Capítulo 11 "600 Dólares"
Pov Angelica
A la mañana siguiente me despierto y nada más abrir mis ojos veo que Billy me mira, con sus iris azules que brillaban, cuál diamantes, su cabello castaño ondulado, estaba hecho un desastre, pero eso lo hacía verse guapo.
—Morning— Dice él sonriéndome y yo también le sonrío.
—Buenos días— Le saludo en español, este se acerca a mí y besa mi frente, eso hizo que me diera una sensación en el corazón, miró a la ventana y está todo el cielo nublado, pero ya no se escuchaba la lluvia. —¿Crees que mi carro aún lo encontraremos ahí?— Le pregunto y Billy se ríe para después asentir.
—Sí, estoy muy seguro de que sigue ahí— Dice sonriéndome, me quita un mechón ondulado de mi rostro, lo pone detrás de mi oreja, todo con él se estaba sintiendo tan bien, tan lindo y tan cálido, apoyo mi mentón en su pecho para poder mirarlo a los ojos.
—Entonces vamos a levantarnos, conozco a un mecánico que puede revisar tu auto— Dice mientras peina mi cabello de manera cariñosa, me levanto de la cama, Billy sale de la habitación para alistarse y yo también, ambos bajamos a desayunar, noto que en algún momento sus ojos se llenan de nostalgia, como sí hubiera recordado un momento con su ex prometida, me pregunto cómo habría sido ella, habría sido cariñosa? ¿Habría sido amable? ¿Cuáles eran sus gustos? ¿Leer? ¿Escribir? ¿Ver películas? ¿Qué habrá visto Billy en ella? Porque se ve que ella era linda muy bonita.
Ambos subimos a su pick up, yo le sostengo el teléfono mientras él conduc, pues no quiero que haya ningún accidente y aunque estemos en espacio abierto uno siempre debe de estar atento de todo, llegamos a mi auto y al poco tiempo llega el mecánico con una grúa, le explico lo que pasa y él lleva el automóvil a su taller mientras me promete que me llamara en cuanto tenga una solución, Billy y yo ahora nos dirigimos al pueblo, Billy dijo que necesitaba comprar algunas cosas nuevas para el establo. Mi celular suena y veo que es mi madre así que me quedo afuera para no molestar en la tienda.
A: Hola mamá
M:¿Cómo está? Noo hemos tenido noticias de ti en una semana
A:Bueno he estado ocupada
M: Bueno es una buena noticia, ¿Cómo te sientes? ¿Estás pasándola bien?
Miro dentro de la tienda y encuentro a Billy viendo una caja, tal vez sean unos clavos que dijo que necesitaba, sonrió en la llamada mientras suspiro.
A: Bien, ammm... ¿Recuerdas a Bill? El que le ayuda a papá con los caballos
M: Ah, sí,sí lo recuerdo, ¿Qué hay con él?
A: Bueno... creo que tenemos algo
M: Que bueno, me alegra, él es un chico muy bueno
Le iba a responder algo a mi mamá cuando siento que me quitan el celular de la mano y veo a un tipo corriendo con mi celular en mano, yo le grito mientras comienzo a correr detrás de él, Billy parece escuchar mi grito, ya que lo veo de reojo corriendo detrás de mí.
—Mi celular me lo quitaron— Le grito y él parece darse cuenta así que corre más rápido persiguiendo al ladrón, después de unos pocos minutos Billy se lanza contra él y lo agarra tirándolo al suelo, se pone sobre él parecía estar enojado con la persona mientra, pues le empezó a golpear con fuerza en la cara y yo me acerco en friega hasta ellos pues no quiero que él se meta en problemas, pero ya es tarde cuando dos oficiales se acercaron hasta ellos y los separan, Billy le grita unas cosas al sujeto para después ser separado, los oficiales los esposan y Billy me lanza rápidamente las llaves de su pick up así que las recojo del suelo.
