Capítulo 4.

Parte 1.

En medio de un puente que daba ingreso a la aldea principal del país de las olas, Naruto estaba encerrado junto a Sakura y Sasuke en un muro de hielo circular que los rodeaba y donde no podían escapar.

Lo raro era que este muro de hielo era de espejos.

Literalmente espejos. Se reflejaba la silueta del usuario de este elemento particular en el uso de jutsus elementales.

Mientras, un sujeto castaño con una katana, un albino con un Kunai y uno de sus ojos que era de color rojo, indicando que era un Sharingan, y un tipo con una máscara cubriendo su boca y equipo ninja portando una espada enorme que parecía un cuchillo de cortar, pero tamaño elefante, estaba peleando como podía con los dos, pero era difícil... sobre todo por alguien más que estaba presente.

Un sujeto monstruoso y parecía un fenómeno, pues tenía un brazo con una cuchilla saliendo de este como sí fuese un arma de gran poder, ya que esta cuchilla giraba alrededor de su brazo como si tuviese algo que la moviese dentro del brazo del joven.

Aquel rubio estaba peleando en solitario, pues no apoyaba ni al bando del equipo de Naruto, el del albino con el castaño, y menos del sujeto con la espada enorme.

Pero había una duda enorme en todo esto... ¿Cómo llegamos a esta situación?

Pues primero, habría que resumir qué sucedió luego de la graduación de Naruto Uzumaki, una vez obtuvo su bandana ninja.

Parte 2.

Tras obtener su bandana ninja, pasaría un mes donde Naruto estaría preparándose para ser seleccionado para un equipo ninja junto a sus dos nuevos compañeros y sensei.

Pero entonces, Naruto en la casa de su sensei, estaría recibiendo una noticia que él no quería aceptar.

"¡No, por favor! ¡No se vayan, Shidou-san, Ikki-sensei, Seiya-senpai!" Suplicaba el rubio.

Sus 3 maestros se irían de la casa por varios días a completar unas misiones en su aldea natal en las praderas.

Naruto agarró mucho cariño a los 3 para que de pronto se fuesen así como así solo porque tenían unas misiones qué hacer. Pese a la gran madurez del rubio a temprana edad por el apoyo y enseñanzas de Issei, Iruka, y los demás, él seguía siendo un niño dependiente.

Por lo que, su figura paterna y su tío que lo acompañaron en esta despedida, tuvieron que ayudarlo a aceptar que por ahora estarán distantes sus más preciados maestros y hermanos mayores que podría tener.

"Sé que es triste Naruto." Decía en comprensión su padre adoptivo, Iruka. "Pero ellos también necesitan de trabajar para poder apoyar a la casa como a ti."

"Naruto, solo estarán afuera unos días. Yo luego tendré que salir a encontrarme con alguien para atender un asunto de negocios privados. Así que, por ahora puedes ir con Iruka a donde quieras en Konoha, después de todo *guardando cierto secreto* es tu hogar." Decía el castaño sonriendo a su pupilo, ya que esto era lo menos que podía decir por él en este momento casual.

Naruto no oyó las intenciones de Issei cuando se guardó una frase final sobre Konoha, pero eso no parecía importante ahora. Solo debía de aceptar que sus maestros y tíos se irían de la Hoja un tiempo.

Incluso él suplicó a Iruka sí podían volverse ninjas de Konoha, pero hasta Iruka sabía, sí alguno de los de su aldea natal los veía portando el emblema de otro país, los cazarían al ser ahora renegados de su aldea y podrían hasta estar en enorme peligro sí eso llegaba a pasar.

Naruto sin más que hacer, aceptó y se despidió de sus maestros mientras él e Iruka iban a tomar un descanso paseando por la aldea.

En ese tiempo, Naruto pasó la mayor parte de su tiempo con Iruka, siendo su figura paterna y en quien Naruto desde antes de conocer a Issei se sostuvo para mejorar como ninja, pero al parecer, Naruto necesitaba algo más, que Issei y sus amigos lograron en él, para desbloquear su verdadero potencial a temprana edad.

