con la cabeza. —¿De qué te ríes?—

—Creo que esa historia ya la escuché antes— Lo pienso por un segundo y me doy cuenta de que tiene razón, es como si hubiera estado escribiendo todo este tiempo sobre Billy y yo, hasta los protagonistas se caían mal, es que éramos ellos. —No importa, me gustaría leerlo algún día— Me dice y yo asiento, cuándo tenga mi computadora le iba a traducir el libro para que pueda leerlo.

—Te daré una copia en Inglés— Le sonrió y ambos nos volvemos a besar, siento sus grandes y cálidas manos en mi cintura acción que crea en mí una chispa de deseo, cuándo nos separamos él me da una sonrisa, nos volvemos a sentar en la cobija mientras yo tomó algunas flores que están a nuestro alrededor como margaritas y dientes de león, los trenzo uno por uno mientras intercalar entre cada una de las flores, Billy parece notar lo que estoy haciendo ya que siento su mirada en mis manos, cuándo termino de hacer la corona de flores me la pongo en la cabeza.

—Pareces una ninfa del bosque— Dice él mientras toma una foto mía.

—Gracias— Le agradezco a Billy. —¿Cómo aprendiste a tomar buenas fotos?— Le preguntó y él miró por un segundo la cámara, me mostró la foto y me veía muy bonita en ella, la luz me veía demasiado bien, él hacía un gran trabajo.

—Cuando conocí a mi ex prometida, ella me ayudó a entrar a un curso de fotografía, trabajé para que mi hermano menor pudiera estudiar, hasta que llegó la influenza— Notó que su voz se corta y tomo su mano, entré las mías, su mirada está distante, además de tener la mirada pérdida. Billy había pasado por mucho y no era justo.

—Está bien, entiendo— Le digo, él me miró por un segundo para después sonreírle, pero era una sonrisa triste. —Lo siento tanto, has pasado por mucho que mereces ser feliz—. Noto que una lágrima se resbala por su ojo izquierdo y yo la limpio con mi mano dejándola en su mejilla, él se apoya en ella mientras me mira como sí quisiera guardar una imagen mía.

—Gracias, princesa— Me acercó a él para darle un beso tierno en su nariz, logró que él sonroje, ya que noto ese color carmesí en sus mejillas, Billy toma mi mano para besar mi muñeca.

—Yo digo que deberías hacerte de Instagram y subir tus fotos ahí, creó que a la gente le podría gustar muchísimo— Sugiero, pero él niega con una sonrisa.

—No creó— Dice él, tomó su rostro entre mis manos para que me mirara.

—Billy tienes un gran talento para la fotografía, créeme que yo te pagaría por una sesión de fotos, solo necesitas apoyo y yo estoy dispuesta a darte ese apoyó— Él me sonríe para después asentir, lo abrazó con fuerza para que pueda entender que tiene mi amor y mi apoyo incondicional.

Después de ese momento ambos nos quedamos un rato más hablando y comiendo lo que nos quedaba, una vez todo acabado lo guardamos todo para cabalgar de regreso a casa, cuando llegamos Billy lleva a los caballos a sus corrales mientras yo entro a la casa para poder limpiar los tupper para que estén listos para otra ocasión. Por la ventana que está frente al sink lo miro metiendo a los caballos con cuidado, Billy había sufrido bastante en los últimos años, además de que era muy bueno la fotografía, lo único que necesitaba era un poco de apoyo para poder seguir haciendo lo que le gustaba.

Entonces tengo la grandiosa idea de comprarle un nuevo celular, un smartphone para que pueda tener Instagram y la gente conozca su gran talento, en cuanto tenga mi automóvil de vuelta iré a El Paso y le compraré uno, escucho sus pasos entrar a la cocina, me tomó de la cintura para abrazarme por detrás, yo suelto una risita juguetona, él apoya su mentón en mi cabeza.

—¿Te dije que me gusta tu perfume a rosas?— Me pregunta, pero yo niego y él ahora apoya su cabeza en mi hombro donde lo puedo ver de reojo. —Pues me gusta muchísimo, por eso eres una rosa en este desierto.

—Pero aquí casi no llega el desierto— Suelto riendo un poco mientras me volteo para mirarlo cara a cara, noto que tiene otra vez ese sonrojo en sus mejillas, pero ahora también en sus orejas.

—Nunca dije que fuera aquí en este lugar a lo que me refiero es aquí— Toma mi mano para colocarla en su pecho donde puedo sentir su corazón palpitar contra él, es rápido y fuerte, lo miró a sus ojos sorprendida «Dios santísimo Billy me tiene loca» no entendía cómo era posible que alguien como él podría mostrarme tanto amor, es que yo no le veía el sentido a todo esto, pero sí de algo estaba bastante segura es que esperar 10 años para esta relación había valido la pena.

Aunque ahora dentro de mí surgió una pregunta que puede sonar tonta, Billy solamente me había dicho que le gustaba y yo a él, pero eso no aseguraba que éramos ya una pareja o sí, ¿Cierto? Porque yo ya lo veo como mi novio cuando él todavía no me hacía la pregunta.

—¿Qué pasa?— Me pregunta él mirando a los ojos y yo noto que tiene cierto tono de curiosidad en su voz.

—No, nada— Le doy una sonrisa, él me mira por unos segundos dudando sí lo que le estoy diciendo sea verdad, pero después de unos segundos él me sonríe para después besar mi frente. —Voy a escribir lo que hoy vivimos— Le digo, Billy suelta una risa para después asentir, se separa darme espacio de irme, pero su repentino alejamiento causó un hueco en mi corazón.

—Entonces, te veo más tarde para que escribas, princesa— Me regala una sonrisa, estaba a punto de irse, pero se detuvo un momento en la puerta para mirarme. —¿Puede hacer que sea guapo?—.

Suelto una carcajada ante su petición, pues me parece gracioso que haya dudado en algún momento que el personaje que está inspirado en él sea feo, asiento con la cabeza, Billy sonríe victorioso para después salir de la cocina, yo me quedo sonriendo ahí como una tonta.

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