—Él me robo— Le digo al oficial que llevaba al hombre que me robo, ambos oficiales se miran entré sí para después asentir, llaman por radio para que una unidad venga por mí, cuándo me recogen se me llevan también a comisaría para testificar, me entregan mi celular después de ponerle una multa al hombre llamado Pat Garret mientras él sale libre Billy no.
Me acercó a uno de los oficiales que lo arrestó.
—Disculpe estemm... mi novio fue arrestado y...— El hombre mira sin ninguna emoción Y frío, su cabello negro llenó de canas, tenía una cara de poco amigos, cruzo sus brazos molestó.
—Aah ¿El niño? Bueno, él se quedará en prisión preventiva hasta que cumpla las horas— Me explica, pero yo lo miró mal, pues no entiendo por qué Billy tendría que quedarse horas cuando literalmente ese tal Pat fue quien me quitó mi celular tendría que ser él quién está tras las rejas no Billy.
—Pero, él solamente me defendió, quien me robó fue ese tal Pat Garret— digo molesta, pues esto no me parecía para nada justo.
—Escucha niña, William fue detenido por otras multas, no solo por esa, solo tiene una forma de salir y es si pagan sus horas, lo cual es mucho dinero el cual no creó que tengas, así que vete y deja de molestarme— Miró al oficial indignada así que abro mi bolso sacando mi cartera.
—¿Cuánto dinero es?— Le preguntó entre molesta y sería, el oficial sonríe de lado.
—580 dólares— Dice el oficial «Puta madre», eso eran casi 10 mil pesos mexicano, pero eso no me importaba ahora, saco mi tarjeta de crédito y se la doy.
—Págate los 580 es más y redondéelo para que ya de una vez sean los pinches 600 dólares porque desde Juárez se escucha el rugido de tripa Top 5 peores rugido de tripa, número 1 la policía de Oakvalley — Estaba molesta, quería lanzarle la pinche tarjeta en su cara de estúpido pendejo que llevaba. El oficial también parece molesto por la forma en la que habló, pero era la verdad y si pensaba que él tenía huevos, pues yo también los tengo, pero no por fuera y se llaman ovarios.
El hombre se da la medía vuelta, me trae una máquina, pongo mi pin enojadísima y se cobran los 600 dólares, así que tomó mi tarjeta y le lanzó el ticket, después de unos minutos aparece Billy con toda la cara llena de hematomas, unas cuantas cortadas eso hace que la sangre me hierva aún más.
—Hijos de su pinche perra madre, primero con sus perras mamadas de "Ay es que tiene más multas" ¿Los golpes fueron de a gratis o que pedo? No, si estuviéramos en México, le hablaba a mi tío y a la verga con estos hijos de la chingada— Maldigo mientras me acercó a Billy, él parece notar lo que estoy haciendo, pues se ríe mientras lo abrazó y eso logra que me calmé un poco. —Pendejos—. Le digo, ambos caminamos hasta una farmacia dónde yo compro algo de algodón, alcohol y algunas curitas, pero notó que Billy también compra algo que no veo y que lo guarda de inmediato, caminamos de vuelta a su pick up y me mira.
—¿No sabes manejar estándar?— me pregunta y yo niego avergonzada, él se ríe para después manejar directo a la hacienda, él se va directo al establo y yo bajó una maleta que se quedó en la pick up de Billy, al menos tendría mi ropa.
—Billy— Lo llamó desde la puerta y él aparece en una de las ventanas de las caballerizas, me suelto riendo por cómo apareció, era como ver a una suricata saliendo de su hoyo. —Ven, te voy a curar las heridas—. Digo señalando la casa, entró a casa mientras saco las cosas de la bolsa de papel, las pongo en la mesa de café, limpio mis manos para que estén limpias y él se sienta en el sillón.
