18.

"El primer secreto dado a Ink por su madre, fue...

Que antes de que se separaran, la Reina Roja ya había dado el intento de matar al Rey Blanco.

Pero, Al parecer, el veneno no era suficiente para haberlo matado.

El Rey Blanco era inmune al maldito veneno.

Porque al parecer, El veneno ya fluye en su maldita sangre.

Sin embargo, esa no fue la razón por la cual se separaron.

Y la Reina Roja no fue la causante.









El causante, fui yo."





























-Hermana, ¿Estás segura?- Preguntó Gerson viendo a Comyet.

-¡Sí! El es tan... Lindo, amable, dulce...¡Es totalmente mi tipo!- Dijo alegre la chica.

Gerson no estaba convencido para nada.

Por más que Comyet decia un montón de cosas buenas sobre El, le parecía mentira.

Era imposible.

Lo habia visto alguna vez, y algo en el no parecía bueno.

No terminaba de agradarle, y no era simplemente un instinto de hermano mayor o algo así.

Era... algo más.

-Madre no te dejará estar con El. Es solo alguien más de este mundo, Un cualquiera, plebeyo.-

-¡No es un cualquiera! Es alguien que se preocupa por el bienestar de los demas, ¡Enseña a los niños y juega con ellos! No hay nadie tan dulce y noble como El.-

-Sip, definitivamente estás loca por El. Pero te sigo diciendo que no es el Ideal.-

Comyet frunció el ceño.

-¡Siempre es lo mismo contigo! ¿¡Crees que no se lo que quieres!? ¡Quieres el trono! ¿Sabes qué? ¡Quédatelo! ¡No me interesa, Gerson!-

-¿Qué? ¡No es por eso!¡Me preocupo por ti!-

-Me casaré con el quieras o no.- dijo Comyet para luego retirarse de la habitación.

Gerson tenía 25 y Comyet 20 en aquel tiempo.

-Su Alteza, Principe Gerson. La Reina lo solicita.- dijo uno de los guardias para luego retirarse.

Gerson solo suspiró y fue al salón del trono, lugar donde su madre estaba esperandole.

-Principe, Que bueno que no tardó en llegar.-Dijo la Reina.

-Reina Madre.-

-Pequeño, ¿Sabes qué noticias tengo para tí? Es sobre mi preciada corona.-

-Escucho atentamente, Madre.-

-Esta corona, Que vez aquí... No será tuya. Ni tampoco este trono o este rango, ¿Lo sabes, no?-

-Me lo imagine, Madre.-

-Siempre... Ha sido una "Reina", ¿Sabes? Y no creo confiar en la que traerás... así que, Este trono lo heredará tu hermana. ¿Algún problema, Gerson?-

-Ningúno en absoluto, su majestad.-

-Me alegra oirlo, Eres un gran chico. Ahora, Vete.-

Gerson así como escuchó hizo, Se fue como le ordenaron.

En realidad no le interesaba el trono, No le llamaba la atención el gobernar, para nada.

Lo único que quería era que su hermana pensara bien lo que haría.

La conocía, sabía bien como era.

La conocía lo suficiente como para saber que aquella persona que ama no es apta para ser Rey.





Tras un tiempo, Se casaron, No tardó en quedar Comyet embarazada.

Tras recibir total bendición de su madre, ya que su padre estaba muerto por una enfermedad hace años, Esta murio.

Claro, antes de eso...






-Es un placer saber que mi hija estará en buenas manos.-Dijo sonriendo la Reina Roja.

Se encontraba ella, su hijo, su hija y su novio.

-La cuidaré muy bien, no lo dude.- dijo Sonriendo la pareja de Comyet.

-En eso confio.-

-Bueno, Ya vuelvo, llamaré a las criadas para que traigan otro tetera llena.-Dijo Comyet retirandose.

En eso, la pareja de la que se fue recien tomó la tetera que tenían ya con lo último que quedaba.

-¿Gusta más?-Pregunto sonriente a la Reina Roja.

-Claro, Muchas gracias.- dijo dandole su taza. -Deberías ser así de educado, Gerson.-Dijo su madre viendole.

En lo que observaba a Gerson, No notó como el chico servía lo que quedaba de Té en la taza, y no solo eso, sino tambien el polvo que tiró a la taza.

Sí, Veneno.

Gerson lo vió, Perfectamente.

-Tenga, Majestad, disfrute.- dijo para luego entregarle la taza.

-Oh, Muchisimas gracias.- dijo para luego tomar la taza y beber lo que contenía.

Gerson podía notar la mirada hechada por la pareja de su hermana.

Como tratando de amenazarle con la mirada.

Gerson estaba totalmente nervioso ante aquella mirada, quería realmente golpearle.

