60.

-¡Qué viva el Rey Blanco, Zephyr!-

Todos comenzaban a gritar con supuesta emoción.

Pero solo esperaban que no fuese como el anterior.

Aparte de la celebración por la coronación, tambien se hizo oficial a oidos de todos que Cross Era el caballero blanco.

En realidad Cross consiguio el titulo muy pronto, gracias a su determinación de ganarse ese puesto. Pero no queria ser nombrado por Gaster. Tal como prometio, esperaria el dia en que Zephyr sea Rey.

Y así fue.

-Cross.-Llamó Zephyr de pie frente al trono.

Este se acerco y se arrodilló frente a Zephyr. Le ofreció tambien su espada.

Zephyr tomó su espada.

-A partir de Hoy, serás el caballero blanco, El que se encargará de proteger la corona, el castillo y el reino. Pero por sobre todo... Estarás a mi lado, serás la mano derecha del Rey. Ahora, eres Cross El caballero Blanco, y estas palabras las ordena el Rey.-Dijo y le puso la espada primero en el hombro izquierdo y luego el derecho.

-Le serviré fielmente, Su alteza.-

Zephyr sonrió.

-Ahora de pie, pues no debes agacharle la cabeza a nadie más que no sea yo, y a mi lado podrás estar.- dijo Zephyr y le entregó en manos la espada.

Cross la tomó y se levanto.

Todos comenzaron a aplaudir.












Tras la ceremonia, todos se fueron, dejando el castillo tan silencioso como siempre.

-Su Alteza.-Llamó Cross mientras tocaba la puerta de su cuarto.

-Adelante.-respondió Zephyr.

Cross abrió la puerta y las cerró detrás.

-Desde que... se fue mi padre... todo parece ir mal, ¿Sabes?-dijo Zephyr, el cual permanecia acostado en su cama, mirando a la nada.

-Deberia de estar más feliz este dia.-

-Cross... solo tengo la corona. Pero no soy realmente el Rey. Mi padre lo dijo yo... Solo soy una imagen que necesita mostrar, quiere que... acabe con todo. Yo no puedo hacer eso... pero sino hago nada me matara y...-

-Sí el Rey se atreve a hacerle algo, primero tendrá que pasar sobre mi. Hoy, frente al pueblo, juré protegerle. Y eso haré.-

-Nisiquiera pude cuidar a mi hermano, Cross. No pude enfrentar a mi padre.-

-Pero algún dia, usted podrá hacerlo.-

-Suena a que será un dia muy lejano.-

-Por otra parte, majestad. ¿Qué planea hacer?-

-Mi padre ya me dijo lo que tendria que hacer. Que irónico. Se supone que mi trabajo es mantener la paz pero... soy solo una marioneta.-

-No diga eso, majestad. No importa lo que ordene, yo cumpliré lo que pide.-

-Asesinos.-

-¿Qué?-

-Consigue a los mejores asesinos, y que vayan por la reina roja, Ink.-

-Así será.- dijo y se retiró.

Zephyr solo comenzó a llorar.
























-Odio tener que alejarme del palacio demasiado...-Murmuraba Reaper mientras salía del bosque para ir devuelta al castillo.

Iba viajando en caballo, tras una mision que debia completar, además de aprovechar y visitar a su amado.

Pero su expresión de tranquilidad, cambió a una de terror al llegar a las puertas del palacio.

Habian muertos por todas partes, soldados rojos mayormente.

Eso solo le hizo pensar en una sola cosa.

"Ink"

Se bajó del caballo y corrió hacia dentro del castillo.

Pero sus pasos fueron frenados por asesinos en el camino.

Reaper no demoró ni 5 segundos en sacar su espada y cortar a los que lo detenían. Su mirada era una asesina.

-Si se atrevieron a entrar a este palacio en mi ausencia... espero que sepan que esto es la muerte si estan frente a mí.-dijo para luego seguir su camino y hacer lo mismo con cada asesino que encontraba.

Llegó finalmente al cuarto de Ink, donde aún se veia un par de soldados rojos de pie, luchando en vano.

Reaper mató a los asesinos que quedaban.

Su respiración era agitada, estaba molesto, preocupado.

Cuando giró a ver, allí estaba Ink, en una esquina, llorando y temblando, además de estar manchado de sangre levemente.

El caballero rojo se acercó donde Ink , queria abrazarle y calmarlo, pero se arrodillo.

-Lo siento... lo siento tanto, Majestad... Se supone que... yo sea el que jamás permita que sea lastimada. Mi trabajo era que jamás sufriera... yo... lo siento tanto. Por favor, perdónem-- fue interrumpido, al sentir como Ink se lanzaba y lo abrazaba.

Aún podia sentirlo temblar. No era su culpa, aún no se acostumbraba a los muertos, incluso el miedo de estar tan cerca de la muerta, sentir el odio de tanta gente...

-Tenia... tanto miedo...-decía Ink aferrandose a Reaper.

Reaper correspondió al abrazo.

-Está bien... Aquí estoy... no dejaré que le hagan daño otra vez, majestad. No lo permitiré.-

Sentía tanta molestia en su interior, habia jurado proteger esa sonrisa usual de la Reina.

