Ya eran pasada de las 20 horas y aun así bajo el manto nocturno lleno de estrellas, la casa se rehusaba a mantenerse en silencio. Bajo el eco del susurro nocturno un hombre de cabellera rubia trataba de que sus pequeños, se mantuvieran quietos bajos el mar de mantas que cubrirían sus pequeños cuerpecitos.

Alfred miró a sus hijos con un semblante de derrota al ver como  Jacob, el pequeño de 6 años de hebras oscuros y orbes azules no dejaba de dar saltos sobre la cama. En cuanto a su hija mayor, tan sólo dejaba ver sus castañas hebras trigos ya que cubría sus rostro con la moteada sábana de color magenta, tratando de dormir.

―Jacob es hora de dormir. Así que a la cama―Tomó su pequeño entre brazos para acostarlo y cubrir su cuerpo con las mantas.

― But dad...― Hizo un puchero cruzado de brazos en busca de más tiempo para jugar.

―¡Jacob, duérmete ya! Hazle caso a daddy― Marina sacó su cabeza sobre la sábana. Sus ojos aguamarina miraron a su padre en busca de ayuda. Alfred soltó una risa nerviosa viendo como Jacob le sacaba la lengua a su hija y en como en medio segundo sus dos retoños habían creado una guerra de almohadas donde hasta él fue víctima de uno de los peluches de su hija. ¿Cómo su esposa manejaba a estos niños? Ella lo hacía ver muy fácil

― Guarden silencio, please. Su mommy está durmiendo a León― Les recordó al pequeño de la familia que a estas horas ya debia estar dormido, pero que aún no había pegado un ojo. Alfred se abrió espacio entre la cama de Marina para sentarse en la orilla ― ¿Guardan silencio si les cuento una historia? ― Propuso esperanzado

Tanto Jacob como Marina asistieron con entusiasmo, Alfred paseo sus ojos sobre la estantería repleta de cuentos infantiles, poemas y rimas buscando que leerles.

― Quizás "Alicia en el país de las maravillas"― Jacob negó ― ¿Qué tal, Caperucita roja?― En esta ocasión fue Marina quien rechazó la historia .

― Las mayoría ya nos la ha leído Iggy― Un pequeño bostezo salió de los labios de Jacob quien restregaba su ojo derecho. En varias ocasiones al anglosajón le había tocado parar de niñera improvisada, lo hacía bien salvo que tenían que apurarse para que sus hijos no murieran de hambre o intoxicación al ingerir su comida.

Alfred guardó silencio meditando en que poder entretener a los dos niños. Una idea pasó por su mente y no dudo en preguntar.

― ¿Algunos de ustedes sabe cómo su madre y yo nos convertimos en novios?― Como si fuera pregunta de escuela levantaron las manos con fulgor.

―Marina dime―La chica sonrió mostrando sus dientes a su hermano, mientras Jacob se cruzó de brazos levemente enfadado. Él quería decirlo.

―Tiene que ver con un viaje al extranjero, un anillo de plástico, una banana y un hombre con pipa. ¡Ah! y algo de que te dio diarrea, así nos los cuenta tía Blanca ― Llevó sus manos entre el espacio que dejaban sus piernas cruzadas , mirándolo espesante.

― Umm, no es tan así... pero les contare como supe que su madre era la mujer que necesitaba en mi vida― La niña estaba entusiasmada, mientras Jacob hizo una mueca de asco ante la idea del romance, estaba en la etapa que creía que las niñas tan sólo eran portadoras de piojos.

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Pudo sentir como su pecho se hinchaba de ternura  al abrir la puerta del cuarto y encontrar tan linda escena.  Jacob estaba tendido sobre Alfred quien recostaba su cabeza a la almohada de la cama de Marina, quien dormía de lo mas profundo abrazando a su padre. León ya dormía en su cuna y por eso María había ido a buscar a su esposo que no llegaba a su habitación.

Con cuidado dejó al pelinegro en su cama, para arroparlo y besar su frente. Hizo la misma acción con Marina, pero para eso tendría que levantar a alguien.

― Gracias por darme tan lindos niños― Susurró sobre los labios de Jones, peinando los cabellos rubios con suavidad.

― ¿Mary?― Habló confundido entre dormido con voz cansada.

Ella sonrió con cariño dándole un beso corto en los labios. Mañana  ella junto con el pequeño León escucharían la historia que causó que esos dos cayeran como tronco. 

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¿Me perdonan por dejarla hasta ahí? 

Desde hace tiempo tenia las bio que la señorita Meena me pasó, ella es la creadora de los niños yo sólo los uso por mera diversión y que su diseño me gusto.