74.

Capítulo dedicado para:
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Al terminar la boda, Ink tomó la palabra y entregó una corona a Error, todos se arrodillaron ante la pareja del Rey Rojo.

Luego de aquella coronación, todos se comenzaron a ir, dejando solo a los invitados especiales.

-Así que... ¿Ahora trabajo para El?- Preguntó Nightmare señalando a Error.

-Así es.- respondió Dream con tranquilidad.

Nightmare le fulminaba con la mirada mientras que tomaba un poco de vino.

-Anda, ya es la quinta copa.-dijo Dream regañando a su hermano.

-Tengo derecho a intoxicarme todo lo que quiera.- respondió Nightmare.

-¿No sería muy poco profesional de tu parte?- dijo Reaper que se acercaba.

-Callate, viejo.-

-¿Cómo que viejo? Más respeto. Me ofendes. ¿No sabes con quién estas hablando?-

-Ní idea. Solo alguien que quiso lucirse y venir así.-

-¿No te gusta mi traje nuevo de caballero negro?- dijo sonriendo burlesco Reaper.

-...¿Qué?-

-Qué he venido a tomar tú puesto.-

-...¿Me han reemplazado?-

-Tú siempre fuiste el reemplazo, ¿Lo olvidas? Solo vuelvo a mi puesto, gracias por cuidarlo.-

-Reaper, por Dios, lo asustas.-dijo Ink que se acercaba mientras que agarraba a Error de la mano.

-¿Es cierto lo que dice, su majestad? ¿Ya no trabajaré para usted?...-Pregunto Nightmare mientras daba otro trago a su vino, hasta que Dream le quitó la copa.

-Nightmare... ¿Cómo crees que te haría eso?-

-¿Entonces es mentira?-

-La verdad es que... sí trabajará de vuelta en el palacio, pero, no tomará tu puesto.-dijo Ink.

-Mi preciada Reina Roja, me ha dado un título solo para mi.- explicó Reaper orgulloso.

-"El caballero negro", ya que lo conocen así, creo que es un buen nombre.-

-Oh... Lo siento por dudar de usted.-

-No, no, tranquilo... jamás podría dejarte a un lado, Night. Ahora, sigue disfrutando de la fiesta, ¡Pero nada de beber de más! Vigilalo, Dream.-

-Comprendo.-dijo Dream.

Ink se despidió y siguió arrastrando a Error hasta ir al jardin del castillo.

-¿No podias respirar con tanta gente?-dijo Error sonriendo.

-Es que solo quiero disfrutarte a tí.-

-Pero que ganas tienes de atención, ¿No?-

-Solo la tuya.-

La feliz pareja se abrazó. Pero su soledad no duró mucho.

-Oh, vaya, ¿No pueden esperar a la Luna de Miel?- dijo Comyet que recién llegaba.

-Ellos no podían ni esperar a la boda.- respondió Gerson que también llegó.

La pareja se separó para luego ver a los recien llegados.

-Madre, ¿Qué te trae por aquí?-

-Deseaba hablar contigo.-

Ink se acercó, dejando a Error para luego ir donde su madre.

-Ahora realmente eres un Rey... Tienes todo lo que yo no tuve.-Comyet sonrió.

-¿De qué hablas?...-

-Libertad.-Comyet sonreía con nostalgia  y luego abrazó a Ink.

-¿Estas orgullosa?-

-Estoy muy orgullosa...-

Ink correspondió el abrazo.

-¿Puedo unirme al abrazo?-dijo Gerson.

-Tú callate, anciano.-dijeron al unísono la madre y el hijo, para luego verse y reir mientras se separaban.

-Ven, tú tambien eres parte de la familia.-dijo Comyet mirando a Error.

-Oh, claro...-dijo este para luego acercarse nervioso.

-Anda, no te voy a matar. No quiero dejar a mi pequeño viudo... Así que comportate.-dijo Comyet.

