44.

-Ya no recordaba como era este lugar...-Dijo Ink mientras entraba a la habitación y pasaba su mano levemente por los muebles.

La habitación tenia en la paredes varios cuadros familiares.

Pero tambien varios retratos de los antiguos reyes.

Retratos que se veian tan realistas, como si estos aún estuviesen allí, observando.

-Asi que esos eran los reyes...-

-Es correcto... -

-Se ven... -

-Felices. Así se veian siempre antes... ya habia olvidado que Madre sonreía.-

-...Debe ser dificil para tí estar aquí.-

Ink solo suspiró y no respondió, manteniendo una mirada nostálgica.

Error no sabia que decir, así que simplemente confió en sus instintos.

Su acto habia sorprendido a Ink, el cual sintió como unos tiernos brazos le abrazaban rodeaban desde la espalda.

-Rurú... ¿Acaso ya no temes que te mate?-

-Sabes que soy muy inútil. Digo, iba a enfrentar al legendario Caballero negro a mano limpia, ¿Sabes? Tampoco se bien que decirte... pero sí te puedo decir que no podia dejarte así... solo... sentía que debia abrazarte.-

-Tonto...-Dijo mientras se apartaba del abrazo. -No me abrazes así, ¿De ser así, cómo te podría corresponder?-Explicó Ink mientras sonreía y lo abrazaba de frente, acto que Error correspondió sorprendido.

-¿Estás bien?...-Se atrevió a preguntar Error mientras le abrazaba, tras comprender la situación.

-Por alguna extraña razón, siempre parece ir todo bien cuando estas cerca mio, Rurú...-

-Oh, ¿Es así?...-

-No sé que me has hecho... desde que llegaste, siento que puedo estar más tranquilo. Creo que no me arrepiento de no matarte.-

-¿Crees? -

-No. Lo sé.- dijo Ink mientras sonreía.

Parecia que toda su angustia y tristeza de antes se habia ido por completo.

Quizás realmente, la debilidad de una reina roja era el amor.

-¿Entonces? No es que quiera dejar de abrazarte, pero... ¿Buscamos el último secreto?-

-Oh, Cierto.-dijo Ink mientras se separaba de Error y miraba alrededor.

-Ya estamos en el cuarto y... ¿Dónde podría estar?¿En la cama?-

-... Ahora que lo dices...-

-¿Qué?-

-No. Gerson no es así y... el inicio del amor, no es exactamente allí, ¡Es una metáfora!-

-¿Porqué lo crees?-

-Tonto, es gracias a tí que ahora lo entiendo. Ven.- dijo Ink mientras lo tomaba de la mano.

Ink comenzó a caminar rápidamente hacia un lugar en especial.

Salieron del castillo, y como todo buen castillo, habia un jardín.

Un pequeño pero hermoso jardin de rosas rojas, blancas y rosadas.

-¿Porqué estaría aquí?- preguntó Error.

-Gerson... un día me contó, que mi madre y mi padre se encontraron por primera vez en el jardin. Padre era un intruso, un niño escurridizo. Y madre estaba viendo el jardin entonces.-

-Aquí es el comienzo, ¿No? Pero de ellos.-

-Siempre le dije a Zephyr que... sí el iba a heredar este castillo, que cuidara del jardin, solo eso pedia. Porque... desde pequeños jugabamos aquí. Y aquí fue donde...-

-¿Dónde qué?...-

Ink se quedó callado un momento.
















-Ink, Querido... ¿Quieres ver el regalo que madre tiene para tí?-preguntó sonriendo la reina roja mientras caminaba hacia el jardin.

-¡Sí!- dijo un emocionado Ink en respuesta siguiendo a su madre.

Caminaron por un rato, hasta que su madre se detuvo.

-¿Qué es, Madre?-

Ink no pudo reaccionar más que sorprendido y con un gran dolor.

Su madre habia clavado una daga justo en su alma.

-Lo siento, mi pequeño, pero sin esto... Ella no vendría.- dijo sonriendo mientras señalaba a un lado, el cual Ink tambien miró.

Una figura humana. Pero con una sonrisa y presencia demoniaca.

Y sus ojos... Con solo verlos, se paralizó del terror.

-No te llevará a la muerte, mi pequeño, aún no... porqué tú la alimentarás, así es el trato... ¿Entiendes? Ella será tu mejor amiga... tú haces algo por ella y ella hace algo por tí. ¿No te parece hermoso ese trato?-

Ink sentia su cuerpo temblar, no podia mantenerse más tiempo despierto.

Y cayendo al suelo perdió la conciencia.















-¿Kiky?- llamó nuevamente Error, aún tomando su mano.

-Aquí esta la carta, Rurú. Definitivamente, aquí debe estar el último secreto del reino blanco.-

-Hey, Espera.-

-Debemos buscarlo y volver pronto y...- Error lo interrumpió.

-Kiky.-

-¿Qué?...-

-¿Puedo... decirte algo antes de que sigas con todo esto?...-

-¿Te parece el mejor momento?-

-No quiero que cosas malas pasen, y no quiero arrepentirme luego.-

-¿Qué sería eso, Rurú?-

-Yo...-













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