La Reina dejó en la mesa la taza luego de beberla, totalmente normal, y comenzo a hablar de cosas sobre el clima, irrelevantes.

Y luego, comenzó a toser sangre, parecía que no podía respirar correctamente, trataba de hablar y no podía.

Se levanto comenzando a golpear la mesa en señal de pedir ayuda , Pero no podia gritar y siguió tosiendo.

-Oh, Reina Roja, Ha sido un placer desposar a su preciada hija, Me encargaré de cuidar muy bien el reino por usted... Así que... Muerase de una maldita vez, Perra.- dijo sonriendo

Gerson veía la escena sin saber exactamente que hacer, o como reaccionar, sus manos temblaban.

¿Ese tambien sería su final? ¿Quizás el de su hermana?

-Nunca, Abras tu boca y hables sobre esto, ¿Entiendes? Sí me llego a enterar de lo que dijiste, te planeo encontrar y matar, chico, me caes bien, Así que, si te mantienes de mi lado, Te perdonaré la vida...-

-...¿Tú... le harás eso a mi hermana tambien?-

-No, No si te quedas sin decir una sola palabra de mis secretos, Gerson. Seamos aliados. Tu hermana estará muy bien.-

Luego de que Gerson asintiera, corrieron donde la reina que cayó al suelo aún tosiendo, muriendo.

Aparentaron estar muy preocupados y gritaban por ayuda.

Comyet no tardó en llegar y ver la escena y estar totalmente preocupada.








La Reina Roja, Murió.








La Nueva Reina roja, accedió al trono, Comyet y su pareja.

Los cuales, parecían un matrimonio muy feliz y unido.

Gerson, siempre estaba cerca, Vestido con una capucha gris para taparse por completo y no ser reconocido por su hermana.

Igual que todos los demas familiares de la Reina roja, como primos o tios, estaría "Muerto".

O al menos haría creer eso a su hermana.

Más bien, "Desaparecido".

Pero en todo el transcurso en el que eran pareja, Estaba con el Rey como consejero.

El que guarda los secretos.

El que observa mientras mata a alguien.

El complice de sus asesinatos.







Y un día, quería librar a su hermana.

Y vio la oportunidad un dia que veia al Rey dudar sobre lo que  quería.

"El que tiene el verdadero poder ahora, no eres tú, jamás lo serás, la Reina Roja es la que gobierna todo, tu solo la tienes que atender.... Pero, Sí llegan a separarse, serán dos reinos, No pierdes tu poder como Rey."

Aquella idea agradó al Rey.

Y así lo hizo.

Discutió con su esposa, Sacando a la luz el intento de asesinato de esta.

Así que se separaron, creandose los dos Reinos, y separando a los hermanos Ink y Zephyr.

Separando sus destinos, Pero...
Queríendo que sigan sus pasos para lograr lo que no hicieron ellos.

Al separarse, de vez en cuando iba al reino rojo para visitar a su hermana, ver que estuviese bien.

Y en todo eso que pasaba, el escribía libros, cuentos, historias sobre lo que tuvo que vivir, callar, aprender.

No podía quedarse con ese montón de secretos hasta su muerte.

Pero no los publicó, no aún.

Fue tiempo despues de que el Rey blanco muriera.

Tiempo despues de que la Reina Roja se volviera loca.

Los publicó.

Pero al Ink tener acceso al trono le negó publicarlo.

Y , Al ver que este no se detuvo, no solo destruyo todos los libros existentes, sino que tambien le cortó las manos, Como castigo.










Y así, Es como terminó en un calabozo mugriento, Encerrado, abandonado y olvidado.

Con un montóm de secretos que tuvo que callar por años.

Manchado de la sangre de su propia familia.

Cargando con los pecados que el Rey Blanco pasado le dejó.

Sintiendose miserable.

Por no poder haber ayudado a su hermana antes.

Por haber tenido miedo.

Por... ser tan inútil.

Como último deseo, De su hermana...

Era apoyar a Ink en iluminar el camino y unificar ambos reinos en paz.

Y eso, iba a hacer.

No iba a hacer caer al reino rojo.

No.

Era el preciado reino que su hermana adoraba.

El cual veía por la ventana con mucha alegría cada mañana.

Diciendo todos los dias de pequeña: "¡Ya quiero ser uns Reina! ¿Te imaginas, Gerson? ¡Todo esto será mio! Cuando sea así, ¡Comeremos muchas cosas juntos! Yo invito."

Y el mismo cielo y pueblo que veía por las noches, diciendo: "¿Crees que los aldeanos esten felices de que yo seré su futura reina?¿Podré gobernar bien?..."

Tan inocente, tan amable, tan agradable.

No podía hacerle eso a su hermana.







Y le pidió, amablemente a Reaper, que por favor, acabara con su vida.

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