-Nunca le haré daño.-dijo Error parandose firme.

-Tranquila madre, ya está domesticado~- Dijo dando una pequeña sonrisita mientras abrazaba el brazo de Error.

-Vaya, ustedes sí que disfrutan de su vida. Me alegra.-respondió Comyet.

-Madre, ¿Estás segura que no quieres volver?...- pregunto Ink.

Un silencio se hizo en aquella conversación.

Pero Comyet solo dió una leve risa.

-Ink, ya yo viví lo que debía, ya puedo descanzar en paz ahora que se que el maldito de Gaster esta viviendo torturas sin fin... Además, no todos entenderan lo que pasa, ¿Sabes? Deja a los muertos tranquilos, mira lo que pasa cuando revives a alguien, se vuelve amargado.-dijo Comyet señalando a Gerson.

-El ya era amargado.-dijo Ink sonriendo.

-Ya ves.-dijo Comyet sonriendo.

-Entiendo. Pero... Luego de hoy no te veré, ¿Verdad?-

-No te preocupes por eso.-

-¿Segura que no quieres que Zephyr te vea?...- preguntó Ink.

-...No, dejalo seguir su vida. De todas maneras, nunca pertenecí a ella.-

-¡Eso es mentira!- dijo Zephyr, que estaba en la puerta que daba al jardin.

-¿Zephyr?...-Comyet se giró a verlo.

-Sabía que vendrías aquí a hablarme, le conte a Zephyr sobre tí. Sabia que te negarías pero... no iba a dejar que dejaras a mi hermano sin poder hablarte.- dijo Ink sonriendo.

-Siempre un paso adelante, ¿No?-dijo Error viendo a Ink.

-Siempre~-

-Madre, quizás... viví mucho tiempo con mi padre, pero... las veces que iba al castillo rojo... siempre fuiste buena conmigo. ¡Disfrutaba siempre verte!Tambien te extrañaba...-Dijo Zephyr.

-Oh... Mi pequeño...- Comyet no pudo retener las lagrimas y lo abrazó, a lo que Zephyr correspondió.

Luego de una charla familiar, todo se comenzaba a arreglar.

Las viejas heridas comenzaban a sanar.

Los malos recuerdos se los llevaba el viento.

Todo parecía ir perfecto.







Luego del festejo, todos volvieron a sus respectivos reinos.

Aunque Gerson fue de vuelta al reino rojo para empacar e irse al castillo blanco por fin.

Al llegar, Ink llamo a Gerson, y junto con este fueron hasta el calabozo donde antes estaba Gerson.

-¿Me volveras a encerrar?-preguntó Gerson.

-No, quiero aprovechar que ahora tienes manos.-dijo Ink.

-¿De qué hablas?-

Al llegar al final del pasillo, Ink señalo todos los libros y copias de estos que estaban apilados.

-Nunca me deshice de los libros que hiciste, solo les quite a todos, todas las copias que existian, una parte las destrui, pero, la gran mayoria estan aqui.-

-...¿Todos los guardaste?...-

-Así es.-

-¿Porque me los nuestras?-

-A partir de hoy, los libros tuyos se volveran a permitir, ya no tienes que esconder nada.-

-¿Qué?... Pero...-

-¿No eres un escritor, Anciano? Te estoy permitiendo que vuelvas a brillar. -

-¿Revelar todo lo que escondimos?-

-Más que eso, ya que tienes manos otra vez, ¿Porqué no mejoras tus libros y terminas de una vez la historia?...-

-¿De verdad me lo permite?-

-Claro.-dijo sonriendo Ink.

-Parece que ya no eres tan arrogante.-

-Piensas muy mal de mi.-dijo Ink sonriendo.

-Gracias.-

-Gracias a tí.-






Luego de aquella charla, Gerson se fue al castillo Blanco al terminar de empacar.

Mientras, que la feliz pareja se quedaba  en su castillo a pensar en su "Luna de miel".

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