48.
-¿Kiky?...-llamó Error desde el otro lado de la puerta.
Ink al llegar se encerró en su habitación, mientras Error le siguió detrás y los que les vieron solo se quedaron confundidos.
-¿Puedo pasar?...-Hablo otra vez Error.
-Ahora mismo no.- respondió Ink, el cual, por la cercania de la voz, parecia como si estuviese recostado en la puerta.
Cosa que no era falso, pues así estaba, con la espalda a la puerta y sentado en el suelo.
-¿Y puedo hablar contigo?-
-¿Sobre qué? ¿No puede esperar?-
-Nada contigo puede esperar, porque eres lo más importante para mi.-
Una punzada. Dolía. Las dulces y amables palabras de Error le habian dolido por alguna razón...
-No necesito que te preocupes por mi ahora, enserio...-
-¡No es preocupación! Bueno, si lo es, pero... me refiero a que no puedo dejarte solo, no quiero... solo quiero estar cerca de tí.-
Otra punzada. ¿Porqué dolía? No le estaba diciendo nada malo... ¿Porqué el amar dolía? ¿Era eso a lo que se referia su madre?
-Error... por favor, solo... quiero pensar... necesito un tiempo para pensar, es todo...-
-¿Y no puedo nisiquiera quedarme aquí cerca tuyo aunque sea disfrutando de verte pensar? No puedo dejarte así, no sabiendo como estas...-
Dolía, dolía mucho. En donde se supone estaba su corazón... dolía.
-¿Kiky?-
-¿Puedes... llamar a Dream, Por favor?...-
-...Sí.-dijo para luego retirarse.
Luego de ello, Ink se levantó y fue hasta su cama para sentarse y respirar tranquilamente.
Pensar que se habia liberado de todo y solo quedaba Zephyr y la maldición... sin embargo, ahora sabe que su padre esta vivo.
Y eso, solo le daba un dolor de cabeza más.
Cuando su madre murió, ella le dió una carta, una carta que le daba un deber tras morir.
Y aparte, otra, para darselo al rey blanco.
La habia tirado por ahí, ya que escuchó de la muerte de este.
Y nunca se molesto en leerla ní por curiosidad.
Su carta, solo le decia que debía tomar venganza y mantener el perfil como si fuese mujer.
Solamente le pidió aquello para el matrimonio con Zephyr, el cual tambien le dijo que no tenia que hacerse, solo era para obligarlo a reunirse con El.
Tener un pretexto para hablar y conocer más.
Quizás en otro momento buscaría aquella carta.
-¿Reina Roja?- llamó Dream deste el otro lado de la puerta.
-Adelante, puedes pasar.-respondió Ink.
Dream hizo caso y entró para luego cerrar la puerta.
-¿Qué sucede? Hace mucho no solicita hablar conmigo a solas. ¿Ya me dará trabajo como consejero personal?-
-Algo así...-
-En ese caso, escucho.-
-Dream... no se que hacer...-
El consejero tomó asiento alado de Ink.
-No tienes que saber que hacer exactamente, las respuestas las encontrarás a su debido tiempo.-respondió.
-Eso no es muy preciso...-
-La vida no lo es, no la real. Somos personajes que repiten una y otra vez la misma historia... Pero, la vida en realidad no es precisa.-
-Quiero amar...-
-¿Y no lo haces?-
-No puedo, yo... soy una reina roja, no puedo amar. Ní tener sentimientos...-
-Sí es así, y lo que dices es cierto, ¿Porqué tienes tantos aliados?...-
-¿De qué hablas?...-
-Reaper el caballero negro, Nightmare el caballero rojo, los de tú cuento, otros muchos más y yo. Estamos aquí porque queremos, porque confiamos en tí, y por los sentimientos que nos diste.-
-Sí, pero...-
-Todos tienen derecho a amar y ser amados... y mucho más tú.-
-Pero... una reina roja jama-- fue interrumpido.
-¿Quién es usted, majestad?
-La reina roja...-
-No, te equivocas... ¿No fue eso lo que nos enseñaste antes? A vivir por quien somos, no por los titulos que se nos dan.. sino por el nombre por el que nos llamaron...-
-Ink...-
-No debes ser como tú madre, ní como tú padre o Zephyr... ¿A quién crees que yo le sirvo? Le sirvo a Ink, no a la reina. Porque fuistes tú quien me dió una nueva oportunidad de vivir .-
-...Solo soy... Un tonto rey malcriado.-
-Pero no estás solo. ¿Qué hay del lobo? ¿te gusta, no? Se nota mucho.-
-¿Tu tienes... a alguien que te guste?-
-Oh...-Dream sonrió, nostálgico. -Quizás sí, pero... a mi no se me permite amar. Sin embargo, me encantaría poder verte feliz, realmente feliz.-
-No tienes que tambien arriesgarte...-
-Es correcto, pero así lo quiero, porque para eso acepté este trabajo. Ahora... ¿Porqué no sonries un poco más y comienzas a pedir deseos caprichosos y egoistas?... Ademas, ¿No es ya la hora del té?- Dream sonrió.
Ink tambien sonrió.
-Tienes razón, ya es la hora del té... ¿Podrías hacer las invitaciones?-
-Sus deseos son mis ordenes, Majestad.-
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