Y eso era, entender que Naruto no era como los demás. Niño o no, Naruto tenía algo especial que lo hacía totalmente diferente, y le daba más ventajas, pero que lamentablemente no muchos ninjas podían explotar al máximo.

Su pensamiento rápido, lo que le permitía reaccionar bien en el momento para saber cómo debía de actuar, ya sea en una batalla, o conversación con alguien.

Su determinación, que una vez estaba decidido en hacer algo, no se detendría hasta lograrlo. Y eso mismo estaba ligado a su sueño de ser Hokage.

Su basta empatía, para entender las emociones de otros, aunque a veces parecía que eso le llegaba a cegar cuando empezaba a sentir lo mismo que los demás, como sí a él también le afectasen.

E Issei ahí fue influyente para enseñarle a dominar su empatía, pues él también la tenía, y le dijo que solo por eso, no significaba que podías doblegarte a los sentimientos de otros.

Por eso tenía que controlar eso y no dejarse llevar por sus emociones, pues eso siempre es una debilidad en toda batalla, y por eso mismo debería de no sentir nada en batalla, pero tampoco significa que debía de volverse alguien que supuestamente nada le afecta, como muchos ninjas de Konoha que Iruka parecía comprender cuando le llegó a la mente a cierto albino cercano a ser el nuevo sensei de Naruto.

Una vez completado ese entrenamiento en el tiempo que Naruto estuvo de vacaciones tras graduarse de la academia, ahora estaba en clases, oyendo a Iruka nombrar a los siguientes equipos ninjas.

"Bien, estos serán los equipos. 3 Genin y un Jounin como su capitán."

Tras haber nombrado a varios equipos, quedaba solo Naruto con otras dos personas presentes.

"Y para finalizar, equipo 7: Sasuke Uchiha, Sakura Haruno y Naruto Uzumaki."

Uy sí, ahora sí que empezaría la revolución.

"¿No entiendo Kakashi-sensei?" dijo una pelos de goma pegajosa XD. Decía una pelirrosada de ojos verdes mientras era acompañada por su equipo actual al campo de entrenamiento donde empezó a cuestionar la decisión de su sensei Iruka.

"Para que lo sepas Sakura, solo hice caso a la decisión de Iruka. Simplemente que no hay más equipos en los que puedas ingresar, además que Naruto es alguien que posee potencial como todos en la academia. Solo hay que verlo en acción." Dijo Kakashi Hatake, un albino que tapaba con su bandana ninja de Konoha su ojo izquierdo, mientras leía un librito llamado Icha-Icha Paradise.

Naruto estaba emocionado pues haría equipo con los que consideraba como sus dos mejores amigos de la aldea. Al menos, a uno de ellos, pues la otra era su crush, pero también era a quien él quería agradarle más allá de simples compañeros de clases, y ahora compañeros de equipo, mientras su otro amigo, sí se le puede decir así, estaba todo serio, sentado amargado mientras visualizaba en su mente su objetivo que ya se dio a conocer en la entrada del campo de entrenamiento número 7.

Sasuke Uchiha, segundo hijo de Fugaku Uchiha, un prodigio en toda regla. Su destino era ser un grande, pero al parecer, este tenía otros planes para Sasuke, pues él es directamente sobreviviente de la masacre del clan Uchiha, uno de los más importantes por la aldea de la hoja, y debido a eso, su meta era vengarse del asesino de toda su familia, incluyendo sus dos padres y hermano mayor.

Pues para Sasuke, alguien debía de hacer justicia por su clan que les robó el poder a todos ellos con sus muertes, junto con su orgullo como ninjas de la hoja, y de paso, evitar que ese monstruo haga lo que quería pensando que sus acciones no tendrían consecuencias reales.

Ambos, eran como polos opuestos con respecto al significado de la soledad. Mientras Naruto tenía a sus amigos cercanos, los ninjas de la pradera, entre ellos a Issei Hyoudou y a Iruka, su padre adoptivo, Sasuke no tenía a nadie, ya que siempre andaba solo y pese a que muchos querían hacer un favor a él, o sea, los altos mandos de la hoja, Sasuke decía que esto era personal, y no necesitaba ayuda, pues debía de conseguir poder, el mismo poder que el asesino de sus padres, el odio, y así poderlo exterminar de una vez, por lo que mantenía su pensamiento de que debía de estar solo y no dejarse pisotear por nadie... era triste que Sasuke pensase así...