—No es nada, princesa— Me responde él mientras tomó su mano en la mía y le curó las pequeñas aberturas que tiene en los nudillos con delicadeza, Billy apenas se queja del ardor, era como sí él ya estuviera acostumbrado a esta clase de dolor.+
—¿Nada? Tienes la bendita cara y manos llenas de heridas y moretones— Dices tocando su mejilla con delicadeza, él se vuelve a reír, le sigo limpiando las heridas y la sangre de los nudillos de ambas manos, para pasar a las de su rostro.
—Por cierto, pensé que iba a estar mucho tiempo en la cárcel, ¿hiciste algo?— preguntó él en un tono más serio que antes, lo miro por unos segundos antes de mojar el algodón con alcohol y limpiarle la sangre de su mentón. —Angélica...
—Bien, si pague sus multas— Le confesé, él iba a protestar, pero puse mi dedo en su boca para evitar que hablara. —Antes que nada, lo hice porque yo quise no y no voy a dejar que lo pagues, ¿Entendido?—. Le pregunto ahora yo sería para que comprenda que también estoy hablando igual de seria que él, Billy parece pensarlo por un momento para después suspirar.
—Bien— Suspira él derrotado y yo sonrío victoriosa, así que le limpio la herida que tiene en la ceja. —Gracias—. Dice él después de unos segundos mientras aprieta los labios, se nota que está herida sí que le duele.
—Ahora es cuando también tienes que agradecer a mi padre— Bromeo con él recordando cuando él dijo que todo el dinero que tenía era de papi, Billy se suelta riendo para después mirarme a los ojos directamente.
—Entonces le tendré que agradecer al jefe— Dice sonriendo y le sigo limpiando la sangre seca, cuando llegó a los labios, ambos nos miramos fijamente por unos segundo hasta que desvió mi mirada a su labio, en un momento Billy se queja y yo me sobresalto por un momento, pero el se suelta riendo.
—Pendejo— Le insultó y vuelve a soltar una risa ahora sonaba más traviesa que la anterior, rodeo los ojos divertida, cuando le termino de limpiar el labio tomó una curita y se la pongo en el mentón donde tenía una pequeña herida. —Listo— digo sonriéndole y dándole un beso en la punta de su nariz, noto que Billy se sonroja un poco para después.
—Gracias— Me agradeció y yo le sonrió con una sonrisa de oreja a oreja.
—No hay de que— digo recogiendo los algodones manchados de sangre, los tiró al bote de basura más cercano y guardó las demás cosas. —Yo digo que mañana podemos hacer un pícnic, ¿qué opinas?— Le preguntó sentándome junto a él, Billy puso su brazo en el respaldo del sofá.
—¿Un picnic?— Pregunta con un tono de gracias y yo asiento. —Bien, conozco un lugar aquí cerca al que podemos ir.
—Entonces iremos en tu Pick up— Le digo, pero él niega mientras toma mi mentón para acercarme a él, solo estábamos a unos centímetros el uno del otro.
—Oh, no princesa, iremos en caballo, quiero saber que tan bien montas según tú— Dice pero mi mente de pervertida hace que piense en otra cosa recordando sus palabras "Te pones el sombrero y montas al vaquero" Siento la sangre subir por mis mejillas, puesto que no podía creerlo.
—Con Spirit, obviamente soy muy buena— Le respondo siguiéndole el juego, Billy se acerca más a mis labios.
—Oh sí ya quiero ver eso, Princesa
—Te juro que esta princesa sabe montar— Digo, él sonríe de lado para después besarme en los labios de manera tierna, me encantaba tener sus labios presionados a los míos, son tan adictivos, suaves y mentolados. Cuándo nos separamos él me sonríe mientras me mira como si fuera una diosa a quien debe adorar, acarició su mejilla con suavidad, ambos apoyamos nuestras frentes mientras disfrutamos de la sensación.
Yo se que no se lo subí la semana pasada pero aquí lo tienen además de que estoy escribiendo otro fanfic de Snow joven el cuál ya lo pueden guardar en estos momentos, ahora si ya volvemos a la programación actúal
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top