-Dime, Cross... ¿Has venido por algo que no es mi cumpleaños, Verdad?- comenzó diciendo la Reina mientras caminaba por los jardines.

-No, Majestad.-

-¿Es así? Bien. Se muy bien lo que para tí se trata la honestidad de un caballero. Es... Algo muy sagrado.-

-Es correcto, Majestad.-

-Entonces, Dejame volver a hacer la pregunta. ¿Hás venido por una razón aparte de mi cumpleaños?-

-...Eso es correcto, Majestad.-

La Reina Roja Sonrió.

-Me lo imaginé.- Ink vio a Cross, y luego dio una leve risa. -Oh, Tranquilo, No te pediré que respondas nada más. No lo necesito.-

-¿No planea cortarme la cabeza, Majestad?-

-Oh, ¿Cómo podría? ¿Por quién me tomas?-

-Suele hacerlo por capricho.-

La sonrisa de la Reina roja se desvaneció.

-No hables cosas que no entiendes, imbécil.-

Cross se quedó callado.

Luego la Ink volvio a tener su misma sonrisa usual.

-¿Porqué le sirves a Zephyr? Debes tener tu razón.-

-Son personales, Majestad.-

-Amenazas, ¿No?  No eres el primero.-

-¿De qué habla?-

-Nada, Olvidalo. Dime, Cross... ¿Qué es importante para tí que Zephyr tiene en sus manos?-

-Nada.-

-Sigues repitiendo eso, Pero no respondes con sinceridad.-

-Respondo con toda mi honestidad, Majestad.-

-Esta charla no esta llegando a ninguna parte. Cross, ¿Estás de acuerdo de que Zephyr gobierne todo? ¿Tienes idea de lo que pasará si El Gobierna?-

-¿Y qué pasará si usted gobierna, Su majestad?-

-Definitivamente, algo mejor. -

-¿Qué la hace pensar eso, Majestad?-

-Simple. Yo no tengo un motivo oculto, Y no tengo interés de matar a mi única familia. ¿Tú crees que Zephyr cumple estos requisitos?-

Cross se quedó callado.

-Eso pensé.- Dijo para luego arrancar una de sus tantas flores en el jardín. -¿Sabes, Cross? Puedes unirte a mi bando, Siempre serás bienvenido.-

-Tengo entendido que estoy en su rango de gustos, ¿Es por eso?-

-Oh, Pillín.-

Ink se acercó a este y le tomo del mentón.

-Ciertamente, Al verte por primera vez captaste mi total atención, Como algo que quiero poseer, ¿Sabes? Porque te veías tan lindo y guapo.~ -

Luego se acercó a su oido.

-Pero... Digamos que encontré a alguien más que me haga sentir así~- Susurró para luego alejarse de este.

-...Así que, Su majestad ya no me necesita aquí.-

-Oh, Tonto. Te puedes quedar, me agradas, y quiero poner celosa a esa "Cierts persona". ¿Estás seguro que no quieres unirte al reino rojo, Cross?-

-Lo puedo pensar.-

-Tendrás tiempo suficiente para pensar entonces. Esperaré emocionadamente tu respuesta, Cross.-

-Sí, Majestad.-

La puerta que era para salir del jardín y la misma de entrada, fue abierta por Dream, El cual al entrar, le seguía  atras Error.

-Majestad, Reina Roja. Le tengo algo que notificar.-