Sobre todo, porque a la larga ese mismo pensamiento podría condenarlo a una vida llena de miseria por creer que todo podría hacerlo él solo, aun siendo un prodigio, él era humano como todos, y tenía un límite que una vez alcanzase, ya no podrá dar más y todo su esfuerzo sería en vano.

En cuanto a Sakura Haruno, la chica pelirrosa de ojos verdes que mencionamos al inicio, era además de la crush de Naruto, y una de las fangirls de Sasuke en toda regla, hija de dos consejeros de la hoja, Mebuki y Kizashi Haruno, pero en talento ninja, ella no tenía nada a su favor, pues los señores Haruno eran solo humanos con chakra como todos, pero lastimosamente carentes de un jutsu o maestros en algún arte ninja, y más carentes si hablamos de talento genético.

Los Kekkei Genkai, línea de sangre o genética, era una particularidad en algunos clanes ninja que poseían una habilidad genética con chakra que los volvía imparables o hasta peligrosos.

Varios clanes de la hoja poseían eso mismo, o también Hijutsus (jutsus secretos), técnicas que cualquiera puede aprender incluso los que no están en su clan con sus respectivos Hijutsus, pero estos no son dados a conocer o a enseñar ya que estas técnicas privadas son el "orgullo de la familia", por eso muchos clanes son escépticos a enseñarlas a otros desligados de sus clanes.

Sakura al no tener esto, era una completamente Ninja femenina, o Kunoichi, vacía en toda regla.

Solo entró a la academia para estar cerca de su objetivo real en vida, literalmente. Ser la pareja de Sasuke Uchiha.

Entendible, el problema era que todas las chicas de la academia estaban locas por Sasuke, pero ninguna tanto como Sakura, ya que se notaba a leguas que ella estaba más que enamorada, estaba casi loca por Sasuke.

Ciertamente abiertamente o en privado eso no parecía, pero casi cualquier cosa que involucraba a Naruto y Sasuke, ella siempre iba en defensa de Sasuke aun sí él podía ser culpable de una riña con Naruto, y eso muchos, hasta las otras fangirls de Sasuke notaban en ella.

Ni ellas eran tan así, solo siendo igualada por la chica que fue una vez amiga de Sakura.

Así que, la razón de Sakura de volverse ninja era lo mismo que de cualquier niña de su edad, un sueño de infancia. Algo entendible, aceptable hasta cierto punto.

Pero eso no servía para nada si tratabas de sobrevivir en el mundo ninja, y más cuando debes de estar más pendiente de las peleas que de las relaciones con tus amigos o conocidos.

Kakashi Hatake sabía eso más que nada, pues él mismo vivió lo que era perder a tus amigos por centrarse demasiado en él mismo, y no en cómo estaban sus amigos en batalla, además de muchos otros errores que cometió, y lo llevaron a olvidar la sensación de lo que era estar acompañado de un amigo de verdad, ya que temía perder todo lo que tenía en esta vida... y recién le asignaron este nuevo equipo.

Parecía una oportunidad de un cambio, viendo que los 3 jóvenes, al menos Naruto y Sasuke, sí parecían tener una meta clara para ser ninjas, y Sakura solo tenía un sueño de niños que no la llevaría a nada realmente, pero puede que a la larga ella madure y aprenda a ver las cosas de otra manera y encontrase una motivación real para su sueño.

Mientras Naruto, quería el respeto de la gente de la hoja, por lo que se volvería Hokage. Y Sasuke, busca asesinar al monstruo que mató a toda su familia.

Kakashi, esperaba no perder a nadie más en esta vida por este equipo al que le asignaron.

Pero ahora mismo... era hora de comenzar un nuevo capítulo en la historia para la aldea de la hoja.

Continuará.