Habia jurado que lo cuidaria de todo peligro.

Pero ahora mismo solo estaba en sus brazos sin parar de llorar o temblar, le dolían algunas partes del cuerpo, gracias a golpes que no pudo evitar.

Juró que cada dolor que pasó la reina,les haria pagar el doble, o aún peor.

Tras ese dia, en lo que quedaba, la Reina tomo una ducha y fue a dormir.

Reaper permaneció a su lado vigilando.

Mientras que otros soldados investigaban quien era el culpable.












En la mañana del siguiente dia, se supo quien era el culpable.

Habia sido una orden del Rey Blanco.

Reaper al escucharlo, no pudo evitar sentir una ira extrema.

Ya sabia al culpable, ahora los haria pagar.

Se fue del castillo, rápidamente.

Ink se levantó y preguntó por Reaper, pero este se habia ido.

Tambien se levantó y comenzo a arreglarse, tenía que alcanzarlo. Sabia lo que este haría.











Reaper mató a cada guardia blanco sin problema, y su capa roja se iba manchando cada vez más y más de sangre.

Ningún guardia le pudo hacer frente, incluso algunos trataron de huir, pero Reaper los persiguió hasta darles fin a su vida.

Entonces, llegó a la sala del trono, donde sentado en este, se encontraba Zephyr, y a un lado Cross.

-Te atreviste a intentar matar a mi reina, tú maldito bastardo.-Dijo molesto Reaper.

-Y tú te atreves a irrumpir en minpalacio sin carta de invitación. ¿Sabes acaso lo que eso significa?-

-Claro. Que tú morirás hoy.-

Reaper iba a apuñalar a Zephyr, pero su espada chocó con la de Cross.

-Sería un pésimo caballero blanco si dejo que toques a mi Rey. Esa es la diferencia entre tú y yo. Yo sí pude proteger a mi Rey.-

Aquellas palabras solo alimentaron la ira de Reaper.

La pelea entre ambos no duró ni 5 minutos, terminando con Reaper lanzando a Cross contra una pared lejana, tan fuerte, que hasta se pudo oir un "Crack".

-Sigues tú, Rey Blanco...-Dijo Reaper para luego acercarse al trono.

Pero un caballo entro al lugar, y de este bajo Ink corriendo para ponerse entre Zephyr y Reaper.

-¡Reaper, No!-ordenó Ink.

Reaper se quedó estático.

-Majestad, permitame vengarme. ¡El fue quien mando a matarla! ¡Fue El quien la lastimo!-

-Pero es mi hermano, Reaper. Debe tener una razón.-

-Estabas... con tanto miedo, te lastimaron... ¡No pude hacer nada!-

-Me abrazaste y me consolaste hasta que me quede dormido. Me diste paz, Reaper.-

-Pero...-

-No lo mates. Por favor. Te puedo perdonar todo pero... No que mates a mi hermano.-

Reaper se arrodillo frente a Ink.

-Lo siento... Otra vez le he fallado.-

-No lo hiciste...-Ink se arrodillo para estar cerca de El y puso sus manos en los pómulos de este. -Solo te equivocaste, pero está bien.-

-No pude protegerla... y ahora...-

-Callate, eres el mejor caballero rojo que pude tener.-

-Ink. ¿Sabes que el merece un gran castigo, no? La muerte.-dijo Zephyr.

-¿Y tú que? ¿Puedes mandar asesinos como te plazca? Tengo pruebas de tu culpabilidad, Zeph. Si te atreves a tocar a mi caballero rojo, yo mismo te haré caer.-

-...Lleguemos a un acuerdo.-

-Lo dejaré ir, lo exiliaré. Será suficiente para un castigo para alguien como El.-

Zephyr suspiró.

-Bien.-Respondió.

Ink soltó a Reaper y se levanto frente a El.

-Tantas vidas inocentes has tomado, con tanta sangre te has manchado, Ya no eres un caballero nisiquiera de rojo... Serás El Caballero negro, Sin color, sin Sangre, Sin sentimientos, La Muerte. No volverás más a servirme...-

-Entiendo el castigo.-dijo Reaper.

-Ahora, ve. Vete lejos. Y nunca regreses aquí.-

Reaper se levantó y dio una reverencia.

-¡Reaper!-Llamó Ink, antes de que se vaya.

-¿Si, Su majestad?-

Ink le abrazó fuertemente.

-Te veo en Té.-susurró para El.

Reaper sonrió mientras correspondia el abrazo, habia entendido lo dicho por la reina. "TéVeréDespues", una frase que usaba para referirse que se encontrarian en la siguiente fiesta de té en su castillo.

-Hasta nunca, Reina Roja.-dijo Reaper mientras se separaba y se iba.

-Te has quedado sin protección, Reina Roja.-dijo Zephyr.

-Conseguiré uno nuevo. Pero yo tú, cuidaría de ese caballero de por allí,se ve  en muy mal estado. ¡Adios, Hemano!-Dijo Ink mientras se subia a su caballo y se iba.













Y mientras muchos pensaron que el Caballero Negro no volvió a aparecer.

El se encontraba tomando el té por las noches junto a la Reina Roja.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top